Entrevistas

Estados Unidos y su transición acelerada. El equipo de Obama ¿lleno de sorpresas?

Estados Unidos y su transición acelerada. El equipo de Obama ¿lleno de sorpresas?

En las designaciones para conformar su equipo de gobierno, el presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, "evaluó que no podía agregar en este momento más incertidumbre designando a gente desconocida y recurrió a personas con experiencia en el manejo de crisis financieras", explicó Roberto Porzecanski, corresponsal de En Perspectiva en Boston, Massachusetts, al referirse a los cargos de Timothy Geithner en el Departamento del Tesoro y Lawrence Summers en el Consejo Económico Nacional. Señaló que nombró a Hillary Clinton para dar una "señal de unidad", pero la designación "sorprendió y está lejos de cosechar una aprobación unánime".

(Emitido a las 9.04 horas)


EMILIANO COTELO:
En las últimas dos semanas, el presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, ha anunciado a gran parte de su equipo de gobierno.

(Audio Barack Obama)

"Last week, we announced our economic team which is working as we speak to craft an economic recovery program to create jobs and grow our struggling economy. Today, vicepresident-elect Biden and I are pleased to announce our national security team".

EC - "La semana pasada fue el equipo económico y ayer el equipo de seguridad nacional y política exterior".

(Fin)

EC - Al presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, le gusta recalcar que su país tiene solamente un presidente y que en este momento ese presidente es George W. Bush. Sin embargo, la forma en que Obama ha decidido manejar la transición y anunciar su equipo –con conferencias de prensa realizadas prácticamente a diario– claramente refuerza la idea de que, a todos los efectos, en realidad, quien tiene el poder en Estados Unidos hoy es él.

Los nombramientos de Obama, además, han causado bastante sorpresa, ya que el candidato que ganó con el mensaje del cambio ha ido presentando un equipo pleno de veteranos de la administración Clinton –incluyendo a la propia Hillary Clinton– y hasta un ministro que todavía está en funciones en la administración Bush.

Para profundizar en el análisis de todas estas novedades, estamos en contacto con Roberto Porzecanski, corresponsal de En Perspectiva en Estados Unidos.

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EC - Empecemos por la forma en que el presidente electo, Barack Obama, ha decidido anunciar a los futuros miembros de su gabinete: en conferencias de prensa diarias: lunes, martes y miércoles de la semana pasada para su equipo económico y ayer lunes para su equipo de seguridad nacional. Hay que recordar que entre el jueves y ayer hubo un fin de semana largo en Estados Unidos, por el Día de Acción de Gracias, así que en realidad los anuncios se sucedieron casi sin respiro.

ROBERTO PORZECANSKI:
Fue una forma muy novedosa de anunciar a gran parte de su equipo de gobierno, que se explica en gran medida por las circunstancias excepcionales por las que está atravesando este país, en particular por la crisis económica. El ciclo de noticias está dominado por la sucesión de malos indicadores económicos –por ejemplo ayer se conoció oficialmente que el país está en recesión desde diciembre de 2007–, y esta forma de Obama de anunciar el equipo claramente apunta a generar noticias económicas positivas, anunciando planes y designaciones a diario. Y a juzgar por cómo se comportaron los mercados la semana pasada, la estrategia ha funcionado, o, por lo menos, no ha sido contraproducente.

EC - Más allá de la frecuencia de estos anuncios, me interesa profundizar también en la forma en que Obama dio a conocer a su equipo económico, en unas conferencias de prensa en las que todos los designados estaban presentes, pero aparecían en segunda fila y quien hablaba era siempre Obama.

RP - Sí, al ver las conferencias de prensa en las que Obama hizo sus anuncios la semana pasada –la conferencia de ayer donde se anunció el equipo de seguridad nacional fue un poco distinta– claramente se trasmite el mensaje de que quien está a cargo de la situación es él. Es un hombre con una enorme confianza en sí mismo y además entiende que en este momento que está viviendo Estados Unidos se necesita trasmitir una imagen de tranquilidad, control y confianza.

Además, ese formato era importante y seguramente necesario para recalcar que a pesar de que hay muchas figuras de muchísimo peso en las designaciones, será Obama quien marcará el rumbo y tomará las decisiones.

EC - Te propongo que nos concentremos en esas designaciones, que han generado mucha sorpresa y algo de desconcierto, porque resulta que el candidato que ganó con el mensaje del cambio se rodea, luego, de un equipo lleno de caras conocidas.

RP - Sí, hay quienes se han sorprendido por la presencia de muchos veteranos de la administración Clinton. Personalmente me parece que este factor está siendo exagerado. En primer lugar, porque es lógico que la próxima administración demócrata se alimente en gran medida de quienes participaron y se foguearon en la última administración demócrata, la del presidente Bill Clinton.

EC - Sí, como Timothy Geithner en el Departamento del Tesoro y Lawrence Summers en el Consejo Económico Nacional, en la Casa Blanca.

RP - Efectivamente. Una vez más, las circunstancias actuales marcaron en gran medida las designaciones de Obama, quien recurrió a gente con experiencia en el manejo de crisis financieras previas. Seguramente Obama evaluó que no podía agregar en este momento más incertidumbre designando a gente desconocida, teniendo en cuenta que él mismo será un presidente relativamente desconocido y con poca experiencia en este tipo de decisiones.

EC - Varios analistas han señalado la contradicción entre la designación de Geithner y Summers y el mensaje de cambio de Obama. En particular porque Geithner y Summers fueron actores centrales en la desregulación de los mercados financieros en los años 90, que es una causa importante de la crisis que se vive en estos momentos.

RP - Efectivamente, ese argumento se escucha mucho, proviene del ala más a la izquierda del Partido Demócrata (PD), que esperaba que la elección de Obama representara una revolución, un cambio radical en política económica. Ante esta crítica, desde la oficina de Obama, en Chicago, se dice que tanto Geithner como Summers "aprendieron la lección de los años 90", es decir, que su pensamiento económico ha evolucionado, y además se insiste mucho en que el rol de Geithner y Summers será el de implementar una política diseñada por Obama, que es gente experiente en la implementación de políticas, pero que la concepción de la política vendrá directamente del presidente electo.

Obama, que claramente se ubica a la izquierda de Geithner y Summers en materia de política económica (aunque es más centrista de lo que muchos de sus seguidores piensan), ha mostrado con sus designaciones que quiere gente con experiencia, que esté de acuerdo con su visión general respecto de los objetivos de la política económica, pero que no necesariamente esté de acuerdo con sus preferencias específicas. Obama no se ha cansado de insistir en que no quiere una Casa Blanca con unanimidad de opiniones, en una crítica por elevación al presidente Bush, de quien se decía que tenía una Casa Blanca en la que todo el mundo le decía sí a todo.

EC - Hablando de no unanimidad de opiniones, finalmente ayer lunes se concretó algo con lo que se venía especulando desde hacía varios días.

(Audio Barack Obama)

"I have known Hillary Clinton as a friend, a colleague, a source of counsel, and as a campaign opponent. She possesses an extraordinary intelligence and toughness, and a remarkable work ethic. I am proud that she will be our next Secretary of State".

EC - "Hablamos, claro, de la designación de Hillary Clinton como secretaria de Estado".

(Fin)

EC - Este sí que es un nombramiento inesperado, sobre todo si tenemos en cuenta lo dura que fue Hillary Clinton en la campaña contra Obama. ¿Cómo hay que interpretar este paso?

RP - Mentiría si no dijera que esta designación sorprendió a todo el mundo. En particular por las diferencias que Hillary Clinton y Barack Obama tuvieron en la campaña, en particular respecto de la guerra en Irak. Básicamente Clinton decía que la experiencia en política exterior de Obama había sido solamente un discurso contra la guerra en el año 2002; por su parte, Obama la criticaba duramente por haber votado la guerra en Irak y decía que la experiencia de ella en política exterior se limitaba a tomar el té con dignatarios extranjeros. Son cosas que se dicen en el calor de la campaña y ahora que ha pasado la sensación es que estas dos personas se respetan más de lo que parecía por lo que se dijeron en la campaña. Esto no esconde que la designación de Hillary Clinton sorprendió y está lejos de cosechar una aprobación unánime, incluso dentro del PD y entre la gente que votó a Obama. Respecto del porqué de la designación, hay dos interpretaciones, una benevolente y la otra más cínica.

EC - Empecemos con la benevolente, démosle a Obama el beneficio de la duda.

RP - La interpretación benevolente se apoya en que Obama se inspira muchísimo en el presidente Abraham Lincoln –que es el anterior presidente del estado de Illinois–, quien después de ganar la elección formó un gabinete con sus ex rivales, en una señal de unidad. Este fue el gran tema de la campaña de Obama. Y sabemos que el presidente electo ha estado releyendo un libro que se llama "Gabinete de rivales", en el que se describe cómo Lincoln tomó esa decisión. Además, Obama ha insistido en que quiere gente que piense distinto en su círculo más inmediato.

EC - ¿Y la interpretación menos benevolente?

RP - El argumento menos benevolente tiene dos partes: la primera es que Obama y Clinton pactaron esto como condición para que ella hiciera campaña por él en la elección general. La segunda parte es que la designación de Clinton como secretaria de Estado la saca definitivamente del Senado (aquí no es como en Uruguay, donde alguien puede dejar su cargo en el Senado y volver una vez que termina su pasaje por un ministerio; ella tiene que renunciar definitivamente a su puesto en el Senado), por lo tanto saca de la cancha a alguien que podía ser un actor central en la reforma del sistema de salud, algo en lo que ella es especialista y en lo que podía haber chocado con Obama. Esta última interpretación no tiene demasiada credibilidad, Obama no se jugaría a poner a Clinton en un papel tan importante, con todos los potenciales problemas que derivan de las actividades de Bill Clinton como ex presidente, solamente para sacarla del Senado.

***

EC - Insististe mucho en el énfasis que pone Barack Obama en dar señales de unidad nacional. Supongo que la designación de Robert Gates, actual secretario de Defensa en la administración Bush, para seguir en su cargo, cumple también esa función.

RP - Sin duda, cumple la función de dar una señal de unidad poner un republicano en el gabinete, algo a lo que Obama se había comprometido. Sin embargo, esto es menos radical de lo que parece a la distancia, porque desde que sustituyó a Donald Rumsfeld en el Departamento de Defensa Gates ha cosechado la aprobación de demócratas y republicanos, y además comparte con Obama la visión estratégica de que el centro de la guerra contra el terrorismo está en Afganistán y no en Irak. Gates está mucho más vinculado a Bush padre que a Bush hijo, y Obama siempre ha elogiado a Bush padre, en particular por su política exterior.

Además, hay dos elementos importantes en la designación de Gates: el primero es que le permite a Obama seguir adjudicándole las guerras a Bush, o sea que la persona que sigue a cargo de las guerras es alguien del presidente Bush. Y el segundo y más importante es que Obama es consciente de que las transiciones son momentos de vulnerabilidad desde el punto de vista de la seguridad nacional y apunta a que con la permanencia de Gates –que probablemente no se quede todo el primer período de Obama– disminuya esa vulnerabilidad.

De todos modos, ayer en su conferencia de prensa Obama dejó en claro que la continuidad de Gates al frente del Ministerio de Defensa no representa una continuidad absoluta.

(Audio Barack Obama)

"As I said throughout the campaign, I will be giving Secretary Gates and our military a new mission as soon as I take office: responsibly ending the war in Iraq through a successful transition to Iraqi control. We will also ensure that we have the strategy –and resources– to succeed against al Qaeda and the Taliban. As Bob said not too long ago, Afghanistan is where the war on terror began, and it is where it must end".

(Fin)

RP - Obama decía que apenas asuma como presidente le dará a Gates una nueva misión, que va a actualizar la descripción de su trabajo. Y esa nueva misión significaría terminar de manera responsable la guerra en Irak y focalizarse en Afganistán. Obama terminaba esa intervención citando al propio Gates, quien dijo que la guerra contra el terrorismo empezó en Afganistán y allí deberá terminar.

EC - En la conferencia de prensa de ayer Obama dio a conocer varios cargos más.

RP - Sí, anunció al general James Jones (ex comandante supremo de la OTAN -Organización del Tratado del Atlántico Norte-) como asesor en Seguridad Nacional en la Casa Blanca; a Eric Holder, otro veterano de la administración Clinton, como ministro de Justicia; a Janet Napolitano, actual gobernadora de Arizona, como secretaria de Seguridad Doméstica, y a Susan Rice como embajadora ante las Naciones Unidas.

EC - ¿Qué vale la pena destacar de estos nombramientos?

RP - Por el momento un par de cosas: Napolitano es la gobernadora de Arizona, un estado limítrofe, y eso, sin duda, impactará en una de las áreas de su cartera: la Oficina de Inmigración. En general, al igual que Bush y McCain, los políticos de estados limítrofes tienen una visión más compleja y menos reduccionista de los temas inmigratorios, por lo tanto esta designación probablemente sea buena noticia para América Latina, en particular para América Central y México.

La designación de Napolitano, además, cayó muy bien en el Partido Republicano, no solo porque es muy respetada, sino porque saca de carrera a la única persona con probabilidades reales de sacar a McCain del Senado en 2010. Obama no solamente le ha tendido la mano a Hillary, sino también –de manera mucho más sutil– a otro de sus ex rivales.

EC - ¿Y qué puedes comentar sobre Susan Rice, embajadora ante Naciones Unidas?

RP - Es una designación interesante y previsible, ya que Rice ha asesorado a Obama desde el principio. Lo más interesante fue que Rice estuviera en plano de igualdad con los otros anuncios de ayer, todos de rango ministerial. Obama dijo que en su gobierno la representación ante la ONU tendrá rango ministerial y recalcó que tanto él como Susan Rice piensan que la ONU es un foro indispensable pero imperfecto, que Estados Unidos va a volver a ser un actor central en la ONU y que impulsará una reforma de la organización.

Por otra parte, Rice es una especialista en África y ha trabajado mucho en el genocidio en Darfur, lo que señala un compromiso de Obama con una región con la que tiene vínculos muy profundos. Por ejemplo, tiene varios hermanos que todavía hoy viven en Kenia.

EC - Hace un rato decías al pasar que la dinámica de la conferencia de prensa de ayer había sido un poco distinta de la de los anuncios de la semana pasada. ¿A qué te referías?

RP - La semana pasada el único que había hablado era Obama y los demás estaban en el fondo; ayer, todos los designados hablaron, probablemente por el calibre de las figuras que estaban presentes, y porque el arreglo con Hillary Clinton tal vez incluyó que ella también hablara. Clinton y Gates son figuras de tanto peso que difícilmente hubieran podido estar en una segunda fila. Incluso el propio Joe Biden, el vicepresidente electo –quien había permanecido en silencio en las conferencias anteriores–, tuvo una intervención larga ayer, en la que dio una señal de que, como en el caso de Dick Cheney –aunque Biden no aprecie la comparación–, el área donde tendrá más influencia será la seguridad nacional.

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Transcripción: María Lila Ltaif