"El pueblo israelí quiere ver un gobierno de unidad nacional"
Las elecciones legislativas en Israel dejaron un panorama político incierto. La corresponsal Ana Jerozolimsky expresó a En Perspectiva que no hubo un ganador absoluto, porque si bien "el Likud está en segundo lugar, detrás de Kadima", el bloque de derecha encabezado por el Likud es el que tiene mayor posición en el Parlamento. "La gente quiere a los dos bloques trabajando juntos", agregó. Además, señaló que para el conflicto palestino-israelí "es muy diferente una coalición de derecha o una coalición que sea un gobierno de unidad nacional".
(Emitido a las 9.25 hs.)
EMILIANO COTELO:
Nos ubicamos en Israel, donde el líder de la derecha, Benjamin Netanyahu, era por estas horas el mejor situado para formar una nueva coalición de gobierno, aunque el partido Kadima de su rival centrista Tzipi Livni obtuvo un escaño más en las elecciones legislativas celebradas en el día de ayer.
Los resultados, que serán conocidos oficialmente mañana jueves, dan al Kadima 28 diputados, 27 al Likud, 15 a la formación de extrema derecha Israel Beiteinu, 13 al partido laborista y 11 al partido ultra ortodoxo Shass.
¿Cómo se entienden estos resultados? ¿Qué significan? ¿Qué consecuencias tienen? Vamos a tener un primer enfoque directo desde Israel.
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EC Estamos con nuestra colaboradora Ana Jerozolimsky. ¿Se puede hablar de un ganador o de una ganadora en forma categórica?
ANA JEROZOLIMSKY:
No, en forma relativa. Tu recién hiciste mención a que Kadima tiene la mayor cantidad de escaños -28 de los 120 del Parlamento-, al menos según el escrutinio del 99% de los votos reales, porque falta terminar el cómputo de los votos de los soldados. Pues 28 frente a 27 del partido Likud desde el punto de vista partidario es un gran logro de Livni, pero en términos de bloques la situación es diferente. Realmente no se puede decir en forma categórica que Livni, o mejor dicho el partido Kadima encabezado por Livni, haya ganado y eso determinará todo de ahora en adelante, la situación de hecho es más compleja que eso.
EC Sí, ayer Tzipi Livni le reclamaba a su rival que reconociera que ella era la ganadora, pero del otro lado lejos estaban de dar ese paso. ¿Cómo siguen ahora los distintos procedimientos a partir de un resultado como el que acaba de darse?
AJ Te diría que ya comenzaron los contactos de coalición, ya hay llamadas telefónicas y encuentros planeados para hoy entre la gente de Kadima, la gente de Likud y otros partidos que son potenciales socios de cada uno, algunos te diría potenciales tanto de uno como de otro.
Mencionaste ese llamado a reconocer a uno como ganador y si el otro lo acepta o no y yo te diría que en realidad cada uno tiene parte de la razón. O sea, Kadima sin duda, y más que nada por la campaña centrada en la personalidad y el estilo de Tzipi Livni, fue el ganador según el escrutinio hasta ahora. No es casualidad que Benjamin Netanyahu, sin embargo, cuando tomó la palabra, en lo que esta vez no se podía presentar realmente como un discurso de victoria como es tradicional en las elecciones, destacó la posición mayoritaria en el bloque de la derecha y no habló sólo del Likud. Porque el Likud está en segundo lugar detrás de Kadima pero el bloque de derecha encabezado por el Likud aunque el Likud sería el punto más centrista en ese bloque- es el que tiene mayor posición en el Parlamento. Las opciones dependerán de la posibilidad de que haya un gobierno encabezado por Netanyahu o una coalición amplia de Netanyahu, o sea del Likud con el partido Kadima.
EC ¿Cómo se entienden los resultados? ¿Qué quiere decir este pronunciamiento del pueblo israelí en las urnas?
AJ Mi lectura del cuadro político que tenemos ahora es que el pueblo quiere ver un gobierno de unidad nacional. Por supuesto hay diferentes lecturas, esto no es cálculo matemático.
Por un lado, la gente del Likud hacia la derecha -la mayor parte del pueblo si se refleja eso en la cantidad de escaños en el Parlamento de los partidos del Likud hacia la derecha- va a decir que la mayor parte del pueblo quiere un gobierno que no tiene la posición de Kadima en lo relacionado, por ejemplo, en el proceso de paz con los palestinos a la disposición a concepciones territoriales
Del lado de Kadima pueden decir -y también tienen razón- que la mayor parte de la gente mayoría relativa por supuesto- quiere ver a Tzipi Livni como primer ministro. Como desde el punto de vista partidario el Kadima con 28 y el Likud con 27 están tan pegados, hay casi empate, yo diría que la opción más lógica es que la gente quiere ver a los dos grandes bloques aunque lo de grande ahora es relativo porque tanto uno como otro precisa una coalición con otros partidos más chicos- trabajando juntos y no a un gobierno estrecho.
EC Pero, por ejemplo, en cuanto al conflicto Israel-palestinos, ¿qué puede implicar este resultado, qué consecuencias puede tener?
AJ Si analizamos en términos de bloques y no de partidos, sin olvidar que el Kadima fue el partido mayoritario, está claro que en el Parlamento actual no hay mayoría a favor, por ejemplo, de un Estado Palestino que incluya retiradas, o sea que inevitablemente incluya territorios entre los cuales Israel se tendría que retirar.
Pero si tomamos en cuenta que la mayor parte de los votos fueron a Kadima y el Likud no la mayoría absoluta pero son los dos partidos más importantes- creo que el pueblo quiere que se haga una coalición que pueda seguir negociando con los palestinos.
Lo que sucederá en el marco del proceso de paz dependerá de si las opciones serán un gobierno encabezado por Netanyahu al frente de un bloque de derecha -una opción que te diría que a Netanyahu no le entusiasma en absoluto aunque pueda dar otra imagen al público- o una coalición que incluya tanto al Likud como a Kadima; ya se verá si uno de esos acepta que el otro sea el primer ministro o habrá una rotación.
Es muy diferente una coalición de derecha o una coalición que sea un gobierno de unidad nacional, eso incidirá directamente en el tipo de políticas que se adopte entre los palestinos. Netanyahu, a pesar de la imagen tan dura y estricta que tiene no sólo en muchos sectores en Israel sino más que nada en el exterior, cuando fue primer ministro se retiró del 80% de Hebrón, negoció con Yasser Arafat, firmó otro acuerdo que incluía otros porcentajes de retirada de Cisjordania. O sea, si él está con Livni, puede encontrarse un término medio; si él está al frente de un bloque en el cual todo el resto son partidos de derecha, ya es otra historia.