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En EEUU "la gente no gasta, y ese es el cambio cultural más grande"

La colaboradora de En Perspectiva en Washington, Silvia Pisani, relató cómo se está viviendo la crisis económica en Estados Unidos. Aseguró que aunque el pueblo norteamericano es "esencialmente optimista", "hay miedo a gastar", lo que constituye "el cambio cultural más grande". Indicó que uno de los desafíos del presidente Barack Obama "es convencer a la gente de que la rueda se puede mover otra vez" y habló sobre la imagen del mandatario y su relación con la oposición. "El Partido Republicano en este momento es una gelatina", manifestó.

(Emitido a las 8.32 hs.)

EMLIANO COTELO:
La crisis global, que tuvo su origen en Estados Unidos, tiene repercusiones en todo el mundo, de una u otra forma pega acá y allá.

¿Pero cómo la están viviendo los propios estadounidenses? ¿Qué ambiente existe dentro de Estados Unidos? ¿Qué opinión tienen los ciudadanos de la forma en que el presidente Barack Obama está encarando sus primeras semanas en el gobierno?

Esta mañana les preponemos viajar a Washington y conocer lo que está ocurriendo allí a través de la mirada de alguien que casi podría decirse observa desde afuera, porque con quien vamos a conversar es con Silvia Pisani, corresponsal del diario La Nación de Buenos Aires en Estados Unidos y colaboradora de En Perspectiva.


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EC – Yo decía recién que tú aún eres algo así como una observadora externa en Estados Unidos, me refiero a que recién estás aterrizando allí, ¿no? ¿Cuántos años viviste en España?

SILVIA PISANI:
Yo siempre soy una observadora de afuera, yo nunca termino de integrarme en las sociedades a las que voy. Fueron ocho años en España y ahora empezamos Estados Unidos. Llegué hace 15, 20 días.

EC – ¿Y cómo han sido estas primeras semanas en un país que vive tiempos tan turbulentos? Porque tú llegaste en medio de una de las crisis económico-financieras más importantes de la historia y cuando acaba de asumir Barack Obama con todo lo que significa ese cambio a nivel de gobierno.

SP – Se vive en una manera curiosa, hay que ver cómo es este pueblo, el pueblo norteamericano. El pueblo norteamericano es un pueblo esencialmente optimista, esta es una diferencia fundamental con cualquier otra sociedad con la que haya estado trabajando. Están convencidos de que de alguna manera tarde o temprano van a salir, lo que no está claro es cuánto va a durar la travesía por el desierto.

Esta es la diferencia digamos, saben que van a salir, pero no saben cuándo, entonces ahí es donde está ese problema, en el tiempo hasta que esto llegue. Esa es la gran diferencia. No existe una sensación de fracaso, sí está la sensación esta de "nos va a costar todavía un tiempo más".

EC – Washington no es necesariamente una ciudad representativa de la vida de los estadounidenses medios, bueno, cuál sería una ciudad representativa ¿no? Estados Unidos es tan variado, tan amplio, pero ¿cómo se nota la gente en la calle?, ¿en qué medida los habitantes de Washington en este caso o de otras ciudades que hayas estado visitando aparecen preocupados, angustiados?, ¿cómo se refleja en la vida diaria?

SP – Es una muy buena observación la que hiciste sobre Washington porque es verdad, Washington siempre, en las anteriores recesiones de Estados Unidos, se mantuvo al margen. ¿Por qué? Porque Washington es como un gran escenario donde siempre viene gente, vienen periodistas, funcionarios, diplomáticos, gente que trabaja en los organismos multilaterales, es una ciudad de paso y de poder; entonces siempre estuvo como al margen de las demás crisis. Las demás crisis afectaban a otras partes de Estados Unidos, a todo este vasto territorio, y este pequeño enclave chiquitito que es el DC –Distrito de Columbia– se mantenía al margen. Esta vez no ha sido así, la crisis es tan grande que incluso atrapó al DC y la gente del DC se está quejando de lo mismo, de recesión.

EC – ¿Por qué, por ejemplo en qué lo notas?

SP – En un cambio de cultura que es impresionante; esta sociedad creció toda a golpe de consumo, aquí la idea que existía siempre es que la mejor manera de mantenerse vivo es mover dinero, gastar, comprar. Y esto empieza a revertirse, hay miedo a gastar y se ve; como no se sabe cuánto tiempo se va a estar con este problema encima, cuándo uno va a perder el empleo, cuándo va a quedarse sin trabajo, la gente no gasta, y ese es el cambio cultural más grande que hay. Que un norteamericano esté ahorrando es más o menos una especie de reversión cultural. Esto es lo que está ocurriendo y es la queja que existe en el comercio, en la industria, en los hombres de negocios.

EC – El desempleo en Estados Unidos está en niveles altísimos para lo que es la historia de ese país, estamos hablando de más de 8%, ¿en cuánto estamos hoy Juan Andrés?

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
8.2%.

SP – 8.1%.

EC – ¿Y eso en la calle se nota?

SP – Sí, claro que se nota, se nota incluso en lo que se habla, en lo que se ve, en lo que se promociona.

Hyundai -la fabricante de autos- acaba de sacar un aviso donde promociona la venta de uno de sus últimos modelos y dice textualmente: "Compre este auto, es fantástico, y no se preocupe, si usted en los próximos 12 meses se queda sin trabajo nosotros le devolvemos el dinero y usted nos devuelve el auto sin ningún problema". Como aviso hasta suena morboso pero es lo que hay en esta sociedad hoy donde todos los días se ven caminando por la calle pequeñas manifestaciones, no son las manifestaciones sudamericanas, son grupos de gente que trabaja, que avanza por la calle y protesta porque se quedó sin trabajo.

EC – Y esa publicidad que estabas mencionando es un buen ejemplo de hasta dónde llega la creatividad en materia de marketing para vencer esa reticencia al consumo de la que hablabas antes ¿no?

SP – Pero aún así cuesta, está costando vender, hay una falta de movimiento y los hematólogos lo dicen muy claramente: "Cuando uno tiene un órgano enfermo, es ese órgano el que está enfermo, así sea la oreja, el estómago, la pierna, el brazo, se lo cura. Cuando es el consumo es la sangre y cuando es la sangre es todo el cuerpo el que está comprometido". Entonces este es el asunto, tratar de mover de nuevo esta rueda y yo creo que este es uno de los problemas más grandes que tiene Obama de verdad, que es convencer a la gente de que la rueda se puede mover otra vez, y espero que los convenza porque sino esto repercute en todo el mundo.

EC – ¿Cómo están evaluando los estadounidenses la forma en que el gobierno de Obama está enfrentando la crisis? Los números que muestran las encuestas dicen que, por lo menos por ahora, la crisis no ha afectado su popularidad, anda muy bien en popularidad.

SP – Es impresionante Obama, de verdad. Seguirlo en estos primeros días, la oratoria que tiene este presidente, cómo sabe llegar, cómo conecta con la gente, es notable, realmente notable. Sentarse a escuchar a Obama es escuchar una pieza de oratoria de las que estoy segura que se van a analizar en estudios de discurso, en cursos de política.

Conecta muy bien, se sabe conectar muy bien, se diferencia, tiene un tic que es que todo el tiempo está hablando de George Bush sin mencionarlo, o sea, no habla de Bush pero alude permanentemente a él, no lo menciona por su nombre pero está todo el tiempo hablando de él y está señalando: "hacemos lo contrario".

¿Cómo se mantiene él? Con una popularidad altísima, habla de los problemas, es capaz de reunirse con militares y frente a ellos empezar a hablar de la reforma del seguro de salud por ejemplo. Habla de los problemas de la gente y los habla con todo el mundo: con militares, con bomberos, con la sociedad civil, con quien toque, a todos les habla de los problemas que todos tenemos independientemente de la profesión o de cómo te desempeñes en la vida.

Lo que se le empieza a criticar es que Obama marca la gran bandera "hacia allá vamos" pero no sabe muy bien "cómo vamos", o sea, no están muy claras las medidas. Convengamos que este presidente cumple esta semana 50 días en el poder y el desbarajuste que encontró es bastante grande.

EC – Y la relación con la oposición, con el Partido Republicano, ¿cómo la evalúas? Porque ya se han registrado algunos episodios de discusiones duras, complicadas, en el Congreso, temas en los que se debió negociar para alcanzar algunos acuerdos importantes por ejemplo el plan de salvataje, por mencionar un caso.

SP – Ahora te cuento eso, te hago un pequeño paréntesis con el plan de salvataje y este miedo a gastar. Ya están corriendo por todo Estados Unidos los millones de dólares del plan de salvataje, es una cosa impresionante, caen baldadas de millones que uno dice "¿Pero cómo? ¿No es que no había plata? ¿De dónde sale esto?", y uno tiene una ligera sospecha pero bueno, ahí van los millones. Y hay gobernadores que dicen "no, no los gastemos, guardémoslos y ahorremos plata porque la travesía del desierto va a ser complicada". Es decir, volvemos a esto: el miedo a mover el dinero incluso alcanza a quienes deberían mover el estímulo que es lo que está pidiendo Obama.

Preguntabas cómo es la relación con el Partido Republicano. Hubo chisporroteos, pero yo creo que así como hay un fenómeno político nuevo que se llama Obama, que hay que verlo y que está rodando, hay otro fenómeno político no tan novedoso y es que el Partido Republicano en este momento es una gelatina.

EC – ¿Cómo que es una gelatina?

SP – Es una gelatina que tiembla, no tiene forma, no tiene líder. Es muy complicado en este país y en cualquier país civilizado, con una política medianamente razonable gobernar si no tenés una oposición clara. Entonces vos me preguntas cómo es la relación con el Partido Republicano, ¿con qué Partido Republicano? El Partido Republicano quedó en una crisis profunda después de la derrota de McCain de la que todavía no se recupera, entonces yo creo que la complicación en el juego político está ahí, que no tenés enfrente un adversario claro con el que dialogar, hay veces que es muy complicado poder hacer política si no tenés enfrente a alguien con quien discutir y hacer alianzas, con quien hablar enfrente. Por eso Obama habla tanto con la gente porque no tiene interlocutor político enfrente en este momento.

EC – ¿Y los medios de comunicación cómo están tratando al presidente Barack Obama?

SP – Le están señalando errores pero estamos rondando los 50 días y en general hay por supuesto puntos en los que se le subrayan cosas. Pero incluso los más críticos, los que fueron más distantes y que terminaron apoyándolo o por lo menos diciendo que era la mejor opción, -hablo del Wall Street Journal, del Washington Times, los diarios que son como más conservadores, más aferrados a un esquema económico liberal- son diarios y grandes medios que lo están apoyando; hay cadenas de televisión que no.

EC – Sí te iba a preguntar por ejemplo por la cadena Fox.

SP – Para la cadena Fox esto ya está perdido, ya está todo mal. Escuchar la cadena Fox es un ejercicio interesantísimo porque realmente con los datos económicos que hay uno ya tiene bastante catarata de decepción todos los días y la cadena Fox le añade su cucharada.

EC – Tú ibas a hablar de algún otro ejemplo de televisión.

SP – En la relación con los medios y con el Partido Republicano, hay una curiosa simbiosis. Por ejemplo empiezan a aparecer en la radio, en la televisión, periodistas muy sonoros, muy importantes, con mucha ascendencia en la opinión pública que uno los ve como muy recostados sobre el Partido Republicano y que empiezan a ser los adversarios de Obama ante la carencia de figuras claras, de liderazgo claro, dentro del Partido Republicano.