Internacionales

"Primer encuentro del presidente Obama con sus pares de la región": la Cumbre de las Américas

Contacto con el politólogo Fernando Rosenblatt, desde Santiago de Chile

(Emitido a las 8.00 horas)


EMILIANO COTELO:
El presidente de Cuba, Raúl Castro, se declaró dispuesto a un diálogo abierto con Estados Unidos que incluya temas como los Derechos Humanos y los presos, luego de que el presidente Barack Obama pidiera una señal al gobierno de La Habana, señal previa a la Cumbre de las Américas.

En su escala previa a la cumbre de Trinidad y Tobago, Obama dijo, hablando en México, que: "Deseaba esperar para ver si Cuba está también dispuesta a cambiar antes de tomar nuevas medidas que alivien las restricciones contra la isla". Aunque advirtió que "ello no ocurrirá de la noche a la mañana".

En una aparente respuesta, Raúl Castro dijo este jueves: "Le hemos mandado decir al gobierno norteamericano, en privado y en público, que estamos abiertos cuando ellos quieran a discutirlo todo: Derechos Humanos, libertad de prensa, presos políticos, todo lo que quieran discutir". Aclaró, de todos modos, que: "Ese diálogo debe ser en igualdad de condiciones y sin la más mínima sombra sobre nuestra soberanía".

Lo cierto es que Cuba y la crisis económica van a centrar la Cumbre, que reunirá desde hoy a 34 gobernantes de países del continente convocados por la OEA (Organización de los Estados Americanos).

La presencia del presidente Obama será punto de referencia clave para el encuentro, que se cumple hoy y mañana en Puerto España. El asesor especial de Obama para esta cumbre, Jeffrey Davidow, aclaró que el presidente de Estados Unidos acude a la cita para escuchar y no a proponer.

Pero varios presidentes latinoamericanos, entre ellos los de Brasil, Colombia y Venezuela, han adelantado que van a pedir el fin del bloqueo que Estados Unidos aplica contra Cuba desde hace varias décadas.

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EC – Estamos con Fernando Rosenblatt, politólogo, integrante de nuestras tertulias durante tantos meses, hoy desarrollando un postgrado en Santiago de Chile.

A propósito de esta cumbre, ¿qué podemos esperar, lo mismo de siempre, la foto, una declaración muy vaga y nada más?

FERNANDO ROSENBLATT:
Ante este tipo de planteos que se repiten siempre en estas instancias yo siempre sostengo lo mismo: lo importante es la existencia de la mesa de diálogo, el encuentro, y para mí eso ya es un piso. Ahora, si además se obtienen resultados concretos, genial. El problema está en que hay intereses muy divergentes y por eso muchas veces el resultado de una cumbre en particular son declaraciones vagas.

Las negociaciones, también hay que entender sobre temas delicados a nivel internacional, llevan tiempo y más cuando estamos hablando de un ámbito multilateral y todavía más aún cuando hasta el momento ha habido siempre una relación muy asimétrica entre el poder que representa Estados Unidos y sus vecinos del sur.

Pero, más allá de esto, creo que también hay que decir que hay cuestiones coyunturales que hacen de cada cumbre una instancia en la que hay que prestar atención al menos a algunos elementos. En primer lugar, es el primer encuentro del presidente Obama con sus pares de la región. Ya hubo un ensayo general con la presencia de (Joe) Biden (vicepresidente de Estados Unidos) en la Cumbre de Líderes Progresistas en Chile, y Obama mismo compartió la Cumbre del G20 con algunos líderes latinoamericanos, además de ahora venir desde México.

La figura de Obama despierta expectativas no sólo por su propia figura y todo lo que ya sabemos, sino también por sus ideas de políticas, sobre todo por el cambio en la política doméstica en materia económica que está al menos intentando llevar adelante, una agenda por demás ambiciosa que ustedes han repasado en repetidas ocasiones.

Pero además, porque ha dado señales concretas de cambio en la política exterior de Estados Unidos; lo hemos visto, por ejemplo, en relación a Irán, un tema muy delicado, lo hemos visto en su visita a Turquía, por ejemplo –luego del G20-. En fin, creo que está dando señales que pretende cambiar la orientación de la política exterior.

Pero también se está viendo alguna señal en un tema que resulta central para los latinoamericanos. En este caso me refiero a la relación precisamente con Cuba. Distintos líderes de la región ya han manifestado su rechazo tanto al embargo de Estados Unidos y a que Cuba no sea miembro de la OEA. Creo que en este sentido Obama ha dado señales de que se está revisando -como fuera anunciado- la política de Estados Unidos con respecto a la isla. De todos modos, creo que para muchos, están señalando que esas revisiones son muy tímidas.

EC – Sí, recordemos, por ejemplo, que tomó la decisión de eliminar las barreras para que los familiares de cubanos que viven en Estados Unidos puedan viajar a la isla y que, simultáneamente, levantó los límites al envío de remesas desde Estados Unidos a Cuba, entre otras medidas, porque también hubo otras vinculadas con telecomunicaciones.

FR – Sí, pero muchos líderes latinoamericanos están pidiendo más: están pidiendo que se levante el embargo y que Cuba retorne al sistema interamericano del que no forma parte desde 1962.

Lo primero es una decisión de Estados Unidos, como ha recordado el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza; lo segundo –que Cuba vuelva a la OEA– es una decisión que debe tomar la asamblea general del organismo, cuya próxima reunión es junio.

Este tema seguramente estará en la agenda de la Cumbre, al menos en las intervenciones, pero no parece que vaya a formar parte de la resolución final. Podemos esperar que los países, por ejemplo que integran el ALBA -Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Honduras y creo que me olvido de alguno-, presionen un poco más al respecto. Pero lo que va a haber que atender, en todo caso, es a las intervenciones de los líderes.

EC – Lo que está claro es que esta cumbre será una gran prueba para Obama.

FR – Sí, todas las crónicas y todos esperamos que todos los ojos estén puestos sobre Obama, porque va a ser todos los países de América Latina y Obama. Y ha tenido varias pruebas en materia de política exterior estas últimas semanas: la reunión del G20, la reunión de la OTAN, el problema de los piratas en Somalia, el satélite lanzado por Corea del Norte; entre algunas de las coyunturas que podemos mencionar que se ha tenido que enfrentar en las últimas semanas. No sólo son pruebas importantes, porque son los primeros pasos de un nuevo presidente, sino que además estamos hablando de un presidente que ha despertado muchas expectativas.

Creo que estamos en un contexto de crisis financiera y económica global que están pautando estos primeros meses de la administración Obama. Este es otro factor coyuntural por demás importante que rodea la cumbre.

EC – Está claro que, además del tema Cuba, la crisis económica internacional va a tener un lugar importante en las intervenciones de todos los mandatarios.

FR – Sí y acá es donde veremos otro indicador de cambio en el discurso de la política exterior norteamericana. Obama ha venido diciendo que quiere escuchar a sus colegas, no sólo en relación a América Latina, también ha insistido en la necesidad de "salir de esta crisis juntos", de manera concertada, con medidas comunes -esto se ha visto, por ejemplo, en el G20-. Hay que ver si los líderes latinoamericanos le compran esto y no le achacan que la crisis empezó en Estados Unidos. Por lo pronto, en la Cumbre de Líderes Progresistas, Lula se lo hizo recordar al vicepresidente Biden, en Santiago de Chile, hace algunas semanas.