Internacionales

Benedicto XVI en Tierra Santa: un viaje signado por la polémica

Contacto con Ana Jerozolimski, corresponsal de En Perspectiva


(emitido a las 8.43 hs.)

EMILIANO COTELO:
En el cuarto año de su papado, Benedicto XVI cumplió el sueño de peregrinar como sumo pontífice a Tierra Santa.

Llegó el viernes a Jordania, donde permaneció hasta el lunes de mañana. Ese mismo día arribó a Israel y partirá de regreso a Roma el viernes poco después del mediodía. En estos momentos se encuentra en Belén, en territorio palestino.

Tal como quedó dicho en nuestro contacto el lunes con Ana Jerozolimski, para la Santa Sede este viaje es ante todo una peregrinación, pero inevitablemente toca otros puntos de importancia y a veces toca también sensibilidades que están a flor de piel.

Para comprender a fondo ese aspecto es que vamos a ponernos en contacto otra vez con nuestra corresponsal en la zona.


***


EC – Esta visita del papa Benedicto XVI venía cargada de gran expectativa en Israel; según los informes que se han estado publicando en distintos medios internacionales, ahora que viene desarrollándose hay algo como enrarecido en la atmósfera ¿no?, hay algunas sombras, hay piedras en el camino, se dice por ejemplo que el papa es muy frío. ¿A qué ser refiere exactamente esa crítica, que no es la única que se ha escuchado?

ANA JEROZOLIMSKI:
Esa es una frase que se oye a menudo en los últimos días, se habla de un estilo frío del papa, como bien han citado algunas informaciones internacionales, de cierta falta de gestos cálidos, simbólicos, de ese tipo de gestos que quedan eternizados por siempre o en una foto especial o grabados en la memoria. Yo diría que el detonante de esta serie de críticas fue el discurso que el papa Benedicto XVI pronunció en el museo recordatorio del Holocausto Yad Vashem el lunes por la tarde. Tras esa ceremonia, tras ese discurso, quienes lo criticaron dijeron que el problema no es lo que dice -que es importante- sino lo que calla. Hay algunos que dicen que es demasiado didáctico, casi académico, no con un estilo que toque el corazón. Concretamente, por ejemplo, el ex rabino jefe de Israel que es hoy el rabino jefe de Tel Aviv y miembro del directorio del Yad Vashem -él mismo es sobreviviente del Holocausto, llegó como niño a Israel después de haberse salvado en el campamento de Buchenwald- dio ejemplos concretos. Dijo que el papa usó la palabra "muertos" y no "asesinados", que habló del Holocausto como una tragedia sin decir que fue obra del hombre, que no mencionó su condición alemana ni de los nazis, que eran alemanes; algunos ejemplos concretos de un sentir general que se ha estado captando sin duda en los últimos días.

EC – Recordemos: una visita del papa a Israel tiene de por sí ya todo el antecedente de los enfrentamientos, los roces que históricamente ha habido entre la Iglesia católica y el pueblo judío. Eso es algo que ya hace años ha comenzado a trabajarse, ha comenzado a mejorarse, es un clima que ha ido encaminándose. Lo que pasa es que ahora se agrega otro factor que es la historia de este papa, estamos hablando de que estas sensibilidades vienen a raíz del pasado del papa, de juventud sobre todo, cuando según algunas versiones integró las Juventudes Hitlerianas. ¿Es eso lo que está como telón de fondo?

AJ – Ese es uno de los elementos. El tema de la relación entre la Iglesia católica y el judaísmo empezó a cambiar en forma muy drástica, muy positiva, a partir del segundo Concilio Vaticano en el año 65 y de la publicación de la declaración revolucionaria "Nostra Etate"; sin duda el cambio fue muy grande. Lo aceleró el papa Juan Pablo II, el actual papa se comprometió a seguir el diálogo judeo-cristiano y realmente lo sigue, toda la terminología cambió. Este elemento que tu mencionaste del pasado, el hecho de que el papa fue miembro de las Juventudes Hitlerianas, lo confirmó él mismo, pero no como convicción nazi sino que era muy joven, era una situación en la que no tenía más remedio. Te diré que este elemento de las Juventudes Hitlerianas es algo que se oye en la calle. A mí me pasó sentada en un café escuchar que decían: "ah, pero si tuvo ese pasado nazi...". Gente que no conoce a fondo lo que ha hecho este papa, lo que ha dicho, lo que ha aportado al diálogo judeo-católico, que no conoce realmente sus convicciones y largan esas frases superficiales que no reflejan el cuadro entero de la situación.

Pero un ejemplo casi simbólico, emotivo: yo hablé ayer con una de las sobrevivientes del holocausto, la señora Calderón, originaria de Macedonia, que pasó realmente cosas terribles y logró sobrevivir. Ella fue una de las que recibió al papa en Yad Vashem y me dijo: "El tema de las Juventudes Hitlerianas no es lo que más me molesta porque él era una muy joven, no tenía más remedio, apenas pudo se fue. Me molesta el tono general del discurso, en el que no sentía suficiente empatía", decía esta sobreviviente. Una última mención respecto al tema de las Juventudes Hitlerianas: ayer, en el centro de prensa internacional instalado para la visita del papa, el portavoz del Vaticano, el cardenal Federico Lombardi, dijo que "el papa nunca, nunca, nunca –usó tres veces la palabra– fue miembro de las Juventudes Hitlerianas" -aunque él mismo lo había reconocido- sino de una unidad de defensa antiaérea que no tenía nada que ver ni con Hitler ni con la ideología nazi.

EC – ¿Tu dirías que la visita del papa ha quedado totalmente opacada por este tipo de temas?

AJ – No, en absoluto, sería realmente exagerado e injusto decirlo. Ha habido sombras, estos temas que hemos estado tratando fueron algunas manchas en el camino, es un hecho. Yo diría que quitó un poco de brillo pero sería injusto decir que la oscureció totalmente. Al respecto creo que es interesante compartir con los oyentes una corta declaración que realizó hoy el presidente Simón Peres junto con otros colegas de otros cinco medios internacionales. Lo entrevistamos en su despacho en Jerusalén y apenas empezó a hablar, antes de que le alcanzáramos a preguntar algo, hizo referencia a la visita del papa.

(Audio)


Creo que tuvo mucha razón. Dijo que el problema con la visita del Papa es que es una visita más apropiada para los libros de historia que para la prensa que se publica diariamente, que no fue una visita como todas, dando a entender que hay que analizar la magnitud de esto no con la perspectiva de quien busca la noticia, los titulares día a día, y dio un ejemplo muy concreto: dijo que si en el discurso que el papa pronunció en el aeropuerto al llegar -en el que calificó el antisemitismo de repugnante, fue muy categórico en la condena de la negación del Holocausto y habló de los seis millones de judíos asesinados- alguien le hubiera dicho que era un discurso apropiado para pronunciar en el museo recordatorio del Holocausto y así no decir luego otras cosas casi didácticas porque igual ya lo había dicho en el aeropuerto, entonces las reacciones hubieran sido otras.

EC – Otro tema que evidentemente forma parte del debate y que puede mover sensibilidades viene por el lado político. Cuando el papa llegó, ya en el aeropuerto, se manifestó a favor de que "cada pueblo tenga su patria en su tierra", aunque no usó las palabras "dos Estados" –un Estado judío y un Estado palestino-. Pero fue más explícito ahora en Belén, donde se encontrará todo el día de hoy. Tú conoces lo que ha dicho...

AJ – Sí, sin duda. Si bien no pude viajar a Belén tengo claras sus declaraciones muy categóricas, quizás más claras todavía que esas que pronunció en el aeropuerto al arribar a Israel. Dijo: "la Santa Sede apoya el derecho de vuestro pueblo -y se dirigía a los palestinos- a tener una patria soberana palestina en la tierra de vuestros antepasados, segura y en paz con sus vecinos, dentro de fronteras internacionalmente reconocidas". Si bien nos reunimos con Peres antes de que el papa formulara esta declaración, le preguntamos qué le parecía si el papa hablara de un Estado palestino y él dijo que no tenía ningún problema, que Israel aceptó la idea del Estado palestino. Aclaró que el gobierno actual todavía no dijo que sí pero tampoco dijo que no pero la idea del Estado palestino ya había sido aceptada y el tema es algo pendiente en las negociaciones cuando se solucionen varios de los temas que todavía quedan por aclarar.

EC – Belén hace tiempo que no es una ciudad de mayoría cristiana, algo que por cierto le preocupa a la Iglesia en general. Entonces, ¿cuál era la expectativa de la visita del papa entre los cristianos de esa zona?

AJ – Evidentemente, ante todo el aspecto religioso; reforzarlos en la fe, como me han dicho a mí tanto peregrinos comunes como personas de las distintas convenciones cristianas. Me comentaban la emoción que sentían, especialmente los católicos pero también cristianos de otras confesiones para quienes el papa no es la autoridad eclesiástica pero lo ven como un líder de la cristiandad mundial.

Pero al mismo tiempo también hay quienes expresan miedo, y en lugar de que lo explique yo dejemos que lo explique el padre Peter Madros, un sacerdote palestino católico al que entrevisté ayer y le pregunté precisamente con qué espíritu esperaba al papa Benedicto XVI. Habló de su emoción y también de su temor:

(Audio)
"Tenemos cierto miedo por la vida del santo padre, exactamente con este Papa que ha sido acusado de haber criticado el Islam, de haber ligado injustamente -según algunos- el Islam con la violencia".

(Fin del audio)

El padre Madros me decía explícitamente: "yo temo que un extremista islamista trate de matarlo, basta con un fanático para que haya una tragedia, esperemos que nada de esto acontezca". Dicho sea de paso, esto me lo contó en un español que aprendió solo en seis meses, con un libro.

EC – ¿Qué más tiene pendiente el papa en la agenda?

AJ – Hoy estará todo el día en Belén, vuelve relativamente temprano, es una persona de edad. Pernocta como siempre en la Nunciatura Apostólica que está ubicada cerca del Monte de los Olivos en Jerusalén oriental. Mañana estará todo el día en Nazareth, en una misa en el Monte del Precipicio así como en encuentros con líderes religiosos. El primer ministro Benjamín Netanyahu viajará hasta Nazareth para reunirse con el papa. Luego vuelve a Jerusalén cerca de la noche y el viernes va al Santo Sepulcro, tiene otras visitas y oraciones de carácter religioso y poco después del mediodía parte de Tierra Santa en camino de regreso al Vaticano.