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"La punta del iceberg": el escándalo en la Cámara de los Comunes británica

Contacto con el politólogo Francisco Panizza desde Inglaterra


(emitido a las 8.33 hs.)


EMILIANO COTELO:
En Gran Bretaña, el presidente de la Cámara de los Comunes, Michael Martin, renunció el martes a su cargo en un hecho que sucede por primera vez en 300 años.

La dimisión de una de las figuras más importantes de la política británica se produce en medio de un escándalo por las facturas de gastos abusivos presentadas por algunos diputados en los últimos tiempos.

Ayer, en el propio Congreso y en una declaración muy breve, Martin anunciaba su retiro:

(Audio en inglés)


"Desde que llegué a esta Cámara hace 30 años, siempre he sentido que la Cámara daba lo mejor de ella misma cuando estaba unida. A fin de que la unidad se mantenga, he decidido renunciar al puesto de presidente el domingo 21 de junio para que pueda elegirse un nuevo presidente el lunes 22 de junio. Esto es todo lo que tengo para decir sobre este asunto".


Sobre esta situación política tan particular les proponemos el análisis del politólogo uruguayo Francisco Panizza, profesor de Estudios de Gobierno en la London School of Economics, en Londres, Inglaterra.


***


EC – Este escándalo fue destapado el 8 de mayo por el diario conservador Daily Telegraph, que desde entonces viene publicando diariamente distintas revelaciones sobre gastos y sobre reclamaciones de dinero indebidas de diputados de todos los partidos. ¿De qué tipo de excesos estamos hablando?

FRANCISCO PANIZZA:
De todo tipo; algunos excesos que están dentro de la letra de la ley, aunque tal vez no en el espíritu, y otros que van más allá. Veamos algunos ejemplos: uno de los gastos que pueden reclamar los diputados son los intereses de las hipotecas que ellos usan para comprarse una segunda vivienda, generalmente en Londres; es decir, son diputados que viven en las provincias que necesitan un lugar para residir en Londres cuando están ejerciendo sus actividades, se compran un departamento y el Estado les reembolsa los intereses de esas hipotecas. ¿Qué ha pasado? Algunos diputados estaban pasando facturas por intereses de hipotecas que no existían porque habían comprado sus casas al contado o ya habían pagado las hipotecas. Esos son casos que están fuera de la ley.

Otros son casos que están dentro de la ley pero que parecen realmente abusivos. Un par de ejemplos: un diputado, que tiene fama de ser uno de los cerebros más grandes de la Cámara, pagó más de 200 libras –un poco más de 300 dólares– para que le cambiaran las bombitas de luz de su casa. Otro, que vive en las afueras y tiene una regia casa de campo, de esas muy a la inglesa, con un foso, pagó para que le limpiaran el foso. Otro, para que le cambiaran un caño que le estaba inundando la cancha de tenis.

Esos son los ejemplos que han sido publicados y que no han caído muy bien en la opinión pública.

EC – ¿Y por qué quien "paga los platos rotos" es el presidente de la Cámara de los Comunes, por qué Michael Martin? ¿De qué se lo responsabiliza?

FP – Se le responsabiliza de no haber actuado con suficiente prestancia, con suficiente premura, para acabar con estos excesos; de haber tratado de obstaculizar su publicación. Su primera reacción cuando salieron publicados estos excesos no fue decir "bueno, esto es una barbaridad, hay que hacer algo", sino decir "voy a llamar a la Policía para que investigue quién le pasó la información al Daily Telegraph". Te imaginas cómo cayó eso en la opinión pública; es decir, no reaccionó a la altura de la gravedad de la situación y en cierta forma la hizo peor.

EC – ¿Cómo es el sistema de control de gastos que actualmente rige para este tipo de rubros en el Parlamento británico?

FP – Lo que existía era casi un acuerdo de caballeros en el cual había muy poco control realmente. Había una oficina en el Parlamento en la cual los diputados presentaban los recibos y prácticamente automáticamente se les reembolsaba, con muy poco escrutinio de si esos gastos eran justificados.

En muchos casos, los diputados -por ejemplo el que cambió las bombitas- pueden decir que eso estaba dentro de la letra de la ley, o sea, no habría ahí un delito de corrupción o de lo que sea.

Lo que ha pasado es que se ha mostrado públicamente una cosa que anteriormente no era hecha pública y eso es lo que ha creado un escándalo en la opinión pública.

EC – Te lo preguntaba porque uno de los reproches a Michael Martin es no haber sabido o querido llevar a cabo las reformas en ese sistema. ¿Desde cuándo estuvo sobre la mesa esa posibilidad de reforma del sistema?

FP – Desde hace uno o dos años ya se sabía que existía la posibilidad de que estos gastos fueran publicados. En este caso fueron publicados porque alguien le vendió la información al Daily Telegraph, pero iban a ser publicados necesariamente por la ley de libertad de información. Una periodista empezó hace dos o tres años una campaña para demandar la publicación de esos gastos. La Cámara de Diputados y el presidente Martin trataron de obstaculizarlo hasta que se pasaron todas las instancias judiciales y fue mandada la publicación.

Lo que estaba haciendo el Parlamento en estos momentos era preparar la publicación de las facturas, que simplemente fue anticipado porque alguien que estaba trabajando en esa preparación se las vendió al Daily Telegraph.

O sea que hace dos años o más se sabía que era un sistema insostenible, muy poco transparente y en muchos casos con muchos abusos.

EC – Y esto de que renuncie el "speaker" de la Cámara de los Comunes, el presidente de la Cámara, ¿es efectivamente un cimbronazo político muy fuerte en la medida que no tiene antecedentes en los últimos 300 años?

FP – Efectivamente, pero es la punta de un iceberg que va mucho más allá. La renuncia del "speaker" por sí sola no va a solucionar las cosas y él no es el único culpable de una situación en la que existió una complicidad muy grande de muchos diputados y sobre todo una absoluta falta de transparencia en el proceso.

O sea que hay una crisis que va mucho más allá, una crisis de confianza en el Parlamento, una crisis de representación de la que le va a costar mucho al Parlamento británico recuperarse. Y en un país donde todos presumíamos que, si bien como en cualquier país del mundo existen casos de corrupción, el sistema político en general era bastante poco corrupto.

EC – ¿Y el primer ministro? ¿Cómo afecta toda esta crisis al primer ministro Gordon Brown? Entre otras cosas está sobre la mesa el pedido del líder de la oposición conservadora, David Cameron, que está reclamando que se celebren nuevas elecciones para limpiar el Parlamento.

FP – La popularidad del primer ministro -y yo diría también la del Partido Laborista- ya estaba muy baja por la situación económica, que aquí es muy seria, y ahora se ha hundido todavía más. Si bien han sido parlamentarios de todos los partidos los que han incurrido en abusos o en violaciones a la ley, de vuelta el primer ministro ha estado lento en responder, no ha mostrado un liderazgo efectivo, recién en los últimos días salió a decir algunas cosas, no se le ha visto decidido, no se le ha visto marcando la agenda, no se le ha visto reaccionando rápidamente. Las encuestas muestran que eso lo ha disminuido todavía más, es una persona que no tiene la agilidad política, la capacidad de liderazgo para reaccionar en estas situaciones.

EC – ¿Pero puede terminarse efectivamente con elecciones anticipadas?

FP – No, porque lo último que quiere en este momento el primer ministro del partido de gobierno es tener elecciones; tiene la mayoría en la Cámara y en la medida que la mantenga no tiene por qué llamar a elecciones. A elecciones va a haber que llamar antes de mayo del año que viene, seguramente las va a llamar a último momento. Y si bien las cosas pueden cambiar mucho en un año creo que va a ser dificilísimo para el Partido Laborista recuperarse de la combinación de la crisis económica y los escándalos políticos.


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EC – Esta información no circuló espontáneamente, no circuló simplemente por investigaciones periodísticas muy preocupadas por lo que estaba pasando con los gastos de los parlamentarios. El responsable de filtrar al Daily Telegraph los documentos que prueban los abusos trató de venderlos antes a otros periódicos, según ha revelado The Guardian. Hace dos meses una persona se puso en contacto con el Times para ofrecer los datos contenidos en ese disco duro que recién mencionaba Pancho Panizza. ¿Saben cuánto pidió por el material? 300.000 libras además de garantía de inmunidad legal ilimitada, algo que rechazó el diario, igual que lo rechazó The Sun que consideró exagerada la cifra por el material ofrecido. Por lo visto el Daily Telegraph tenía caja...

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
...o habrá visto el negocio quién sabe por donde.

EC – Nada es gratis...