Internacionales

La derrota del kirchnerismo

Contacto con Fernando Gutiérrez, corresponsal de En Perspectiva en Buenos Aires


(emitido a las 7.36 hs.)

EMILIANO COTELO:
En el Río de la Plata hubo otro episodio político trascendente ayer: las elecciones legislativas de la República Argentina.

¿Qué se sabe a esta ahora en cuanto a resultados? ¿Cuáles son las primeras conclusiones?

Vamos a tomar contacto con nuestro corresponsal, Fernando Gutiérrez.

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JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Sobre las dos de la mañana alguien dijo: "Hemos perdido por muy poquito". ¿Quién fue?

FERNANDO GUTIÉRREZ:
Anoche a las 12.10 finalmente Néstor Kirchner reconoció su derrota y salió a hablar.

JAE - Fue quien dijo: "Hemos perdido por muy poquito".

FG - Las proyecciones de resultado negativo para el gobierno en la provincia de Buenos Aires ya parecían firmes a eso de las diez de la noche, pero Kirchner quiso estar seguro y esperó a que estuviera escrutado el 85% de los votos, lo que le daba una derrota ajustada, por menos de tres puntos de diferencia, con Francisco de Narváez, pero derrota al fin, y, como el propio Kirchner siempre recuerda, las elecciones se ganan y se pierden por un voto.
    
JAE - Es un porcentaje alto para esperar, porque ya 85% de las mesas escrutadas daba un margen de seguridad en cuanto a los resultados.

FG - Salió muy tarde Kirchner, y esto hizo crecer mucho la especulación.

JAE - ¿Qué se decía en esos momentos?

FG - Aquí en Argentina hay toda una mitología respecto de qué cosas dicen Kirchner, su esposa, la presidenta Cristina, y los ministros en este tipo de situaciones. Ya en la anterior gran derrota política del kirchnerismo, cuando la crisis del campo, había circulado la versión de que Kirchner había tratado de convencer a Cristina de que renunciase al cargo de presidenta. Y ayer, conforme pasaban las horas y no aparecía nadie del gobierno para hablar, empezaron a tejerse algunas especulaciones y algunos rumores respecto de si Kirchner estaba en situación de asimilar y digerir la derrota, algunos incluso hablaban de que Kirchner estaba en una especie de crisis nerviosa, haciéndoles reproches a sus ministros y a sus principales colaboradores. Algunos decían que no saldría a hablar, que enviaría a Daniel Scioli, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, para que saliera a admitir la derrota.

Finalmente fue el mismo Kirchner quien bajó. Se lo notaba naturalmente apesadumbrado, haciendo un notorio esfuerzo por parecer controlado, por controlar su naturaleza de por sí confrontativa y agresiva. Habló con un tono bastante calmo y se preocupó de dejar en claro, justamente por estas especulaciones que habían circulado, que la presidenta Cristina Kirchner va a quedarse hasta el año 2011, que no va a haber un adelantamiento de las elecciones presidenciales, que había sido uno de los rumores fuertes que habían circulado en Buenos Aires para el caso de que al gobierno no le fuera bien en la elección. Y trató de minimizar el significado de esta derrota usando argumentos que no resultaron muy creíbles en boca de Kirchner porque contradijeron su principal tesis durante la campaña.

JAE - ¿En qué quedó eso de que esta elección era un plebiscito del gobierno?

FG - Fue el principal argumento de Kirchner durante toda la campaña, dijo que esto era algo que iba a trascender por mucho la simple elección legislativa, que aquí se estaba poniendo en juego la elección entre dos visiones y dos modelos de país diferentes, y que dejar sin apoyo legislativo a la presidenta en un momento como este iba a poner en riesgo todas las reformas que Cristina Fernández está llevando adelante en materia económica, en materia de intervención del Estado en la economía y demás.

Las palabras de Kirchner ayer intentaron sonar tranquilizadoras, relativizar el resultado de la elección, más de una vez dijo "fue apenas una elección legislativa, este es el juego de la democracia, es algo normal, ya está, fue por poca diferencia". Si cualquier otro candidato hubiese dicho esto habría sonado convincente, porque desde el punto de vista institucional ayer no estaban en juego nada más que algunas bancas, la mitad de la bancas de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado, sin embargo dicho por Kirchner esto no sonó convincente, porque no se lo veía a él mismo muy convencido de lo que estaba diciendo. Se los veía apesadumbrados a él y a sus colaboradores, y tratando de convencer a sus seguidores y a la interna del partido peronista.

Una de las lecturas finas que hay que hacer en el sentido de que la presidenta mantiene la iniciativa política, que este revés electoral no va a significar un cambio en la política ni una pérdida de la iniciativa ni un alejamiento del programa que se está llevando hasta ahora. En algún momento los periodistas le preguntaron si él iba a tener una predisposición al diálogo ante la situación evidente de que la presidenta y el gobierno van a quedar sin mayoría propia en el Parlamento y van a necesitar hablar con otras fuerzas políticas con las cuales han confrontado duramente, y Kirchner tuvo una respuesta ambigua, dijo: "Sí, siempre estamos dispuestos a dialogar, pero una cosa es dialogar y otra cosa es renunciar a los principios".

JAE - Pero al no tener mayoría, ya no tiene más remedio, si se quiere que se apoyen algunas leyes en el Congreso, que negociar con otros sectores.

FG - Ya durante el último año a Kirchner le costaba lograr una mayoría propia, porque el peronismo es un gran juego de alianzas, de los que en teoría hoy son diputados del gobierno son muy pocos los que responden directamente a Kirchner, muchos responden más bien directamente a sus gobernadores provinciales. Entonces hay todo un juego de negociación y de favores mutuos para lograr esa mayoría. Y ahora va a ser más difícil todavía, porque va a tener que hacer negociaciones con bancadas parlamentarias que en muchos casos directamente no son peronistas.

JAE - Vamos a repasar los datos actualizados de los resultados de ayer.

FG - En la provincia de Buenos Aires, de la que estábamos conversando recién, el principal distrito electoral y donde el gobierno se jugaba todas sus chances, Kirchner quedó con 32% de los votos, segundo detrás del empresario Francisco de Narváez, que logró 34,5%, y tercera, bastante lejos, Margarita Stolbizer, la candidata de la coalición entre la Unión Cívica Radical (UCR) y la agrupación de Elisa Carrió.

En la ciudad de Buenos Aires, el PRO, Gabriela Michetti, la candidata del jefe de gobierno de la ciudad, Mauricio Macri, salió primera, con bastante holgura, con 31% de los votos. (A propósito, Kirchner trató de minimizar un poco las cifras diciendo: "A mí me dicen que tuve un mal resultado porque tuve 32% de los votos; fíjense que el PRO en la ciudad de Buenos Aires, que festejó tanto, tuvo 3%1", tratando de poner los números a su favor y mostrar que su derrota no era tan amplia como parecía a primera vista.) Y la gran sorpresa fue Fernando "Pino" Solanas, con 24% de los votos, que dejó muy, muy atrás a Alfonso Prat Gay, el candidato de Elisa Carrió, que sacó un magro 19%, que aparentemente deja fuera del Parlamento a la propia Elisa Carrió, que iba tercera en esa lista. Y mucho más lejos, con un 11%, Carlos Heller, que era el candidato oficialista.

El otro resultado muy importante que hay que ver es el de la provincia de Santa Fe, donde por un estrecho margen Carlos Reutemann se impuso sobre los candidatos del Partido Socialista, que gobierna esa provincia, auque por un margen escueto, 42 a 40%, con casi todos los votos escrutados. Carlos Reutemann saca ya para presidenciable.

JAE - Va al Senado, y había dicho que si ganaba podía pensar en 2011; si no, más bien se le iba esa idea de la cabeza.

FG - Reutemann muchas veces había sido tentado para presentarse como candidato por el peronismo, en el año 2003 el entonces presidente Eduardo Duhalde intentó infructuosamente de que fuera el candidato peronista. Siempre fue un político respetado dentro del peronismo, y que generaba bastante consenso, porque tiene una buena llegada en la clase media de las grandes ciudades, público al que el peronismo habitualmente no llega; además es un candidato muy identificado con el campo. Digamos que tiene un perfil como para poder recomponer la alianza entre el peronismo y los sectores medios en el interior de Argentina.

JAE - ¿Qué pasó en Mendoza con Julio Cobos?

FG - Julio Cobos fue uno de los grandes ganadores de la jornada. El candidato de Julio Cobos, Ernesto Sanz, del radicalismo, que peleaba en esa provincia contra el candidato oficialista, sacó casi el doble que su rival, una victoria aplastante. Igual que Reutemann, con este resultado saca chapa de presidenciable, ratifica a Cobos su fuerte ascendente sobre el radicalismo y lo pone en una excelente posición de reclamar ser el candidato que trate de aglutinar a todos los votos opositores de cara a la elección de 2011.

Y como contraposición a la situación de Cobos, quien queda bastante debilitada es Elisa Carrió. Hasta ahora Carrió era en forma casi incuestionada la persona que se erigía como la figura de la oposición, y ya todo el mundo daba por descontado que iba a pelear nuevamente desde una candidatura presidencial en 2011. Pero por más que Carrió en su discurso trató de relativizar y hacer pasar como una victoria el resultado de su fuerza, le fue muy mal. Allí donde se presentaron candidatos más o menos directamente relacionados con ella, perdió. Su peor derrota fue en la capital, donde su candidato salió tercero lejos, pero también en la provincia de Buenos Aires; si bien nadie tenía expectativas de que pudiera ganar, había una cierta especulación respecto de si la UCR en alianza con los candidatos de Carrió en la provincia podían hacer una buena elección, sobre todo a partir de que la UCR, después de la muerte de Raúl Alfonsín, parecía haber entrado en una etapa de recomposición, y ganar un poco el voto histórico de los militantes radicales. Con un 21% en la provincia, en una elección que se polarizó entre los dos candidatos peronistas, casi como si fuera una especie de interna peronista, Elisa Carrió no queda en una situación muy cómoda.

JAE - Pasando raya: Carrió y Kirchner fueron los grandes perdedores.

FG - Definitivamente.

JAE - ¿Y los grandes ganadores?

FG - Los grandes ganadores fueron el PRO –aunque todavía no está claro cuál va a ser la actitud de Mauricio Macri, porque siempre se especuló en el sentido de que si Reutemann perdía en Santa Fe y no aparecía un candidato claro que pudiese tener el consenso del peronismo, podría llegar a ocupar ese lugar, pero con un Reutemann ganador, quizás Macri, si bien fue uno de los ganadores de la jornada, todavía no esté en una situación tan clara como para candidatearse o para ponerse en la carrera presidencial para 2011–, Mauricio Macri, Francisco de Narváez, y Julio Cobos, ya en filas opositoras.

Y gente que queda con serias dudas sobre su carrera política, primero que nada el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, que aceptó el cuestionado juego de las candidaturas testimoniales, postulándose como candidato a diputado sin dejar de ocupar su lugar de gobernador, algo muy cuestionado por lo irregular. Todo el mundo da por aceptado que es impensable que Scioli renuncie ahora a su cargo para asumir como diputado, lo cual les va a dar muchos argumentos a sus críticos en el sentido de que no ha tenido un gran respeto por la situación institucional en esta elección, y por supuesto que su imagen ha quedado muy ligada al kirchnerismo.

Otro con dudas sobre su futuro político es el gobernador de Santa Fe, el socialista Hermes Binner, sobre quien se habían depositado esperanzas de que pudiera emerger como la gran figura opositora en el caso de tener un resultado favorable. Pero al perder con Carlos Reutemann quizás ya no esté en una situación tan favorable como para reclamar un lugar de liderazgo dentro de la oposición.

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Transcripción: María Lila Ltaif