Internacionales

China y EEUU: dos gigantes cara a cara

Contacto con Silvia Pisani, colaboradora de En Perspectiva en Washington

(emitido a las 8.31 hs.)

EMILIANO COTELO:
Esta semana Estados Unidos y China dieron un paso histórico: se sentaron en una misma mesa, a conversar cara a cara, de igual a igual, como dos superpotencias.

Fue en Washington, entre lunes y martes, cuando se llevó el primer "Diálogo Estratégico y Económico" que reunió a altas autoridades chinas y estadounidenses para discutir sobre temas tan diversos como el futuro de la economía, el papel de cada uno de los países en la salida de la crisis global, los planes nucleares de Irán y Corea del Norte, el cambio climático, e incluso las enfermedades infecciosas y los mercados de energía.

Al cierre del encuentro, la Secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, destacó la dimensión del hecho político que se había producido.


(Audio Clinton)

"Las reuniones que hemos concluido representan el mayor encuentro que jamás se haya producido entre líderes de nuestros dos países. La variedad de temas no tiene paralelo. Y el resultado es que hemos puesto los cimientos para una relación positiva, cooperativa e integral de cara al siglo XXI".

(Fin de audio)


¿Cuáles fueron las principales conclusiones de este evento? ¿Qué repercusiones ha ido generando en las horas siguientes? Eso es lo que vamos a conversar en los próximos minutos con Silvia Pisani, corresponsal en Washington del diario La Nación de Buenos Aires, y colaboradora de En Perspectiva.


***


EC –  ¿Eran efectivamente dos superpotencias potencias hablando de igual a igual?

SILVIA PISANI – No cabe duda de que esto fue así, de que Estados Unidos se sentó en la mesa, tanto han cambiado las cosas. Claro que por ahí nos faltan datos y nos falta tener en cuenta algunos detalles, pero Estados Unidos estaba sentado el lunes pasado frente a su principal banquero, a su principal prestamista. En este momento, Estados Unidos necesita el dinero de China para financiar el déficit más monumental que ha tenido en su historia, con lo cual se sentaron dos potencias absolutamente interdependientes en este momento.

EC – Sí, efectivamente China es el mayor tenedor de papeles de deuda estadounidense, de bonos del tesoro, 800.000 millones de dólares en bonos del tesoro norteamericano están en manos chinas.

SP – No sé si a ustedes les pasa pero a veces ocurre con el dinero lo mismo que con el buen vino, uno diferencia un buen vino de un vino que no es bueno pero a partir de la condición de buen vino uno ya no sabe si es muy buen vino, excelente, un vino de 500 euros, o un vino de 600 euros. Con el dinero pasa más o menos lo mismo, uno dice "mucho dinero" ¿pero cuánto son 800.000 millones de dólares? Hay que poner un ocho y doce ceros después y eso equivale a más de dos veces la economía argentina aproximadamente.

EC – En un momento en el que Estados Unidos se encamina a un déficit histórico de 2 billones de dólares, billones en la acepción de aquí, del Río de la Plata, o sea 2 millones de millones, son cifras realmente impresionantes.

SP – Sí son escalofriantes, entonces realmente fue importante el encuentro. Es impresionante el esfuerzo, incluso tu pregunta fue "¿realmente se sentaron dos potencias?", "¿realmente se sentaron de igual a igual?", lo que está denotando además el terrible desconocimiento que hay de los dos lados, la enorme desconfianza que hay, los recelos que se tienen, la diferencia cultural, de valores; estaban hablando un presidente que proclama y habla todo el tiempo de derechos humanos, libertad y reconocimiento de posibilidades a las minorías y un país al que buena parte del mundo considera autoritario, violatorio de los derechos humanos, que no reconoce trabajo en buenas condiciones. O sea, culturalmente son dos entes muy distintos y sin embargo lo dicen claramente: no se puede imaginar salir de la fenomenal crisis global que tenemos ahora si estas dos súper potencias no conversan y por lo menos no dejan un espacio -acá está la clave del asunto para mí- para ver cómo encajamos los intereses de los dos, porque los dos tenemos intereses muy grandes, los dos necesitamos movernos en esta crisis económica mundial, necesitamos que haya espacio para los dos, pongámonos de acuerdo en puntos básicos y después salgamos a dialogar con el resto. O sea, sin tapujos lo que está ocurriendo acá es que los dos grandes están diciendo "acordemos y después hablemos".

EC – Todo indica además que el diálogo fue muy franco, que no se anduvo con las vueltas a las que uno está acostumbrado en el lenguaje diplomático, por lo menos si nos atenemos a algunas de las crónicas. En un momento, por ejemplo, sentado junto al secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, el viceprimer ministro de China, Wang Qishan, dejó claras las dudas de su país sobre todo lo que ha puesto en esas inversiones estadounidenses: "Como un país emisor de la principal moneda de reserva del mundo, Estados Unidos debería equilibrar adecuadamente el impacto de la oferta de dólares en su economía y en la economía mundial", dijo Wang. Y del otro lado, cuando empezaron estos encuentros, el presidente Obama dijo: "Los derechos de las minorías étnicas y religiosas tienen que ser respetados", lo que era una alusión a lo que pasó en la provincia de Xinjiang donde hace pocos días hubo más de 150 muertos durante las revueltas de una minoría.

SP – Sí, justamente, el reclamo de Pekín es decirles "ojo, nosotros tenemos mucho dinero puesto en ustedes, no nos compliquen, no nos arruinen esas inversiones". Lo que pasa es que Pekín lo dice con autoridad, yo recuerdo hace seis meses a la presidenta Cristina Kirchner reprochándole al mundo entero el efecto "jazz", echándole la culpa a Estados Unidos y por ahí en ese momento Argentina no tenía mucha autoridad moral –el gobierno Kirchner justamente- para decirles "miren lo que han hecho económicamente", Argentina venía del default más grande de su historia. Pero Pekín sí tiene derecho a decirle "yo tengo 800.000 millones de dólares tuyos o sea que ojo con lo que estás haciendo".

EC – Por otro lado, en cuanto a los temas políticos y lo que yo citaba que dijo Obama, más de una vez se ha eludido el hablar frontalmente de las cuestiones vinculadas a los derechos humanos en China, por ejemplo. Cuántas veces se le ha objetado a Estados Unidos que elude estos asuntos, justamente teniendo en cuenta todo el otro lío de la interdependencia económica, etcétera, ¿no?

SP – Sí, le están reprochando a Obama la tibieza del mensaje...

EC – ...¿no fue suficientemente duro igual?

SP – Claro, que estuvo muy bien en plantearlo pero que habría que ser un poquito más claro, un poco más firme, y obviamente como vos decís aquí el más diplomático pareció haber sido Estados Unidos y no China.

EC – Ahora, ¿cuáles podríamos mencionar como las novedades, los resultados más importantes, por ejemplo en el terreno económico donde estaban centradas las mayores expectativas?

SP – Ahí está lo más llamativo, fijaron un cronograma de coincidencias y de puntos de trabajo. Frente a la crisis que estamos viviendo uno dice lo que explican los analistas, pero básicamente lo que acordaron Estados Unidos y China fue tratar de mantener el valor del dólar, que esto es importante para todas las inversiones denominadas en dólares. China prometió hacer esfuerzos para equilibrar el balance de comercio que tiene con Estados Unidos, China exporta mucho a Estados Unidos, invade de productos baratos el mercado norteamericano. Obama dijo que no pueden seguir aceptando esto porque se les complica, tienen un desempleo record, necesitan defender un poco más lo suyo. Pekín contestó "bueno está bien, defendemos el libre comercio pero vamos a ver si podemos hacer algo".

Parece que entendieron esto, que los dos empezaron a dar señales de que "sí, entiendo que necesitás que yo ceda un poco con esto y no exporte tanto, que apuntale más mi mercado interno y no apunte tanto a las exportaciones en todo el mundo" –es la política de China–, y por el lado de Estados Unidos dijeron "bueno, te vamos a garantizar el valor de tus inversiones en dólares". Y sobre esas dos cosas mirarse los dos mucho frente a la crisis que está ocurriendo.

EC – Otro terreno en el que también había mucha atención puesta era el cambio climático, el calentamiento global y la responsabilidad que Estados Unidos y China tienen en esa materia que es muy alta.

SP – Sí, ahí hubo acuerdos, a lo mejor es el terreno donde los acuerdos son menos consistentes, los dos son grandes violadores de compromisos ambientales, si bien Obama está tratando de cambiar eso. Hicieron también compromisos de avanzar juntos en esto, de tratar de reducir las emisiones sobre todo con miras a la próxima reunión climática. Por ahí no es el terreno donde estuvo más fuerte; sí estuvo mucho más claro en materia de política exterior, de tratar de ponerse de acuerdo en ponerse firmes para reclamarle a Corea que frene sus ambiciones nucleares. Hasta el momento China no estaba tan clara en eso entonces para Estados Unidos fue importantísimo lograr ese punto. Ahí la cosa parece equilibrarse y ya sin el apoyo chino a Corea se le hace un poquito más difícil seguir adelante. En eso creo que está muy bien, han avanzado mucho, pero más allá de lo concreto -que yo creo que donde más puntos concretos hubo fue en el terreno económico- yo creo que lo que se destaca de esto es el compromiso, la voluntad de acuerdo y que esto sigue, o sea, realmente se ha creado un mecanismo.

EC – Sí, eso lo dijeron algunos de los funcionarios que participaron en las conversaciones: "Lo más importante no son los acuerdos en sí mismos sino la voluntad de abrir ese foro permanente para coordinar los pasos".

SP – Sí, porque cuando dos presidentes se encuentran, o dos cúpulas de trabajo como fue en este caso, lo que ocurre en realidad es que todo el trabajo previo estuvo hecho por comisión, por expertos y por funcionarios. Se avanzó hasta donde se pudo y lo que se vio fue el espaldarazo político de "queremos más, es necesario más, no podemos avanzar solos", y creo que esta es la dimensión de lo que ha cambiado.

EC – ¿Cómo está previsto que continúen estas reuniones, qué es lo que se sabe?

SP – Básicamente se va a trabajar por dos grande costados: el Departamento de Estado y la Secretaría del Tesoro -que es el Ministerio de Economía-; viajes de trabajo permanentes, agenda abierta, sobre todo en esos dos grandes frentes: económico y diplomacia internacional.

EC – ¿Estos encuentros estuvieron protagonizados solamente por funcionarios de gobierno? ¿Qué participación han tenido o pueden tener otros actores?, pienso en empresarios, en organizaciones no gubernamentales.

SP – Eso desde ya que sí [tienen participación], aquí estuvieron dos veces reunidos con Obama, el presidente les dedicó muchísimo tiempo, sabía lo que estaba haciendo, y eso se abre dentro de los enormes recelos. Hay muchas quejas de empresas norteamericanas para su desarrollo en China entonces están tratando de mejorar este tipo de actividades, de presencias y de inversiones, ahí es donde va a empezar la tarea más concreta para tratar de equilibrar esas situaciones.

EC – Y ahora, después de semejante sacudón a comienzos de semana, ¿dónde está puesta la atención en el debate estadounidense?

SP – Obama está en este momento poniendo la atención en algo con lo que se está jugando buena parte de su prestigio político, que es un tema que a nosotros nos suena un poco lejano: la reforma de salud del sistema norteamericano que realmente es espantoso. Realmente el sistema de salud aquí es malo, caro, ineficaz y es una de las cosas que más te asombra cuando empezás a conocer Estados Unidos por dentro porque es un sistema que no condice con el nivel económico y de bienestar que uno imagina en una superpotencia. Aquí hay 40 millones de personas que no tienen cobertura alguna. Yo misma tengo que pagar 500 dólares mensuales para tener un seguro de salud y ese seguro no me garantiza que yo tenga cobertura total si tengo algún problema de salud serio, porque luego tenés que conseguir que tu aseguradora te atienda y reconozca que eso es una enfermedad que hay que atender.

EC – 500 dólares mensuales implica ese seguro de salud y tiene todas esas limitaciones que estás comentando.

SP – Sí, y cada vez que llamás para pedir algo realmente te ponés inquieta porque no sabes si va a estar bien cubierto. Entonces en esto Obama –y es una de las características que le voy viendo como presidente– realmente quiere ir al fondo de las cosas y habla de lo que no se habló durante mucho tiempo. En esto ha puesto la proa y la ha puesto con el estilo Obama que es "esto lo queremos resolver en un año, nada de vueltas, esto lo queremos arreglar ya".

EC – Y vaya si es un desafío porque de la reforma del sistema de salud en Estados Unidos se habla desde hace décadas. La propia Hillary Clinton, hoy secretaria de Estado, durante el gobierno de su esposo Bill Clinton iba a liderar esa reforma y finalmente aquello quedó en nada o casi nada ¿no?

SP – Se incendió digamos; esa fue la astucia de Clinton, puso a su mujer como proa de ese proyecto y la que fracasó fue Hillary, no fracasó Bill Clinton. Obama lo que hizo acá es poner el pecho y decir "yo lo hago" y le está saliendo mal, se le está complicando. Pero se le está complicando incluso por el lado de su propio partido, de los demócratas, con lo cual está remando mucho, y si vos me preguntás dónde está la atención en este país donde la atención y los problemas calientes llegan al escritorio de la Casa Blanca cada dos minutos, yo diría que uno de los principales problemas en los que tiene compromiso Obama es ese.