Internacionales

El acuerdo entre Colombia y Estados Unidos en un vecindario hostil

Contacto con Laura Gil, colaboradora de En Perspectiva desde Colombia


(emitido a las 8.40 hs.)

EMILIANO COTELO:
Hoy lunes, en Quito se conmemoran los 200 años de la independencia de Ecuador y el presidente Rafael Correa asume como presidente por segunda vez, para un nuevo período de gobierno que se extenderá hasta 2013.

En ese contexto, además, vuelve a reunirse la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), esta vez en medio de una situación regional complicada, que tiene como centro de la polémica a la decisión del gobierno colombiano de ampliar la presencia militar estadounidense en su territorio.

El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, realizó la semana pasada una gira relámpago por distintos países –entre ellos Uruguay– para explicarles a sus colegas las razones del acuerdo que viene negociando con Washington.

Mientras tanto, Hugo Chávez, el presidente venezolano, se convirtió en el principal opositor a la decisión de Uribe, y anunció que promoverá en la Unasur una declaración formal de rechazo.

En la reunión que se inicia hoy, Correa recibirá de Michelle Bachelet la Presidencia Pro Témpore de la Unasur. Mientras tanto, Uribe no asistirá a la cumbre, ya que en los últimos días han surgido nuevas diferencias entre ambos por una presunta colaboración ecuatoriana con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).

Para ordenar los antecedentes de este caso y analizar cuáles son las perspectivas, vamos a comunicarnos con dos de nuestros colaboradores fuera del país, primero en Colombia y luego en Venezuela.

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EC - Estamos en contacto con Laura Gil, analista política uruguaya, en Colombia.

Una precisión antes de ir a lo más nuevo: ¿qué implica exactamente el acuerdo que están negociando Colombia y Estados Unidos? Se ha hablado insistentemente de que se instalarían siete bases militares de Estados Unidos en Colombia, pero el viernes en la Casa Blanca el presidente Barack Obama aclaró que no está previsto agregar bases, sino actualizar el acuerdo Colombia-Estados Unidos que existe desde hace varios años para la lucha contra el narcotráfico. Lo que se prevé es reformular la presencia militar de Estados Unidos que ya existe, para compensar el cierre de la base que Estados Unidos mantenía en Manta, Ecuador, que Ecuador no revalidó, a efectos de la lucha contra el narcotráfico.

Esas fueron las precisiones de Barack Obama. ¿Qué dices tú?

LAURA GIL:
Lo que sabemos, primero, es que en efecto no son bases, hablamos de acceso a bases en las que ni siquiera habría áreas de uso exclusivo de Estados Unidos.

Segundo, no habrá más militares en Colombia que los que están aprobados por el Plan Colombia, que son 800 militares y 600 contratistas. Pero la preocupación surge porque si bien en Manta había solamente operaciones antinarcóticos, en Colombia habrá operaciones antinarcóticos y antiterroristas, entonces los países vecinos se hacen la pregunta: ¿será que un evento como el del 1º de marzo pasado, cuando se atacó el campamento de Raúl Reyes en Ecuador, cabría en este acuerdo? Y de ahí toda la controversia que tú planteabas.

EC - En los últimos días el presidente Uribe viajó por la región, tomó la iniciativa de recorrer una serie de países para entrevistarse con sus presidentes antes de la cumbre de la Unasur que se inicia hoy. ¿Cómo se ha evaluado el resultado que dejó esa ronda de contactos?

LG - Desde Bogotá el resultado se evalúa de una forma muy positiva en este sentido: Uribe no tenía nada que perder, solo podía ganar. Los países que se opusieron fueron los países que desde aquí se sabía que se iban a oponer (Bolivia, Argentina expresó muchas preocupaciones), pero el foco de la gira era Brasil, porque Brasil es tradicionalmente un aliado importante en la lucha contra las FARC, entonces si perdía ese apoyo Bogotá perdía una ayuda muy importante.

EC - Está bien, pero ¿cuál es el análisis en cuanto a lo que Uribe terminó recogiendo en los distintos encuentros?

LG - Es muy positivo. Es que todo es relativo en la vida, aquí se partía de que si iba a la Unasur iba a haber una declaración en contra, y quizás la haya. Obtener estas afirmaciones de que se respeta la soberanía de Colombia, eso ya es ganancia para Uribe.

EC - ¿Por más que en varias de esas reuniones se le manifestó la oposición a la ampliación de la presencia militar de Estados Unidos?

LG - Sí, porque la situación con Ecuador y Venezuela es tan compleja y la posición es tan fuerte que el hecho de que otros seis países hayan modulado la crítica es ganancia para Bogotá. Hubo una modulación de la crítica, en el sentido de "nos oponemos, pero es parte de la soberanía de Colombia, queremos garantías de que no habrá excesos, de que no saldrán del territorio colombiano". Era todo ganancia para Bogotá.

EC - Estos días también se ha replanteado el conflicto Colombia-Ecuador por la presunta vinculación del gobierno del presidente Rafael Correa con las FARC. ¿Cómo se suma ese elemento a este tablero?

LG - Coincidió con el peor momento. Aquí nos enteramos de la negociación del acceso a las bases por los medios, el gobierno no había dicho nada. Y justo cuando los medios sacaron eso, se filtró –posiblemente el gobierno lo filtró– un video del Mono Jojoy, un líder guerrillero de las FARC, hablando de la contribución financiera a la campaña de Rafael Correa. Obviamente Rafael Correa reaccionó, estaba iracundo cuando se divulgó este video, y las dos cosas, el video más el anuncio del acceso a las bases, dejaron completamente pospuesta la posibilidad de hablar de la renovación de las relaciones entre los dos países.

EC - Vamos a escuchar al presidente Rafael Correa.

(Audio Rafael Correa.)

"Yo no he autorizado absolutamente a nadie a tener contacto con las FARC que no sea humanitario. Y la mejor prueba de esto, acaba de aparecer un supuesto video de Reyes –hay que ver si es verdadero– en que dice que yo lo he traicionado. Pongámonos de acuerdo, o colaboramos con las FARC o las traicionamos. ¿Qué es lo que puede cuadrar aquí? ¿Todas estas versiones? Tal vez alguien tomó el nombre del presidente Correa para hablar con las FARC. Colombia cree que tuvimos contacto con las FARC y las FARC creen que las hemos traicionado. ¿Cuál es la verdad? Como gobierno y como presidente no conozco a nadie de las FARC. Jamás hemos tenido el más mínimo contacto con las FARC".

(Fin.)

LG - Acaban de escuchar el audio de la primera entrevista que Rafael Correa dio a un medio colombiano hace ocho días. En esa entrevista Correa estaba descompuesto, las argumentaciones fuertes que él tenía en contra de Colombia quedaron perdidas en un mar de agresividad, estaba iracundo. Eso explica por qué Uribe finalmente decidió no ir a la Unasur, porque la Unasur se reúne en Quito, y Ecuador va a recibir la Presidencia Pro Témpore en esta cumbre.

EC - Paralelamente, ¿cómo está la relación Colombia-Venezuela?

LG - Está congelada, el presidente Chávez ha congelado las relaciones, retiró el embajador por una semana; ahora lo volvió a mandar, pero ha ordenado un recorte de las relaciones comerciales. El problema de un congelamiento sostenido de las relaciones entre Colombia y Venezuela es que los dos países son completamente interdependientes desde el punto de vista comercial.

Algo curioso: los empresarios colombianos mandaron hacer una encuesta en Venezuela, y el 40% de los productos de desayuno en Venezuela tiene origen colombiano, Colombia le vende 6.000 dólares al año a Venezuela. Entonces la pregunta es cuánto tiempo aguanta una suspensión de relaciones con Venezuela, porque las últimas veces que nos hemos conectado para discutir esto, al cabo de unas poquitas semanas las cosas se resolvieron porque el tema comercial es mucho ‘chicle’ entre los dos países. Ahora habría que preguntarse si esta relación comercial va a aguantar otra vez tanta presión.

EC - El fin de semana sucedieron nuevos roces entre los dos países. Ayer Chávez denunció una incursión de soldados colombianos en territorio de Venezuela a través del río Orinoco, y calificó esta maniobra como una provocación de su colega Álvaro Uribe.

LG - Chávez ayer acusó a Colombia de querer atacar a Venezuela. Eso puede tener peso a nivel interno, aquí todos sabemos que Colombia no tiene capacidad en este momento de emprender una guerra fuera de sus fronteras, está ya bastante concentrada en lo que le toca dentro. Lo que pasa es que para Chávez el tema de las bases es una profecía cumplida, porque más allá de la ayuda que Colombia pueda recibir a través de este nuevo acuerdo con Estados Unidos, lo que al menos a mí me queda claro es que Estados Unidos pretende construir un muro al chavismo a partir de aquí. Por eso la ira de Hugo Chávez. Pero fíjese que la ira es con Uribe, no con Obama.

EC - ¿Cómo es esto?

LG - Yo creo que el cálculo es cómo trancar la expansión regional de la revolución bolivariana, y creo que Estados Unidos –lo creemos casi todos aquí en Colombia– está usando el territorio colombiano para eso, y con estas bases lo que hay es un elemento de construcción de un muro al chavismo, por eso la reacción de Chávez. Pero la Casa Blanca no se ha metido en este asunto, únicamente se ha metido en la relación con Brasil, a Brasil sí mandó el asesor de seguridad nacional a explicar el acuerdo con Colombia. En el resto del problema regional no se ha querido meter, cuando lo que le preocupa a Chávez y le preocupa a Ecuador no es que Colombia ataque, es que Estados Unidos ataque.

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Transcripción: María Lila Ltaif