(emitido a las 7.40 hs.)

EMILIANO COTELO:
Nos instalamos brevemente en Paraguay porque la noticia que llega desde ese país en estas horas dice que "el presidente Fernando Lugo ordenó ayer al Senado retirar el pedido de aprobación del ingreso de Venezuela al Mercosur anticipándose a lo que se entiende es un seguro rechazo".

El Canciller Héctor Lacognata dijo que un rechazo del Senado sería una medida "fuerte y violenta" y agregó que podría generar problemas en las relaciones entre los dos países.

"Vamos a esperar que las condiciones sean más favorables acá, que es donde se decide el ingreso de Venezuela al Mercosur", dijo ayer en conferencia de prensa donde informó que el gobierno va a realizar contactos más intensos con los senadores y buscará apoyos de empresarios que realizan negocios con Venezuela.

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JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Estamos con Alejandro Vial Saavedra, sociólogo y analista político que está en Asunción del Paraguay.

EC – Viene muy demorada esta aprobación en el congreso paraguayo del ingreso de Venezuela al Mercosur, ¿por qué?, ¿qué es lo que está pasando?

ALEJANDRO VIAL SAAVEDRA:
El Congreso paraguayo es dominado por los partidos tradicionales que tienen una resistencia y un rechazo bastante claro a lo que expresa el presidente venezolano, a pesar de que hay algunos senadores que han puesto énfasis en la importancia que podría tener para el bloque la entrada de un país de porte intermedio, que podría equilibrar las asimetrías entre Paraguay y Uruguay por un lado y los grandes Brasil y Argentina por el otro. Pero la cosa ideológica, las campañas mediáticas contra Chávez, el hecho de que ahora hayan surgido nuevos problemas en el tema de las licencias con un montón de radios arreció esa campaña y terminó de complicar el tratamiento del pedido de ingreso en este momento. Entonces parece una medida bastante razonable y pragmática del Ejecutivo, del gobierno de Lugo, de en condiciones tan adversas no intentar un rechazo que ya alejaría la posibilidad de plantear el ingreso de Venezuela por un buen período.

EC – No es este el único episodio complicado para el presidente Lugo en el Congreso.

AVS – No, Lugo tiene y ha tenido un sinnúmero de problemas, incluso hay algo así como 116 millones de dólares en donaciones de distintos países y organismos multilaterales que están tardando la aprobación del Congreso, mucho más en el caso de algunos préstamos. Entonces hay una gobernabilidad precaria producto de que la composición del Congreso es muy mayoritariamente opositora. El gobierno ha optado por no intentar -como intentó al principio- paquetes de acuerdos de mediano plazo -que no le resultaron- sino más bien un camino de gobernabilidad mucho más puntual en base a proyectos específicos que tienen una ventaja y una desventaja. La desventaja es que sólo sirven para esos proyectos específicos y la ventaja es que por lo menos destraban cosas que si no seguirían trabadas. Entonces hay un gran tema ahí que produjo en parte en estos días una movilización de sectores de izquierda intentando poner énfasis en estas dificultades del Congreso pero que no tuvo demasiada concurrencia. Hay una gran dificultad para destrabar este problema, de convertir al Congreso en un socio en el proceso de las políticas públicas que intenta hacer el gobierno.

EC – En cuanto al episodio concreto de qué pasa con el ingreso de Venezuela al Mercosur, porque es un trámite que tiene de algún modo a todo el bloque pendiente, Venezuela ve demorada su incorporación formal por los retrasos que se han producido en el Congreso de Brasil y ahora sobre todo en el de Paraguay, ¿hay alguna fecha en la que esto pueda efectivamente desbloquearse?

AVS – No, yo creo que más que fecha acá lo único que podría cambiar el escenario es sentarse a negociar el tema del ingreso de Venezuela y plantearlo de una manera atractiva para los congresistas. En este momento hay una campaña muy fuerte que lo ve como una amenaza; en vez de verlo como un país que podría ayudar a mediar entre estos dos chicos y los dos grandes se le vé como un ingreso que traería conflictos ajenos al bloque y eso atemoriza a los senadores en particular. Yo no veo otra cosa que un lobby importante de discusión y de plantear qué es lo que significaría su ingreso y cuán real o no es la amenaza que implica.

Desde ese punto de vista me pareció muy lúcido retirar [la moción] hasta tanto no se pueda producir una socialización mayor y una reflexión más objetiva de qué es lo que está en juego acá. En este momento el tema está tan absolutamente ideologizado que no es posible verlo con alguna mínima claridad y despejado de toda estas amenazas a los que se le ha adosado. Algunos senadores, quizás más objetivos, han planteado que es irrelevante quién esté en el poder, que los acuerdos se hacen con los pueblos y los gobernantes pasan, pero aún así no ha sido suficiente para calmar a los sectores que se oponen con mayor crudeza al ingreso de Venezuela que lo ven como el ingreso de Chávez en verdad.