Internacionales

Una guerra entre el gobierno argentino y el grupo Clarín

Contacto con Fernando Gutiérrez, colaborador de En Perspectiva en Buenos Aires


(emitido a las 8.38 hs.)

EMILIANO COTELO:
La AFA (Asociación del Fútbol Argentino) y el gobierno que encabeza la presidenta Cristina Fernández llegaron a un acuerdo por la comercialización de los derechos de televisación del fútbol. Un acuerdo con una cifra cercana a los 160 millones de dólares.

La información fue confirmada ayer por el secretario general de la AFA, José Luis Meiszner, quien anunció que esta tarde la presidenta Fernández y el titular de la AFA, Julio Grondona, van a rubricar ese entendimiento. Será a las 18.00 horas en el complejo de la AFA en Ezeiza, habitual lugar de entrenamiento de la selección, y será apenas un día antes de que la pelota empiece a rodar en los torneos argentinos.

De esta manera termina, o quizás vuelve a comenzar, una novela que había arrancado la semana pasada cuando las autoridades del fútbol anunciaron la rescisión del contrato que desde hace 22 años los unía con la empresa TSC, dueña de Torneos y Competencias (TyC Sports) y subsidiaria del grupo Clarín, con quien el matrimonio Kirchner ha mantenido un duro enfrentamiento en los últimos años.

Esta mañana les proponemos profundizar en esta novedad, saber qué hay detrás de este acuerdo, cuál es el futuro de la televisación del fútbol argentino, un deporte muy seguido en Uruguay.


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EC – Volvemos a encontrarnos con Fernando Gutiérrez.

FERNANDO GUTIÉRREZ:
Este anuncio que estabas comentando se va a hacer con toda la pompa, se espera a unos 800 invitados que van a escuchar los discursos de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y de Julio Grondona en el predio de entrenamiento que utiliza la selección nacional en Ezeiza. También había tenido bastante pompa y formalidad el acto en el cual se había rescindido aquel histórico contrato de más de 20 años que tenía la AFA con TyC o con la empresa del grupo Clarín que ahora negociaba los derechos de televisación del fútbol, así que se presume que va a hacer todo un acto, con una significación quizás más política que propiamente deportiva.

EC – ¿Qué se sabe a propósito de cómo será la televisación de ahora en adelante?

FG – Posiblemente este fin de semana haya que llamar a la gente del libro de los récords porque el Canal 7, el canal estatal de Argentina, va a trasmitir 10 partidos uno atrás del otro: son dos partidos el viernes, cuatro el sábado, cuatro el domingo, todos programados en horarios escalonados de manera que no se superpusiera ninguno. Este canal, en apenas dos días y medio, va a trasmitir unas ochenta horas de partidos en vivo, todo con personal del canal y algo tercerizado desde el punto de vista técnico.

EC – Recordemos que hasta ahora los partidos en Argentina se trasmitían por dos señales: TyC y Fox Sports.

FG – Exactamente.

EC – Ahora todo va a quedar concentrado por lo menos inicialmente en una sola señal, la del canal estatal, que además es una señal, en este caso, de televisión abierta, a diferencia de Fox Sports y TyC.

FG – La idea es que la televisación sea sólo por televisión abierta porque el argumento que justifica políticamente esta medida es la voluntad de llevarle el fútbol a toda la población y muy particularmente a la población de bajos recursos, aquellos que no tienen la posibilidad de pagar la cuota de la televisión por cable. Así que la idea es que solamente los canales de televisión abierta trasmitan en vivo.

Para las próximas fechas se presume que haya algunos acuerdos que van a implicar un reparto de dos partidos para cada uno de los cinco canales de televisión abierta de Buenos Aires, incluyendo Canal 13 que es del grupo Clarín.

El tema desde que empezó toda esta polémica es por supuesto quién va a pagar todo esto y cuánto realmente va a costar.

EC – ¿Están en juego efectivamente 160 millones de dólares?

FG – Eso es lo que el Estado argentino le garantiza a la AFA, que necesita asistir a los clubes porque si no levantan sus deudas directamente el fútbol no se podría reanudar. La gente...

EC – ...¿estamos hablando de 160 millones de dólares por año?

FG – Sí, por año.

EC – Porque es un contrato a 10 años que implicaría en total unos 1.600 millones de dólares.

FG – Exactamente, y es una cifra que multiplica casi seis veces lo que en este momento está recibiendo la AFA de parte de la empresa del grupo Clarín, lo que está llevando precisamente a esta polémica en el sentido de si realmente hay una capacidad de recaudación que permita recuperar todo este dinero. Porque el argumento político, el que justifica esta medida -además del que te comentaba, de hacer llegar a toda la población los partidos-, es que va a ser un buen negocio para el Estado, que el Estado no sólo no va a subsidiar sino que hasta va a poder obtener una rentabilidad. Esto no queda muy claro y la verdad es que nadie ha dado mucho detalle sobre cómo se va a lograr.

Lo que sí se sabe es que el Estado le garantiza esos 600 millones de pesos a la AFA -unos 150 millones de dólares anuales- y que luego va a revender los derechos, va a hacer una especie de licitación para lo cual va a poner precios base por cada partido en forma individual; naturalmente, dependiendo de qué equipo juegue el precio va a ser distinto, por una cuestión de cantidad de seguidores que tienen los equipos más grandes de Argentina, y allí los canales privados dirán cuánto tienen que poner. Nadie cree realmente que esta diferencia pueda ser cubierta, pero como la AFA tiene grandes deudas con el Estado -deudas de aportes provisionales por ejemplo- se presume que buena parte de lo que se supone que va a ser el pago del Estado a la AFA va a estar dada por la forma del perdón o al menos la refinanciación de alguna de estas deudas. Y por otra parte...

EC - ...eso es un tema para una enorme polémica de ahora en adelante ¿no?

FG – Sí, porque además hay otro punto muy polémico también. Desde casi el primer día que se inició la gestión del gobierno de Néstor Kirchner hay toda una serie de denuncias y de sospechas sobre cómo se maneja el presupuesto de la publicidad estatal. Hay funcionarios y ex funcionarios del gobierno de Kirchner que hasta han sido acusados de crear nuevos medios solamente para tratar de desviar un poco de esa torta publicitaria y recibir parte de la publicidad. Naturalmente ahora la publicidad del Estado va a ser uno de los grandes protagonistas para solventar este negocio, pero un desvío muy grande de la publicidad estatal hacia el fútbol va a implicar que ese mismo presupuesto no vaya a estar presente en otros medios que hoy ya están denunciando discriminación en la pauta de publicidad oficial, y que quizás por su temática política o empresarial hasta tengan más afinidad como para recibir cierta publicidad que una emisión deportiva. Así que lejos de terminar, esto recién es el primer capítulo en una pulseada seguramente muy larga y donde ninguna de las partes va a querer aflojar.

EC – Una pregunta a propósito de antecedentes, aunque sea brevemente: ¿cómo venía la relación entre la AFA y las empresas TSC y TyC? Era una relación larga, de casi 20 años ¿no?

FG – Sí, la empresa TyC data del año 1985, su contrato de televisación por el fútbol es del 87, y desde el año 91 TyC tiene relación con el grupo Clarín que finalmente fue comprando la mayoría accionaria.

Siempre se sospechó y hubo serias acusaciones respecto de esta relación y de la forma de contrato, porque básicamente se hacía sin licitaciones, por una designación directa de Julio Grondona que desde el año 1979 es una especie de presidente in eternum de la AFA. Se denunciaba por ejemplo la ingerencia desmedida de TyC en la organización, y de hecho no había periodista deportivo que no quisiera ‘sacar chapa de progresista’, que no dedicara sus buenos minutos de televisión o de radio a denunciar estos presuntos manejos espurios de Grondona y de sus socios mediáticos. El propio Grondona siempre había sido sospechado de tener una especie de sociedad secreta, de que había gente que en realidad eran testaferros a nombre suyo. Y la verdad es que el desmesurado crecimiento patrimonial personal de Grondona, quien originalmente tenía una ferretería en el Conurbano Bonaerense, cuando uno mira cómo se ha enriquecido, da a pensar que difícilmente haya amasado esa fortuna solamente con su puesto de mandamás de la AFA.

Las crisis financieras, mientras tanto, eran algo recurrente para los clubes porque si bien el contrato en su momento pudo haber sido atractivo para la AFA siempre había una polémica respecto de como se repartía ese dinero.

Los que defienden a la televisión dicen que la culpa es del mal manejo de los dirigentes, que gastan más dinero del que pueden soportar en hacer compras millonarias y en hacer contratos con los jugadores que parecen más regidos por parámetros del fútbol europeo que por el de un país sudamericano.

¿Qué es lo que se dice ahora? Que Grondona desde hace tiempo había empezado a estar insatisfecho con la relación con Clarín, que la correlación de fuerzas estaba inclinándose demasiado hacia el poderío del multimedios, que estaba cada vez imponiendo más condiciones respecto de cómo tenía que ser este contrato, y que él quería renegociar desde hacía mucho, desconforme con el dinero que estaba pagando TyC, y que por lo tanto venía sondeando la posibilidad de un acuerdo con el gobierno. Quienes suscriben esta versión dicen que el entonces jefe de gabinete, Alberto Fernández, era quien no se mostraba entusiasmado con la posibilidad.

No sólo para este gobierno sino para todos los gobiernos de la Argentina, tener un enfrentamiento abierto con el grupo Clarín no es algo que se resuelva de manera intempestiva ni reflexiva, es algo que todos tratan de evitar y que si se llega la situación de tener que ir hacia esa pelea, seguramente es algo muy meditado.

Por supuesto que en el fondo de esas consideraciones siempre primaba la necesidad de una coexistencia pacífica con el grupo y muy especialmente cuando había elecciones de por medio, un reconocimiento implícito a la influencia que el multimedios tiene sobre la opinión pública argentina.

Pero ahora parece que tanto para Grondona como para Kirchner los tiempos serían los correctos como para tomar esta medida. Ambos sienten que tienen poco para perder y mucho más para ganar al enfrentarse abiertamente con el mayor multimedios de la Argentina. Grondona después de tanto tiempo al frente de la AFA está sintiendo por primera vez una oposición fuerte dentro de la asociación, con algunos dirigentes que están más o menos abiertamente candidateándose para ocupar su cargo, y Néstor Kirchner por supuesto con un enfrentamiento por todos los temas políticos que ya hemos comentado y sintiéndose además ante la situación de poder sufrir una especie de persecución judicial un poco fogoneada por el grupo Clarín.

Así que podríamos casi decir que este tema del fútbol es como la punta del iceberg para una guerra, quizás la palabra es un poco fuerte pero realmente esos son los términos en los cuales se está hablando aquí en la Argentina, de una guerra entre el gobierno y el grupo Clarín.

Les recuerdo una frase muy gráfica de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien se quejó de que el gobierno está siendo sometido a un "fusilamiento mediático". Realmente son palabras fuertes, dichas por la presidenta en un acto público y así es como todo el tiempo el gobierno argentino presenta los hechos, como un grupo que ha tenido un poderío mucho más allá de lo tolerable en cualquier sociedad, que regula los medios y que está teniendo una desmesurada influencia sobre la opinión pública.