Internacionales

La reforma de la salud en EEUU en su hora clave

Análisis de Roberto Porzecanski


(emitido a las 8.35 hs.)


EMILIANO COTELO:
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se presentó anoche en el Capitolio e hizo uso de la palabra ante las dos Cámaras del Congreso.

Buscaba darle un nuevo empujón a su principal iniciativa a nivel doméstico: la reforma del sistema de salud.

(Audio Obama)

"No soy el primer presidente que asume esta causa, pero estoy resuelto a ser el último".

(Fin audio)

Esa decisión de ofrecer un discurso ante el Congreso en pleno -un recurso raramente utilizado por los presidente de Estados Unidos (EEUU)- es todo una señal de lo que está en juego en las próximas semanas: desde la cobertura de salud para millones de personas que no se encuentran aseguradas en EEUU, hasta el mismo futuro político de esta administración de gobierno.

Para entender las claves de la reforma propuesta por Obama, para averiguar por qué se ha transformado en un tema tan polémico, vamos a charlar en los próximos minutos con Roberto Porzecanski.


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EC – A Roberto habitualmente lo presentamos como nuestro corresponsal en EEUU, pero resulta que se ha vuelto a Montevideo por lo menos por un tiempo y hoy está con nosotros en estudios. Si te parece, comenzamos por repasar cuáles son los principales elementos de esta propuesta del presidente Obama.

ROBERTO PORZECANSKI:
En realidad no existe tal cosa como una "propuesta de Obama", por lo menos hasta el día de ayer. Y esto tiene una explicación. En su intento de reformar el sistema de salud en Estados Unidos, la administración Obama ha tenido mucho cuidado en no repetir lo que evalúa fueron los errores cometidos durante la última vez que se intentó hacer esto mismo, en el año 93 durante la presidencia de Bill Clinton, bajo el liderazgo de su esposa, Hillary Clinton. En esa oportunidad, la administración Clinton elaboró una propuesta completa y se la envió al Congreso para su aprobación, donde fracasó rotundamente. En parte fracasó, dicen los ‘análisis post-mortem’, porque a los legisladores no les gusta que el Poder Ejecutivo haga su trabajo, es decir, que legisle.

EC – Entonces, en este caso, y a partir de aquella experiencia, Obama no envió una propuesta al Congreso.

RP – No, no la envió. Su participación –al menos hasta ayer- se limitó a describir las características principales de lo que él querría ver en una reforma y dejar que los comités parlamentarios con jurisdicción en el tema se dedicaran a la tarea de redactar los proyectos de ley.

EC – ¿Y cuáles fueron los lineamientos generales descriptos por Obama al comienzo de este debate?

RP – Aquí creo que hay varios elementos para destacar. En primer lugar, hay un paquete de medidas dirigidas a regular a la industria de seguros de salud y que tiene como beneficiario principal a la gente que ya tiene seguro médico, esto es un matiz con lo que había hecho Clinton, que se había focalizado primariamente en los no asegurados, que son menos en realidad. Y estamos hablando, por ejemplo, de medidas para prohibir que los seguros de salud discriminen contra los pacientes enfermos a través de la famosa exclusión de "condiciones preexistentes" o también poniéndole un tope al copago que le corresponde al paciente. Por ejemplo, ahora muchos seguros cubren solamente el 80% de los gastos, y el 20% restante puede llegar a varios miles de dólares. Lo que Obama pide es poner un tope a eso.

EC – Así que entonces en primer lugar hay una serie de correcciones para aquellos que ya tienen seguro.

RP – Que ya tienen seguro y para protegerlos más de lo que Obama llama "los abusos de la industria aseguradora".

En segundo lugar, Obama reclamó una serie de medidas que cambien los incentivos existentes actualmente en la práctica de la medicina. Por ejemplo, pidió que se haga un énfasis mucho mayor en la medicina preventiva y en cómo se les paga a los proveedores, recompensando una mejoría en la salud del paciente y no cada procedimiento o "acto médico" -como le llamamos aquí- que se lleva a cabo. Estas medidas son un intento de controlar los costos del sistema de salud que en EEUU están lisa y llanamente totalmente fuera de control.

EC – Sí, han aparecido números en la prensa, los hemos conocido a partir de conversaciones con uruguayos que están radicados allá, son realmente costos exorbitantes.

RP –  Si, una anécdota mía: a mi me operaron de apendicitis hace unos meses y el precio de lista por la noche en el hospital –sin contar la sala de operaciones, el cirujano y el anestesista- que le pasaron a mi seguro fue 20.000 dólares.

EC – El costo de cada noche en el hospital.

RP – Sí, por suerte fue sólo una pero el costo de la ‘hotelería’.

Como consecuencia de estos precios, los valores de las pólizas crecen tres o cuatro veces más rápido que los salarios y Estados Unidos gasta un 50% más en salud que cualquier país desarrollado y obtiene resultados, que se pueden medir en términos de mortalidad y calidad de vida, bastante peores.

EC – Ahora, vayamos al otro capítulo: ¿cómo asegurar a los casi 50  millones de estadounidenses que hoy no tienen cobertura de salud.

RP – Para eso Obama propone dos cosas. En primer lugar, la creación de un mercado virtual donde los individuos y los pequeños empresarios –a diferencia de la gente que trabaja en grandes empresas, que en general tiene seguro de salud- a través de esas empresas los individuos y los pequeños empresarios puedan, en este mercado virtual, comparar distintos planes y comprar el seguro de salud que más les convenga.

Y en segundo lugar, Obama propone subsidiar a quienes, inclusive en este mercado, no tengan los recursos para comprar ningún seguro de salud pero que a la vez tampoco sean elegibles para el seguro para gente de bajos ingresos que allá se llama "Medicaid"; para la gente que está en el medio hay un subsidio.

EC – Es interesante, porque nada de lo que estás mencionando parece demasiado radical. Sin embargo, los oyentes deben haber visto que a lo largo del mes de agosto, cuando los senadores y los representantes volvieron a sus distritos, durante las vacaciones, la televisión difundió imágenes de protestas violentas contra lo que se presentaba como la "socialización de la medicina en EEUU", gente armada afuera de actos de Obama que lo comparaban con Hitler ¿Qué es esto? ¿Qué origen tiene ese tipo de descontento si las medidas no son tan radicales?

RP – Yo creo que tiene dos orígenes. El primero es una serie de preocupaciones legítimas y reales. Obama propuso que el Estado instaurara su propio seguro de salud para competir con las aseguradoras privadas en este "mercado virtual" del que recién hablábamos. La idea aquí es que la aseguradora del Estado pueda competir con las privadas y así reducir costos y precios. Mucha gente se resiste a esta alternativa, conocida en el debate como "la opción pública", por pensar que eventualmente dejará a todas las aseguradoras privadas fuera del mercado y en bancarrota y el Estado quedará como único proveedor de seguros de salud.

Y en segundo lugar existe una preocupación genuina acerca de cómo se financiarán los subsidios para quienes hoy en día no tienen seguro de salud, en un momento en que el déficit fiscal en EEUU es no sólo cada vez más grande sino una preocupación cada vez mayor en la mente de los votantes.

Pero creo que vale la pena aclarar, Obama lo ha dicho con total claridad, y ayer lo repitió varias veces, que no firmará ninguna ley que incremente el déficit fiscal y no esté totalmente financiada. Además, Obama insiste –y esto es constatado por análisis independientes– que la única forma de llevar a EEUU a una situación fiscal sostenible en el largo plazo es precisamente controlando el aumento del costo del sistema de salud.

EC – Pero tú mencionabas recién que este descontento, que estas protestas que vimos en el mes de agosto tenían dos orígenes.

RP – El otro origen es que hay un sector de la derecha en EEUU, minoritario pero muy visible, que se opone a la agenda y a la presidencia de Obama violentamente y claramente sin ningún sustento racional. Este es el tipo de gente que sigue insistiendo, por ejemplo, que Obama no nació en EEUU y que por ende es un presidente ilegítimo. Y en el caso del sistema de salud se tomó una disposición que curiosamente había sido presentada por un republicano y que obligaba a las aseguradoras a cubrir una consulta con un médico para discutir temas que surgen hacia el final de la vida de las personas. Esa disposición se tomó como que la ley autorizaría la eutanasia a pacientes mayores, y la jerga que se utilizó en el debate era que esta ley permitiría "desenchufar a la abuela".

EC – A ese punto entonces de simplificación llega entonces el análisis y a partir de eso la protesta.

RP – Sí, y ayer se vio un Obama por primera vez haciendo algo que la gente le reclamaba, que era enojarse con esta gente y decirle –en lenguaje un poco más sutil– que se dejaran de decir pavadas.


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EC – Hace unos minutos tú te detenías en los principales lineamientos de esta reforma de la salud que está proponiendo el presidente Obama. Pero aparte de eso, y teniendo en cuenta ahora este elemento también, ¿en qué punto se encuentra el tema, en qué etapa del trámite parlamentario está?

RP – Ahora hay varios planes. Hay uno que fue acordado –pero no votado– en la Cámara de Representantes, otro que fue votado en el Comité de Salud del Senado –que presidía hasta hace muy poco el senador Ted Kennedy–, y otro que todavía está siendo terminado en el comité más importante, que es el Comité de Finanzas del Senado. Esto es interesante porque allí es donde todavía hay republicanos participando y Obama ha intentado mantener a los republicanos como socios en este tema, por lo menos a algunos. En ese Comité de Finanzas es donde la llamada "opción pública" –esta aseguradora del Estado para competir con las privadas– aparentemente no tiene los votos para ser aprobada y se está elaborando una alternativa que en vez de incluir la participación del Estado llama a la creación de cooperativas de usuarios para competir con el sector privado.

EC – Y es ante estas distintas propuestas que tú acabas de describir donde entra el discurso de anoche de Obama.

RP – Efectivamente, el discurso de Obama de ayer –que debe haber sido uno de los mejores que ha dado en el curso de estos últimos tres años– fue un intento de empezar a unificar todas las propuestas, diciendo con claridad y en forma totalmente más específica que anteriormente, qué tipo de reforma quiere, cuáles variaciones está dispuesto a aceptar y cuáles no. Obama también estaba claramente cambiando un poco su estrategia y reconociendo que quizás al evitar el error cometido por Clinton se pasó un poco para el otro extremo y dejó demasiada libertad al Congreso permitiendo que todo tipo de versiones circularan.

Y la gran expectativa ayer era qué iba a decir Obama respecto de la llamada "opción pública". Es un tema difícil además porque la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dice que no votará una reforma sin la "opción pública", pero varios en el Senado dicen que una reforma con la "opción pública" nunca será aprobada.

EC - ¿Y qué dijo el presidente sobre ese asunto concreto?

RP - Obama reafirmó su creencia de que la "opción pública" es la mejor opción, pero dijo que no vetaría una ley que no la tuviera. Es decir, dijo que no cedería al principio general de que hay que introducir competencia en el mercado de los seguros de salud privado, pero dejó abierta la puerta para que la competencia fuera introducida de otras maneras. Esto es típicamente Obama, es pragmático. Probablemente enoje a mucha gente de la izquierda, pero Obama claramente cree, en este tema, que lo perfecto es enemigo de lo bueno. Además, esa es otra de las conclusiones que sacaron del fracaso de los Clinton. Se paga un precio político inclusive por no hacer nada, y en el año 94, después de aquel fracaso, Clinton perdió la mayoría en el Congreso.

EC – Y para terminar, ¿otros destaques a propósito de estos hechos políticos de ayer?

RP – Es un tema complejo y necesariamente estamos dejando cosas afuera. Yo resaltaría dos cosas importantes. En primer lugar, Obama incorporó ayer un nuevo elemento a su propuesta que no estaba manejado y es que se va a obligar a todas las personas en EEUU a que de alguna u otra manera estén aseguradas. Va a haber un mandato para que todo el mundo tenga seguro, es una forma de reducir costos incentivando a la gente joven, la que le sale barato a los seguros, que entren al sistema.

Y por último, abrió una puerta para la cooperación con los republicanos con un tema que es muy cercano al corazón de los republicanos que es meter, como parte del paquete, una limitación a los juicios por malapraxis médica; los republicanos dicen que es uno de los grandes incentivos para que los médicos cobren caro porque tienen que pagar seguros de malapraxis.