Internacionales

El probable fracaso de la cumbre de Copenhague

Contacto con Gerardo Honty, presidente de la Red Uruguaya de ONGs Ambientalistas


(emitido a las 8.32 hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Cuando faltan dos días para que termine formalmente la cumbre del cambio climático, las negociaciones para llegar a un acuerdo que sustituya el Protocolo de Kyoto continúan trancadas en Copenhague.

Los ministros trabajan en un ambiente caótico tratando de llegar a un entendimiento. Afuera, miles de personas están protestando, entran en conflicto, y se generan incidentes con la policía.

De hecho, ayer se anunció que manifestantes quisieron ingresar al edificio donde se están desarrollando las reuniones.

¿Cómo está la situación en Copenhague? Estamos en línea con Gerardo Honty, sociólogo y presidente de la Red Uruguaya de ONGs Ambientalistas.

¿Cómo está planteada la situación? A falta de dos días, ¿el panorama efectivamente se acerca a un problema de no resolver nada, de quedar en foja cero?

GERARDO HONTY:
Aquí es jueves, ya estamos casi a mediodía y los problemas son muchos. El plenario que iba a empezar a las 10 de la mañana todavía no ha comenzado. En realidad hay un problema grande porque hay un texto que la presidencia de la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático (COP) ha querido poner sobre la mesa como un texto nuevo y sobre todo los países en desarrollo han protestado. Dentro las negociaciones oficiales se había llegado a algunos documentos de acuerdo y aparecen unos textos nuevos que los países en desarrollo no ven de dónde salen; para decirlo en criollo, "los están cocinando". Eso ha generado gran malestar y a pocas horas de terminar la reunión ha generado un conflicto grande, sobre todo con los países y con los grupos más poderosos dentro de los países en desarrollo como el G77 y particularmente China, India y Brasil, que se han opuesto bastante a este procedimiento.

JAE – ¿Qué puede cambiar con relación a la llegada de Barack Obama a la cumbre?

GO – No creo que su llegada vaya a tener demasiada incidencia. Sabemos que desde la propia Presidencia de EEUU Obama ha estado contactando a diferentes países dentro del G77 para obtener algún tipo de respaldo a sus propuestas. Es muy difícil saber lo que está pasando adentro de las negociaciones, yo estoy aquí como representante de las ONGs y no tenemos acceso a las reuniones más privadas de los gobiernos, es difícil estar ahí. Pero por lo que acá se comenta es muy difícil que vaya a haber un acuerdo, y en caso de haberlo seguramente sea un acuerdo muy liviano que permita mantener el proceso de negociación durante el año que viene.

JAE – O sea, no compromiso a reducir las emisiones, no compromiso a generar un fondo global, sino más bien a seguir negociando.

GO – Es lo más probable.

JAE – ¿Y esto cómo cae en líneas generales? ¿Quién sale beneficiado?

GO – Nadie, absolutamente. La COP tenía un mandato para resolver ahora en Copenhague esta situación, por eso era tan importante esta reunión. Puede ser que se termine resolviendo el año que viene o no, cada año que pasa la situación del clima empeora y el costo luego de reducir las emisiones también es cada vez mayor, 500.000 millones de dólares al año según estima la Federación Internacional de la Energía, entonces no hay beneficios para nadie.

Me parece que hay tres condiciones que se tienen que dar para que una situación de estas se destrabe. La primera es que haya compromisos importantes de los países desarrollados sin tener significativas reducciones de emisiones. La segunda es que algunos países en desarrollo, sobre todo los mayores, por ejemplo China, Brasil, Sudáfrica, India, asuman alguna forma de compromiso. Y la tercera es que los países desarrollados pongan sobre la mesa los fondos necesarios para la adaptación del desarrollo sustentable en los países en desarrollo. Si estas tres condiciones se dan simultáneamente, puede ser que haya algún avance, pero se ha estado discutiendo durante los últimos cuatro años y estamos exactamente igual que al principio.

JAE – ¿Cómo es el ambiente para ustedes con respecto al acceso al edificio, a los incidentes que se han registrado, a las personas detenidas?

GO – Siempre hay fricciones entre la policía y los activistas, el problema es que lo que ha pasado en esta COP, que no había pasado hasta ahora, es que se pusieron restricciones muy severas a organizaciones que ya estaban acreditadas. Las Naciones Unidas tiene que acreditar a las personas de las ONGs para que puedan participar en la COP; no hay datos oficiales pero yo estimo que hay alrededor de unas 15.000 personas acreditadas por Naciones Unidas para entrar y hoy pudimos entrar solamente 300. Esto ha generado enormes problemas y gran frustración en mucha gente que hizo un gran esfuerzo para llegar hasta acá y no puede entrar. Además es una señal bastante embromada para el sistema de Naciones Unidas, que en los últimos 15 años por lo menos ha tenido gran apertura hacia la sociedad civil.

Este es un punto de inflexión importante en lo que es la participación de la sociedad civil en Naciones Unidas. Si esto continúa en las futuras COP, va a ser un punto de inflexión grave, y si no, puede ser que esta convención de Copenhague pase como la cumbre de la exclusión y nada más y las que vengan en adelante sigan como ha sido hasta ahora.

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