(emitido a las 7.45 hs.)


JUAN ANDRES ELHORDOY (JAE):

Argentina se encuentra otra vez en medio de una crisis institucional. El 14 de diciembre pasado, la presidenta Cristina Fernández anunció la creación del Fondo para el Bicentenario con el objetivo de reservar dinero para la cancelación de la deuda de 2010.

Sin embargo, el presidente del Banco Central, el economista Martin Redrado, se opuso a liberar las reservas necesarias para dicho fondo. Ante esa situación, la presidenta solicitó la renuncia inmediata del jerarca, que se negó a dejar el cargo. El jueves fue echado por decreto del Poder Ejecutivo, pero la Justicia ordenó su restitución el viernes al anular dicho decreto.

Esta sucesión de eventos disparó una gran polémica y duras críticas por parte de la oposición, que acusa al gobierno de "atropellar las instituciones".

En este marco, les proponemos dedicar el espacio económico de hoy a mirar en mayor detalle lo que está sucediendo en Argentina y a analizar los posibles impactos de estas polémicas en el país vecino.

Por un lado Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte. Y por otro, Fernando Gutiérrez, desde Buenos Aires, que nos va a aportar las últimas novedades. Florencia, quizás valga la pena comenzar explicando lo que fue el origen de la polémica, que tiene que ver con la conformación del Fondo del Bicentenario. ¿En qué consiste concretamente este fondo?


FLORENCIA CARRIQUIRY (FC):
El Fondo del Bicentenario propuesto por el gobierno argentino consiste en la conformación de un fondo de algo más de 6.500 millones de dólares, que se utilizará para pagar los vencimientos de deuda pública en dólares de 2010.

Estos casi 6.600 millones de dólares provendrían de las reservas del Banco Central, más concretamente de las llamadas "reservas internacionales de libre disponibilidad", que se definen como la diferencia entre el monto total de reservas en poder del Banco Central y aquel necesario para cubrir el 100% de la base monetaria.
En definitiva, el objetivo de este fondo es asegurar los vencimientos de deuda pública de 2010, de modo de disipar definitivamente las dudas respecto a la capacidad de pago de Argentina y confirmar además la voluntad de pago. Lo que se pretende en última instancia es aumentar la confianza de los inversores en el país vecino, con miras sobre todo a su eventual regreso a los mercados internacionales de capitales.


JAE: ¿Y por qué la polémica en torno a este fondo?


FC: Hay que advertir antes que nada que no todas han sido críticas. De hecho varios analistas destacaron al anunciarse la creación de este fondo que era una medida positiva, en la medida en que confirmaba la voluntad de pago y que resultaba una buena señal para los mercados.

Sin embargo, hay varios elementos que, como tú mencionas, despertaron duras críticas por parte no sólo de la oposición, sino también de diversos analistas económicos.


JAE: ¿Cuáles son esos elementos?


FC: En primer lugar, una de las principales críticas es que el hecho de recurrir a reservas para pagar la deuda deja en claro que el gobierno procura evitar hacer un esfuerzo fiscal importante en 2010, del tipo del que debería hacer si tuviera que pagar los vencimientos de deuda con los ingresos fiscales.

Eso preocupa, porque en 2009 Argentina registro un deterioro fiscal muy importante. El superávit primario prácticamente se diluyó en el correr del año, pasó de más de 3,5% del PBI a mediados de 2008 a 0,8% del PBI en los 12 meses a noviembre de 2009 lo que deja un déficit de más de 1% del PBI. No se trata de un desequilibrio muy importante pero marca un ritmo de deterioro de las cuentas públicas muy acelerado.

Este año se esperaba una gradual corrección de este deterioro fiscal pero ahora se empieza a temer que no vaya a ser así. Aunque la recaudación crezca en un marco de recuperación económica, si el gasto sigue subiendo a un ritmo de entre 20% y 30% anual como lo hizo en 2009, el déficit fiscal va a seguir siendo significativo. Esa mayor discrecionalidad fiscal que le da esta medida al gobierno es uno de los elementos que está detrás de las críticas.


JAE: ¿Y cuáles son los otros elementos que han despertado la polémica?


FC: Muchos analistas mencionan además el temor de que el Banco Central salga de este conflicto con menor autonomía, con mayor injerencia del Poder Ejecutivo en su accionar, y que termine promoviendo políticas monetarias aún más expansivas.

Si estos temores se materializan, es decir, si el gasto público sigue creciendo fuertemente y se observa además una flexibilización mayor de la política monetaria, la inflación podría volver a registrar una escalada este año; ya hay quienes hablan de una inflación por encima de 20% nuevamente.
 
Y por otra parte, más allá de los motivos económicos, la medida generó muchas críticas por la forma en que fue legitimada, por la forma en que el gobierno creó este Fondo Bicentenario.


JAE: Supongo te referís al hecho de que el fondo se estableció por decreto del Poder Ejecutivo.    


FC: Exactamente. El Fondo fue creado a través de un decreto de necesidad y urgencia y esto generó el inmediato rechazo de la oposición, porque la medida no tuvo tratamiento legislativo, a diferencia de lo que se había hecho en 2005/2006 cuando se cancelaron unos 10.000 millones de dólares con el FMI también a través del uso de reservas. En esa oportunidad el gobierno había sometido al congreso esa decisión, y ahora no lo hizo.

Eso llevó al presidente del Banco Central, Martin Redrado, a remitir el decreto a los encargados legales del banco, para que dictaminen la legalidad de la operación, resistiéndose a liberar las reservas entre tanto.

Hay que tener presente, además, que con esta medida se deteriora el balance del Banco Central. Y eso también puede haber estado detrás de la reticencia de Redrado a aprobar el traspaso de fondos.
 

JAE: ¿Por qué afecta el balance del Banco Central?


FC: Para conformar este fondo, el gobierno entrega al Banco Central una Letra del Tesoro a 10 años de plazo, intransferible, con un rendimiento igual al de las reservas pero topeado, con un máximo igual a la Libor anual menos un punto porcentual. Es decir que el Banco Central entrega al tesoro un activo totalmente líquido (reservas) y a cambio recibe uno totalmente ilíquido.

El problema fue que la demora en liberar las reservas terminó molestando a la presidenta que optó por solicitar la renuncia de Martin Redrado primero y, ante su negativa a abandonar el cargo, terminó echándolo a través de un nuevo decreto el jueves y denunciándolo por incumplimiento de sus deberes como funcionario público.

Esto levantó nuevas críticas de la oposición y de diversos analistas y juristas locales, que señalan que volvieron a saltarse los mecanismos institucionales requeridos para remover al presidente del Banco Central de su cargo. Incluso el propio Redrado presentó un recurso de amparo ante la Justicia solicitando la anulación de este decreto.

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EMILIANO COTELO:
Enseguida volvemos con Florencia Carriquiry, pero ahora vamos a conversar con Fernando. ¿Cómo ocurrieron las cosas desde el viernes hasta hoy, por dónde viene el resumen de esta situación que ha estado muy movida?

FERNANDO GUTIÉRREZ:
El lío y la confusión están bastante lejos de haber terminado porque ahora esto que empezó como una polémica en torno a una medida de política económica está amenazando con convertirse en todo un conflicto entre los tres poderes del Estado. La jueza que hizo lugar al amparo presentado por Martín Redrado y que además frenó la creación del Fondo del Bicentenario denunció el fin de semana que había sufrido presiones e intimidaciones por parte del gobierno, que pretendió que recibiera durante el mismo fin de semana las apelaciones del gobierno a las dos medidas cautelares.

EC – La jueza se mantiene en que eso no corresponde, en que hoy a las 7.30 de la mañana va a abrir su despacho y que en ese momento sí se podrá presentar el documento correspondiente.

FG – Exactamente, o sea que recién hoy va a continuar el trámite. Se está especulando sobre que el gobierno quiere llevar la cuestión rápidamente a una cámara conformada por jueces presuntamente amigos del gobierno que daría trámite favorable como para que Redrado efectivamente quedara fuera del Banco Central.

Además de darse con la Justicia, los conflictos también continúan con el Poder Legislativo ya que el Congreso podría reunirse la semana próxima –de hecho hoy se va a definir el llamado a una sesión plenaria– y seguramente la oposición, que ahora es mayoría, podría lograr votaciones contrarias a la creación del Fondo y a la remoción de Redrado.

Mientras tanto, el gobierno contraatacó con nuevos pedidos de renuncia al vicepresidente Julio Cobos a quien ve como uno de los cerebros de esta jugada opositora.

En cuanto al Banco Central, las cosas siguen como al principio. El viernes se dio la situación insólita de que durante algunas horas el Banco Central tuvo dos presidentes al mismo tiempo y el directorio, que sesionó sin Redrado, no se animó a llegar tan lejos como para transferir los 6.500 millones de dólares a la cuenta que pidió el gobierno.

JAE – La cuenta está creada pero no se transfirió dinero.

FG – Exacto, todavía no hay plata. Anoche la presidenta estuvo reunida con el ministro de Economía, Amado Boudou, para delinear una estrategia que pueda poner fin a esta crisis. El comentario político por estas horas es que Boudou quedó mal parado en la interna oficialista. Boudou fue quien tuvo la idea de formar el Fondo del Bicentenario, fue quien convenció a Cristina Fernández de Kirchner de que era conveniente para el país hacer un nuevo canje de deuda y además mostrar con este fondo una garantía sólida. Y por sobre todas las cosas Boudou es un rival de Redrado y convenció a la presidenta de que había que tomar esta medida aún en contra de la opinión de Redrado, que se enteró de la creación de este Fondo del Bicentenario prácticamente el mismo día y en el mismo acto en el cual se lo estaba anunciando.

Además, Boudou fue quien propuso a Mario Blejer como nuevo presidente del Banco Central, y luego Blejer dejó en una posición muy incómoda al gobierno al decir que él no asumiría hasta que no se hubiera arreglado el problema con Redrado.

Todo esto llevó a que Boudou viera debilitada su posición en el gobierno y que además en este momento se estén recibiendo algunos pases de facturas por parte de funcionarios que no estaban tan de acuerdo con la iniciativa. No digo que se hable de renuncia, porque no sería algo bien visto justo cuando el país está en un proceso de canje de deuda, pero la posición del ministro quedó debilitada.

Mientras tanto, hoy hay bastante expectativa por una reunión que va a mantener Mario Blejer, el candidato a nuevo presidente del Banco Central, con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.


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EC – Tú decías que la jueza María José Sarmiento, que declaró ilegales los fallos del Ejecutivo sobre la remoción de Martín Redrado y sobre el traspaso de reservas del Banco Central al gobierno, ha denunciado presiones, y vaya si las ha habido. El propio Néstor Kirchner dijo este fin de semana: "Fíjense qué independencia de la Justicia, qué vergüenza esa jueza Sarmiento. Cuando nuestra presidenta firma un decreto de necesidad y urgencia está firmando algo que tiene el absoluto respaldo de las leyes y la Constitución nacional que votamos en 1994, eso está absolutamente dentro del marco de la ley", insistió Kirchner.

La jueza, por su lado, ha querido que la población supiera que el móvil de la Policía Federal que está instalado este fin de semana frente a su casa no fue solicitado por ella. "Estoy muy incómoda, no me pareció normal. Yo no me siento intimidada, no lograron intimidarme porque yo seguiré trabajando normalmente con lo que creo que debe ser y todo como procesalmente corresponde". Le preguntaron qué sensación le produce que se haya utilizado a la policía y contestó: "Desconcierto, nunca en 30 años he visto una cosa así, no estamos acostumbrados porque nuestra función es revisar los actos del gobierno".

FG – Además hay otro tema importante que todavía no está aclarado: como miles de inversores del exterior que habían comprado títulos argentinos antes de 2002 le iniciaron juicio al país después que se declaró el default, hay muchos pedidos internacionales de embargo. Uno de estos pedidos implicaba a las reservas del Banco Central, pero los jueces de Estados Unidos habían aceptado la visión de que esas reservas eran inembargables en la medida en que fueran utilizadas como ahorro del país o para pagar a organismos multilaterales como el FMI. Esa es de hecho la gran diferencia entre la medida que se está tomando ahora y la que se había tomado en 2006, cuando también se utilizaron reservas para cancelar la deuda con el FMI.

¿Qué ocurre si estas reservas no se usan para pagar a un organismo como el FMI o el BID sino a privados que en su momento no aceptaron la primera oferta de canje? Hay quienes opinan que en ese caso el criterio de los jueces puede ser embargar las reservas y que por eso Argentina quedaría expuesta a la acción de los llamados "fondos buitre". El gobierno oficialmente negó esa posibilidad pero fue muy subjetivo el hecho de que el viernes pasado las operaciones de compra de divisas entre el Central y los bancos privados argentinos no se registraron en la cuenta que el Banco Central tiene en Nueva York, como es habitual, sino en una cuenta de Suiza. Esto dio lugar a que se comentara que efectivamente el gobierno está temiendo un posible embargo y que aún cuando se superara todo el problema político y el gobierno pudiera seguir adelante con la creación del Fondo del Bicentenario ya empieza a haber dudas respecto a si el gobierno va a poder utilizar este mecanismo o que por ejemplo el tema de la utilización del fondo pueda ser bloqueado por los fondos buitre.


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JAE – Fernando, ya has dejado la puerta abierta sobre lo que puede pasar con respecto a los fondos buitre, ahora si les parece veamos con Florencia qué efectos ha tenido esta crisis institucional y cómo afecta las perspectivas para la economía argentina. ¿Qué tenés para decir a propósito de esto?

FC: En medio de estas polémicas, los mercados financieros mostraron mayor nerviosismo en las últimas jornadas, aunque el nombre de Mario Blejer, que se menciona como próximo presidente del Banco Central (aunque no está confirmado), ha dado algo de tranquilidad en la medida en que se trata de un economista de gran trayectoria.

De todas maneras, el Merval cayó entre el miércoles y el viernes casi 2% y el riesgo país volvió a superar los 700 puntos básicos en el correr del viernes (luego cerró por debajo). El dólar, en tanto, se mantuvo estable, aunque con importantes intervenciones compradoras en el mercado de futuro por parte de la autoridad monetaria.

En definitiva, el deterioro en los mercados financieros ha sido relativamente moderado por el momento, aunque queda por verse como siguen los eventos en las próximas jornadas.

Nuestras proyecciones apuntan a una recuperación apreciable de la economía argentina en 2010, a instancias del mejor contexto externo y de la esperada recuperación agrícola. Pero en una mirada de más largo plazo Argentina sigue teniendo desequilibrios y dificultades importantes que debe resolver para consolidar una senda de crecimiento firme y sostenible.

Entre otras cosas, Argentina debe lograr retornar a los mercados de capitales internacionales y, en ese sentido, a nuestro juicio, estos eventos marcan un retroceso en el camino de gradual restitución de la confianza y de acercamiento a los mercados que venía transitándose en los meses previos, en la medida en que reflejan un muy pobre marco institucional en el país vecino.


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JAE – Fernando, para terminar un último apunte.

FG – Analizamos recién las connotaciones que esto va a tener a nivel político y a nivel internacional, y lo otro es que todavía no está muy claro cómo van a reaccionar los pequeños ahorristas argentinos, que en definitiva son los que dan su aval o no a si por ejemplo el precio del dólar es el que tiene que ser, a si los precios de los bonos y de las acciones van a quedarse relativamente quietos o no. Por ahora todo indica que el gobierno tiene la situación bajo control, pero ya hay algunas señales de inquietud por parte del público. Por ejemplo los últimos dos días el Banco Central, que hasta ahora estaba muy cómodo y comprando dólares todos los días, tuvo que empezar a vender como para dar alguna señal adicional en el sentido de que los dólares no se van a mover.


Recordemos que la primera vez que se utilizaron reservas del Banco Central en 2006 para cancelar la deuda con el FMI se utilizó una cifra mucho mayor, de 10.000 millones de dólares, como la misma presidenta este fin de semana se encargó de recordar. Y esos dólares se recuperaron relativamente rápido porque era una situación en la cual entraban muchos dólares al país por el muy favorable precio de los commodities agrícolas, por la fuerte exportación que estaba haciendo Argentina y por la relativa debilidad del dólar en el mundo. En este momento podría suponerse que la situación es similar, el Banco Central en los últimos meses venía comprando a un ritmo de casi 200 millones de dólares por día, lo cual tenía que hacer para sostener el valor del dólar y evitar que bajara. Si la situación fuera igual, si el Banco Central tuviese que seguir comprando dólares, toda esta polémica quedaría apenas en el plano político y no estaría justificada en el sentido de si el Banco Central se va a desfinanciar, porque la verdad es que, a un ritmo de casi 200 millones de dólares por día, en dos meses el Banco Central recuperaría todas estas reservas, esos 6.500 millones que le está solicitando el gobierno. La cuestión es si efectivamente el Banco Central va a estar o no en situación de seguir comprando reservas o si la incertidumbre política se va a adueñar del escenario en Argentina y en vez de comprar va a estar obligado a vender.


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