Internacionales

Venezuela busca reducir impactos de la devaluación y aguarda una fuerte inflación

Contacto con Omar Lugo, corresponsal de En Perspectiva y director de El Diario Económico, de Venezuela


(emitido a las 8.32 hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Un grupo de empresas de Uruguay negocia por separado con el Estado venezolano las nuevas condiciones comerciales que rigen desde el lunes como consecuencia del doble tipo de cambio que ha establecido el gobierno de Hugo Chávez.

Fuentes empresariales dijeron a En Perspectiva que la devaluación conocida el viernes genera incertidumbre, en especial a las compañías cuya mercadería está en viaje al país caribeño. Las dudas tienen que ver fundamentalmente con productos que pueden ser considerados suntuarios.

Recordemos que a partir del lunes hay dos tipos de cambio en Venezuela: uno de 2,50 que es para alimentos y medicamentos; otro que se ubica en 4,30 para productos secundarios o suntuarios.

Estamos hablando de bolívares y estamos hablando de la duda que se ha generado en torno a exportadores de productos que pueden ser considerados suntuarios y que perderían condiciones de competitividad ante este cambio.

Nos vamos a Caracas, está Omar Lugo con nosotros, ustedes lo han escuchado en otros momentos cuando era corresponsal de En Perspectiva en Brasil, ahora se desempeña como periodista y director de El Diario Económico, de Venezuela. ¿Cómo ha sido este día? Se habla de importantes compras a nivel de la población.

OL – Exacto, hubo compras nerviosas sobre todo de productos importados, electrodomésticos, alimentos importados, etcétera. En los supermercados y grandes cadenas de tiendas se desató una fiebre compradora en las últimas horas, pese a que en enero la gente tiene poca plata porque lo gastó todo en diciembre.

Esto se debe a una economía con grandes distorsiones y los analistas económicos señalan que es innecesario salir a comprar porque esa devaluación está implícita en los precios de la economía. En Venezuela hasta ayer estaba solamente el tipo de cambio oficial de 2,15, pero el mercado paralelo lo llevó a 6-6,20 el viernes pasado...

JAE - ...estamos hablando de un mercado negro.

OL – Exacto, y era el que asignaba las referencias de precios del resto de la economía pese a ser pequeño e insignificante en proporción con la asignación de dólares oficiales, según el gobierno. Era un refugio a donde acudieron importadores, empresarios, el público, personas que viajaban, simplemente porque el gobierno, a través de una oficina pública llamada Cadivi –que es la que administra las divisas–, tenía problemas operativos en un contexto de fuerte caída de las divisas petroleras de Venezuela. Entonces hubo muchos atrasos, de 120-180 días, en la asignación de divisas para la economía. En ese contexto se fortaleció ese mercado negro y se disparó ese dólar. Era ilegal mencionar públicamente, en los medios de comunicación, el valor de ese mercado negro. Ahora el gobierno admitió que eso se convirtió en una referencia, es una gran distorsión y no solamente van a existir esos dos tipos de cambio que tu mencionaste, los dos oficiales, sino que también se va a terminar asumiendo la existencia de ese mercado paralelo y se va a intentar, con subastas de dólares, llevar ese cambio desde los 6 y pico en que estaba ayer a un valor más cerca del 4,30 que es el llamado dólar petrolero. Es una gran confusión a la cual las personas todavía están intentando acostumbrarse.

JAE – Sí, esto queda claro con las compras que han surgido y los temores que has trasladado. Pero a esto también se suma por ejemplo el anuncio del cierre de 70 comercios acusados de especulación por el gobierno de Chávez, ¿cómo es esto?

OL – A través del Instituto de Defensa al Consumidor y al Usuario que dirige un ministro de apellido Saman, que también es ministro de Comercio, se inició un operativo. El propio presidente Chávez llamó el domingo nada menos que a las Fuerzas Armadas, a la Guardia Nacional del Ejército, a las llamadas milicias y a la gente del partido de gobierno –el Partido Socialista– a que salgan a la calle y denuncien a los especuladores. Por su parte, los comerciantes se defienden diciendo que están preparándose para la reposición de mercancías cuando tengan que comprar al dólar nuevo y que por eso hay aumentos en los precios. Pero en efecto hay una gran corriente especuladora, el gobierno ha dicho que la va a atacar y amenaza con quitarle los comercios donde se detecte fuerte especulación a los dueños y entregárselos a los trabajadores. Estas son palabras del presidente Chávez, por cierto, no son especulaciones del mercado...

JAE - ...¿pero efectivamente ayer se vieron efectivos militares recorriendo los comercios en Caracas por ejemplo?

OL – Sí y hubo un operativo, cerraron un gran supermercado de una cadena colombiana llamada Éxito, una hiper tienda, por supuestamente remarcar precios.

Como verás, es también un tema político porque parte de la estrategia oficial es responsabilizar a terceros, en este caso al comercio. Se le atribuye a otros y no a la política económica o a la inflación, que es lo que está en el fondo de estas medidas de devaluación y de estas alteraciones en el comercio.

JAE – ¿Y efectivamente qué pasó en el mercado negro en el día de ayer?

OL – No hubo un repunte. Los que alimentan este nerviosismo estaban diciendo que iba a llegar a 10 bolívares, a 8, a 12, pero en realidad se mantuvo cerca de los 6,20 a los que estaba el viernes pasado antes de la devaluación. Esto alimenta la tesis de quienes insistimos en que ese precio del dólar ya estaba embutido en la economía y que sería positivo si fluyera al mercado la cantidad de divisas que demanda la economía; podría acabar siendo positivo esta sinceración del tipo de cambio para llevarlo a una tasa más cercana al 4,30. Esta es una de las grandes incógnitas y desafíos que enfrenta el gobierno en este año: llevar los dólares que necesita el mercado, atacar la especulación y aumentar la disponibilidad de divisas serían grandes estrategias que permitirían manejar los impactos de esta devaluación y reducir sus efectos en la inflación que se espera para este año.

JAE – Justamente el año pasado Venezuela tuvo la inflación más alta de toda la región. ¿Qué expectativas hay con este cambio que se introduce ahora? Porque en algunos medios se habla de una licuación de este efecto que ha promovido el gobierno de Chávez como consecuencia de la inflación.

OL – Así es, la inflación de Venezuela es la más alta de América Latina y una de las más altas del mundo. Ustedes, que han pasado por períodos hiperinflacionarios, recuerdan el impacto negativo de esto en el bolsillo de los trabajadores, en el ingreso de la gente y en la economía en general. El año pasado fue de 25%, el año anterior de 30%, y ha sumado un 200% en los últimos cuatro o cinco años. Desde 2005 la moneda se mantenía fija en 2,15 por eso el dólar terminó siendo lo más barato en Venezuela después de la gasolina, que es técnicamente gratis.

Ese efecto inflacionario es previsible también por la vía de los componentes importados y el encarecimiento de la demanda, porque la sed compradora se desata por un tema de confianza. Si el gobierno logra trasmitir la confianza en que se va a mantener un tipo de cambio más o menos controlado, dominado, las expectativas van a estar crecientes, la gente siempre va a pensar que habrán nuevas devaluaciones y más inflación y eso puede atentar contra el índice de precios.

El propio gobierno estima entre 3 y 5% el impacto adicional de esa inflación, pero los expertos, los técnicos privados, dicen que puede ser mucho más porque aumentará la cantidad de dinero en manos del gobierno y en manos del público. Y este es un año electoral donde el presidente Hugo Chávez se juega el futuro político de su movimiento y el país se juega su futuro porque serán elegidos los nuevos diputados de la Asamblea Nacional a finales de año. El gobierno tiene que mantener sus programas sociales –llamados Misiones– y va a intentar inyectar más recursos en la economía, además enfrenta grandes demandas de trabajadores públicos y necesidades de inversión en electricidad para superar una seria crisis de abastecimiento.

JAE – En España las acciones de Telefónica encabezaron las pérdidas ayer en Madrid como consecuencia de la devaluación del bolívar. Nosotros comentamos aquí que algunos sectores empresariales, aquellos que venden productos que están en viaje hacia Venezuela que fueron exportados desde Uruguay y que pueden ser considerados suntuarios –o sea que se les va liquidar por un dólar más alto– están nerviosos por esta medida. Recordemos que Uruguay exporta, además de lácteos –que es el principal rubro–, otros productos elaborados como guantes, neumáticos, PETs para la conformación de botellas de plástico que usa la industria de la bebida. ¿Qué se maneja en Venezuela a propósito de esta incertidumbre que tienen los exportadores?

OL – El decreto de Convenio Cambiario que fue publicado ayer no es retroactivo, las compras que están en trámite se quedan con el dólar oficial. También hay que considerar que las compras del gobierno van a ser con el nuevo dólar oficial de 2,60 lo que le daría cierto alivio a los importadores. El punto es que en ese mercado importador el sector privado no tiene una gran presencia respecto a Uruguay, al menos que se sepa por acá; el gran socio es el gobierno. Esas importaciones de Uruguay son prioritarias, son poco suntuarias, incluso hay materias primas que también entran dentro de lo que será el cambio preferencial. Esto significa que podría mantenerse el negocio con Uruguay, que ha crecido muchísimo, y también con el resto del Mercosur.

El caso de empresas como Telefónica es diferente porque es una empresa de servicios, y para repatriar dividendos habrá que acudir a un dólar más caro. Es un país donde las tarifas telefónicas están reguladas por el gobierno, que no deja que haya aumentos justamente para atacar la inflación. Esto fue lo que le pasó a Telefónica, pero en el caso de los importadores, aparentemente, si se mantiene un mayor flujo de divisas, si se suelta la actividad de Cadivi, podría ser positivo para los socios comerciales de Venezuela. A fin de cuentas el valor más alto va a terminar siendo pagado por los venezolanos, no por los uruguayos, y ellos tendrán reconocimiento de las cartas de crédito que están en trámite. Sin embargo, el propio sector privado reclama mayores explicaciones y detalles que deberán salir en las últimas horas y estaremos mandando al público de Uruguay.

Aparte de esta zozobra en el comercio no hay grandes novedades y se espera que la población se acostumbre a este nuevo escenario, como ha sido tradicional en un país sujeto a constantes devaluaciones e inflación.


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