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La represa de Belo Monte, "el proyecto más polémico en la historia de Brasil"

Contacto con Lucrecia Capurro, corresponsal de En Perspectiva en Río de Janeiro


(emitido a las 8.33 hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Esta semana el gobierno de Brasil desató una polémica con poblaciones indígenas del Amazonas y organizaciones ambientalistas al autorizar la construcción de una gigantesca represa hidroeléctrica en plena selva.

De prosperar este proyecto, la represa de Belo Monte, que se construirá sobre el Río Xingú, uno de los principales afluentes del Amazonas, será la tercera más grande del mundo y representará el 11% de la potencia instalada de Brasil.

Quienes se oponen a esta iniciativa aseguran que la obra provocará un desastre social y medioambiental en los 500 km2 de bosques tropicales que serán inundados. Para hacer una comparación simple, el área que se prevé quede bajo las aguas del embalse equivale, casi exactamente, a la superficie que ocupa todo el departamento de Montevideo.

Con estos antecedentes, les proponemos ir a Brasil. Nos vamos a poner en contacto con nuestra corresponsal, Lucrecia Capurro, para profundizar en esta discusión que recién se inicia pero que promete levantar una polémica muy fuerte en los próximos meses.


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JAE - ¿Cómo nos presentarías esta represa? ¿De qué se trata esta iniciativa?

LUCRECIA CAPURRO:
Este proyecto está conocido como el más polémico en la historia de Brasil. Tú ya dabas algunos números generales sobre lo que sería esta hidroeléctrica de Belo Monte, que estará situada en el río Xingú, en el estado amazónico de Pará, a 750 kilómetros de la capital Belén. Es un proyecto valorado en 11.000 millones de dólares y como tú decías inundará 500 kms2. Ese es el principal problema con relación a esta obra, que se viene discutiendo desde hace más de 20 años.

El año pasado los pueblos indígenas de la rivera de Xingú enviaron una carta al presidente Lula en la que amenazaban con un "río de sangre" si se construyera la hidroeléctrica.

Hay varios temas. Unos que sería una reserva indígena, otros dicen que no lo es. Lo que sí se sabe es que las inundaciones afectarán, directa o indirectamente, a 66 municipios y 11 tierras indígenas.

JAE – ¿Cuántas personas serían desplazadas por esta represa?

LC – Se habla de unas 30.000 personas, que no saben qué va a pasar; saben que van a ser desplazadas pero no saben cómo van a ser compensadas, hay una gran duda y no quieren salir de sus tierras. Según el movimiento Xingú Vivo, integrado por 150 organizaciones indígenas y sociales, "será un proyecto de muerte para beneficiar a las empresas".

Otro de los más activos opositores es el obispo de Xingú, Erwin Kräutler, quien denunció que Lula había prometido un diálogo con la población y no lo hubo. Además sostiene que la concreción del proyecto incluso podría hacer desaparecer a la ciudad de Altamira, en Pará, que tiene 110.000 habitantes. O sea que ahí estaríamos hablando de mucho más gente, además de dañar áreas de reservas de pueblos autóctonos.

JAE – ¿Esos son los argumentos de la oposición?

LC – Exactamente. Este proyecto es parte del Programa de Aceleración de Crecimiento del gobierno del presidente Lula, quien dio la señal verde este lunes al permitir que esto se construya porque quiere estimular el desarrollo del país y dejar una marca importante. Por más que va a demorar varios años en construirse, ellos creen que es estratégica porque ayudaría a cumplir con objetivos de emisión de dióxido de carbono prometidos por Brasil el año pasado.

El ministro de Medio Ambiente dice que es un desafío en el plan brasileño de cambio climático porque se consideran fuentes renovables de generación de energía.

JAE – Claro, aparte de costos muchos más baratos que la térmica, ese es otro elemento que seguramente pesa. ¿Cuándo comienza el proceso licitatorio?

LC – El proceso licitatorio empezaría en agosto. Son dos empresas constructoras que se están disputando esta obra de 11.000 millones de dólares. Camargo Correa y Odebrecht van a presentar una oferta la primera semana de abril y después del acuerdo de este estudio de viabilidad por parte del instituto del Medio Ambiente el próximo paso es que el gobierno subaste los derechos para construir y operar Belo Monte.

En este caso, Camargo Correa y Odebrecht acordaron unirse en una oferta, para la que será la segunda mayor planta de Brasil en producción de energía eléctrica. Ellos van a tener que pagar unos 800 millones de dólares para paliar el daño medioambiental que pudiera causar en el entorno. Son mitigaciones, contrapartidas que las empresas tendrán, además de cumplir con 40 exigencias que incluyen proteger el medio ambiente. Porque otro de los problemas graves es que por más que sea energía limpia esto va a traer una cantidad de gente, se calculan que 85.000 trabajadores estarían trabajando en la construcción de la represa.

JAE – Eso implica una movilización muy importante.

LC – Una movilización y una inmigración importante que dañaría el medio ambiente.

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