Humillación de prisioneros en Irak
Informe de Mauricio Rabuffetti
(Emitido a las 08.57)
JOSÉ IRAZÁBAL:
¿Se imaginan a una soldado estadounidense arrastrando a un iraquí desnudo por el piso de una prisión con una correa para perros? Si no se lo imagina lo puede ver porque esa es una de las nuevas fotografías conocidas ayer sobre torturas y vejaciones cometidas por soldados norteamericanos en Irak. En una serie de fotos divulgada ayer por el diario estadounidense The Washington Post pueden verse, otra vez, soldados norteamericanos torturando iraquíes. El escándalo, por supuesto, sigue creciendo en Estados Unidos y en el mundo árabe, y de hecho en todas partes del planeta. Tanto que el propio presidente George W. Bush tuvo que salir a pedir disculpas a los iraquíes.
***
Analizamos este tema en diálogo con Mauricio Rabuffetti. Qué difícil es hablar de este tema. Las fotografías divulgadas ayer, que se suman a otras que ya habían sido publicadas, son verdaderamente impresionantes...
MAURICIO RABUFFETTI:
Yo no creo que sea difícil hablar de esto: lo difícil es hablar con calma de esto sin que la indignación supere la capacidad de análisis. Porque eso es lo que causan estas imágenes antes que nada, antes de cualquier reflexión: indignación. No es difícil, lo único quizá complicado es elegir con qué término lo definimos: barbaridad, salvajada, comportamiento enfermizo... Cada cual usará la palabra que quiera. Lo cierto es que se trata de un comportamiento absolutamente criminal, absolutamente fuera de lo que marcan las convenciones de derechos humanos que se aplican aun en circunstancias de guerra. Y eso es lo primero que hay que decir en este caso, antes de analizarlo, que es en definitiva nuestro trabajo.
JI - Sin duda se trata de una situación indignante, una situación que, más allá de estas valoraciones que tú señalabas, le va a costar caro a Estados Unidos.
MR - Le está costando muy caro. Ahora vamos a las consecuencias de este escándalo, pero no sin antes detenerme en dos elementos que me parecen fundamentales para comprender en su justa dimensión esto que está ocurriendo. El primero es que estas fotografías demuestran que la humillación fue practicada en forma sistemática por algunos soldados estadounidenses en la prisión iraquí de Abu Ghraib, de donde provienen las imágenes. Y el segundo, y creo que por eso estas imágenes que son de por sí chocantes molestan aun más y tienen un impacto aún mayor en la opinión pública, es que Estados Unidos invadió Irak con un par de argumentos centrales: Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva -nunca aparecieron- y liberar al pueblo iraquí de la opresión de Saddam Hussein, que torturaba en la misma prisión en la que ahora los torturadores forman parte de las fuerzas que venían a devolver la libertad. Es muy contradictorio como mensaje.
JI - El argumento que usó Bush en entrevistas con cadenas árabes de televisión fue que ese fue el comportamiento de un grupo aislado de soldados.
MR - Bush dijo eso en dos entrevistas con las cadenas de televisión árabes, y eso parecen indicar las fotografías en las que se ven algunas caras repetidas de soldados cometiendo estos actos. Pero cuando a alguien le mostrás a una persona que estuvo durante horas parada arriba de una cajita, encapuchada, con sus dedos conectados a cables de electricidad y con la amenaza de que si se caía la electrocutaban, o alguien que durante horas es esposado desnudo a una cama con la columna vertebral absolutamente encorvada y un calzoncillo tapándole la cabeza -porque esas son las imágenes que se vieron-, difícilmente se conforme.
JI - Por aquello de que una imagen vale más que mil palabras...
MR - Más allá de eso, no me cabe la menor duda de que estos casos van a derivar en condenas a prisión en Estados Unidos.
JI - Lo que se pide en todo el mundo es que haya justicia con respecto a esto. Bush prometió algo ayer.
MR - Bush dijo que se va a hacer justicia contra los autores de estos actos repugnantes, deleznables o abominables -esas fueron algunas de las traducciones que encontré revisando la prensa internacional- y también dijo a las cadenas árabes (ayer lo consignaba la BBC)- que los estadounidenses están tan indignados por esto como los iraquíes. Y eso es absolutamente cierto, tan cierto que esto se ha convertido en un escándalo político en Estados Unidos y varios legisladores han pedido la renuncia del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld. Creo que la pauta que confirma que el escándalo va en aumento la da el cambio de actitud del presidente, cuando habló con las cadenas árabes Bush no pidió disculpas directamente.
JI - Esa fue una de las razones del enorme descontento en el mundo árabe que los medios internacionales de prensa han venido destacando en las últimas horas.
MR - Sin embargo ayer -vuelvo al mismo artículo de la BBC que mencionaba recién- el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, dijo que el presidente "lamenta profundamente" lo que ocurrió con estos prisioneros iraquíes. Pero después, producto de una presión internacional creciente, Bush dijo en una conferencia posterior a una reunión con el rey Abdalá II de Jordania que había expresado al monarca jordano que "sentía" la "humillación y el sufrimiento de los prisioneros iraquíes". Otro elemento que da cuenta del impacto de esta situación en el gobierno es que ayer la Casa Blanca dejó saber, de la forma más suave posible, que Bush "reprendió" al secretario de Defensa por no haber informado a su debido tiempo al presidente de estos hechos.
JI - Esto pasa en todo el mundo, el tema de los fusibles, de quién carga con esto. Recordemos que Bush dijo que se había enterado por la prensa de estos vejámenes, que según diversas fuentes eran conocidos en el Departamento de Defensa desde hacía algún tiempo.
MR - Es correcto. Obviamente lo que buscó el gobierno con esto fue, de alguna forma, que no saltara ese fusible, suavizar las críticas al secretario de Defensa quien, según confirmó ayer el presidente, va a seguir en el cargo. Es lógico que siga por varios motivos; uno de ellos es que Rumsfeld es uno de los ideólogos de la "guerra contra el terrorismo" que lleva adelante la Casa Blanca, y si su cabeza rodara por este caso sería un mensaje muy malo -uno más- para aquellos que confiaron en que Bush hacía lo correcto al declararle la guerra a Irak, lo que podría costarle muy caro en medio de esta incipiente campaña electoral en Estados Unidos.
JI - Ese es el otro punto, por un lado la lectura que podemos hacer nosotros como ciudadanos del mundo, y por otro la lectura interna en medio de una campaña en la que el propio John Kerry, que es el rival de Bush, el candidato demócrata, criticó al presidente por enterarse de todo esto a través de la prensa. E importa también el impacto a futuro que esto pueda tener en el mundo árabe.
MR - Sí; lo que decís de John Kerry es verdad, evidentemente va a aprovechar esta coyuntura, sobre todo cuando la campaña publicitaria va dirigida, en su caso, al tema de su posición ante la guerra. Con respecto a lo que decías con relación al mundo árabe, justamente, ayer el editorial del diario francés Le Monde -que se titulaba "Bush y el caos"- señalaba que el presidente egipcio, en declaraciones anteriores a este periódico, decía que nunca había visto un rechazo tan grande hacia Estados Unidos en la región. Que Hosni Mubarak diga esto creo que da la pauta de que los efectos de estas imágenes van a ser pésimos, no sólo a nivel de la opinión de gente común, sino también porque seguramente van a ser utilizadas por cuanto grupo extremista islámico existe en el mundo.
***
JI - Quedan otros aspectos, por ejemplo las fotografías que se han conocido del lado británico, qué va a pasar con esto.
MR - Sí, hace algunos días el Daily Mirror publicó en su portada la foto de un soldado británico orinando a un detenido iraquí. Realmente creo que esto no termina acá, las secuelas van a seguir durante varios meses y habrá que ver si se abre algún tipo de juicio, algún tipo de acción ante tribunales internacionales contra los militares responsables de estas acciones.
***
Imágenes de los abusos, difundidas por el diario español El Mundo
Un problema sistémico. Análisis de la BBC
---------------------------
Edición: Jorge García Ramón