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Chile entre saqueos: "Sensación de descontrol en materia de seguridad pública"

Contacto con Aldo Lema, economista, jefe del Grupo Security y colaborador de En Perspectiva.


(Emitido a las 8.41 horas)


JUAN ANDRÉS ELHORDOY (JAE):
La economía chilena, una de las historias de éxito de América Latina, será puesta a prueba con la reconstrucción tras el terremoto. Su impacto podría situarse entre 15.000 y 30.000 millones de dólares.

La crítica situación que viven poblaciones enteras, caso Concepción de Chile, la segunda ciudad más importante, se vio reflejada con saqueos generalizados. El gobierno movilizó a unos 14.000 militares a las regiones más afectadas y se han visto escenas de guerra, por ejemplo en Concepción, con tanquetas custodiando lugares estratégicos, mientras patrullas con soldados con armas recorrían las calles.

Algunos analistas aseguran que los saqueos dejan en evidencia que Chile, pese al crecimiento modelo de los últimos años, sigue siendo un país fracturado con desigualdades sociales muy marcadas, sobre todo entre su capital, Santiago, y el resto del país. Otra hipótesis: ¿será que los países con mejores credenciales no están a resguardo del pánico?

¿Qué está pasando en Chile en definitiva? Con este panorama, vamos a conversar con Aldo Lema, economista, jefe del Grupo Security y colaborador de En Perspectiva.

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JAE – ¿Con qué te quedas: con la opción de desigualdad como explicación en este tema de los saqueos, las desigualdades sociales muy marcadas, o con la de que, independientemente de las condiciones y credenciales del país, hay escenas de pánico que se van a dar indefectiblemente? ¿Cómo lo explicas tú?

ALDO LEMA (AL):
Yo tiendo a darle más énfasis a la segunda de las hipótesis. Creo que ningún país en estas circunstancias está exento de situaciones de vandalismo, sobre todo cuando, de algún modo, hay una reacción tardía en materia de seguridad por parte del gobierno. Esto es hoy un reconocimiento transversal, parte de la propia Concertación, que hasta la próxima semana está en el gobierno. Obviamente también de la oposición se ha hecho público durante estas últimas horas. Creo que la propia presidenta de la República, Michelle Bachelet, al señalar este martes que va a actuar con todo el rigor de la ley, está haciendo un reconocimiento de que en las primeras horas o en los primeros dos días tras el terremoto no se pusieron todas las medidas de seguridad pública, no se garantizó el normal funcionamiento de esas dos regiones y como consecuencia de eso se generó un terreno fértil para que el vandalismo y ciertos sectores aprovecharon la oportunidad para los saqueos, que también hay que esclarecer que han sido, quizá, exacerbados en los medios de prensa. Aparentemente se plantea que hay mucho temor por parte de la ciudadanía, por sus propiedades o por sus bienes, pero que con la Ley de Excepción, que ha sido instaurada en la región, eso ha ido tranquilizándose.

Creo que el tema de las desigualdades ha estado presente también antes del terremoto y no por eso había llevado a saqueos o a problemas en esta dirección.

En la región, en particular Concepción, siempre ha habido terreno fértil para algunos sectores un poco más radicales o antisistémico...

JAE - ¿Cómo se entiende eso?, porque te estas refiriendo a una diferencia con Santiago de Chile.

AL – Me refiero en el sentido de que toda la región, en particular la ciudad de Concepción, probablemente puede tener algunos sectores sociales, o incluso desde el punto de vista de participación política, que han tenido acciones que en el pasado han sido algo más radicales que de las del promedio del país. En este momento, donde se ha generado cierta confusión respecto al abastecimiento y la disponibilidad de productos durante los próximos días, se han sumado vandalismo y temores de algún sector por que esos productos finalmente no se vayan a disponer en esa zona.

Por lo tanto, tiendo a pensar que el tema de las desigualdades, que, si bien es un tema que sigue muy latente en Chile, no es en ningún caso el factor fundamental detrás de estos saqueos, sino que es más bien la sensación de poca seguridad o de descontrol en materia de seguridad pública, que emergió en las primeras 48 horas, y la oportunidad que han considerado algunos sectores para acometer frente a la propiedad pública o privada en este momento de confusión.

JAE – Tú decías que el gobierno de algún modo ha hecho autocrítica, ha dicho que ha respondido tarde a este escenario de inseguridad... ¿Qué ha pasado con respecto al tema víveres, a los artículos de primera necesidad, por ejemplo, que deben llegar a las poblaciones afectadas en forma rápida?

AL – Con esta Ley de Excepción, ese problema, que estaba, eventualmente, comenzando a crecer, se va a ir atenuando. O sea, parte provino también de conversaciones del propio gobierno con los grandes proveedores en la zona, que, ante el temor de que crecieran los actos de vandalismo, estaban probablemente especulando con reducir la oferta o, eventualmente, cerrar algunos de los locales o no abrir temporariamente. Creo que ese problema debería irse solucionando en el correr de las próximas horas, disminuyendo los problemas de abastecimiento en la medida que hoy hay claramente una situación de mayor normalidad y de menor riesgo en materia de vandalismo.

Con todo, hay problemas todavía en los servicios públicos que deberían continuar, o sea, servicios relacionados fundamentalmente con energía, gas, agua, que eventualmente pueden agravar la situación.

Pero de algún modo lo que el gobierno hoy está planteando y a lo que está derechamente jugado es que con la Ley de Excepción y con una movilización de las Fuerzas Armadas en la región, haya un fenómeno de disuasión...

EMILIANO COTELO:
...La advertencia que se hace desde el gobierno es muy fuerte. El general Guillermo Ramírez, responsable de las tropas en Concepción, dice: "Las tropas no se van a inhibir en el cumplimiento de sus funciones, lo indico a fin de evitar cualquier accidente lamentable; la orden que tienen los militares es detener a los saqueadores y entregarlos a los carabineros o a la Policía Civil. Si no acatan, dispararan al aire; en caso de que la persona no se detenga, los disparos serán al cuerpo".

AL – Aparentemente esto es un reclamo de la propia ciudadanía de Concepción, que inicialmente vio con mucho temor el fenómeno del vandalismo, y un reconocimiento del propio gobierno y, por lo tanto, una instrucción expresa efectuada por la presidenta de la República en esa dirección. No es que aquí haya una autonomía completa de las Fuerzas Armadas, por el contrario, esto es más bien una medida del propio Poder Ejecutivo, de la propia presidenta, que va en esa dirección. Creo, fundamentalmente, que los anuncios que se han leído este martes buscan disuadir un foco que estaba empezando a crecer y sobre el que había mucho temor de dónde podía terminar.

JAE – Por un lado, Chile, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), tenía previsto de acuerdo a sus cálculos, ser el primer país con el producto bruto per cápita más importante de la región; ahora se habla de un costo de 15.000 a 30.000 millones de dólares para reconstruir las zonas afectadas por el terremoto... ¿Cómo impacta esto?, ¿qué capacidad de respuesta tiene Chile para afrontar este proceso ahora de reconstrucción?

AL – Hay dos fenómenos que son importantes. El impacto de un terremoto es fundamentalmente sobre el stock de capital en la economía, o sea, se destruye capital y eso no necesariamente tiene un efecto en el corto plazo en el producto de la economía. Con esto quiero distinguir entre el stock de capital que puede haber sido deteriorado en materia de infraestructura vial, portuaria, comunicaciones, y el impacto transitorio durante marzo probablemente y el segundo trimestre de un menor crecimiento del producto derivado fundamentalmente de todos los problemas tanto de comunicaciones y demás, como que el país no está funcionando normalmente. Eventualmente este segundo efecto sobre la actividad económica se puede hasta ver compensado por una fuerte reconstrucción e inversión durante el segundo semestre.

Sumando y restando uno puede llegar a estimar que el crecimiento de Chile este año no se vea tan afectado, es decir, se va a ver afectado fundamentalmente el primer semestre, va a cambiar el perfil, va a haber probablemente caída de la actividad económica en marzo y quizá eso todavía se note en el segundo trimestre, pero puede haber una reconstrucción y una inversión muy fuerte en algunos sectores durante el segundo semestre y más entrado el año 2011, que lleven a que se compense ese efecto.

Por otro lado, las cifras entre 15.000 y 30.000 millones de dólares hasta ahora son preliminares, apuntan a cuánto stock de capital se deterioró...

JAE - ...Son estimaciones privadas y muy amplias, además.

AL – Exacto, y creo que pueden estar sobredimensionadas, sobre todo considerando que el centralismo de Chile implica que casi el 50% de la producción está en la zona metropolitana: eso hace una diferencia esencial con las comparaciones respecto al terremoto de 1985 que ocurrió en la región metropolitana y que, por lo tanto, corresponde separar esos dos elementos de los que hablábamos.

JAE – Hablando de destrucción de capital, algunos sectores parecen sentir algunos efectos, de hecho el cobre en el mercado internacional subió por los temores que había de daños en las minas más importantes del país; ahora se habla del sector forestal, por ejemplo, que tiene buena base en las regiones afectadas. ¿Cómo ves este asunto, qué sectores pueden verse más complicados por el fenómeno de destrucción de capital?

AL – El cobre subió inicialmente sobre reacción y se ha ido normalizando; no hay un tema relevante ahí. La mayor parte del cobre proviene del norte. En el caso de la celulosa y del complejo acerero que están en Concepción, los efectos aparentemente son significativos sobre la producción de este trimestre y del próximo, eventualmente extendidos al segundo semestre, pero no parece que hubieran daños significativos o estructurales sobre las plantas de celulosa de la región y daños perdurables sobre las plantas acereras.

Por lo tanto, volviendo a la separación entre los dos elementos que hacíamos al principio, son efectos sobre los flujos de producción de este año y eso podría impactar en el precio de la celulosa. Se especula que el precio de la celulosa hoy bordea los 850 dólares y podría subir unos 50 dólares adicionales, pero no hay un impacto significativo. Eso lo refleja, sobre todo, el termómetro que tenemos día a día que es el índice de precios de las acciones en Chile, que, medido en moneda local, cayó apenas 1,30% el lunes y el martes en torno a 0,5%. No hay un impacto significativo ahí. Y por otro lado, medido en dólares, dada la caída que ha experimentado el tipo de cambio en Chile, la variación de las acciones fue aún menor.

Así que desde el punto de vista económico, los efectos son bastante acotados, obviamente estos dos sectores son probablemente los más impactados. E incluso me atrevería a decir que este es un argumento bastante potente para disponer de un gasto en infraestructura, a partir del segundo semestre, bastante más significativo eventualmente del que se está previendo. Por lo tanto, el nuevo gobierno que asume la próxima semana tiene, quizá, más grados de libertad en esa dirección.