Internacionales

Estados Unidos endurece el embargo contra Cuba

Informe de Mauricio Rabuffetti.

(Emitido a las 08.10)

EMILIANO COTELO:
La semana pasada el gobierno del presidente George W. Bush anunció una serie de medidas que endurecen el embargo económico y comercial contra Cuba. Con ellas la Casa Blanca pretende acelerar una transición hacia la democracia en la isla. La respuesta del gobierno de Fidel Castro no se hizo esperar y ahora los cubanos padecerán nuevas medidas de shock económico.

Analizamos En Perspectiva los motivos que llevaron al gobierno Bush a tomar esta decisión y qué consecuencias van a tener estas medidas y las adoptadas por el gobierno Castro sobre la vida de los ciudadanos comunes y corrientes.

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El diálogo es con Mauricio Rabuffetti. Es una nueva instancia de endurecimiento de este embargo que lleva ya 42 años. Recuerdo realmente muchas situaciones parecidas a ésta que nos toca ver ahora, con noticias de tenor similar. ¿Cuáles son los fundamentos de esta decisión adoptada por la Casa Blanca?

MAURICIO RABUFFETTI:
Yo creo que aquí hay que separar los objetivos que el gobierno de George Bush plantea que quiere alcanzar con estas medidas, que ya vamos a explicar en qué consisten, de las motivaciones políticas de una decisión de este tipo en un año como éste, un año electoral. La Casa Blanca considera que apretando más el cerco económico al gobierno de Castro puede acelerar su caída, la caída de la "tiranía" castrista, según los términos oficiales estadounidenses. Ésos son la motivación y el objetivo oficiales de esta iniciativa que va en el mismo sentido que muchas otras similares, tan famosas como aquella ley Helms-Burton, de 1996.

EC - Eso en cuanto a los argumentos del gobierno estadounidense para promover estas medidas, que fueron adoptadas después de un informe presentado por el secretario de Estado Colin Powell.

MR - Un informe que, según la información que se pudo conocer, apunta precisamente a establecer cuál sería el camino más corto para que Cuba vaya hacia un sistema democrático. Pero como te decía, continuando con el razonamiento anterior, una cosa son las razones oficiales y otra las motivaciones políticas que encierra esta serie de medidas. En noviembre son las elecciones en Estados Unidos, en las cuales Bush se juega, por supuesto, su chance de lograr un segundo mandato; su popularidad viene cayendo, hablamos de niveles de 46 por ciento, según la última encuesta que pude ver, y hay algunos sectores clave de la población que necesitan ser cortejados por los aspirantes a la Casa Blanca, entre ellos uno muy importante es la población latina o hispana.

EC - Hablamos entonces de un objetivo político-electoral.

MR - Claro; lo resumo brevemente: hay dos niveles de acción que deben contemplar los candidatos George Bush y John Kerry en lo que hace a la población hispana de Estados Unidos. Uno es el nivel de los hispanos en general, que son 20 millones de personas y unos ocho millones de votantes potenciales; otro es el de los cubano-americanos. ¿Por qué? Porque constituyen un sector de votantes extremadamente activo, importante en número y económicamente en uno de los estados que fue clave en la elección pasada: la Florida. En ese estado, gracias a un pequeño margen de votos y a pesar de haber obtenido menos sufragios en todo el país, por el sistema estadounidense de votación, Bush derrotó a Al Gore y llegó a la Casa Blanca. Bush necesita entonces cortejar, de ser posible obtener el voto y, más que el voto, el respaldo explícito de los cubanos de Miami, a los cuales por otra parte prometió medidas contra el gobierno de Castro durante su campaña anterior.

EC - Me veo tentado a preguntarte cuál fue la reacción de los cubanos de la Florida, pero primero vamos a hacer un breve racconto de las medidas enunciadas por la Casa Blanca.

MR - Las medidas apuntan a limitar el ingreso de divisas que Cuba obtiene mediante el turismo, que es la principal fuente de ingreso de dólares para la isla, reduciendo por ejemplo las posibilidades de viaje de ciudadanos estadounidenses a territorio cubano y la cantidad de dinero que un turista estadounidense está autorizado a gastar en Cuba; esa cantidad prácticamente reduce a la tercera parte. También planteaba la posibilidad de recortar las remesas enviadas por cubanos en el exilio a sus familiares en la isla, algo que no fue bien recibido por buena parte de esa colectividad porque sabe que representa la principal fuente de ingresos de sus familias en un país en donde todo pasa por el control oficial. No obstante, para darte una respuesta corta a tu otra pregunta, el exilio vio en general con buenos ojos esta iniciativa a nivel general. Pero las medidas no se quedan sólo en el plano económico, también se plantea la atribución de fondos a las organizaciones opositoras a Castro que existen en Cuba, ésas a las que se suele bautizar como "ilegales pero aceptadas" por el gobierno cubano, muchos de cuyos líderes han sido detenidos por el régimen.

EC - Y  también se plantea la posibilidad de una... llamémosle "influencia", a través de los medios de comunicación, facilitando la penetración de la radiotelevisión Martí en Cuba.

MR - Exactamente. Actualmente es prácticamente imposible que los cubanos reciban ésta y otras cadenas en la isla, lo cual determina que sólo se informen a través de medios oficiales, salvo en los hoteles donde hay cable, a los que por supuesto no accede el cubano de a pie. Pero como decimos una cosa decimos la otra: Radio Martí es la radio del exilio cubano por excelencia, es decir que las medidas de la Casa Blanca apuntan en definitiva a ayudar a un medio radicalmente opositor al gobierno castrista; es decir: de información objetiva para los cubanos de la isla, todavía ni hablar.

EC - Nos queda detenernos en la reacción del gobierno cubano, que la hubo y muy fuerte.

MR - Sí, seguramente los oyentes que tienen algunos añitos encima recordarán incontables situaciones similares a ésta. Castro ha demostrado en circunstancias similares que tiene una gran capacidad de adaptación a este tipo de iniciativas estadounidenses, y la tiene sencillamente porque el Estado cubano controla los hilos de la economía al punto de poder fijar precios y niveles de oferta. Una vez más, entonces, el gobierno apeló a este tipo de mecanismos y optó por cerrar los almacenes en los cuales se venden productos importados por una empresa estatal y que los cubanos pagan -o pagaban- en dólares. Lo mismo ocurrió con algunas estaciones de servicio en la misma situación, además de otras medidas. Pero lo más importante a nivel general es que el gobierno de Castro ya anunció que va a haber un aumento de precios de esos productos -no de los producidos en Cuba- y advirtió que serán necesarios "sacrificios" por parte de la población cubana.

EC - La información que llega a través de las agencias internacionales habla de largas colas frente a estas tiendas y un gran nerviosismo en la población.

MR - Claro, porque todavía no se sabe cómo se van a instrumentar esos aumentos de precios ni qué productos van a tocar. El régimen castrista dijo que la Casa Blanca es responsable de esos aumentos. Pero así como dijimos que estas medidas adoptadas con fines electorales por el gobierno de Bush van a afectar duramente a los cubanos, también tenemos que decir que el gobierno de Castro está -¿cuándo no?- intentando sacar un rédito político de esta situación, fomentando la imagen de Estados Unidos como enemigo del pueblo cubano, como dijo Elizardo Sánchez, uno de los principales líderes opositores a Castro en Cuba. Para poner un ejemplo concreto de lo que digo: Cuba recibe el petróleo en condiciones preferenciales de parte de Venezuela...

EC - Claro, parecería que entonces no necesariamente se justifica un aumento de precios de combustibles.

MR - A eso iba, exactamente. De todos modos, creo que está más que claro a lo largo de la historia de 42 años de embargo estadounidense a Cuba que cada vez que Estados Unidos adopta una medida como ésta para tratar de ahogar al régimen castrista, lejos de lograr su objetivo de tumbar a Castro -como dicen en el Caribe-, lo que consigue es que el presidente cubano logre reunir a su gente en torno a una causa común que es enfrentar la nueva embestida de su eterno enemigo.

EC - Y, como suele ocurrir en estas situaciones, hay un montón de gente en el medio, los cubanos de a pie, a quienes se perjudica.

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Edición: Jorge García Ramón