Internacionales

Entre tensión racial y amenazas de Al Qaeda, Sudáfrica se prepara para el Mundial

Contacto con Lali Cambra, corresponsal de El País de Madrid en Ciudad del Cabo


(emitido a las 08.33 Hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Faltan 52 días para que la pelota comience a rodar en Sudáfrica, en definitiva para que se ponga en marcha una nueva edición del Campeonato Mundial de Fútbol.

Por estas horas los sudafricanos afinan todos los detalles de un monumental evento, que prevé la llegada al país de millones de personas que van a asistir para ser testigos de esta copa.

Pero mientras esto ocurre en la superficie, Sudáfrica acumula problemas, desafíos, algunos domésticos como la violencia interracial y otros importados como la amenaza de Al Qaeda.

Esta mañana les proponemos trasladarnos a Ciudad del Cabo para conocer cómo se prepara el país para el Mundial en medio de acontecimientos sobresalientes que ponen en duda algunos aspectos de esta organización. El diálogo es con la periodista catalana Lali Cambra, corresponsal del diario El País de Madrid en Sudáfrica y colaboradora de En Perspectiva.


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EMILIANO COTELO:
En primer lugar, a principios de abril generó preocupación el asesinato de Eugène Terreblanche, dirigente político racista ultraconservador; el episodio dio pie a especulaciones e inquietudes entorno a un resurgimiento de la tensión racial. ¿Qué ha ido ocurriendo con este caso concreto al pasar los días?

LALI CAMBRA:
La situación ha retornado a la normalidad, de hecho hubo calma durante todos los días. Yo creo que se fue un poco de las manos por varias razones, en principio porque este hombre era un personaje muy conocido por su historia de oposición violenta a la democracia y aunque él estaba retirado y su grupo es muy minoritario, muy pequeño, sin fuerza, esta gente lo que tiene es una ideología muy cerrada y lo que se temía era que fueran capaces de provocar algún altercado, algún intento de venganza, que pudiera hacer que la situación se fuera de las manos. Pero hubo calma en todo momento; una calma expectante pero calma.

Ahora la cosa ha vuelto a la normalidad, la ciudadanía lo que está es sí pendiente del juicio que se celebrará a puerta cerrada, en fecha todavía no decidida. Hay que recordar que Terreblanche fue asesinado por dos de sus trabajadores y uno de ellos es un menor de 15 años de ahí que el juicio vaya a ser a puerta cerrada. La ciudadanía lo que está es pendiente de lo que va saliendo en la prensa entorno de la investigación.

EC – Sí, una de las razones por las cuales aquel asesinato fue tan observado por la prensa internacional pero también analizado dentro de la propia Sudáfrica era el contexto, estaban ustedes ante semanas en las que Julius Malema -el líder de la Juventud del Congreso Nacional Africano, el partido del gobierno- venía llevando adelante un discurso de tono racista.

LC – Sí, justo la semana antes del asesinato de Terreblanche había toda una polémica en el país protagonizada como dices por este joven, Malema, no tan joven, tiene 28 años, pero resucitó una canción antiapartheid en la que se llama "a matar al boer" -el boer es el agricultor blanco, el terrateniente blanco-. Es una canción que está prohibida por inconstitucional, por el fomento de la violencia racial, pero él quiso resucitarla diciendo que era una canción histórica, que era una canción que se había cantado durante el tiempo de lucha contra el apartheid y que no tenía ningún tipo de consecuencias.

Justo después de esta polémica llega el asesinato de Terreblanche con lo cual hubo expectación de que podía haber cierta motivación política detrás o cierto proceso que se le hubiera dado una motivación a estos jóvenes para matar a un hombre con el que tenían algún problema laboral, con el que tenían algún problema de maltrato.

También eso ha servido para revitalizar todo un debate sobre como se relacionan las razas en Sudáfrica, sobre como está la situación laboral en el campo -estos trabajadores trabajaban en la finca de Terreblanche-; pues hay problemas de salarios, hay problemas de trato y demás. Todo esto ha supuesto una gran polémica en todo el país, que además aman los debates, Sudáfrica está continuamente debatiendo.

Y es por eso, tal vez, que la historia se ha hecho inmensamente grande a nivel internacional, si este hombre hubiera muerto en la cama, de un ataque al corazón, no hubiera tenido ningún otro tipo de repercusión. Pero claro, al ser una muerte violenta en esas circunstancias la repercusión internacional del evento ha sido mayor que lo que debería haber sido.

EC – ¿Y tuvo un impacto por ejemplo en la imagen de Sudáfrica en cuanto a los preparativos del Mundial?

LC – Sí, por ejemplo en el Reino Unido los tabloides empezaron a titular diciendo que los fans del Mundial podían esperar un baño de sangre, machetes y demás. Lo que se ha hecho es dar una imagen de una Sudáfrica mucho más violenta de lo que es, violenta contra los blancos y entonces es por ello que ha tenido mayor repercusión.

JAE – ¿Y cómo ha impactado las amenazas de Al Qaeda de atentar en el Mundial, han sido tomadas en serio? ¿De qué forma ha cambiado la organización?

LC – No, no ha cambiado nada porque en principio la amenaza del denominado terrorismo internacional está ahí siempre, es conocida y se han tomado medidas muchísimo antes de que esta última amenaza se produjera.

Ya hubieron anteriores, la embajada de EEUU en Pretoria y los consulados en el resto del país tuvieron que cerrar un fin de semana el mes de setiembre pasado también por amenazas de Al Qaeda. Es decir que esa amenaza está siempre presente. Luego recordemos el ataque sufrido por la selección de Togo en Angola en la copa de África hace escasos meses.

Todo eso hace que el problema del terrorismo esté en primera línea, en cuanto a medidas de seguridad tanto la Policía sudafricana, como el ejército, como la Interpol a nivel internacional han dado el visto bueno a las medidas de seguridad que Sudáfrica ha puesto con respecto al mundial y aseguran que no van a haber ningún tipo de problemas en este nivel.

Lo que pasa es que todo ello, si se suma además el alto nivel de criminalidad que ya sabemos que tiene el país, más los efectos de la recesión económica, está afectando ciertamente la venta de entradas.

JAE – ¿Qué vamos a esperar los que vamos a ver el mundial por televisión en cuanto a estadios, en cuanto a afluencia de público, hay algún dato? Porque se hablaba de estadios vacíos, de escasa afluencia de seguidores extranjeros.

LC – Sí, esa es la gran preocupación actual. El comité organizador local ya ha reducido a la mitad el número de fans extranjeros que esperaban. Se esperaban más de 400.000, casi 500.000, han reducido las cifras a 200.000. Y lo atribuyen todo a la crisis económica y a los precios de los billetes de avión.

Así Alemania o el Reino Unido que son dos países que siguen mucho a sus selecciones nacionales, los alemanes sólo han comprado 32.000 entradas, los británicos 67.000, de 2.000.000 de entradas que se han vendido. Los que más han comprado han sido los EEUU, que parece ser que el fútbol se va consolidando allí, han comprado 118.000.

Sí existe una preocupación porque esto suponga que vayamos a ver los partidos en estadios que no estén del todo llenos o que estén semi desiertos.

EC – ¿Hay margen para tomar medidas a efectos de corregir esa evolución de la venta de entradas?

LC – Ahora han iniciado la última fase de venta de entradas y lo que han hecho es facilitar muchísimo el acceso de los sudafricanos. A los sudafricanos ya les ofrecieron entradas muy baratas o más baratas, acordes con lo que pueden pagar o con lo que ganan, y entonces en esta última fase además de que las entradas son más baratas lo que han hecho es posibilitar que se puedan comprar en ventanilla y al contado, y que los sudafricanos puedan elegir que partido ir a ver. Esto ha supuesto que muchísima gente que no tenía acceso a Internet antes -porque las compras se hacían por Internet-, o que no tenían tarjeta de crédito que también requería antes la compra, se han sumado en masa. La semana pasada vimos gente haciendo cola por la noche, pasando la noche frente a los puntos de venta. Los supermercados esta semana empiezan a vender también entradas. Se han vendido unas 150.000 entradas en sólo tres días y se espera que los sudafricanos sigan sumándose y sean los que finalmente llenen los estadios porque los precios de los billetes de avión, más la recesión económica, más todas estas noticias negativas que van llegando están afectando la venta.

Pero hay mucho entusiasmo, sería una pena que los estadios estuvieran vacíos porque los sudafricanos sueñan con el Mundial.

EC – ¿Puedes contar algunas impresiones en ese sentido, cómo se refleja ese entusiasmo del cual hablas?

LC – Aparte de las enormes colas y además colas que se produjeron sin alboroto, en un momento sólo la Policía tuvo que intervenir porque la gente se enfadaba porque la cola no avanzaba porque el sistema estaba colapsado de tanta gente que quería comprar, estaban todos con muchísimo entusiasmo.

Y luego ya no es sólo en Sudáfrica, Lesotho que es un país muy chiquitito y rodeado totalmente por Sudáfrica, está tratando también de sumarse, está invitando a los fans de todo el mundo a acercarse al país, a participar en proyectos como uno que apadrina Fabio Capello -que es "Kick Four life"- que enseña a través del fútbol qué es el VIH Sida a jóvenes, Lesotho como Sudáfrica tienen un problema con el Sida y el VIH muy grande, pues eso está diciendo "venir, jugar con los chavales, conocer el país" estamos justo en el medio de Sudáfrica. Es un país precioso, la verdad es un país montañoso, ellos también se han sumado. Es decir que están saliendo muchísimas iniciativas que reflejan que el país está dispuesto, preparado. Y además es una gente con una amabilidad y una generosidad muy grande. Y todas estas noticias no reflejan desafortunadamente lo que sucede que son las ganas que tienen de participar y de dar a conocer el país.

EC – ¿Cuéntanos cómo son estos días en materia de tiempo allí en Ciudad del Cabo?

LC – ¿El tiempo meteorológico?

EC – Sí.

LC – No sé si por mi voz lo notas pero yo estoy bien resfriada. Estamos llegando al otoño, llevo una tos que no me aguanto. En Ciudad del Cabo esta mañana ya ha empezado a llover, o sea que los que vengan que vengan bien abrigados porque va a hacer frío y va a llover.