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"El reajuste tributario en Chile es una señal política de Piñera hacia el centro"

Contacto con el economista Aldo Lema, desde Santiago


(emitido a las 7.20 Hs.)

EMILIANO COTELO:
En Chile, ayer el presidente Sebastián Piñera presentó un paquete de medidas a través del cual se procura recaudar unos 20.000 millones de dólares en los próximos cuatro años.

De ese total, 8.400 millones se destinarán a la reconstrucción del país tras el terremoto ocurrido el 27 de febrero pasado, 9.200 millones servirán para financiar el programa de gobierno que se había presentado durante la campaña electoral, y otros 2.300 millones serán para recuperar el equilibrio fiscal estructural del país.

Durante un acto celebrado en el Palacio de la Moneda, Piñera explicó que una parte de esos fondos, unos 3.225 millones de dólares, se recaudarán a través de un proyecto de ley que impone subas tributarias. Subas que, según el nuevo presidente chileno, son moderadas y justas.

(Audio Piñera)

"Lo que hoy día le estamos pidiendo al país es un esfuerzo solidario adicional, a las empresas y a los sectores más favorecidos, para poder ayudar más y mejor a la clase media, a los más pobres, a las micro, pequeñas y medianas empresas, y a las víctimas del terremoto y del maremoto".

(Fin del audio)

Nos trasladamos a Santiago para dialogar con el economista uruguayo Aldo Lema, profesor de la Facultad de Economía de la Pontificia Universidad Católica de Chile, economista jefe del Grupo Security.

¿Qué importancia tiene esta presentación de ayer?

ALDO LEMA:
Desde el punto de vista económico justamente lo que tú mencionabas, es un programa que busca recaudar esos 3.200 millones de dólares por la vía de algunas alzas tributarias. Sin embargo, el resto del financiamiento del programa de gobierno y de la reconstrucción va a venir fundamentalmente de la recaudación que genere el crecimiento económico más las medidas que puedan estar ligadas a la venta de activos prescindibles del Estado, algunas participaciones en empresas públicas, o evidentemente la emisión de deuda interna y deuda externa.

Si lo tuviéramos que resumir, lo de ayer es más bien una señal política más que económica. Por su situación de ahorro en los años anteriores, por la capacidad que podría tener en el futuro para reasignar recursos del gasto público que hoy suma 50.000 millones de dólares, Chile no necesitaba estrictamente un ajuste tributario como el que se ha planteado, que por lo demás va a recaudar 1,5% del Producto.

Sin embargo, esta es una señal política del presidente Piñera hacia el centro del espectro político, sobre todo hacia los sectores más ligados a la Concertación, y que ha generado una fuerte crítica sobre todo desde los sectores propios de gobierno o de la centro-derecha.

EC – Supongo que aludes a cuáles son los sectores que van a tener que pagar estos nuevos impuestos o estos impuestos más altos, ahí está el motivo de la controversia.

AL – Efectivamente. Y además probablemente no todo el equipo económico esté completamente cuadrado, desde un punto de vista técnico, con los ajustes que se están realizando. De alguna manera esa es la señal política.

Y los sectores que específicamente van a estar afectados por esta medida son las grandes empresas, en las que el impuesto que hoy es de 17% a la renta de las grandes empresas va a subir transitoriamente por dos años para volver en 2013 a este valor de 17%; va a haber alzas en las contribuciones inmobiliarias de aquellos activos o de aquellas casas y departamentos que superan los 200.000 dólares; va a haber un alza transitoria en el impuesto específico a la minería, conocido como royalty; también habrá algunos incentivos tributarios que van ligados fundamentalmente a exonerar a las pequeñas empresas del pago del impuesto a las utilidades, o eventualmente también se exonerará a empresas un poquito más grandes dentro de las Pymes del pago al impuesto a las utilidades cuando no retiran éstas de las empresas.

EC –  A propósito de estas medidas que acabas de mencionar, Hernán Büchi –que fue asesor económico y ministro de Hacienda en el gobierno de Pinochet, y luego fue candidato presidencial de la derecha a fines de los años 80– afirmó que "en materia tributaria es como si hubiésemos elegido a Marco Enríquez Ominami".

AL – Claro, en el sentido de que hay algunos ajustes tributarios que no son del gusto de Büchi, que generan algunas distorsiones o que no eran necesarias. Büchi ha dicho además: "Hemos luchado durante 20 años para contener alzas de impuestos que ahora en 20 días se han terminado por materializar". Por lo tanto, creo que este tipo de declaraciones quizás favorecen desde el punto de vista político –estoy en el terreno político más que en el terreno técnico, donde quizás efectivamente hay puntos que Büchi puede tener razón– un posicionamiento de Piñera mucho más en el centro o en la centro-izquierda del espectro.

EC – Justamente, en una entrevista que le realizó Brecha aquí en Montevideo, Carlos Ominami, que fue ministro de Economía en el gobierno de Patricio Aylwin y ahora fue el padrino político de su hijo adoptado, Marco Enríquez Ominami, dijo que "es evidente que con estos anuncios Piñera pretende mostrar que no es un presidente de derecha". Y agregó: "En todo caso, los ministros de Hacienda de la Concertación deberían tener el rostro rojo de vergüenza porque nunca se animaron a aumentarle los impuestos a la minería".

AL – Así es. En el caso del impuesto a la minería, el impuesto específico al royalty, más que un aumento hay una "negociación", en el sentido de que se está tranzando un período de mayor invariabilidad tributaria. Se extiende el período de mayor invariabilidad tributaria hasta el año 2025 a cambio de ajustes en los dos o tres primeros años. Por lo tanto este es un cambio voluntario porque, dado que ya regía la invariabilidad tributaria, hoy voluntariamente la decisión queda en manos de las empresas, si es que se quieren acoger al nuevo sistema, a cambio de extender luego los años siguientes sin cambios, versus el seguir en el esquema actual en donde el cambio no se podría hacer hasta el año 2015.

Yo resumiría que aquí no hay un gran ajuste tributario, más bien es un ajuste tributario menor. Esos 20.000 millones que totalizan los recursos necesarios para tanto la reconstrucción del país como el programa de gobierno que quiere ejecutar el presidente Piñera van a venir mayoritariamente del crecimiento económico de los próximos cuatro años.

EC – ¿Otras consideraciones?

AL – Lo importante aquí es agregar que quizás estas cifras, sobre todo las relacionadas con la reconstrucción, hoy han quedado validadas como cifras en el orden de los 20.000 millones de dólares en las pérdidas del terremoto. Sin embargo, en el sector privado las estimaciones de analistas del sector privado apuntan a que finalmente el costo del terremoto va a ser muchísimo menor.

Se confunden estos dos 20.000 millones: por un lado están los 20.000 millones totales ligados a todo el programa de gobierno incluyendo la reconstrucción, y por otro los 20.000 millones propios de las pérdidas asociadas al terremoto, que con estimaciones privadas más ajustadas son probablemente muchísimo menores. O sea, hoy las cifras están rondando más bien los 14.000 millones de dólares, de los cuales el sector público sería responsable por cerca de 6.000, 7.000 millones.

Desde ese punto de vista creo que para los próximos años probablemente van a haber holguras fiscales bastantes mayores dados los nuevos ajustes que se están haciendo.

Este gobierno de alguna manera tomó el presupuesto dado para el año 2010. Pero viene un período muy interesante de aquí a setiembre, cuando se tenga que enviar la nueva ley de presupuesto fiscal en el que probablemente tanto el sector privado como el propio gobierno van a estar planteando y exigiendo una fuerte reasignación de recursos.

El gasto público creció en los últimos dos años del gobierno de la presidenta Bachelet y del ministro Velasco en cerca de 14.000, 15.000 millones de dólares. Por lo tanto, creo que el énfasis de aquí al presupuesto para evitar alzas de tasas de interés o una gran apreciación cambiaria, una gran caída del tipo de cambio, va a estar en buscar, de los 50.000 millones de dólares que representan hoy el gasto fiscal, rubros en donde se puedan hacer reasignaciones o ajustes para evitar que en el futuro algunas de estas alzas de impuestos puedan tener algún costo en el crecimiento económico que el propio Piñera quiere alcanzar. Yo creo que ese es el nuevo tema: el gran desafío de aquí a setiembre de este año.


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EC – Agrego que otro sismo de 6,4 grados se registró ayer afectando esta vez el extremo norte de Chile y el sur de Perú, con epicentro en la costa de la región de Tarapaca, al noroeste de Arica. No se reportaron víctimas ni daños aunque sí alarma en las poblaciones de la región de ambos lados de la frontera.

En Chile, por otra parte, las primeras lluvias fuertes del otoño complicaron la situación en el centro y sur del país, donde los damnificados por el terremoto de febrero siguen viviendo en campamentos y debieron ser evacuados hacia otros lugares más seguros debido a las inundaciones.


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