Sudáfrica intenta demostrar que el sueño de un país unido y pujante es posible
La pelota ya está en movimiento y el mundo aguarda expectante el desarrollo de una nueva edición del Mundial de Fútbol. Sudáfrica, el país anfitrión, tuvo que sortear numerosos obstáculos políticos, económicos y sociales para lograr ser la sede oficial del torneo más importante a nivel futbolístico. Para conocer más sobre este proceso, En Perspectiva conversó con Lali Cambra, corresponsal del diario El País de Madrid, Guillermo Pomi, embajador de Uruguay en Sudáfrica entre 2005 y abril de 2010, y Nicolás Moreno, embajador uruguayo en ese mismo país entre 2001 y 2005.
(emitido a las 8.33 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Dentro de media hora el mundo entero mirará hacia Sudáfrica, concretamente hacia Johanesburgo, donde, después de días y días de expectativa, tendrá lugar la ceremonia inaugural del Mundial de Fútbol 2010.
Ya está todo listo para que las selecciones de 32 países inicien una competencia que se extenderá a lo largo de un mes y culminará el 11 de julio, con un nuevo campeón.
Por estas horas, en las ciudades sudafricanas se vive una verdadera fiesta, en la que turistas se unen a los 49 millones de habitantes de ese país para alentar a los colores de sus selecciones.
Hace ya varios meses que Sudáfrica está en el centro de las miradas del mundo, por el interés que siempre concita el país sede de un torneo de este tipo, pero además porque esta es la primera vez que la máxima fiesta del fútbol se realiza en el continente africano.
¿De qué manera llega la Nación del Arco Iris a esta fecha, este 11 de junio de 2010, en la que puso tanta energía, tanto esfuerzo y tanto dinero?
Vamos a averiguarlo en los próximos minutos.
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EC - Saludamos a Lali Cambra, española, corresponsal del diario El País de Madrid, con quien ya hemos tenido otras conversaciones aquí en En Perspectiva.
Recién charlábamos con el profe Ricardo Piñeyrúa, de nuestro equipo de 13 a 0, que nos hablaba de un tiempo magnífico. ¿Sigue así?
LALI CAMBRA:
Estamos teniendo muchísima suerte, porque generalmente junio y julio son los meses de más lluvia de todo el año, y cuando llueve en Ciudad del Cabo, llueve, llueve por semanas, llueve por días, y este mes no, hemos tenido solo dos días de lluvia y está haciendo un sol precioso, nada de viento, como primavera.
EC - Es un buen augurio.
LC - Esperemos que continúe.
EC - ¿Cómo le fue a Sudáfrica con los preparativos, especialmente con las obras de infraestructura, la ampliación de la capacidad hotelera y la organización de la seguridad?
LC - Con respecto a la ampliación hotelera no hubo mucho que hacer. Se han hecho nuevos hoteles, por supuesto, pero Sudáfrica es un destino turístico por excelencia comparado con el resto de África, es un país muy moderno, que ofrece mucha infraestructura hotelera de por sí. Muchos parques naturales durante mucho tiempo han estado abiertos y abiertos para el turismo. Era un turismo más local, y con la llegada de la democracia se hizo mucho más internacional. Se han construido nuevos hoteles, pero el grueso de las construcciones para el Mundial ha sido en nuevos estadios y sobre todo en carreteras.
EC - ¿Hay alguna estimación de cuánto se invirtió en esas obras?
LC - En total el gobierno ha invertido 3.000 millones de euros. Es muchísimo dinero. En principio los costes eran valorados a la mitad, pero por diferentes razones fueron creciendo, fueron creciendo los costes en material de construcción, etcétera. Por ejemplo, una de las cosas que más se critican es que FIFA requirió la construcción de nuevos estadios en sitios donde tal vez no era necesario construir, como en Ciudad del Cabo, que ya tenía dos estadios, uno de rugby que tal vez solo había que reformar, y uno de fútbol que tan solo había que reformar también, pero FIFA decidió la construcción de un nuevo estadio en uno de los mejores lugares de la ciudad, junto al mar. Todo esto fue incrementando los costes.
La red de transportes ha supuesto la construcción y puesta en marcha de todo un plan de autobuses, muy necesario por otra parte, y todo ello será un legado después del Mundial. Pero ha tenido unos costes graves y grandes, que han supuesto críticas también; recordemos que es un país con gran desigualdad económica, entonces mucha gente ha dicho que en vez de gastar en esto tal vez habría que haber gastado más en educación, en hospitales, en creación de viviendas, ya que Sudáfrica tiene un problema de chabolismo muy grande. Pero para gustos, colores.
Se dice que el Mundial va a ser beneficioso no solo por el incremento notable que va a haber o que se espera que haya en el turismo, y por todo el legado de infraestructuras, carreteras y demás, sino sobre todo porque va a ser una gran campaña de marketing en la que los sudafricanos podrán explicar al mundo lo moderno que es su país, lo bien adaptado que está, lo industrializado que está, para que haya mayor inversión extranjera en el futuro.
EC - Supongo que a eso hay que agregar el impacto que estas obras, incluso las que no van a ser imprescindibles en el futuro, tuvieron en materia de puestos de trabajo. El año pasado Sudáfrica entró en recesión por primera vez en 17 años y se perdieron 800.000 empleos. ¿Cómo se produjo la compensación por este lado?
LC - Se han creado alrededor de medio millón de puestos de trabajo, algo que era muy necesario. Se dice que el mantenimiento de estos puestos de trabajo ha servido para que la recesión económica no fuera mayor. Se han generado trabajos indirectos, no solo directamente en la construcción, sino la gente que alimenta a los trabajadores de la construcción, un montón de trabajos indirectos relacionados con ello.
EC - ¿En cuánto está el desempleo en Sudáfrica? Un desempleo que hay discriminar entre la población blanca y la población negra, porque es muy distinto según cuál de las dos miremos.
LC - Se habla de un 30% en general, que es muchísimo, es uno de los datos más altos de los últimos tiempos. Pero depende de cómo lo mires, si lo miras desde el punto de vista estrecho de la gente que busca trabajo es un 30%, pero hay una gran parte de la población que ya no busca trabajo, que está desesperada porque sabe que no va a encontrar, ya no busca, y estas personas podrían incrementar el paro hasta el 40%, lo que es muchísimo. Con lo cual, la suerte que tenemos es que estamos en una democracia, en un Estado de bienestar y hay 13 millones de personas que reciben algún tipo de ayuda social para mantenerse. Hay muchísima desigualdad.
EC - Ese dato del 30% de desempleo corresponde a la población negra, porque entre los blancos, según veía en los antecedentes, el desempleo es bastante más bajo, está en el 5%.
LC - Sí. Esto es uno de los legados del apartheid, que tenía un muy buen sistema educativo, un muy buen sistema de escolarización, de universidades, con lo cual el hombre blanco y la mujer blanca tienen más posibilidades, más capacidad para optar a puestos de trabajo mejores, que son los que se requieren. No se requiere tanto de mano de obra barata, sino mano de obra que sepa hacer cosas, que tenga capacidad técnica, que tenga conocimientos, que es lo que la población negra todavía no tiene porque el sistema educativo todavía es deficiente. Está mejorando mucho, hay muchísima población negra en las universidades mediante becas y demás, pero todavía falta mucho en términos de educación básica y secundaria.
EC - Yo te interrumpí cuando tú estabas agregando otras consideraciones a propósito del impacto de este Mundial en la sociedad, en la economía, en la población de Sudáfrica.
LC - Más que nada es eso. Uno de los grandes obstáculos que ha tenido que superar Sudáfrica es el escepticismo, la mala imagen de Sudáfrica que había y hay todavía en el exterior. Que no sé hasta qué punto no está relacionada con un cierto soterrado racismo de decir "no son capaces de hacerlo", de dudar de si son capaces de hacerlo. No es un país pobre, es un país que ha podido afrontar estos gastos.
Y sí, hay muchísimo crimen, pero también hay muchísima policía. Hubo un atraco el martes pasado a tres periodistas a 100 kilómetros de Johanesburgo, y todos los periodistas decían "esto se va a repetir", "va a ser horroroso", pero la policía ha detenido a los cuatro atracadores y ha recuperado el botín. No todo es positivo ni todo es negativo.
EC - ¿Cómo está el problema de la violencia hoy en Sudáfrica? Veía algunos números impactantes: 50 personas mueren asesinadas cada día; ¿puede ser?
LC - Sí, es uno de los países más violentos del mundo, me parece que después de México y Colombia. Hay 18.000 asesinatos por año. Pero volvemos a estar en las mismas, las grandes víctimas del crimen es la población negra, pasa en los guetos, en los barrios más pobres, la gran cantidad de crímenes que hay pasa en los grandes asentamientos de chabolas. Con respecto a lo que se decía, quién va a ser el damnificado por el crimen de Sudáfrica durante el Mundial: seguirán siendo los mismos. Es normal que haya ladrones en hoteles y demás, pero la gran mayoría del crimen es entre la población negra.
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EC - Ubiquemos rápidamente a Sudáfrica.
JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
La República de Sudáfrica tiene casi 49 millones de habitantes; la expectativa de vida es de 49 años, ocupa el lugar número 209 en el ranking mundial; hay una altísima prevalencia del sida, el 18% de la población está afectada, es el cuarto país en el mundo; y tiene una superficie de 1.220.000 kilómetros cuadrados.
EC - Un gigante.
JAE - Siete veces más grande que Uruguay. Y es un gran productor de productos agrícolas, pese a que solamente el 12% de su superficie es arable.
EC - Ahora estamos en diálogo con el economista Guillermo Pomi, que desde hace pocas semanas es el embajador de la República Oriental del Uruguay en Argentina, pero que entre 2005 y abril de 2010 fue nuestro embajador en Sudáfrica.
A usted le tocó seguir de cerca los preparativos de Sudáfrica para el Mundial. ¿Qué es lo que más recuerda?, ¿qué destaca?
GUILLERMO POMI:
Recuerdo embotellamientos en las rutas durante el proceso de obras. Un amigo antes de venirme me decía: "Pasaste toda la etapa complicada y ahora te perdés la fiesta", porque pasé toda la etapa de las obras, de la construcción, del armado de la estructura para el Mundial. El recuerdo es ese, que muchas veces andábamos por algunos lugares del país y nos encontrábamos con obras que nos hacían desviar el tránsito o nos entorpecían en alguna actividad. Es normal que eso pase.
EC - ¿Qué implicó como desafío para los sudafricanos toda esta organización?
GP - Sudáfrica contaba ya antes con una buena infraestructura, infraestructura vial, de obra pública, en cuanto a estadios, escenarios deportivos, distintas cosas que hacen a la infraestructura de un país. No hay que olvidar que Sudáfrica ha sido un importante protagonista en el mercado mundial de los minerales, de piedras preciosas, con una industria que desde el año 91 ha estado creciendo a un ritmo importante. No es un país africano con carencias en este aspecto.
EC - A la hora de invertir, ¿cuánto implicó esto como complicación, como exigencia para las cuentas públicas?
GP - Hubo un debate político importante en Sudáfrica: si un país con las carencias que ustedes señalaban, como baja expectativa de vida al nacer, preeminencia de enfermedades infectocontagiosas como el sida, carencias históricas en la educación, era importante que hiciera esta inversión para un evento deportivo.
EC - Eso lo mencionaba nuestra corresponsal en Ciudad del Cabo. Pero mi pregunta apuntaba a saber si Sudáfrica tuvo que endeudarse para llevar adelante este tipo de emprendimientos, cómo manejaron las necesidades.
GP - Sudáfrica es un país que en términos de sus cuentas públicas funciona bastante prolijo, incluso algunas veces las discusiones políticas al término de un período o al cierre del ejercicio anual han sido porque no se ha ejecutado el gasto previsto, en algunos casos según algunos por incapacidad para ejecución. Por lo tanto ha sido un país con superávit fiscal recurrente a lo largo de los años.
Además el financiamiento de un evento de estas características no recae solo sobre el país organizador, hay una participación importante de FIFA. La discusión política ha sido la que se da siempre en estos casos, si un país con todas esas limitaciones que señalábamos puede invertir en algunas obras de infraestructura como los estadios fabulosos que se han hecho o remodelado para el Mundial, que no está claro si van a tener uso en el futuro o van a quedar como unos elefantes blancos en medio de algunas ciudades que quizás no tengan actividad suficiente como para amortizar esas inversiones. Pero el tema del financiamiento no fue un punto dramático en la discusión política. Usted sabe que estos temas suelen ser usados políticamente para sacar rédito en la política interna, pero no tengo la impresión de que haya sido un tema central.
EC - ¿Cómo le fue a Sudáfrica a la hora de cumplir con los compromisos que había asumido? ¿Qué pasó en materia de fechas? ¿Qué pasó en cuanto a la calidad de la terminación de las obras que tenían que realizarse?
GP - Ahí sí ha habido problemas. Recuerdo que en el año 2007 hubo una discusión importante, incluso hubo más de una inspección no prevista por la FIFA por preocupación de que los plazos no se estaban cumpliendo. Incluso recuerdo que en algún momento la empresa que organiza con la FIFA este tipo de evento porque la FIFA subcontrata empresas especializadas en la organización de los eventos y en el manejo de todo el proceso tuvo que hacer algunos cambios en su estructura por preocupación por el tema de los plazos.
Yo no estoy en Sudáfrica desde hace dos meses, dos meses y medio, pero por supuesto que estoy en contacto, además tengo a mis hijas allá y a mi yerno allá, que trabaja en esa empresa que organiza el Mundial, y he recibido información de que algunas partes de la infraestructura prevista no van a estar prontas 100% o no van a estar operativas. Un ejemplo muy simbólico de todo este proceso es el Gautrain, un tren de alta velocidad que en principio iba a hacer el servicio entre el aeropuerto de Johanesburgo, Santos un barrio de Johannesburgo y Pretoria, que no va a estar operativo al 100%, pese a que fue una de las mayores inversiones, si no la mayor, previstas para este evento.
EC - Sudáfrica ha considerado el Mundial como una prueba, como una vitrina, como una oportunidad para mostrar de lo que es capaz, "que los negros podemos", dicen varios habitantes sudafricanos hablando con los periodistas en estos días. ¿Qué pasó? ¿No llegó a estar a la altura de las circunstancias, la desbordó esta exigencia?
GP - No veo el resultado final, no estoy ahora allá, pero yo no sería tan dramático como para decir que los desbordó. Evidentemente algunas etapas que estaba previsto finalizar para esta fecha no están finalizadas, pero no tengo la impresión, por lo que conozco de Sudáfrica y por lo que vi hasta hace unos meses, de que podamos hacer un juicio tan dramático, que se desbordó. Con las carencias propias de un país de esas características, niveles medios de educación relativamente bajos para los parámetros con que nosotros nos manejamos, con un problema de seguridad bastante importante Sudáfrica tiene un indicador de crímenes violentos muy alto, tengo entendido que está entre los primeros tres países en el mundo en ese sentido, hay elementos que no van a ser perfectos. Yo me imagino que es mucho más fácil preparar un evento de estas características para Francia, Alemania, Japón o en el 2030 para nosotros y Argentina, que para un país como Sudáfrica. La percepción que tengo, por la Sudáfrica que dejé hace dos meses, es que el evento se puede realizar con normalidad, más allá de que puedan llamar la atención algunos hechos de inseguridad contra periodistas e incluso contra algún equipo. Pero es donde se hace el Mundial, son las características de esa región.
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EC - ¿Qué te quedaste razonando, escuchando, reflexionando, Juan Andrés?
JAE - Estábamos hablando con un ex embajador en Sudáfrica y actual embajador en Argentina, que al pasar, sobre el final, dice que Uruguay y Argentina van a organizar el Mundial de 2030, lo da como un hecho. Ojalá que sea así. Él compara el potencial que pueden tener Argentina y Uruguay para organizar un Mundial con el de Sudáfrica y dice que posibilidades hay.
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EC - Recién charlábamos con quien fue embajador de Uruguay en Sudáfrica en el período de gobierno que acaba de finalizar. Y mientras en el estadio Soccer City de Johanesburgo está comenzando la ceremonia inaugural del Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010, dialogamos con un ex embajador uruguayo en Sudáfrica.
Estamos con Nicolás Moreno, que fue embajador uruguayo en Sudáfrica entre 2001 y 2005.
¿Qué sentimientos le genera una jornada como la de hoy a propósito de un país que usted conoció tan de cerca y que ahora acapara la atención de todo el mundo?
NICOLÁS MORENO:
Cierto grado de tristeza por no poder estar y ser testigo de la alegría que tiene este país en este momento. Y algo muy importante para Sudáfrica, que en estos días y en este mes está en la cresta de la opinión mundial, expectante de que el campeonato salga bien como ellos desean y todos esperamos.
EC - ¿Qué recuerda de Sudáfrica? ¿Qué le viene a la memoria, qué le viene a la piel cuando trata de situarse nuevamente en ese país?
NM - Sudáfrica es un país muy especial. Yo conozco África bastante bien porque también fui embajador en el Congo, en Angola y en Mozambique, y tengo referencias muy cercanas de otros países. Sudáfrica es la reina de África. Imagínense ustedes lo que es África, cuando Sudáfrica, que es un modelo dentro de ese continente, tiene hoy, como bien decía vuestra corresponsal en Ciudad del Cabo, arriba del 30% de desocupación. Cuando yo estaba allá andaba cerca del 46, 47%. Hay evidentemente una mejora. Este campeonato le va a dar un empuje muy grande, sobre todo en infraestructura, si, como decía mi sucesor el embajador Pomi, saben aprovecharlo.
EC - Mi consulta iba más a su memoria. ¿Qué le dejó la experiencia sudafricana?
NM - La experiencia es en primer lugar haber estado, convivido con la raza negra, que es una raza que marca, marca no solamente el continente y Sudáfrica. Evidentemente los blancos crearon una infraestructura muy importante para el país que la hace resaltar entre los demás países. Las carreteras que tiene Sudáfrica, los medios de comunicación, son impecables. Eso ha llevado a que los negros tengan hoy mayor participación.
Volviendo a su pregunta, mis sentimientos son tristes en el sentido de que vemos que el país todavía no está a la altura de lo que todos los demás desearían. Pero repito, es un país muy especial, con un porvenir increíble. Produce exactamente lo mismo que nosotros, con gran calidad, y son grandes exportadores, lo que los está marcando como uno de los países más importantes en el mundo en muchos rubros.
EC - ¿Extraña Sudáfrica?
NM - Sí, extraño, extraño un sistema de vida muy interesante, una convivencia muy interesante. Hay cosas que siguen chocando, no hay integración entre las razas, es muy raro, solo si son extranjeros usted puede ver una persona de raza blanca tomando un café con un negro. Pero poco a poco la raza negra se va integrando, se está integrando en el sector privado, por ejemplo en el sector de oro y diamantes usted puede ver en directorios personalidades de color negro. La raza blanca se ha dado cuenta de que la integración es fundamental como medida vital para que el país pueda salir adelante.
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EC - Cuando faltan dos minutos para que largue el espectáculo inaugural del Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010, volvemos a Ciudad del Cabo.
Lali, supongo que estás siguiendo los espectáculos.
LC - Estoy nerviosa.
EC - ¿Estás frente al televisor?
LC - Estaba, tengo el teléfono un poco lejos. El ambiente es precioso.
EC - No empezó en hora, estrictamente hablando. Se había trabajado para la puntualidad, se había exhortado a la gente, al público, a que llegara por lo menos con una hora de anticipación. ¿Cómo viste ese detalle? Te puso nerviosa, decías.
LC - Sí, porque estás en el país, llevo ya bastante tiempo, llevo ya seis años, lo sientes como parte de ti y quieres que vaya muy bien todo. Y llevan semanas. Han tardado mucho en sumarse a la excitación sobre el Mundial, incluso el presidente del Comité Organizador Local decía que los sudafricanos se suman tarde y son muy criticones y muy escépticos, pero cuando se suman, se suman con toda la pasión que tienen, que es mucha. En las últimas semanas las calles se han inundado de banderas, los coches llevan banderas de Sudáfrica y de algún otro equipo que apoyan, porque saben que tienen un equipo no muy potente, aunque ha mejorado mucho. Es una alegría.
EC - La puesta en marcha del Mundial incluye al principio un audiovisual que destaca lo que Sudáfrica tiene para mostrar. Destaca el desarrollo tecnológico, la gente, la alegría, el entusiasmo, las bellezas naturales que caracterizan al país. Esa es claramente una de las apuestas de Sudáfrica, y por lo visto el espectáculo inaugural pone el acento en ese aspecto.
LC - Claro, en explicar lo fantástico que es este país. Es un país muy, muy, muy bonito, con muchísimos espacios naturales, muchísima vida salvaje, y la gente es terriblemente amable, terriblemente generosa. Es un país muy positivo, tiene muchas cosas negativas, como hemos dicho, hay mucha desigualdad, hay mucha pobreza, pero también hay un gran sentimiento de unidad, de orgullo de país, que no es de ahora, se creó a raíz de la liberación de Mandela en los noventa, a raíz de las primeras elecciones democráticas, con un trabajo ingente en cuanto a tolerancia, comprensión del uno al otro, y sobre todo respeto, respeto entre las razas, entre la gente.
EC - Según las encuestas, el 80% de la población espera que el Mundial ayude a cohesionar más a fondo a la sociedad sudafricana. ¿Cómo es esto?
LC - Yo no veo a la sociedad sudafricana desunida en términos de desunión, de odio racial que a veces escuchamos. Hay miedo de que haya alguna minoría pueda crear algún problema, como en el caso del líder de extrema derecha, pero en general la gente está muy unida y muy orgullosa de ser sudafricana.
Hemos de recordar que durante el apartheid la mayoría de la población negra no era sudafricana. Se crearon bantustanes, se puso un 13% de la tierra para crear una especie de pequeñas patrias, y la población negra fue dividida entre supuestas tribus y allí tenía que estar. Entonces no eran sudafricanos, tenían prohibido incluso el acceso a determinadas partes de las ciudades de Sudáfrica. A la llegada de la democracia ellos finalmente pudieron creerse sudafricanos, decirse sudafricanos, y es algo que llevan todos muy dentro, este orgullo de ser sudafricanos. Hay muchísima desigualdad, y por supuesto el Mundial, un Mundial que salga bien, fomentará más esa unidad, pero no están desunidos. Lo vemos ahora mismo, cuando se les pide salir a la calle como sudafricanos y recibir al mundo lo han hecho, lo están haciendo, con alegría y muy buen ambiente.
EC - ¿Qué pasa con la afición a los deportes? Porque el fútbol ha sido tradicionalmente un deporte de negros en Sudáfrica, mientras que los blancos, por el contrario, han estado volcados al rugby.
LC - Eso es una generalización; en determinadas partes del país, sobre todo en la zona del Índico, la población negra no jugaba al fútbol, jugaba al rugby. Es difícil generalizar en este país. Decimos que los blancos son ricos, pero también tenemos blancos pobres, y decimos que los negros son pobres, pero tenemos multimillonarios negros. Esto hay que recordarlo.
A nivel general el blanco ha preferido el rugby, pero ahora se está sumando. Por esa llamada a ser sudafricano, a ser una unidad, se está sumando muchísimo a los festejos, en los coches conducidos por blancos ves banderas, ahí ya no hay división, supongo ahora que habrá un fervor mayor por el fútbol entre la población blanca. Y justo a partir de que se anunció en 2004 que se iba a hacer el Mundial aquí, en bastantes escuelas privadas favorecidas por la clase blanca o por los blancos ricos, pero a las que también van negros pobres, se está dando fútbol en vez de rugby.
EC - Está el antecedente del mundial de rugby de 1995, recogido en una película. En aquella ocasión los Springboks sudafricanos salieron campeones y el presidente de la época, nada menos que Nelson Mandela, utilizó explícitamente el evento para que se transformara en un motivo de unidad, en un motivo de encuentro de la sociedad sudafricana.
LC - Por eso te decía que yo los veo unidos desde entonces. Ya hubo ese sentimiento de unidad, de pertenencia al mismo territorio, de tolerancia, se ha trabajado muchísimo en ello. Es un país que habla muchísimo, cuando hay algún incidente, cuando hay acusaciones de racismo, debaten muchísimo en los medios públicos, se trabaja muchísimo sobre estos temas. Yo creo que están unidos. Y ahora el Mundial les da esta pantalla gigante para que el mundo vea eso, que están unidos, que es un país emergente, que es un país que tiene una economía potente, que son capaces. Y es una gran campaña de marketing, de atracción de turismo y de inversión.
EC - Nelson Mandela finalmente no está en el estadio en la apertura. La información de esta mañana es tristísima, ha tenido que tomar esta decisión porque murió en un accidente de tránsito una de sus bisnietas que estaba volviendo del espectáculo musical que ayer precedió a los actos oficiales de apertura de hoy.
LC - Ha sido muy triste.
EC - ¿Qué pasa con la figura de Mandela? Está por cumplir 92 años. ¿Qué papel juega en la Sudáfrica de hoy?
LC - Sigue siendo el padre moral de la nación, sigue siendo la gran figura venerada por todo el mundo. Es una figura cercana a un dios mítico en el imaginario colectivo, para todos. Es muy difícil encontrar alguien que recuerde que durante el apartheid Mandela fue acusado de terrorista y que impulsó la lucha armada contra el apartheid. Esto apenas se recuerda. Se recuerda muchísimo más su figura posterior de conciliador, de fomentar la unidad, de buscar una democracia multirracial y demás. Sigue siendo el gran eje moral de la nación. Está muy mayor, está muy frágil, durante toda esta semana hubo informaciones contradictorias sobre si iba a poder acudir, él decía que solo iba a acudir 10 o 15 minutos. Está muy mayor y muy frágil, y aguantar dos horas de ceremonia, más luego dos horas de partido casi a la intemperie no era recomendable. Entonces dijo que iría solo 10 minutos, pero finalmente con este desgraciado accidente que mencionabas no han considerado oportuno que Mandela tenga que celebrar justo cuando su bisnieta ha fallecido.
EC - ¿Interviene en los debates políticos?
LC - No participa, se retiró de la vida pública hace ya muchos años. Lo vemos en escasas ocasiones, como la celebración del 20 aniversario de su liberación. Lo vemos muy poquito, está muy, muy, muy mayor, mucho. Aquí no se habla de ello apenas, pero es un señor mayor y a veces se le va un poco la cabeza. Lo vemos muy poquito, lo cuidan mucho, lo tienen entre algodones. Superó un cáncer, están procurando que nos dure mucho, mucho. Cuando muera, que esperemos que sea muy tarde, será un día de duelo terrible; no un día, serán semanas, semanas de duelo en Sudáfrica por su figura. Mandela y el arzobispo Desmond Tutu son las figuras morales grandes de la nación.
EC - Te iba a preguntar por él.
LC - Tutu está en la ceremonia. Está muy potente, está muy bien, y es uno de los grandes referentes morales de Sudáfrica. Mandela y Tutu son los dos grandes hacedores de esta democracia.
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Transcripción: María Lila Ltaif
Fotos: EFE