Entrevistas

Crisis en Ecuador: "No se puede sostener que hubo algunas fuerzas políticas detrás de esto"

Crisis en Ecuador: "No se puede sostener que hubo algunas fuerzas políticas detrás de esto"

En Ecuador, la Policía se sublevó contra del Gobierno del presidente Rafael Correa. El mandatario fue liberado por un operativo especial, 12 horas después de que fuese cercado el hospital donde se encontraba. Entrevistado por En Perspectiva, el doctor en ciencias políticas Simón Pachano explicó que "no existían indicios de esta crisis", y por tanto, "fue sorpresivo para todos los sectores sociales y políticos del país". El docente en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales desestimó que se tratase de un acto político, y señaló que la crisis "debió ser procesada como un conflicto de carácter laboral de la Policía". Según analizó el especialista, quienes se sublevaron "se basaron en rumores que sostenían que perdían sus privilegios", por lo cual "hubo un problema de información". Una vez desatada la disputa, "hubo fuerzas políticas que vieron una oportunidad para derrocar al presidente", agregó.


(emitido a las 07.51 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Los cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) viajarán hoy desde Buenos Aires a Quito, para expresar el respaldo del bloque al presidente Rafael Correa, según resolvió la cumbre de mandatarios que se reunió esta madrugada en Buenos Aires.

La Unasur expresó su más enérgica condena contra el intento de golpe de Estado perpetrado contra Rafael Correa en Ecuador y acordó la visita de los cancilleres de los países miembros.

Los presidentes de los países de Unasur aprobaron una declaración que condena enérgicamente al intento de golpe y posterior secuestro de Rafael Correa. Subraya la necesidad de que "los responsables de la asonada golpista sean juzgados y condenados". Además, advierten que si se repiten situaciones similares contra las democracias de la región adoptarán medidas drásticas como cierre de fronteras y suspensión de las relaciones comerciales.

Estamos en comunicación con Simón Pachano, doctor en ciencias políticas por la Universidad de Salamanca, docente en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.

¿Qué antecedentes tiene esta crisis que estalló ayer en Ecuador? ¿Qué indicios había, si los había, de que podía ocurrir una sublevación como la que vimos?

SIMÓN PACHANO:
No existían indicios de esta crisis. El gobierno de Rafael Correa mantenía y mantiene un amplio nivel de apoyo reflejado en las encuestas. No había confrontación que pudiera indicar que se podía llegar a lo que sucedió ayer, con niveles incluso de violencia; no había malestar en la Policía en ningún grado que augurara algo como una protesta de las dimensiones que tomó. Fue sorpresivo para todos los sectores sociales y políticos del país.

EC – De todos modos, sí había una crisis política en el Congreso porque esta posibilidad de llegar a disolver el Parlamento y convocar a elecciones había sido manejada por el presidente Rafael Correa en los últimos días. ¿De qué se trataba y qué vinculación puede tener una cosa con la otra?

SP – No tenía ninguna vinculación. Eso se refería a la posición que tomaron algunos de los integrantes de la bancada del movimiento Alianza País que es el movimiento pro gubernamental y que ellos no aceptaron en su totalidad los vetos que había planteado el presidente para alguna ley. Era otra ley, no la misma que afectaba a los policías y por la cual ellos se insubordinaron. No había ninguna relación en ese sentido.

El anuncio del presidente hecho a través de la ministra de Gobierno de una posible disolución la Asamblea (en Ecuador se lo llama la "muerte cruzada") era un mensaje a sus propios diputados y no tanto a la oposición. Era un anuncio hacia casa adentro.

EC – La ley que viene a provocar la protesta, incluso sublevación de esta cantidad de policías, ¿qué es lo que incluye, cuál es el cambio en las condiciones laborales de los funcionarios policiales que puede precipitar semejante reacción?

SP – Lo que argumentaron los policías es que con esa ley ellos pierden algunos beneficios que tenían. Fundamentalmente beneficios vinculados a las condecoraciones. Cuando recibían una condecoración por servicio o por algún acto tenían una compensación económica. Por otro lado, las compensaciones que ellos recibían por los ascensos.

El argumento del Gobierno es que todos esos recursos que están ahora incluidos en los salarios de los policías y que eso hace más transparente su propia situación económica y la gestión dentro de la Policía.

EC – Ayer el presidente Correa en su discurso desestimaba que esta ley implicara un perjuicio en cuanto a las retribuciones de los policías.

SP – Exactamente. El Gobierno ha sostenido que esos recursos e incluso más que esos recursos están ya asignados dentro del salario de los policías que ha sido incrementado. Parecería que dentro de la Policía no se conoció claramente el contenido de la ley, no fue analizada y se basaron en rumores que sostenían que perdían sus privilegios.

EC – Suponiendo que eso hubiese sido lo que pasaba, o suponiendo que era un problema de mala información, cuesta pensar que la reacción llegara a los límites a los que llegó: la agresión al presidente Correa cuanto trata de dialogar con los policías molestos, esa granada de gas lacrimógeno que casi impacta en su cabeza, todos los forcejeos y después ese secuestro o retención en el hospital cuando Correa procura ser atendido, más todo lo que ocurre en otros lugares del país. ¿Por qué ese tipo de respuesta?

SP – Hubo un mal manejo de parte del Gobierno en ese caso. Debió ser procesado como un conflicto de carácter laboral de la Policía, y por lo tanto, debió encargarse a los mandos de la Policía que lo solucionaran. Si ellos no podían hacerlo debía intervenir directamente el ministro del Interior que es el que tiene el manejo de la Policía. Como última instancia podía pensarse en una intervención del presidente pero jamás yendo al sitio en donde había una protesta.

El estilo del presidente, que ya ha hecho varias veces actos de este tipo, le jugó una mala pasada y terminó en el secuestro y poniendo en grave riesgo su vida. Esta forma de entrar directamente él sin quemar los fusibles, sin ir a los pasos previos que podía hacer, llevó el conflicto a un nivel que inicialmente no estaba previsto que llegara.

EC – De todos modos, cuando el presidente Correa se hace presente en esa unidad policial y luego dirige el discurso que a todos nos sorprendió, donde decía: "si quieren matar al presidente aquí estoy, háganlo, no se escondan en el anonimato"; de todos modos en ese momento ya estaban produciéndose hechos irregulares y graves, pienso por ejemplo en la toma del aeropuerto de Quito por una serie de efectivos de la Fuerza Aérea, de ahí que mi pregunta va a saber si efectivamente detrás de estas jugadas de ayer había otros intereses, intereses políticos. ¿Qué pasa con esa acusación que el propio Correa ha dirigido insistentemente al ex presidente Lucio Gutiérrez?

SP – De los indicios que hay no se puede sostener que hubo algunas fuerzas políticas detrás de esto. Posiblemente sí hubo fuerzas políticas que vieron una oportunidad para derrocar al presidente. No creo que esas fuerzas políticas estuvieran presentes en la formación de esta protesta, es decir en los momentos previos. Trataron de subirse a un carro que ya estaba en marcha.

EC –¿Ahora la situación está completamente normalizada? ¿Cómo describiría usted el panorama?

SP – Quedó normalizada ayer en términos del orden público pero no se sabe qué va a pasar con la Policía. En la Policía tiene que haber sanciones, no puede dejarse sin sanción especialmente en un cuerpo jerárquico como son las fuerzas policiales y esas sanciones seguramente van a generar malestar.

Por otro lado, hay que ver qué pasó dentro de las Fuerzas Armadas que nunca estuvo claro. Usted hacía referencia a la toma de la pista del aeropuerto de Quito, eso fue hecho por un grupo de la Fuerza Aérea y el resto de las Fuerzas Armadas no plegó pero tampoco hubo una declaración clara de respaldo al Gobierno, que ha sido usual en estos casos, por parte de las Fuerzas Armadas si no hasta ya muy entrada la tarde.

Es decir, creo que ahí hay también que preguntarse qué es lo que sucedió porque si uno mira además el comunicado leído por el jefe del comando conjunto de las Fuerzas Armadas él hace referencia a un respaldo al presidente y un respaldo al orden constitucional; pero a la vez sugiere que se eliminen los artículos conflictivos dentro de la ley que estábamos comentando. Es decir, ahí habría que ver también qué pasó.

Y todo esto –esto más lo que pueda suceder en la Policía- puede dejar huellas que el Gobierno va a tener que procesarlas y tratar con cuidado de aquí en adelante.

EC –Ecuador está saliendo de años de inestabilidad, todos los análisis de prensa esta mañana recuerdan que de 1997 a 2007 hubo ocho presidentes que no pudieron culminar sus mandatos por levantamientos populares, que esa racha se cortó con el acceso del presidente Rafael Correa al poder. ¿Cabe pensar que todavía no está suficientemente estabilizada la política ecuatoriana?

SP – El acto de ayer no fue un acto político pero por la forma en que fue procesado escaló a niveles políticos. Me parece que en términos políticos se ha superado prácticamente esa situación de inestabilidad o se estaba superando, no sé cuáles pueden ser los efectos que dejen estos hechos de ayer.

El Gobierno va a tener que actuar con mucha cautela y posiblemente ir hacia un tipo de política que no es precisamente la que más le guste que sería la de buscar cierto tipo de acuerdos, por ejemplo en el procesamiento de las leyes.

El problema con el Gobierno ha sido que se "acostumbró" a tener una mayoría absoluta como la que gozó en la Asamblea Constituyente. En la Constituyente el movimiento Alianza País no tenía que negociar con nadie y pudo hacer una Constitución a su medida.

Actualmente en la Asamblea Legislativa no cuenta con esa mayoría pero ha tratado igual de pasar las leyes sin una búsqueda de consenso de acuerdos con el resto de sectores. Cuando se ha llegado a algún tipo de acuerdo y se ha aprobado una ley con el apoyo de algunos sectores de la oposición al llegar al presidente que tiene la facultad de vetarlas el presidente ha cambiado y no ha respetado ese tipo de acuerdos.

Va a tener que cambiar porque lo de ayer puede ser un llamado de atención respecto a la necesidad de aprobar leyes que sean mucho más consensuadas y debatidas.

La ley de ayer no fue conocida claramente por los policías, especialmente de sus mandos medios hacia abajo. Pero no es solamente un problema de información, es un problema de debate, es un problema de que haya mayor participación de los diversos sectores en el procesamiento de las leyes.

Foto: Presidencia de Ecuador