El ataque es en represalia por las agresiones casi cotidianas de los aviones teleguiados estadounidenses.

Según la policía, en el ataque murió un empleado de la terminal de una de las compañías paquistaníes privadas propietarias de los camiones.

Un oficial de la policía de Quetta informó además que los "desconocidos atacaron la terminal donde estaban estacionados entre 35 y 40 camiones cisterna y dispararon".

El ataque fue lanzado en Ajtarabad, en los suburbios de Quetta.

Los talibanes paquistaníes, aliados de Al Qaeda, inmediatamente reivindicaron este ataque como lo hicieron con los precedentes, en los cuales unos 60 camiones de abastecimiento de la OTAN fueron incendiados en seis días.

Más de la mitad del equipo y del combustible estaba destinado a los 150 mil soldados de las fuerzas internacionales que combaten a los talibanes en Afganistán.

En tanto, los conflictos en la frontera de Pakistán se intensifican.

Hace unos días EEUU, Japón y el propio Gobierno británico realizó  recomendaciones después de descubrirse un supuesto plan de islamistas radicales de atentar en el Viejo Continente.

Ahora, Francia advirtió a sus ciudadanos de los peligros de viajar a Reino Unido por este tema.

Las autoridades paquistaníes vincularon la ofensiva de la OTAN en la frontera con Afganistán con la creciente alerta sobre un posible atentado de terroristas islámicos en el corazón de Europa.

El embajador de Pakistán en EEUU confirmó que los últimos bombardeos están destinados a desarticular las células que supuestamente elaboraron un plan para atacar Francia, Alemania y Reino Unido.