Internacionales

"El conflicto en Francia le está sirviendo políticamente tanto al Gobierno como a la oposición"

Contacto con Rafael Mandressi, colaborador de En Perspectiva en París.


(emitido a las 9.10 Hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
En Francia, los sindicatos convocaron ayer a dos nuevas jornadas de protesta nacional contra la reforma de las jubilaciones que impulsa el Gobierno, mientras en el Senado el oficialismo acelera la aprobación de su proyecto de ley.

Este jueves, la policía continuó abriendo los depósitos de combustible bloqueados por huelguistas, que ya dejaron sin nafta a un cuarto de las estaciones de servicio en todo el país. Mientras tanto, efectivos antidisturbios enfrentaron a jóvenes manifestantes en varias ciudades.

Por su parte, pese a las protestas que en los últimos días han convocado a cientos de miles de personas en todo el territorio francés, el primer ministro galo, François Fillon, declaró el miércoles en la Asamblea Nacional que la reforma se votará en la Cámara alta.

El ministro Fillon recordó que la "confrontación social" ha formado parte de la historia de la República, pero insistió en que las reformas siempre "se han puesto en práctica" y luego han sido aceptadas por los franceses.

(Audio François Fillon)

"Toda la grandeza de nuestra democracia reside en nuestra capacidad de aceptar pacíficamente nuestras diferencias, a través de la confrontación de las ideas y a través del debate. Esto significa que la intimidación, los bloqueos y la violencia son la negación de la democracia y del pacto republicano. El Gobierno tiene muchas obligaciones y está decidido a asumirlas. La primera de esas obligaciones es hacer respetar la legitimidad del Parlamento, porque esta es la base misma del pacto republicano".

(Fin del audio)


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JAE – Con este panorama, les proponemos entonces trasladarnos esta mañana a París para conocer las razones, los efectos, que generan estas protestas que afectan servicios básicos en la población. El contacto es con Rafael Mandressi, investigador en el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Francia y colaborador de En Perspectiva.

Hace algunas semanas repasamos cuáles son los cambios que se establecen en esta reforma jubilatoria impulsada por el Gobierno y que motivan estas movilizaciones que se desarrollan en todo el país.

De todos modos, sería bueno repasar rápidamente los puntos más sobresalientes de este proyecto. ¿Qué destacarías tú de este texto?

RAFAEL MANDRESSI:
Lo más importante, lo que genera lo fundamental de las resistencias, es la modificación en la edad mínima para poder jubilarse, que pasa de 60 a 62 años, y a su vez la edad mínima para poder jubilarse con una jubilación completa, que pasa de 65 a 67 años.

Hay otros elementos, pero el foco principal, tanto de la ley como de las protestas que genera, está situado en ese elemento.

JAE – ¿En qué está hoy la discusión, ¿en qué fase está el debate?

RM – Está en la Cámara de Senadores y probablemente se vote hoy. Hubo una iniciativa del Gobierno que por un mecanismo técnico-parlamentario conduce a acelerar el debate, porque el Gobierno quería que esto estuviera aprobado esta semana. La oposición está intentando estirar el debate y probablemente en la tarde de hoy, dentro de algunas horas, esto tenga ya casi su culminación parlamentaria. Después falta una cuestión de trámite, una reunión de una comisión bicameral, pero una vez que está aprobada por el Senado, la promulgación puede efectuarse en el correr de la semana que viene.

JAE – O sea que se avanza por este lado mientras que las protestas se van multiplicando, tal como hemos comentado. De hecho, la televisión y las agencias internacionales han vuelto a mostrar protestas con algunas imágenes que ya hemos visto en otras oportunidades. No solamente hay expresiones masivas de gente, también en algunos casos hubo hasta situaciones de violencia, con autos prendidos fuego. ¿Qué características está teniendo este conflicto? ¿Por qué ocurren estas cosas?

RM – Se juntan una serie de cosas. Las imágenes de enfrentamientos con la Policía corresponden a las manifestaciones de jóvenes –liceales sobre todo– que se sumaron a las protestas masivas en la última semana fundamentalmente. Pero en realidad, como ocurre muy a menudo, no son los manifestantes los que generan los disturbios, sino grupos que se cuelan en las manifestaciones para otro tipo de actividades, en general para saquear comercios.

Lo que sí está claro es que desde hace unos cuantos días hay un bloqueo en cuanto a las posiciones, que no cambian. El Gobierno no acepta negociar con los sindicatos y los sindicatos, por lo tanto, mantienen la protesta. Y hay una radicalización, al mismo tiempo, en las medidas. Después de varias jornadas de manifestaciones masivas y de algunas huelgas, ahora aparecen otro tipo de medidas, también de paros y de huelgas pero que afectan sectores muy sensibles, en particular el de los combustibles, como decías en la introducción.

JAE – Ahora, tú lo comentabas recién al pasar, evidentemente algo que llama la atención es la participación de los jóvenes en estas manifestaciones, sobre todo tomando en cuenta el origen de estas protestas, que son en contra de esta ley jubilatoria, que en el caso de los jóvenes implicará cambios muy a futuro. Entonces, ¿cómo estás analizando esta participación de los jóvenes en las protestas?

RM – A pesar de que el motivo explícito es la reforma de las jubilaciones, cuando a los liceales de 14, 15, 16 años que están manifestando hoy les llegue el momento de jubilarse, probablemente esta ley ya haya sido modificada más de una vez.

Lo que ocurre es que a raíz de este tema se han concentrado y acumulado toda una serie de descontentos que tienen que ver con causas muy variadas. Entre otras: la crisis, el desempleo juvenil, el rechazo que genera en una gran parte de los jóvenes, pero no sólo de ellos, el Gobierno y muy especialmente el presidente de la República. Todo eso se suma a la hora de explicar lo que es aparentemente una cosa extraña, que adolescentes salgan a manifestar contra una reforma de las jubilaciones que, como decías, en principio no los afecta, por lo menos no de inmediato y probablemente tampoco en el futuro.

JAE – Veamos el panorama de la política y del proceso electoral, cuánto hay de política o cuánto hay de electoral en esta situación. ¿Se puede identificar en esta reforma, por ejemplo, intenciones electorales del Gobierno y de la oposición? ¿Cómo se están manejando los distintos actores?

RM – Por parte del Gobierno, la propia iniciativa de reforma de las jubilaciones tiene un fondo electoral. Las elecciones presidenciales en Francia son dentro de un año y medio, y es el último tramo del período de este presidente que con esta reforma, que no figuraba en su programa de Gobierno, moviliza la base electoral más afín, que estaba relativamente desconforme con algunas de las acciones del Gobierno hasta ahora.

Es decir, básicamente lo que hace con esta reforma es consolidar un bloque electoral de la derecha que quiere un presidente que no solamente haga reformas en el sentido de la línea política del partido gobernante, sino a su vez que resista frente a las manifestaciones.

De manera que en el fondo, políticamente este conflicto al Gobierno hoy por hoy le está sirviendo. Le sirve porque –como dijo algún analista acá estos días– cuanto más movido esté el mar más va a parecer un capitán el presidente.

Y por otro lado, a la oposición, en particular al Partido Socialista, también le ha sido útil para generar un frente unido, en un partido que había tenido en los últimos años muchas dificultades de divisiones internas.

Y todo esto con el horizonte, una vez más, de las elecciones, que son dentro de un año y medio. Podría decirse que todos estos acontecimientos, en definitiva, lanzan no solamente el último período del mandato de Sarkozy sino también la propia campaña.


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JAE - ¿Cómo está París hoy?

RM – Desde el punto de vista climático está bastante feo, y por lo demás está tranquilo. Es decir, siempre ocurre que las imágenes por televisión muestran solamente las manifestaciones o los disturbios, pero por lo demás la vida sigue bastante normalmente. Salvo, por supuesto, para aquella gente que tiene que desplazarse en automóvil y que no consigue nafta.


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