Internacionales

EEUU: demócratas recibieron un batacazo y un desconocido republicano toma poder

Contacto con Silvia Pisani, colaboradora de En Perspectiva en Estados Unidos.

 
(emitido a las 8.31 Hs.)
 
EMILIANO COTELO:
En Estados Unidos (EEUU) los republicanos lograron el control de la Cámara de Representantes y ganaron terreno en el Senado, aunque no la mayoría.
 
Las elecciones realizadas ayer significaron un revés para el presidente Barack Obama, ya que ahora no tendrá mayoría en la Cámara baja y podría darse, entonces, la revisión de algunas de sus principales reformas.

Los republicanos arrebataron al menos 51 escaños a los demócratas, más de los 39 que necesitaban para ganar el control de la Cámara de Representantes. Esto va a determinar la salida de la actual presidenta de ese cuerpo, la demócrata Nancy Pelosi, que se prevé será sustituida por el republicano John Boehner, el nuevo líder emergente.
 
Anoche, Boehner dijo que "la nueva mayoría está preparada para hacer las cosas de forma diferente".
 
"Con su voz, esta mayoría va a realizar una nueva aproximación a Washington, para recortar el gasto en lugar de incrementarlo, a través de la reducción del tamaño del Gobierno y para ayudar a que los pequeños negocios vuelvan a funcionar. La prioridad de la gente será nuestra prioridad", dijo Boehner.
 
Se espera que en la tarde de hoy Obama hable públicamente sobre el resultado. Aún no lo ha hecho, pero sí se sabe que anoche se comunicó con los líderes republicanos para trasmitirles su disposición a trabajar en conjunto.
 
 
***
 
 
EC – Para un primer análisis de estas elecciones del día de ayer, el contacto es con Silvia Pisani, corresponsal del diario La Nación en EEUU y colaboradora de En Perspectiva.
 
¿Cuál es la primera interpretación que se puede hacer a propósito de lo que hasta ahora se conoce dejaron las urnas? ¿Por qué este vuelco?
 
SILVIA PISANI:
Básicamente por lo que venimos escuchando, el malestar económico. A fuerza de repetirlas las palabras pierden un poco de fuerza, pero es importante entender que en este país se está viviendo una dificultad económica seria; que hay dos millones de familias que viven con miedo a perder su casa, que no hay trabajo, que el dinero no alcanza. Los norteamericanos no son personas muy acostumbradas a la incertidumbre; este es uno de los primeros factores y yo diría que es muy importante.
 
El otro factor es una cuestión de estilo, de arrogancia. Se empezó a ver en el equipo de Obama, y en Obama mismo, una cierta arrogancia en la forma de encarar las cosas.
 
Hoy a la mañana estaba escuchando en una radio local los primeros comentarios de los ciudadanos de a pie. Y hay gente que está diciendo "yo no lo podía ver a Obama riendo, saliendo con su sonrisita todos los días en televisión, como si no estuviéramos sufriendo".
 
Hay una especie de distancia en el estilo, y el estilo es lo que lleva al abordaje. Acá la gente todavía no entiende por qué Obama dedicó tanto tiempo a una reforma sanitaria cuando lo que le están pidiendo es trabajo.
 
Estas son las primeras interpretaciones: el enojo, la decepción, el estilo de Obama, cierta distancia en un hombre que pudo ser tan próximo durante la campaña. Y, como punto final de esta primera lectura, la lógica: todo lo que sube tiene que bajar. La pregunta es obviamente si había que bajar tan rápido y tan a los ponchazos.
 
EC – Obama asumió un protagonismo fuerte en la campaña, especialmente en los últimos días –diría que hasta ayer mismo–, participando en entrevistas radiofónicas en algunas ciudades y estados clave para incentivar a los demócratas a salir a votar. Entonces, ¿cómo sale él de esta instancia?
 
SP – Muy pero muy golpeado, no te quepa duda de eso. Y la pregunta es ¿por qué tuvo que salir él? Una de las cosas llamativas en las últimas semanas era la bajada de hombros, hasta la actitud física de los demócratas, uno los veía alicaídos. En la publicidad que llegaba por correo a los votantes, muchos de los representantes demócratas no ponían que eran demócratas. Era como tratar de sobrevivir en el cargo ocultando que eran demócratas.
 
Hagan un ejercicio, entren al sitio web de la Cámara de Representantes y van a ver que les cuesta identificar a muchos demócratas como tales en sus propias páginas oficiales.
 
Había un estado de ánimo, casi una conciencia de derrota en los demócratas antes del comicio. Y fue Obama el que salió, a fustazos, a tratar de levantar los ánimos. Y ocurrió lo que yo nunca había visto, que en el desarrollo de una elección el presidente estaba –como tú dices– dando entrevistas y animando a la gente a ir a votar.
 
El canillita me acaba de dejar bajo la puerta el Washington Post y el New York Times. Las portadas son impresionantes y básicamente se reconoce como nuevo fenómeno el triunfo del Tea Party.
 
EC – Esa era la siguiente pregunta. Dentro del Partido Republicano, ¿qué performance terminó teniendo el Tea Party? Este grupo conservador, liberal, de ultraderecha –ha recibido distintas denominaciones– que por ahora está en el Partido Republicano pero no está muy claro que vaya a continuar. De algún modo ayer sus voceros decían que le están dando una nueva oportunidad al partido. ¿Cómo es todo esto?
 
SP – Es impresionante, realmente notable, "le vamos a dar una oportunidad al Partido Republicano"... Esta es la bronca, este es el enojo.
 
Yo he discutido mucho con colegas acá en Washington. Discuto con cierta humildad, obviamente, porque soy recién llegada a esta ciudad y tal vez por eso miro las cosas sin prejuicio. Y una de las cosas que más me llamó la atención es la fuerza de ese Tea Party. Uno iba a las manifestaciones y veía que la gente que estaba ahí estaba porque quería, no por militancia, por pertenencia ideológica o por tradición familiar con un partido. No, la gente estaba ahí porque realmente no llega a fin de mes, porque está harta de que le cobren impuestos carísimos. Ese es el enojo que se canalizó a través del Tea Party.
 
El otro día, en una nota muy interesante, Mario Vargas Llosa explicaba que en realidad todo esto –el menor Estado, el pedido de dejar actuar a las empresas, la no intervención estatal– pega mucho con lo que es el espíritu de este país, y por eso también se explica un poco la fuerza del Tea Party.
 
¿Qué pasará con el Tea Party? Excelente pregunta. En este momento es una asociación de conveniencia mutua entre una fuerza que no es un partido y un partido que no tiene fuerza –el Republicano–. Es una asociación perfecta. ¿Quién va a ser el jefe de esta asociación, quién va a mandar, quién va a bajar la línea? Estas cosas son como cuando uno va al casamiento de una pareja y sospecha que las cosas no van a andar bien. Puede haber problemas de convivencia, seguro que los va a haber, y hay que ver si son sabios como para poder encaminarlos.
 
EC – ¿Pero cómo votaron en comparación con lo que se esperaba o con lo que los analistas marcaban a partir de las encuestas?, ¿qué porcentaje lograron dentro del Partido Republicano finalmente?
 
SP – Muchísimo, todavía estamos haciendo la evaluación final pero han llegado a meter más o menos unos 70 de sus candidatos en diferentes estratos, es una cosa impresionante. En Florida y en Kentucky pusieron a sus principales cabezas, a dos de sus grandes ideólogos, como Rand Paul y Marco Rubio. Hay que prestarle atención a Marco Rubio en Florida, es un candidato muy joven –ahora es senador consagrado– y se habla de él como del Obama republicano, el Obama de derecha, tiene mucho en común con Obama.
 
Los del Tea Party también han sufrido algunas derrotas importantes y, aún así, salta a la vista la fuerza de un movimiento nuevo, que ha encajado fácilmente más de 70 de sus propios candidatos, sobre todo representantes.
 
EC – ¿Hablando de nuevas figuras quién es el líder republicano que emerge, quién es este senador John Boehner?
 
SP – Un desconocido para buena parte de los norteamericanos; es un hombre de Ohio; es un hombre que hace diez años estaba pensando en retirarse de la política porque se consideraba derrotado y fuera de ella, el vaivén de estos últimos tiempos en los EEUU permite estas subidas y estas bajadas; es un hombre que tiene un cierto aspecto frívolo, a la gente entre las cosas que le llama la atención es que es un hombre del norte y está siempre bronceado, es un amante de la cámara gama, de la cámara solar. Es una persona que hasta ahora se desempeñaba como el jefe de la oposición de los republicanos en Representantes.
 
Empieza una nueva chance y lo primero que hace, lo hizo anoche, fue el discurso con el que tú abriste el bloque, ya estaba imponiendo condiciones económicas y diciendo que hay que cambiar el curso y haciéndose sentir muy fuertemente. No sé si es la estrategia adecuada pero es lo que está haciendo.
 
EC – Recordemos para los oyentes que ayer se renovaba el total de las bancas de la Cámara de Representantes, en el Senado se renovaban 37 de las 100 y según veníamos mencionando en el arranque y a la espera de números definitivos lo que sí está claro es que los republicanos consiguen la mayoría en la Cámara de Representantes y que no la logran en el Senado. Esto último lo destaco porque en definitiva el resultado para el Partido Demócrata pudo haber sido peor, podían haber perdido también la mayoría en el Senado y eso no se dio. Entonces, con este poder repartido, qué tipo de Gobierno puede esperarse de ahora en adelante.
 
SP – Va a ser un Gobierno bastante difícil porque una de las cosas que uno se equivoca es creer que las fuerzas partidarias son monolíticas, en los demócratas sobre todo eso no pasa. Obama llegó con mayoría propia y aún así tuvo que sufrir mucho para poder impulsar alguno de sus proyectos. Imagínense ahora con una cámara que no le es propia. Viene una etapa muy complicada para este país...
 
EC - ...¿Puede ocurrir que esa mayoría republicana en la Cámara de Representantes de marcha atrás, derogue reformas ya obtenidas por la administración Obama, por ejemplo la de la salud?
 
SP – Sería un golpe, sí claro. Y no me cabe duda de que lo van a buscar porque ellos sostienen que esa reforma directamente es un caos para la economía del país. A mí no me asombraría que avanzaran con eso, para nada.
 
EC – Cómo funcionaría eso porque los republicanos tienen mayoría en la Cámara de Representantes no en el Senado, ¿entonces?
 
SP – Entonces comenzarían las revisiones, partiría de diputados, senadores se opondría, ellos tendrían que insistir, podrían llegar a hacerlo y le quedaría al presidente, puede bloquearlo el presidente si la cámara se impone, si la cámara insiste con mayoría aumentada podría llegar a que el presidente lo vetara, podría ejercer el veto Obama, no sé si llegaría a una medida de ese tipo pero puestos a extremos tanto como imaginar que sí que pueden llegar a intentarlo sí, le quedaría a Obama eventualmente el ejercicio del veto.
 
EC – El mensaje que salió ayer de la Casa Blanca en la noche misma fue que Obama se había comunicado con el senador John Boehner para exhortarlo a trabajar en conjunto, ¿qué podría ser eso?
 
SP – Precisamente eso tratar de evitar estas cosas, de evitar estos bloqueos, van a venir tiempos muy complicados de verdad para los norteamericanos y por ende para buena parte de la economía occidental si es que acá entramos en una etapa de bloqueo va a ser difícil, todo esto se traduce en incertidumbre, se traduce en parálisis, o sea que evidentemente Obama va a intentar que esto no ocurra.
 
Yo lo que diría es que hay que estar muy atentos dentro de muy poquitas horas a ver qué Obama aparece cuando a las 13.00 horas de aquí se concrete la conferencia de prensa que está citando la Casa Blanca y ahí empezaremos a ver qué presidente emerge de este mensaje que ha recibido.
 
EC – Es evidente que va a ser otro Obama, ¿no?
 
SP – Eso es lo que dicen sus colaboradores. La verdad es que yo no vi otro Obama, antes del comicio y durante el comicio incluso seguía hablando de los republicanos como los otros, los del otro bando, o sea no vi un cambio ni de discurso ni de actitud aún cuando ya tenía la cresta de la ola sobre la cabeza, o sea que hay que ver qué presidente emerge.
 
Insisto yo ya cuando tenía el mensaje le estaba pasando por debajo de la puerta el sobre le estaba llegando el presidente seguía siendo el mismo. Hay que ver.