UE busca acuerdo sobre Constitución
Informe de Mauricio Rabuffetti.
(Emitido a las 08.24)
EMILIANO COTELO:
Los principales dirigentes de la Unión Europea (UE) están reunidos por estas horas en Bruselas en un encuentro que será clave para el futuro de ese grupo de países. Clave porque intentarán llegar a un acuerdo que permita finalmente a la Unión dotarse de una Constitución, y clave porque definirá el nombre de quien será durante los próximos cinco años presidente de la Comisión Europea.
Como ustedes saben hemos venido siguiendo en los últimos tiempos las diferentes instancias del proceso de integración europeo, con particular énfasis cuando se produjo la ampliación a 25 países, en mayo pasado.
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Dialogamos con Mauricio Rabuffetti. La última información que nos llegaba ayer de Europa indicaba o, mejor dicho, daba a entender que existe, un cierto optimismo en cuanto a la posibilidad de alcanzar un entendimiento para que la Unión tenga una Constitución. Entonces, si te parece bien, te propongo detenernos primero en este punto, el más álgido tal vez de los que se tratan en esta reunión. Creo que lo primero es explicar dónde están los desacuerdos.
MAURICIO RABUFFETTI:
Correcto. Hay varios puntos que desde hace ya varios meses están trabando las negociaciones para una Constitución. El más importante -alguna vez lo explicamos En Perspectiva- tiene que ver con el sistema de toma de decisiones en el seno de la UE, es decir, el tipo de mayorías que se requerirá para que una decisión sea aprobada. Brevemente, para no entrar en demasiados detalles técnicos, el problema radica en que España y Polonia se oponían a una propuesta presentada por Italia para que el Consejo de Ministros de la UE adoptase las decisiones por doble mayoría: esto es, mayoría de países a favor de una decisión y que los votos emitidos representen a la mayoría de la población de la Unión. Eso, por supuesto, favorecía a los países más poblados.
EC - Claramente no a España y Polonia, sino a Francia y Alemania, por ejemplo.
MR - Pero eso cambió. Desde el fracaso de la cumbre de diciembre mucha agua ha corrido bajo el puente, algunos gobiernos han cambiado y tanto España como Polonia son más propensos a buscar un consenso. Un consenso que además es necesario en un momento clave como el actual para la UE, cuando empieza a funcionar como un grupo ampliado de países.
EC - Recordemos que el 1 de mayo pasado la UE se amplió incorporando 10 países más.
MR - Se amplió; hay muchas cosas por resolver. Lo interesante de este proceso es justamente que se va explicando a sí mismo, si uno lo sigue con algo de atención resulta muy interesante como muestra de ejercicio de discusión democrática. En este caso, después de una serie de idas y vueltas, gracias a una serie de propuestas hechas por la presidencia de la Unión, en manos de Irlanda, aparentemente se estaría por llegar a un consenso en lo que tiene que ver con el punto específico que estamos tocando y que bloquea la adopción de una Constitución.
EC - ¿Propuestas que consisten en qué exactamente?
MR - Básicamente se conserva el sistema de la doble mayoría, pero se reduce el peso en la votación de los países con mayor población, que son Francia y Alemania. Ayer un despacho incluido en un boletín de la agencia italiana ANSA explicaba que la idea sería que para que una decisión sea aprobada debe ser respaldada por 55 por ciento de los países que integran la Unión y al menos 65 por ciento de la población; antes la cifra era de 50 y 60 por ciento. Con lo cual, si bien tanto España como Polonia quedan con menor peso específico que Francia, Alemania o Italia, por ejemplo, igual ganan terreno con respecto a la propuesta anterior. Ceden ambos lados.
EC - Esta reunión marca también la despedida de Romano Prodi de la presidencia de la Comisión Europea -que es el Poder Ejecutivo de la Unión-. En su discurso de apertura de la reunión cumbre Prodi dio un argumento muy fuerte, muy duro a sus colegas presentes de por qué debe superarse el estancamiento actual...
MR - Me imagino qué parte del discurso vas a mencionar...
EC - Al referirse a las elecciones para el Parlamento Europeo el fin de semana pasado, en las que se registró un abstención de 40 por ciento, Prodi señaló: "El mensaje es simple y claro: muchos de los ciudadanos europeos no encuentran respuestas a sus expectativas en las acciones de la Unión y no consideraron útil ir a votar. Otros piensan encontrar respuestas volcándose a los Estados nacionales, en contra de Europa".
MR - Sólo agregaría al extracto que tú hacías que en ese último discurso como presidente de la Comisión Europea, Prodi pidió un "acuerdo realista y ambicioso". En otras palabras, les está diciendo a los líderes europeos: "Señores, no se aferren a sus posturas, decidan". Todo el discurso de Prodi trata de ser un mensaje de consenso, que deja en claro la necesidad de que las instancias de decisión europeas funcionen para que el proyecto político, social y económico que es la Unión sea visto como algo útil y legítimo, en particular por los nuevos países miembros, donde el propio Romano Prodi señalaba la alta tasa de abstención en las elecciones del fin de semana anterior y el avance de sectores contrarios a la Unión. Esto no es menor. En general cuando uno se pone a hablar de la UE tiende a pensar "país que se integra, país que progresa, que se desarrolla". Esto históricamente tiene bastante de cierto porque hay políticas de apoyo para los países que recién llegan.
EC - Que además deben hacer ajustes importantes para llegar.
MR - Eso es absolutamente cierto. Y precisamente, muchos de esos ajustes no necesariamente dejan a todos los sectores de actividad conformes; existen muchas veces en ciertas porciones de la población europea reticencias y escepticismo sobre la conveniencia de la integración. Por eso el hecho de que un acuerdo para alcanzar una Constitución esté cerca -y mucho más si se logra este acuerdo- sería un mensaje de compromiso fuerte hacia esos sectores y hacia muchos de quienes no fueron a votar porque no encuentran, como decía Prodi, respuestas a sus expectativas en este proyecto de Unión.
EC - Para terminar, ¿hay algún candidato probable para suceder a Prodi en noviembre al frente del Poder Ejecutivo europeo?
MR - Ayer el diario español ABC señalaba que el nombre que suena con más fuerza es el del primer ministro belga, Guy Verhofstadt, en particular porque tiene un fuerte apoyo de Francia y Alemania. Lo único claro es que va a ser un candidato de la Europa de los 15, de la Europa de antes de la ampliación del 1 de mayo, un candidato con experiencia de gobierno europeo, no uno de uno de los países que recién se integran porque lógicamente se necesita alguien que tenga incorporada la gimnasia del debate europeo para manejar esta etapa de la integración. El diario español señalaba incluso que el presidente francés, Jacques Chirac, quiere un candidato de un país francófono y que participe en todas las políticas europeas, incluido el euro.
EC - Con lo cual también podría quedar fuera cualquier candidato inglés.
MR - El mensaje es claro.