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Túnez: luego de 23 años una revuelta popular pone fin al régimen autoritario de Ben Alí

Contacto con el politólogo Fernando Rosenblatt.


(emitido a las 08.41 Hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
En Túnez, después de 23 años de Gobierno, una revuelta popular terminó con el régimen autoritario de Ben Alí.

El origen de las protestas ocurrió el 17 de diciembre en la ciudad de Sidi Bouzid, 320 kilómetros al sur de la capital de Túnez. En esa localidad una inspectora de gobierno se acercó a un vendedor de frutas para multarlo por no poseer la autorización correspondiente para vender su mercadería, el joven vendedor tenía la opción de usar un mecanismo habitual en este país el pago de una coima para evitar la multa y la confiscación de su mercadería, sin embargo Mohamed Bouazizi se negó y eso generó una discusión con la inspectora quien le retiró la mercadería.

Horas más tarde, y ya frustrado por la repetición de este tipo de episodios, Bouazizi decidió prenderse fuego frente a las oficinas de la gobernación. Se prendió fuego en protesta. El vendedor de fruta se inmoló protestando contra la arbitrariedad y la corrupción, prácticas que son muy habituales, al menos hasta hace algunas semanas en este país que está ubicado en el norte de África.

El trágico final despertó una serie de manifestaciones que desencadenaron que el 14 de enero el Gobierno autoritario de Ben Alí llegara a su fin.

Para saber lo que está ocurriendo en Túnez vamos a conversar con Fernando Rosenblatt, politólogo, candidato a doctor en Ciencia Política en la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Tú de algún modo ya en una tertulia en la que participaste la semana pasada estuviste conversando del tema, comentando lo ocurrido aquí en Túnez, pero quisiéramos profundizar un poco más en esto que viene aconteciendo porque sin duda se trata de un fenómeno político que parece muy interesante.

FERNANDO ROSENBLATT:
Si, efectivamente, todo lo sucedido y lo que ha venido aconteciendo en Túnez resulta interesante pero antes de comenzar me gustaría hacer dos pequeñas precisiones. La primera es que tu introducción al tema narrando los hechos es correcta y por qué lo destaco porque cuando conversábamos la semana pasada y conté el disparador de esta revolución cometí algunas imprecisiones. Había dicho que quien se inmoló era un taxista que tenía un título universitario y como tú acabas de señalar esto no fue así sino que el que se inmoló era un vendedor de fruta. Ahora por qué hago la precisión de este detalle porque esa información la obtuve a través de medios de prensa internacionales y estaban equivocados y esto creo que refleja el caos y la confusión que reinó las primeras semanas y que aún siguen reinando.

Lo segundo es que lejos de ser un experto específicamente en Túnez o en los países del norte de África, resulta fascinante para la disciplina, para la agencia política, porque son muchos los elementos para analizar. Muchas veces el politólogo no es especialista en un país determinado pero utiliza los aportes de otras disciplinas, como la historia o del periodismo, para incluir en su análisis casos que resultan interesantes por su valor teórico. Precisamente lo que viene sucediendo en Túnez puede interesar a alguien que desde la Ciencia Política lee o se especializa en cuestiones como cambio de régimen, la relación entre desarrollo económico y democracia, la emergencia de procesos revolucionarios como éste.

JAE – ¿Por qué te parece interesante este caso de Túnez?

FR –  Lo primero que se puede señalar es que Túnez puede ser el origen de lo que en la Ciencia Política llamamos una coyuntura crítica. El concepto de coyuntura crítica supone identificar un cambio significativo en la trayectoria de un país. En Túnez podemos decir que hay un cambio significativo en su trayectoria como Estado-nación.

El concepto de coyuntura crítica supone que es vivida por varios países más o menos al mismo tiempo y que sus consecuencias son diferentes generando después distintos legados.

Lo que aún no sabemos es si lo que sucedió en Túnez supondrá o no una coyuntura crítica porque no sabemos si otros regímenes autoritarios también caerán. Hay varios regímenes similares al de Ben Alí en la región. Tampoco sabemos el impacto de lo que sería esta coyuntura crítica es decir ¿qué vendría después? Por ejemplo, la otra vez conversamos si lo que está pasando en Túnez hubiera sucedido en 1979, junto con la revolución en Irán, sabríamos que uno de los casos, Irán precisamente, no trajo democracia entonces ahí cabría investigar por qué en Irán no y quizás por ejemplo en Túnez sí todo esto trajo democracia.

JAE – Túnez no es el primer país en donde un régimen no democrático cae como consecuencia de una revolución popular.

FR – Sí, efectivamente, sólo mirando los últimos años hemos visto cómo en diversos países cayeron regímenes autoritarios a partir de la protesta de la ciudadanía.

Algunos países que pertenecían al bloque soviético tuvieron este tipo de fenómeno. Un autor definió este proceso que aconteció en Eurasia como una revolución democrática modular. ¿Qué es una acción modular? Es cuando un país vive una experiencia que en gran medida se basa y se apoya en el ejemplo exitoso de otro. Es decir: se copia un modelo exitoso de un país que la gente siente que comparte sus mismos rasgos.

Este autor, Beissinger, explica que la acción modular -en este caso era revoluciones en ciudades en pos de la democracia- teniendo un ejemplo exitoso puede suplir las desventajas estructurales que no permiten el surgimiento de un régimen democrático en el país que está copiando el modelo. Para algunos una desventaja estructural sería el bajo nivel de desarrollo socioeconómico que se suple porque copiamos el modelo de un vecino que pude traer una revolución mediante, por ejemplo, el uso de las redes sociales. Es lo que sucedió en algunos países del ex bloque soviético: Ucrania, Georgia y varios países más.

Las preguntas que surgen en torno a lo que sucedió en Túnez son: ¿el ejemplo exitoso de este país se transformará en definitiva en una acción modular en otros países? Es decir, ¿Egipto y Argelia copiarán este modelo? ¿Serán exitosos incluso? Porque no lo sabemos así como tampoco sabemos, como decía, si la caída de regímenes autoritarios será o no una coyuntura crítica porque en definitiva el único que cayó es Túnez. Tampoco sabemos el impacto que seguirán teniendo las redes sociales, cumplieron un papel fundamental en la convocatoria a las protestas, ¿pero serán funcionales a la construcción de un consenso, al aplacamiento de las aguas?

Claramente lo que viene sucediendo generará un impacto significativo en la historia de la región. Lo que no sabemos es la dimensión y esto es lo importante.

Tampoco sabemos si lo que sucedió en Túnez permitirá pasar por alto la falencia de lo que se considera como las condiciones previas para la democracia.

Hay mucha discusión sobre este punto. Un importante nivel de desigualdad es una condición que seguro afecta el surgimiento y la estabilidad democrática y claramente estos países son muy desiguales.

JAE – Sumando las interrogantes que venís planteando tampoco da la impresión que se pueda saber si el resultado de todo esto es una democracia o no es una democracia.

FR – Sí, podemos volver sobre el caso de Irán. El resultado de la revolución no fue una democracia, una revolución popular también en definitiva derrocó un Sha [emperador]. Parecería que en este análisis no estamos dando muchas respuestas. Lo cierto es que lo único que tenemos son interrogantes y aspectos sobre los que hay que prestar atención. En realidad es lo fascinante de esta potencial coyuntura crítica. el origen y la sucesión de eventos parecen hasta azarosos, tú narrabas el origen de todo esto y cómo se fue sucediendo.

El rol de los actores y las decisiones que se tomen en estos primeros meses son fundamentales para el desenlace, para lo que suceda, para las consecuencias de largo plazo.

En un par de años, la sucesión de decisiones van a ser más difíciles de revertir y se habrá delineado un camino, ya va a estar más claro para dónde está yendo Túnez. Hoy en día las puertas que se abren son infinitas y de nuevo las preguntas son muchas, por ejemplo ¿cuál será el rol de los militares? En este sentido, ayer el general Amar, principal general del Ejército de Túnez, prometió dar estabilidad al país y que apoyaba la revolución que derrocó al régimen de Ben Alí y a este General Amar se lo considera clave no sólo por su carácter de General sino porque en su momento se rehusó a disparar contra los manifestantes.

¿Las fuerzas de seguridad de Ben Alí, qué sucederá con ellas, cómo quedarán parados quienes quieren consolidar en Túnez un Estado musulmán confesional? Por lo pronto en seis meses parecen prometerse elecciones, ahora el resultado de todo eso, de nuevo, no lo sabemos.

JAE – Túnez queda en el norte de África, es la puerta de un continente muy pobre y también se puede considerar la entrada a Europa o una de las entradas a Europa.

FR – Sí y vecino y familiar del mundo musulmán. Túnez puede iniciar una difusión de su experiencia y generar repercusiones, ¿pero qué es lo que sucede? En el caso de ellos, de los tunecinos, no tienen un ejemplo cercano culturalmente geográficamente para seguir más allá de intentos fracasados en Egipto. Ahora, en este mundo de creciente conexión tampoco sabemos cómo están fluyendo las ideas por allí. Es decir, qué influjos y qué influencias están recibiendo los tunecinos en este momento.

JAE – Que tampoco es el primer caso de derrocamiento o revolución utilizando las redes sociales, ya hay otros ejemplos, ¿no?

FR – Sí, hay ejemplos de protestas y al menos de difusión de manifestaciones mediante redes sociales. Por ejemplo en Moldavia, un pequeño país, vimos el año pasado como miles de personas salieron a las calles convocadas desde las redes sociales y protestaron contra el renacer del partido comunista. Y de nuevo en Irán no sé si recuerdan pero en junio de 2009 hubo muchas manifestaciones sociales contra los resultados de las elecciones presidenciales. Y las redes sociales y youtube nos sirvieron por ejemplo para que nosotros sepamos lo que allí sucedía.

Retomando la idea de la difusión, el ejemplo que pueda quedar de Túnez creo no está determinado por el derrocamiento de Ben Alí sino de lo que se construya a partir de esa acción. Es decir, lo que aparezca como solución "definitiva" creo que determinará si el ejemplo se difundirá o no y si en definitiva se consolida una coyuntura crítica en la región, en definitiva podría suponer la transición a una democracia o la victoria de una teocracia, o quizás un régimen híbrido similar al de Ben Alí.

Creo que no alcanza con derrocar a un gobernante autoritario para encender una llama potente en la región. Ahora, lo sucedido ya es fascinante por múltiples aspectos más que hasta ahora no hemos analizado aquí, hay millones más de cuestiones para manejar.