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Kadhafi califica como "jóvenes drogados" a manifestantes

Kadhafi califica como "jóvenes drogados" a manifestantes

El líder libio se aferra al poder y llama a sus fieles a tomar las armas mientras afirma que quienes protestan son "manipulados por Bin Laden".


Además aseguró que todas las protestas son fruto de una conspiración internacional, al tiempo que la revuelta avanza aceleradamente y varias ciudades cercanas a Trípoli caen en manos de la oposición.

A pesar de que el cerco se estrecha sobre él, Muamar Kadafi no piensa renunciar. A través de una conexión telefónica transmitida por televisión, el coronel acusó a los de estar manipulados por la red terrorista internacional Al Qaida, de Osama Bin Laden, y de estar actuando bajo el efecto de las drogas.

Por otro lado, el líder llamó a los ciudadanos a tomar las armas contra los insurgentes. "La Constitución es clara: agarrad sus armas", lanzó durante su alocución y añadió que él sólo tiene "autoridad moral", que siempre se ha presentado como el guía de la revolución, más que como un jefe de Estado.

Kadhafi intenta resistir al avance imparable de los opositores, que controlan el este y varias ciudades del oeste cercanas a Trípoli, donde el coronel está atrincherado junto a fuerzas leales y mercenarios.

Al mismo tiempo que Kadhafi hablaba se estaban produciendo enfrentamientos por el control de las ciudades de Zauiya y Sabratha, a menos de 80 kilómetros de Trípoli.

Trabajadores egipcios que huyen de Libia afirmaron este jueves que Zuara está en manos de la oposición. Ni el Ejército ni la Policía tienen el control, precisaron los egipcios. Zuara, ubicada al borde del Mediterráneo, es la ciudad más importante del oeste de Trípoli, la capital.

El este del país está ya totalmente controlado por los insurgentes, por lo menos hasta la ciudad de Bengasi, la segunda localidad más importante del país. El Ejército, en el que aumentan los disidentes, apoya a los manifestantes según afirman periodistas, testigos civiles y miembros de organizaciones humanitarias presentes en el terreno.
 
Algunos representantes de la prensa extranjera, que por fin consiguieron entrar en Libia, describen el alborozo del pueblo y de los insurgentes, en su mayoría armados, enarbolando la bandera de la Independencia y haciendo el signo de la victoria a lo largo de la ruta que bordea el Mediterráneo hasta la ciudad de Derna, a 1.250 kilómetros de Trípoli.
 
En cuanto al número de víctimas que se ha cobrado por ahora la revuelta, las cifras varían. Se estima que han muerto por lo menos 640 personas. Unos 400 cadáveres estarían acumulados en una escuela de Trípoli, transformada en morgue. En tanto, un médico francés que acaba de regresar de Bengasi, asegura que en esa ciudad perecieron 2.000 personas.


Foto: Flickr/Daveeza