(emitido a las 8.36 Hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Con el apoyo unánime de 192 países, la Asamblea General de la ONU expulsó a Libia del Consejo de Derechos Humanos del organismo internacional. Esto es debido a la represión de las protestas populares llevada adelante por el régimen de Muamar Kadhafi.

Mientras eso acontecía en el campo diplomático, Estados Unidos (EEUU) movía algunas piezas. Anunciaba el envío de dos buques de guerra a la zona del Mediterráneo, cerca de Libia, y su presidente, Barack Obama, ofrecía a la ONU la creación de una zona de exclusión aérea sobre ese país para evitar que el dictador bombardee a los opositores.

Como era de imaginar, estos movimientos generaron reacciones de forma inmediata. Por un lado, Francia aclaró que no habrá ninguna intervención militar en Libia sin mandato claro de Naciones Unidas. En tanto, la Organización de la Conferencia Islámica rechazó explícitamente cualquier intervención militar.

Vamos a ver repercusiones internacionales y, en particular, la situación de algunos países europeos como por ejemplo Italia, principal socio comercial de Libia. Italia cuenta con fuertes inversiones estratégicas. La empresa del coronel Kadhafi tiene inversiones en el Club Juventus, en Fiat y en bancos, y esto hace mucho a la cuestión. Por eso hay que mirar de cerca lo que está pasando allí.

Vamos a ubicarnos en Roma para recibir al periodista uruguayo Mario Lubetkin, director de la agencia IPS y colaborador de En Perspectiva en la capital italiana. ¿Cómo estás viendo desde Italia estos últimos acontecimientos en torno a Libia?

MARIO LUBETKIN:
Naturalmente, aquí la preocupación es muy grande. Como tú decías, tanto por razones históricas y hoy por razones económicas, el factor Libia en Italia pesa notablemente. Pero este no es un escenario italiano sino de toda Europa.

Tú señalabas correctamente que las inversiones libias en Italia, que en este momento son superiores a los 4.200 millones de euros, sin duda juegan un factor importante en el desarrollo de la economía italiana.

JAE – Ayer se informaba que en los últimos dos años Berlusconi visitó Libia ocho veces e incluso el mismo coronel Kadhafi llegó a Italia, donde plantó tiendas nómadas en cuatro oportunidades. ¿Cómo afecta todo esto la política del gobierno de Berlusconi internamente?

ML – Incluso se hablaba de posibles negocios entre Kadhafi y Berlusconi, aunque nunca se pudieron confirmar. Sin duda esto afecta mucho, porque el presidente del Consejo de Ministros, Berlusconi, fue uno de los últimos de Europa en condenar las acciones represivas de las tropas del coronel Kadhafi hacia su población en las últimas semanas.

Finalmente y con atraso, Italia tomó una serie de definiciones poniéndose en línea con el resto de los países europeos. Pero por múltiples razones sigue demostrando un gran cuidado en cada uno de los movimientos que está haciendo. El primero es por razones económicas. Como señalábamos anteriormente, pensemos que el principal banco de Italia, Unicredit, tiene accionistas libios por encima del 7,5% del total de las acciones. Estamos hablando de cifras realmente importantes. Para quienes tengan un poco de memoria del contexto internacional, fueron justamente las finanzas libias las que salvaron a Unicredit en el momento de la mayor crisis de los bancos norteamericanos y europeos. Libia y Kadhafi eran presentados como los grandes salvadores de aspectos importantes de la economía italiana.

JAE – Sí, de hecho, cuando comenzaron las revueltas en Libia, la bolsa de Roma y en particular la de Italia fue la más afectada. Fue la que más bajó debido a la caída en el valor de la acción del Unicredit.

ML – Claro, pero también puedo pensar que la Fiat tiene acciones libias. Si bien Libia tuvo un papel muchísimo más importante con Fiat en otro período, ahora sigue teniendo el 1 o el 2% de las acciones. La empresa petrolera ENE tiene más del 1% de las acciones. Hasta en un equipo de fútbol como Juventus, que estaba en una situación muy delicada desde el punto de vista financiero, aparecieron los fondos libios y eso le permitió cambiar la situación en que ellos se encontraban desde el punto de vista financiero.

JAE – Gana fuerza en el campo diplomático la posibilidad de crear una zona de exclusión aérea sobre Libia para evitar que el dictador bombardee a los opositores. ¿Cómo cae en Europa el ofrecimiento de Obama?

ML – Tomemos en consideración que a diferencia de la situación de Egipto, que ya era muy grave y tenía un enlace internacional muy importante de Túnez, la crisis libia afecta severamente la economía europea e internacional. Basta ver los precios de la gasolina en estos días para entender de qué estamos hablando. Hace un par de días la Unión Europea decidió el embargo de armas y de los fondos personales de Kadhafi como las primeras medidas tomadas. Tú recordaste ahora la resolución sobre la expulsión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, pero hasta el momento ninguna de estas medidas penetra en profundidad ni afecta severamente al régimen libio. Puede ser porque a nivel de armas la capacidad del ejército libio es extraordinariamente fuerte, es un ejército muy armado y por lo tanto este embargo puede tener un efecto hacia el largo futuro, o puede ser en el embargo de los fondos.

Si tú lees con atención la decisión de la Unión Europea habla de los fondos personales, pero el régimen de Kadhafi se mueve a través de sus empresas, a través de su banco central. Esas siguen libres de operar, son las que tienen las acciones por ejemplo en Unicredit, en Juventus y en otros aquí en Italia.

Y, segundo, todavía hay un escenario de fuerte división en Europa. Recordemos, por ejemplo, que el primer ministro inglés James Cameron ha llegado incluso a plantear la necesidad de apoyar la guerra y armar a los rebeldes. No hay todavía acuerdo de esta zona de exclusión. Algunos de los países europeos señalan que esto no se puede hacer, tú señalabas el caso de la posición francesa, que sin una resolución de Naciones Unidas esto no se haría.

Hay un factor que todavía no está muy claro cómo va a jugar que es la acción autónoma de la OTAN, que se sigue reuniendo y definiendo qué es lo que va a hacer.

El 11 de marzo habrá una reunión de los jefes de Gobierno de la Europa comunitaria para discutir qué es lo que se va a hacer en el caso libio. Se habla del escenario de intervención, eso lo planteó en algún momento Hillary Clinton, pero nos encontramos con varios países europeos que dicen que no puede irse a un escenario de intervención, contradiciendo por ejemplo las posiciones de Cameron. Incluso la organización de la resistencia libia, que está focalizada sobre todo en el este de Libia, ha planteado que no aceptaría un escenario de intervención.

Y, por otro lado, hay otro factor que está jugando sustancialmente que es todo este escenario de refugiados. Hay 140.000 refugiados en la frontera entre Libia y Túnez y muchos europeos prevén que una vez que pasen para Túnez van a querer pasar para Europa.

JAE – Claro, esa es otra consecuencia directa que se puede generar a nivel social.

ML – Por supuesto, pero en un doble aspecto. Primero, desde el punto de vista económico, desde el punto de vista energético, ya hay escenarios de inestabilidad. El tema de las naves norteamericanas que entren al Mediterráneo dentro de tres, cuatro o cinco días va a generar un escenario de inestabilidad militar muy importante porque el Mediterráneo es una zona extraordinariamente sensible y este tipo de medidas pueden modificar los equilibrios actualmente existentes.

Pero también, como tú señalabas, está el tema de los refugiados. Esto tenemos que verlo desde dos puntos de vista. Uno, es que había un acuerdo entre Italia y Libia porque los refugiados que llegaban desde África no eran de Libia, de Túnez o de Egipto, sino que venían de las zonas más pobres, del centro de África y se movían a través de las bandas de especuladores africanos. Esa emigración salía a través de Libia. En este momento, por la situación libia hay una semiparálisis por la cual todos estos flujos de la África subsahariana no están llegando hasta Libia. Pero se prevé que en cualquier momento –una vez que la situación se normalice o Libia vaya hacia un escenario tipo Somalia o Afganistán, o sea de la división del país– se genere una explosión extraordinaria de refugiados hacia Europa que generaría también un escenario de inestabilidad social y económica.

JAE – Esta decisión que se tomó en el seno de la ONU de expulsar a Libia del Consejo de Derechos Humanos ¿qué repercusiones puede llegar a tener?

ML – Es una señal política, pero creo que en todos los puntos que te señalaba anteriormente es donde están los nudos para entender qué es lo que puede pasar en esta delicadísima situación mediterránea, europea e internacional en los próximos días.


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EMILIANO COTELO:
A propósito de la presencia libia en Europa, especialmente en el terreno empresarial –ese factor que ha enredado tanto las cosas y del cual tú hablabas recién con Mario Lubetkin– hay un dato más. Un artículo de El País de Madrid que se ocupaba de este asunto en las últimas horas hacía referencia también al Reino Unido y decía: "En el Reino Unido muchos ciudadanos habrán sonreído esta semana al recordar que Libia es dueña del 3% del grupo editor de uno de los periódicos más prestigiosos, el Financial Times".

JAE – Prestigiosos e influyentes.


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