Internacionales

Argentina: WikiLeaks pone en jaque a opositores de Cristina Fernández

Contacto con Fernando Gutiérrez, corresponsal de En Perspectiva desde Argentina.


(emitido a las 08.44 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Queremos explorar contigo qué ha venido ocurriendo en la República Argentina con el destape que hizo WikiLeaks. Ha habido repercusiones fuertes, ¿no?

FERNANDO GUTIÉRREZ:
Es la hora del capítulo local, después de esta estrategia de WikiLeaks de generar acuerdos con diarios en varios países. Al comienzo las revelaciones habían tenido algún impacto limitado, habían trascendido reuniones de funcionarios de la embajada estadounidense con políticos locales, y la verdad es que, salvo algún apuro para algún dirigente oficialista que por lo bajo criticaba a los Kirchner, no había ocurrido nada con consecuencias políticas fuertes. El cable más comprometedor había sido uno en el que Cristina Fernández de Kirchner realizaba críticas al presidente boliviano, Evo Morales, por su política impredecible, según ella, en la venta de los hidrocarburos a Argentina. Argentina está dependiendo de una manera creciente del gas que le compra a Bolivia, y las preocupaciones de la presidenta habían salido a la luz.

EC - ¿Cuándo fue eso?

FG - Fue a fin de año.

EC - En ese caso estamos hablando de revelaciones de cables de WikiLeaks que venían de El País de Madrid, por ejemplo. Ahora hay un capítulo Argentina en la medida en que Página 12 ha recibido todo un paquete de cables filtrados por WikiLeaks del Departamento de Estado.

FG - Exactamente, 2.000 cables fueron dados a conocer el 21 de febrero por el diario Página 12. Curiosamente es un diario de línea bastante oficialista, y hasta ahora todos los cables dados a conocer más bien han dejado en situación incómoda a la oposición o a empresas, pero no ha habido un cable que haya puesto en una situación incómoda al Gobierno.

La mayoría de los cables difundidos refieren a situaciones, reuniones privadas o análisis hechos por la embajada estadounidense durante el período de Gobierno de Néstor Kirchner y el de Cristina Fernández. No ha habido informes de hechos recientes, por ejemplo no hay documentos que hablen sobre el escenario político argentino posterior a la muerte de Néstor Kirchner. Claro que para ese entonces ya el escándalo WikiLeaks estaba dando la vuelta al mundo.

Los principales hasta ahora han sido uno que habla sobre la presión del gobierno estadounidense para que la investigación por el atentado de la AMIA no recayera en una persecución judicial al expresidente Carlos Menem y a funcionarios judiciales que estaban acusados de entorpecer los juicios con pruebas falsas. Hubo otro, ya en el ámbito empresarial, que dejaba a la luz el lobby de la empresa Monsanto para cobrar regalías por el uso de semillas transgénicas en el campo argentino. Otro dado a conocer no por Página 12 sino por la prensa española habla sobre la desconfianza de los banqueros argentinos hacia las condiciones de la nueva presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, en cuanto al manejo de la política monetaria.

Pero entre los documentos difundidos por el diario Página 12 quizás el de más impacto haya sido uno dado a conocer hace pocos días sobre el contenido de una reunión de embajadores estadounidenses en los países del Mercosur. Los embajadores en Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Chile tuvieron una reunión en el año 2007 para evaluar cómo estaba influyendo el venezolano Hugo Chávez sobre el bloque. El tema era si podía llegar a alterarse la relación de Estados Unidos con el Mercosur. En el documento secreto se concluye que bajo la influencia de Hugo Chávez el Mercosur estaba perdiendo su condición natural de unión aduanera para pasar a ser una entidad más politizada que adoptaba cada vez posiciones más críticas hacia Estados Unidos. "La entrada de Venezuela en el Mercosur altera claramente el balance y la dinámica de la organización", dice textual. Los embajadores no dudan en emplear el término "antiamericana" para definir la nueva actitud del bloque.

El cable destaca cómo Hugo Chávez, gracias a sus ayudas económicas e inversiones en el área energética, había logrado aumentar su influencia sobre los países del área. Y deja ver un cierto escepticismo por lo que ellos consideraban que era la estrategia brasileña, porque, según revelan los embajadores, el entonces presidente Lula estaba convencido de que Hugo Chávez sería más controlable dentro del Mercosur que si se lo dejaba actuar en forma independiente. Pero los embajadores señalaban que hubo varias situaciones que desmentían esa postura brasileña, como por ejemplo el hecho de que Chávez había alentado a Evo Morales para que Bolivia nacionalizara las operaciones de Petrobras.

Como sugerencia para el gobierno de Estados Unidos, los embajadores proponían seguir intentando con un mecanismo alternativo de integración que diera soluciones efectivas desde lo económico. "Nuestra idea de comunidad de naciones democrática e inclusiva, que asegura la perspectiva de un futuro más próspero para sus ciudadanos, es la respuesta correcta a Chávez", dice.

EC - Yendo al plano interno, a las repercusiones estrictamente internas, hubo dos personajes que aparecieron en posiciones incómodas. Me refiero por un lado a Mauricio Macri y por otro a Eduardo Duhalde.

FG - Es así. Una de las revelaciones que llamaron la atención fue una reunión privada de la embajada estadounidense con Mauricio Macri, el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires y uno de los principales postulantes opositores a la Presidencia. En la reunión Macri les reclamaba a los funcionarios estadounidenses que fueran más explícitamente duros y críticos con el gobierno argentino, que dejaran entrever, ya no entrelíneas sino de una manera bien explícita, su desagrado con los Kirchner. Según Macri, los Kirchner eran peligrosos y el gobierno de Estados Unidos tendría que valorar el hecho de que el partido de Macri, el llamado Pro, era el primer partido en 80 años de historia argentina que teniendo una postura abiertamente promercado y pronegocio que contaba con chances reales de llegar al poder.

Macri le confesó al embajador estadounidense hace un año que interpretaba el triunfo de Sebastián Piñera en Chile como el inicio de un cambio político en toda la región, con gobiernos que se volcaran más a la derecha del espectro político. En aquel momento había realizado un pronóstico que se probó erróneo, según Macri el futuro presidente de Brasil no iba a ser Dilma Rousseff sino José Serra. Por lo menos en cuanto a su visión de política regional no quedó bien parado Macri según este cable.

EC - Además estaba todo ese pedido para que el gobierno de Estados Unidos fuera más crítico con los Kirchner.

FG - Exactamente, era el reclamo que hacía no solamente según él porque era lo que correspondía dada la actitud que tenían los Kirchner en política internacional, sino porque consideraba que una actitud más abiertamente hostil de la embajada iba a favorecer las chances electorales de la oposición. Otro punto sobre el cual puede haber discrepancias, porque dado el carácter nacionalista de los electores argentinos no necesariamente que la embajada de Estados Unidos critique un gobierno le suma puntos a la oposición.

EC - ¿Y lo de Duhalde?

FG - Uno de los primeros documentos de WikiLeaks relata una reunión del ex presidente Duhalde un año después de haber dejado la Presidencia con el entonces embajador estadounidense. Ahí también hacía pronósticos que se revelaron equivocados, por ejemplo que Néstor Kirchner no se animaría a exponer a su esposa, Cristina Fernández, a una lucha electoral legislativa en la provincia de Buenos Aires por temor a una derrota humillante. Un año después de esa conversación Cristina arrasaba en esa elección en la que se había enfrentado con la esposa de Duhalde, Hilda González, más conocida como Chiche Duhalde, en la provincia donde el expresidente tenía su fuerte electoral.

El cable revela también que Duhalde se quejaba del destrato sufrido por el entonces presidente de Estados Unidos, George Bush, pero que aun así consideraba que lo mejor para la Argentina era que ganase la reelección ante el demócrata Kerry, porque Bush daría más garantías al libre comercio.

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Transcripción: María Lila Ltaif