Entrevistas

Diego Laje (Perfil y CNN): "El pueblo japonés se está comportando de manera muy recatada"

En Perspectiva dialogó con Diego Laje, periodista del diario argentino Perfil y corresponsal de CNN, quien se encuentra en Japón. Laje, que ha estado en ese país durante los últimos 10 años, dijo que "por el momento no hay pánico" y que los japoneses están actuando de forma "muy recatada y muy medida". En este sentido, Laje apuntó: "Están pensando sus respuestas a lo que viene pasando. Es una contradicción que un grupo piense. Generalmente, la conducta grupal tiende a ser muy irracional". Y confesó: "Nunca había visto un comportamiento así de una población en una situación tan complicada". Por otra parte, informó que "en Tokio la situación está controlada en cuanto al peligro radiactivo".


(emitido a las 7.37 Hs.)

EMILIANO COTELO:
¿Cuál es la última noticia proveniente de Japón a la que accediste, Juan Andrés?

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Nuevo incendio en el reactor 4 de la central de Fukushima, donde ya se habían producido tres explosiones desde que ocurrió el sismo. Se presume que podría haber aumentado la fuga radiactiva y hay alarma mundial.

En Tokio ya hay imágenes en varios medios de prensa que muestran a japoneses huyendo de Tokio porque la preocupación se va multiplicando con el paso de las horas.

EC – Un poco antes, la otra noticia que también se destacaba era que el emperador de Japón se mostró este miércoles profundamente preocupado por la situación que vive su país a causa del terremoto del pasado 11 de marzo y aseguró que esta crisis era imprevisible y no tiene precedentes a esta escala. El monarca nipón de 77 años manifestó su esperanza en que Japón superará estos desafíos que afronta cuidando unos de otros. "Espero sinceramente que la gente supere este momento desgraciado engendrando un sentido de generosidad con los demás", dijo Akihito en un video distribuido por la casa real.

"Un terremoto de nueve grados nunca había pasado en Japón. No sabemos todavía el número de víctimas pero rezo para que se salve el mayor número posible", agregó.

Sus palabras fueron difundidas por las principales cadenas de televisión que interrumpieron su programación para transmitirlas. Estas han sido las primeras declaraciones del emperador Akihito desde el terremoto y el posterior tsunami. Es extremadamente inusual que el emperador se dirija por televisión a sus súbditos y es la primera vez que lo hace en la presente situación de crisis.

¿Cuál es el ambiente? ¿Cuál es el estado de ánimo de la gente? ¿Cuáles son las perspectivas? Vamos a trasladarnos directamente a Japón y para eso el contacto telefónico es con Diego Laje, periodista del diario Perfil de la República Argentina y corresponsal de la CNN. ¿Dónde te encontramos?

DIEGO LAJE:
Estoy en la localidad de Akiita. Akiita es donde nos han evacuado después de estar trabajando en la zona cercana a Sendai, ya que estaba en la cercanía de Sendai con Fukushima, el lugar donde está la planta nuclear de la que acabas de hablar y que sigue teniendo problemas. Se evaluó que era conveniente que abandonáramos esa locación y que dejáramos de trabajar allí. Nos fuimos unos 400 kilómetros al norte de Fukushima. Como si fuera poco no sólo vino un terremoto, un tsunami y un accidente nuclear, sino que acá está nevando muy fuerte. Así que tuvimos muy poca visibilidad durante el día. La tormenta de nieve nos dejó inmovilizados en el hotel. No podemos ir de vuelta a Tokio para continuar la cobertura desde allá ni evacuarnos en otro lugar. En este momento estamos en un compás de espera.

EC – Contanos sobre la evacuación por la que pasaste. ¿Cómo reaccionaba la gente?

DL – A los japoneses no les dieron orden de evacuación. Cabe aclarar que en las conferencias de prensa hay un funcionario que dice que está todo mal y en la próxima otro dice que está todo bien. Entonces los japoneses lo viven con intranquilidad, impaciencia e información muy cruzada y muy rara. Y, como siempre, con unos niveles de educación y respeto que –habiendo llevado 10 años de vida en Asia– no puedo creer la calidad de la reacción del pueblo japonés. En Sendai hemos presenciado cómo la ciudad más grande de la prefectura de Miyagi, donde no hay comida en ningún lado, se habilitó un mercado donde confluyeron miles de personas, todos paraditos en cola, en orden y esperando su turno para recibir su ración de frutas y verduras. Una cosa increíble. Nunca había visto un comportamiento así de una población en una situación tan complicada.

EC – Tú hablabas de la información que recibe la población. Quizá podrías ampliar algo al respecto. Viendo las emisiones en la señal internacional de la cadena de televisión NHK, lo que encontramos es que están prácticamente las 24 horas concentrados en los detalles de la crisis por la que están pasando. Prácticamente no hay pausas y se habla permanentemente de los operativos de rescate, de la situación de las víctimas y de lo que está pasando con las plantas nucleares. A veces suena a saturación. ¿Allí adentro es lo mismo?

DL – Hay que entender que este fue el peor terremoto en la historia de Japón. Yo pienso que cualquier país que esté viviendo el peor desastre de cualquier tipo en su historia va a tener una cobertura 24 horas. El caso de NHK es además muy interesante porque NHK está financiada por fondos públicos pero gerenciada por una gerencia independiente. De hecho, no es un medio estatal sino que es un medio público, quizá como la BBC de Inglaterra. Entonces, tienen la obligación de proveer la mejor información porque son la cadena con los mejores medios económicos. Por supuesto tienen que concentrar todos los cañones en lo más importante, al ser una cadena pública tampoco tienen las urgencias de tener que responder al rating inmediatamente ni de tener que mirar cómo van las cifras para ver qué poner en la pantalla. Así que es normal que NHK quizás sea un poquito más exagerada y busque ir lo más a fondo posible. Me parece absolutamente común y esperable.

EC – Pero mientras tanto, en lo interno, ¿los medios cómo informan?

DL – También están todos concentrados y obsesivos. Sólo una cadena de televisión que a veces reporta otras cosas. Dios quiera que nunca pase nada en Uruguay que reclame una cantidad significativa de vidas. Me parece algo normal y de alguna manera también sano porque la gente quiere saber qué pasa y tiene que poder saberlo de gente que trabaja con altos niveles de calidad como la gente de NHK, a la que conozco personalmente.

EC – Con respecto a la situación en la central de energía atómica de Fukushima, ¿qué es lo más nuevo? Juan Andrés recién estaba leyendo los cables que tenemos aquí disponibles. Por lo visto, la situación ya está alcanzando niveles dramáticos en la medida que se ha evacuado a esos 50 operarios que eran los últimos que quedaban, y que son héroes, porque vaya uno a saber qué grados de contaminación han recibido en medio de las tareas que desarrollaron en estos días.

DL – Vaya a uno a saber. Hay dos datos para tener en cuenta que realmente van a hacer caerte de la silla. Como venimos diciendo, un funcionario local dice no hay riesgos inmediatos a la salud en el rango de 20 a 30 kilómetros de la planta. Mandamos un mensaje positivo de "todos tranquilos". Luego trasciende y se oficializa que una tripulación de un helicóptero del ejército japonés que iba a sobrevolar una de las zonas del incendio para arrojar agua no accedió por el riesgo radiactivo en la zona del reactor. Y otra vez NHK fue la primera en mostrarlo a pesar de ser una cadena financiada con fondos públicos, aclaremos esto. Acá es la parte más irónica de todo esto. Si estabas vivo en 1986 y miraste televisión, recordás esa imagen patente de Chernobyl con un helicóptero sobrevolando y arrojando agua y arena sobre el reactor. Y lo que también recordarás es que todas esas tripulaciones murieron poco después de ese esfuerzo heroico en el que sabían que iban a la muerte.

EC – Sí, ese antecedente lo tenía presente cuando leí la noticia de que se iba a intentar proceder a ese lanzamiento de agua y arena con un helicóptero en uno de los manotazos ya desesperados. Mi pregunta era: ¿qué va a pasar con quienes operen ese helicóptero?

DL – Quien sea que les dio la orden les dijo: "esta es la realidad", y lo manejaron con muchísima entereza. En este sentido, este tipo de detalles son los que voy a buscar especialmente y que en general vas a ver volcado en mi cuenta de Twitter, que es "@dlaje". Ahí vas a encontrar este tipo de detalles a los que yo les presto atención. Porque a mí me interesan las cosas más chiquitas, más minuciosas. Y cuando miro estas noticias también las miro con el ojo de un tipo que se pasó casi una década dando vueltas por esta parte del mundo.

EC – A partir de estas pinceladas, ¿cómo podemos describir la situación en la planta nuclear?

DL – Es la pregunta que todos nos estamos haciendo. No sólo vos sino todos, porque las noticias oficiales van por un lado y por otro. Por lo pronto, lo único que te puedo decir es que en este momento yo tengo colgado de mi cintura un detector de rayos gama, tengo al lado mío una botella con yodo líquido, que tomo cada ocho a 12 horas. Tengo que hacer buches y es asqueroso. Me cuido de no exponerme innecesariamente a estar en el exterior.

EC – La pregunta apuntaba a saber si los operarios a cargo de las últimas tareas se han retirado. Si el operativo con los helicópteros no se puede llevar a cabo, ¿ahora qué es lo que viene? ¿Lo peor?

DL – No te puedo responder eso directamente. No soy especialista en temas nucleares. Soy un periodista que sigue con preocupación esto desde demasiado cerca, pero no estoy en el terreno y no tengo acceso a fuentes que me puedan decir que se viene lo peor y que me lo puedan asegurar. Y no querría asegurarlo públicamente porque siempre podemos estar equivocados. Siempre puede haber un desencuentro informativo entre funcionarios del mismo Gobierno japonés y por eso se reportan cosas contradictorias. Por el momento lo único que quiero hacer es cumplir en informar lo que pasa. En Tokio quiero llevar tranquilidad a aquellos que tienen familiares y amigos concentrados en las grandes ciudades de Japón. En Tokio la situación está controlada en cuanto al peligro radiactivo, según los informes que tenemos de gobiernos independientes. Quiero aclarar que en otras partes de Japón no hay ni siquiera cambios en los registros de radiación. Y corresponde aclarar eso porque tampoco es cuestión de alarmar a quienes tienen familiares, amigos, hijos, hermanos, acá en este archipiélago.

JAE – Tú recién decías que estás tomando medidas para evitar problemas importantes a la luz de lo que puede estar ocurriendo o lo que podría llegar a ocurrir. ¿Hay imágenes de gente que vive en Tokio y que está tomando la decisión de irse para evitar problemas y para minimizar estos riesgos?

DL – Por el momento no. Por el momento no hay pánico y voy a volver al principio de nuestra conversación: el pueblo japonés se está comportando de manera muy recatada, muy medida, y está pensando sus respuestas a lo que viene pasando. Es una contradicción que un grupo piense. Generalmente, la conducta grupal tiende a ser muy irracional. Eso es lo que más me llama la atención. El aeropuerto está lleno de extranjeros y esto yo ya lo sabía desde hace varios días. De hecho, publicamos muchas notas. Un día me senté a charlar con un argentino que me contaba que estaba pensando en salir y que él ya había visto que muchos de sus amigos extranjeros se estaban yendo. Esto es común; los extranjeros son los primeros en abandonar el lugar. Los extranjeros pueden llenar el aeropuerto, pero lo que los japoneses pueden hacer es quemar el palacio presidencial, que es más significativo. Por el momento, lo que hay son extranjeros preocupados yéndose de aquí. Los japoneses están evaluando la situación.

JAE – ¿Este dato que pones en tu último twitt de que hay 15 nuevos pacientes afectados por radiación y que habría 150 es una información pública extendida o forma parte de esa diferencia que tú hacías notar de datos que aparecen por un lado y se contradicen con otros?

DL – Sí, Twitter te permite solamente 140 caracteres, así que si no cito fuente es porque lo tomo como dato. En ese caso particular es oficial. Te cuento dos cosas: hace una semana que no duermo una noche completa en una cama, porque andamos corriendo por todos lados y nuestra cobertura lo demuestra claramente. Llegamos antes que los rescatistas a los lugares. No hay manera de ganarles si no es no durmiendo. Quiero transmitir que no dá pánico. Las cosas están razonablemente bajo control dentro del caos que esto podría ser.

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