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Francia: elecciones departamentales marcan el triunfo de la izquierda

Contacto con Rafael Mandressi, colaborador de En Perspectiva desde Francia.


(emitido a las 08.46 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Este fin de semana en Francia y Alemania se celebraron elecciones regionales que dejaron golpeados a los partidos en el poder.

Más tarde en la tertulia vamos a hablar de lo que ocurrió en Alemania, donde la Unión Demócrata Cristiana, de la canciller Angela Merkel, perdió las elecciones ante el Partido Verde en una región tradicionalmente favorable para los democristianos.

En Francia la derrota del oficialismo fue más extendida porque en esta segunda vuelta de las elecciones cantonales resultó triunfador el opositor Partido Socialista (PS). Según los resultados definitivos difundidos ayer los socialistas obtuvieron el 35% de los votos, ubicados entonces por delante de la Unión Por un Movimiento Popular, del presidente Nicolas Sarkozy, que alcanzó el 20% de los sufragios.

En tanto, el ultraderechista Frente Nacional liderado por Marine Le Pen, hija y heredera política de Jean-Marie Le Pen, quedó en tercer lugar con el 11% de los votos.

¿Qué significan estos resultados? ¿Qué es lo que le espera a la política francesa en los próximos meses? El diálogo es con nuestro colaborador en París, Rafael Mandressi, investigador en el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia.

Ubiquemos primero estas elecciones, elecciones departamentales o cantonales, se desarrollaron en dos etapas: primera vuelta y segunda vuelta ahora el domingo.

RAFAEL MANDRESSI:
Sí. Se llaman elecciones cantonales pero sirven para elegir las autoridades de los departamentos en Francia o sea que se pueden llamar departamentales para que quede más claro para los oyentes en Uruguay. De los cien departamentos franceses se elige un consejo de Gobierno que a su vez vota de manera indirecta un presidente de ese consejo que viene a ser el principal gobernante de cada uno de los departamentos.

Las elecciones se hacen en dos vueltas, con una semana de diferencia entre la primera y la segunda, esto es el domingo de la semana pasada y anteayer en la segunda vuelta con los resultados que indicabas recién.

EC – Tenían el carácter de test con vistas a las elecciones presidenciales y legislativas.

RM – Sí, eso es lo que se decía y se dice con razón a mi juicio, son las últimas elecciones antes de las principales elecciones en Francia que se van a desarrollar dentro de un año que son las presidenciales seguidas de las legislativas un par de meses después. De manera que es el último momento en el que más allá de las encuestas de opinión se tiene una idea de cómo están distribuidas las fuerzas electorales de cada uno de los partidos y en este caso con resultados bastante significativos.

EC – Sí, empecemos a revisarlos. Hablemos en primer lugar de la abstención, fue récord: 56% de los habilitados para votar no lo hicieron.

RM – Exactamente, es una abstención récord, algo así como lo que tal vez pasaría en Uruguay con las elecciones al BPS si el voto no fuera obligatorio, 56% el domingo pasado, 55% el domingo anterior, a lo cual se le pueden sumar los votos anulados y los votos en blanco que en Francia no son contabilizados como votos válidos. Si se hace esa suma el porcentaje de electores que expresaron un voto realmente por alguno de los candidatos es apenas 46%.

Es muy difícil interpretar qué hay detrás de una abstención pero en principio no parece ser una actitud generalizada de indiferencia sino más bien una actitud de desconfianza, de rechazo, de descreimiento, en términos generales hacia los partidos políticos y hacia la capacidad de los dirigentes y de la política en términos generales para resolver los principales problemas que la población en Francia siente como importantes y urgentes.

EC – Vayamos ahora a otro de los resultados que ha sido destacado por los observadores y los analistas: la victoria de la izquierda que dejaron estas votaciones.

RM – Sí, una victoria muy clara con una diferencia muy contundente de 15 puntos entre el PS y el oficialismo, a eso se puede sumar los votos de los aliados del PS dentro de la izquierda francesa especialmente el Frente de Izquierda que es una alianza que comprende al Partido Comunista y a otro partido creado hace no mucho tiempo, hace un par de años, y el voto por los ecologistas que también son una alianza de distintos movimientos ecologistas. La izquierda sumada totaliza más de la mitad de los votos expresados.

Y esto confirma por lo menos la preponderancia que desde hace ya un buen tiempo tienen los partidos de izquierda en todos los niveles de los gobiernos locales. En este caso en los departamentos más de dos tercios de los departamentos franceses están controlados por gobiernos de izquierda y de las regiones, que es una división territorial más amplia, todas excepto una también están gobernadas por la izquierda, más la mayoría absoluta de las alcaldías. De modo que hay una suerte de cohabitación si se quiere de un nuevo tipo entre el poder central y los poderes locales que respectivamente controlan el oficialismo de derecha y los partidos de izquierda.

EC – Por otro lado, estas elecciones mostraron el regreso de la ultraderecha.

RM – Sí, el regreso porque estaba un poco alicaído el Frente Nacional, en particular en las últimas elecciones presidenciales había perdido mucho terreno, no sé si los oyentes recordarán pero en las elecciones presidenciales anteriores en el 2002 habían dado el batacazo pasando a la segunda vuelta y eliminando al candidato de la izquierda de aquel momento que era el primer ministro Lionel Jospin.

Después empezó como a decaer electoralmente el partido pero hubo una vuelta de tuerca muy notoria y muy repentina incluso a partir de en principio enero pasado cuando Marine Le Pen, la hija del líder histórico de la ultra derecha, asume la conducción del partido con lo cual se producen una serie de cambios en la imagen por lo menos de este partido y a partir de allí empieza a subir en las encuestas confirmando ese crecimiento en las elecciones de estas últimas dos semanas.

EC – Sí, de todos modos allí tú estás haciendo consideraciones a propósito de la votación global no a propósito de cómo le fue al Frente Nacional en cuanto al triunfo en los departamentos en sí, ¿no?

RM – Sí. Obtuvo muy poca representación pero eso es una consecuencia del sistema electoral que implica necesariamente tejer alianzas para poder tener chances en la segunda vuelta y por el momento por lo menos no hay quien quiera aliarse con la ultraderecha de manera que a pesar de una votación muy significativa en términos de los votos obtenidos en términos generales la traducción en cargos de los consejos departamentales fue muy escasa, apenas lograron dos consejeros departamentales sobre un total de 400 cantones en los cuales se presentaron.

Pero de todos modos esto es para los propósitos, y en el balance que el propio Frente Nacional hace de los resultados, secundario, lo ven más, y con razón en ese sentido, como una señal hacia la dinámica electoral de este año que comienza en este momento y desembocaría en las elecciones presidenciales.

EC – Finalmente hablemos de la derrota muy fuerte que tuvo la derecha que está en el Gobierno.

RM – Sí, una debacle en realidad que también confirma lo que las encuestas venían indicando, es decir cada elección intermedia y cada encuesta de opinión que se ha ido sucediendo en los últimos meses señala una caída cada vez más fuerte y significativa de la popularidad del presidente, de la intención de voto en su favor y de la intención de voto para su partido gobernante, en este caso ya no la intención en estas últimas elecciones sino concretamente electores que en principio de acuerdo a lo que señalan los estudios los que ha perdido la derecha clásica habrían migrado hacia la ultraderecha produciendo un fenómeno inverso del que se había producido hace cuatro años en las elecciones presidenciales anteriores donde Sarkozy había conquistado un electorado que hasta ese momento había marcado sus preferencias por la extrema derecha. En este momento el proceso es el inverso y confirma también en este caso una tendencia que viene manifestándose desde hace ya un buen tiempo pero que ahora en lo concreto de una elección muestra un oficialismo al borde del naufragio.

EC – Repaso los números que ya los dimos pero para que el oyente los tenga presente: los socialistas se ubicaron en primer lugar con 35% de los votos; después el partido del presidente Sarkozy con el 20%; el ultraderechista Frente Nacional tuvo el 11,5%. Entonces, cuáles son las consecuencias políticas, qué es lo que se avizora ahora.

RM – La primera conclusión que abre a su vez perspectivas en términos de análisis de consecuencias es que la estrategia que ha seguido Sarkozy y su partido para captar votos que va en la dirección de un endurecimiento y de una derechización no pagó esa vez, había pagado en el pasado, esta vez parece producir el efecto contrario entre otras razones porque el acento que han puesto en algunos temas como el de la inseguridad, la inmigración, el Islam y su presencia en Francia, en fin todos estos asuntos vinculados con la identidad nacional que se han estado promoviendo lo que ha terminado produciendo es una suerte de porosidad mucho mayor entre el partido del presidente y la extrema derecha porque ha tomado los temas de la extrema derecha legitimándolos en alguna medida. De modo que allí la duda que se plantea en cuanto a los meses venideros es si esta estrategia se va a mantener parecería que sí, las señales van en ese sentido, con el riesgo de que el fenómeno que ha venido produciéndose se profundice, dando incluso lugar a una eventual fractura de la derecha gobernante en términos de justamente la aprobación o no a esta estrategia, algunos han llegado a poner en tela de juicio a Sarkozy como candidato a su propia reelección si es efectivamente el mejor candidato, en fin, se avizoran tiempos bastante turbulentos para el Gobierno y...

EC - ...¿Y por el otro lado, por el lado de la izquierda?

RM – Exacto. En el campo adverso en la izquierda las perspectivas son naturalmente mucho más favorables. Lo que comienza en este momento para la izquierda es un proceso de definición de candidaturas que se va a definir en cuanto concierne al PS en una elección primaria, abierta a todos los simpatizantes, con varios candidatos, en particular tres, y entre ellos el favorito por el momento, según los sondeos de opinión, es el actual director gerente del Fondo Monetario Internacional, que estuvo hace pocos días en Montevideo, Dominique Strauss-Kahn, que tiene grandes chances si finalmente decide presentarse porque todavía no lo ha hecho público, su cargo actual se lo impide, de ser electo en esas primarias como el candidato del PS aunque genera algunas resistencias del ala izquierda del partido y de los otros aliados eventuales de los socialistas en una coalición de izquierda, digamos que Strauss-Kahn representa a los ojos de estos sectores una opción más de tipo social liberal o más derechizada del panorama de izquierda y con todas las precauciones del caso para ponerlo en términos uruguayos para que se entienda cual es la situación se podría hablar de Strauss-Kahn como una especie de Astori francés, por decirlo en términos muy sintéticos.

EC – Pero entonces a qué se supone que van los franceses cuando tengan lugar las elecciones el año que viene, ¿a una segunda vuelta entre socialistas y el Frente Nacional?

RM – Las últimas encuestas indican eso efectivamente. Las últimas encuestas ponen a los socialistas en primer lugar y en una primera vuelta los socialistas en el primer lugar, más bien Le Pen es decir la candidata de la ultraderecha en segundo lugar y el presidente actual Sarkozy en tercer lugar con esto Sarkozy quedaría eliminado de una segunda vuelta y es una posibilidad para nada descartable que efectivamente ese escenario se produzca, estamos muy lejos todavía por supuesto todo está por verse con una campaña electoral que tiene que desarrollarse, en fin, muchas cosas pueden ocurrir pero no es una eventualidad descartable ni mucho menos que una suerte de elección del 2002 invertida en este caso con una segunda vuelta entre la izquierda y la extrema derecha pueda producirse.

EC – ¿Los verdes cómo juegan en ese contexto?

RM – Los verdes tuvieron un resultado muy favorable, son aliados naturales del PS y por lo tanto en la configuración de una elección presidencial en una segunda vuelta los votos de los verdes se contabilizan automáticamente casi como votos para el candidato socialista.

Y en su performance electoral de estas últimas dos semanas lo que aparece muy claramente es un avance notorio que seguramente está ligado entre otras cosas a efectos coyunturales y en particular a la situación que se está viviendo en Japón con las centrales nucleares que ha generado debates entorno a ese tema por supuesto también acá y habría que ver si despejado ese elemento coyuntural el crecimiento de los ecologistas responde a una tendencia de más largo aliento o si volverán a su peso más o menos tradicional entorno a los 5, 6, 7 puntos del electorado, eso queda todavía por verse.

Pero en principio responde también a un fenómeno que se puede ver en Europa y que seguramente van a comentar ustedes más tarde cuando analicen el caso de Alemania.