Culminó el Congreso del Partido Comunista de Cuba
En Cuba, la clausura del VI Congreso del PCC se dio con los delegados en pie cantando la Internacional y Fidel Castro, muy frágil y en equipo deportivo, levantando el puño de su hermano, que acaba de ser elegido Primer Secretario.
Alrededor de ambos, el nuevo Buró Político del PCC, de 15 miembros, conformado mayoritariamente por generales e históricos que acompañarán a Raúl en una reforma que es todavía una incógnita, oficialmente denominada "actualización del modelo".
La aparición de Fidel Castro en la sesión de clausura fue recibida con una ovación de los 1.000 delegados comunistas. El exmandatario, de 84 años, mostró mucha dificultad para caminar y no dijo palabra. Horas antes, el propio líder comunista había dado a conocer su renuncia en un artículo aparecido en el diario Gramma, en el que reiteró que tras su enfermedad, en julio de 2006, nunca trató de ejercer responsabilidad alguna.
"Raúl conocía que yo no aceptaría en la actualidad ningún cargo en el Partido", aseguró, tras dar a conocer que días antes su hermano le había mostrado "por propia iniciativa" el Informe Central al VI Congreso. En dicho documento, Raúl hizo duras críticas al aparato del PCC por su exceso de burocracia y resistencia a los cambios, y afirmó que por "los errores cometidos" no había relevo "preparado" para suceder a los históricos.
El exmandatario expresó su apoyo al mencionado informe, y en especial a la propuesta de limitar a un máximo de 10 años "el desempeño de altos cargos políticos y estatales fundamentales" a partir de ahora.
Raúl volvió a esta idea al clausurar el VI Congreso, y tras ser elegido Primer Secretario consideró esta como su "última tarea". La "misión principal" de su cargo, aclaró, es trabajar para "defender" y "perfeccionar el socialismo, y no permitir jamás el regreso del régimen capitalista".
Los anuncios tuvieron sus repercusiones en el exilio cubano en Miami.
La renuncia de Fidel Castro a la dirección del Partido Comunista y el plan de reformas económicas aprobado por el VI Congreso no son más que un mero "cambio de forma", pero "no de fondo", consideró Omar López, director de la Fundación Nacional Cubano-Americana.
Se trata de dos episodios que "no cambian para nada la vida de los cubanos", a los que se les niega el derecho al "enriquecimiento personal", es decir, el "enriquecimiento personal" al que sí tienen acceso los miembros de la cúpula del partido, añadió.
En opinión de López, simplemente se "ha formalizado algo que ya estaba sucediendo", como es la entrega de licencias para, entre otros oficios, poder "vender aguacates, rellenar fosforeras o ejercer de costurero".