(Emitido a las 08.27)

EMILIANO COTELO:
El 30 de junio llegó finalmente para los iraquíes. Y llegó adelantado, porque cuando el mundo entero esperaba que hoy se produjera el traspaso de poder de las tropas de la coalición al gobierno interino iraquí, nos encontramos con que sorpresivamente los hechos ocurrieron antes de lo previsto. El lunes, en una medida que respondió esencialmente a cuestiones de seguridad, terminó oficialmente la ocupación de Irak. La Autoridad Provisional que con un administrador estadounidense a la cabeza tomó las riendas del Irak de posguerra, fue disuelta y los integrantes del nuevo gobierno interino prestaron juramento.

Son muchas y muy importantes las noticias que llegaron en los últimos dos días desde Irak, incluso sobre la participación de la OTAN en operaciones de entrenamiento a militares de ese país, o novedades sobre el futuro de Saddam Hussein.

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A todas estas informaciones vamos a destinar nuestro espacio de análisis internacional en diálogo con Mauricio Rabuffetti. Comencemos por lo más trascendente: se produjo finalmente el esperado traspaso de poderes del cual hemos hablado En Perspectiva en varias ocasiones. Se me ocurre que podríamos empezar por señalar en qué áreas o en qué aspectos se va a notar este cambio.

MAURICIO RABUFFETTI:
Yo creo que hay que esperar cambios progresivos, ese es el concepto principal. Lo que ocurrió el lunes marca, como tú señalabas, el final oficial de la ocupación, al menos así lo reconocen las Naciones Unidas según la última resolución que aprobaron sobre Irak, así lo reconocen los países de la coalición y así se presenta ante la población iraquí. La realidad es que, más allá de esta fecha simbólica que se adelantó -todos esperábamos que fuera hoy el traspaso de poder pero para evitar atentados se hizo dos días antes-, la situación en Irak no va a cambiar de un día para el otro. Esencialmente por una razón: la seguridad; la mayor parte de la seguridad en el país va a quedar en manos de los soldados de la coalición todavía por bastante tiempo, porque las fuerzas oficiales se están constituyendo. Progresivamente las fuerzas de seguridad iraquíes van a ir encargándose de este aspecto, que sigue siendo obviamente el principal a resolver en el país y también el que a la larga le va a dar a este concepto de soberanía que se maneja hoy por parte de Estados Unidos y Gran Bretaña, el carácter de soberanía total.

EC - Para ello el gobierno iraquí logró un compromiso importante por parte de la OTAN: la promesa de ayuda para entrenar policías y militares iraquíes.

MR - Sí, lo adelantábamos la semana pasada, era previsible que la OTAN reunida en Turquía hasta ayer resolviera esto. Y en este punto te propongo dos lecturas, una hacia dentro de Irak y otra hacia dentro de la OTAN. A los efectos del futuro de Irak es un apoyo importante para la gestión de este gobierno interino que, recordemos, tiene como misión central encaminar al país hacia elecciones democráticas, y no va a poder lograrlo si primero no se soluciona el control interno de la seguridad. Pero hacia dentro de la OTAN, más allá del compromiso como organización, hubo dos excepciones importantes: España y Alemania no van a participar en estas tareas de entrenamiento. De todos modos la decisión adoptada por la OTAN no deja de ser un éxito diplomático para el presidente George Bush y el primer ministro británico Tony Blair, pero también es importante marcar que fue una decisión con matices. Habría bastante más para comentar sobre la cumbre de la OTAN en Estambul, pero nos vamos de Irak.

EC - Sin duda. Y siguiendo precisamente con Irak, a pesar de todo lo que falta por reordenar en ese país, por reconstruir en una nación devastada, insisto -sin hacer por cierto ningún juicio de valor- en destacar que esta fecha es un hito, es una fecha histórica, porque de algún modo marca el comienzo de un nuevo Irak.

MR - En eso estamos completamente de acuerdo. Simbólicamente marca el inicio de un nuevo Irak, la fundación de un nuevo Irak que va a responder en menor o mayor medida al proyecto estadounidense de país democrático. Al menos se va a encaminar para ese lado; por ejemplo, ya llegaron algunos embajadores a instalarse a Irak.

EC - El más destacado es John Negroponte, el embajador de Estados Unidos, que va a instalarse en la que será la mayor embajada estadounidense en el mundo, si consideramos la cantidad de personal.

MR - Exactamente. También llegaron los embajadores de Australia y Dinamarca y anunciaron ayer la reanudación de relaciones diplomáticas con Irak, además de Estados Unidos, por cierto, Kuwait y Francia. En estos aspectos Irak empieza a caminar hacia la idea de país que podemos tener nosotros. Pero no podemos dejar de considerar que la fundación de este nuevo Irak se da a un costo muy elevado en vidas humanas. De ahora en más queda seguir este proceso, en particular dos situaciones que seguramente van a concitar la atención en los próximos meses. Una, lógicamente, es el camino hacia la elección de un nuevo gobierno, y la otra es el destino de Saddam Hussein.

EC - Alguna novedad en este aspecto tenemos, porque ayer se anunció que el jueves va a ser presentado ante un juez iraquí, después de que hoy mismo fuera entregado por la coalición a las autoridades iraquíes, manteniéndose la custodia de Hussein en manos de las fuerzas de la coalición.

MR - Ahora queda por saber cuándo se va a realizar el juicio a Saddam Hussein; ya se sabía iba a quedar en manos de los iraquíes y no de tribunales internacionales, como se había manejado en algún momento. Es importante esa decisión de cuándo se realizaría el juicio sobre todo por la definición del marco jurídico en el que se va a hacer. No olvidemos que Irak funciona -esto lo destacaron mucho analistas y periodistas desde el lunes- en base a normas que fueron instituidas durante la ocupación y recién después de la elección de un Parlamento o Asamblea Legislativa, prevista para diciembre, va a empezar a elaborarse una nueva Constitución. Seguramente, por los plazos que se manejan y considerando que se cumpla esa instancia de diciembre, el juicio caería en el marco de la nueva Constitución elaborada por representantes elegidos directamente por el pueblo iraquí. Ya lo hemos dicho más de una vez: sería lo lógico para legitimar ese juicio del cual de antemano se sabe el veredicto.

EC - Hussein queda ahora en manos de los iraquíes...

MR - Estrictamente lo que ocurre es que Saddam Hussein sigue bajo custodia de las fuerzas de la coalición porque evidentemente las fuerzas de seguridad oficiales iraquíes no tienen los medios para custodiarlo, pero su destino depende ahora oficialmente de la decisión del gobierno interino de Irak que asumió el lunes. El destino de Saddam Hussein y de varios de sus colaboradores detenidos -once, si mal no recuerdo- que van a ser juzgados por un tribunal especialmente creado para ellos.

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Edición: Jorge García Ramón