Entrevistas

Pese a los problemas económicos, Egipto vive una etapa de dinamismo social y político

Pese a los problemas económicos, Egipto vive una etapa de dinamismo social y político

El 11 de febrero pasado, en el norte de África se produjo una de los mayores cambios del último siglo: después de 30 años en el poder, Hosni Mubarak renunció al cargo de presidente de Egipto, tras las movilizaciones que exigían su dimisión y que duraron varias semanas con un saldo de más de 800 muertos en todo el país. Para conocer cómo está hoy el país y cuál es su futuro, En Perspectiva conversó con Sahar Talaat, periodista egipcia corresponsal de Radio Francia Internacional en El Cairo. "Estamos viviendo una etapa muy dinámica, con un dinamismo político que nunca habíamos tenido antes; también estamos viendo la creación de muchos partidos políticos, se están creando muchos agrupamientos, muchas asociaciones y ONG", relató. "Por supuesto que tenemos problemas económicos, pero estamos viendo una participación social distinta", agregó. Por otro lado, indicó que "no existe armonía" entre la gente que participó en la rebelión y quienes están alineados en la defensa del Gobierno de Mubarak.


(emitido a las 10.09 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Hace dos meses y medio, Egipto vivía un día histórico: el 11 de febrero, luego de 30 años en el poder, Hosni Mubarak renunciaba a la presidencia.

Fue todo un cimbronazo en el tablero político de Medio Oriente y el norte de África, donde desde enero varios países se ven sacudidos por revueltas populares. La caída de la dictadura egipcia, sumada a la de Túnez, que había sido la primera, hizo pensar en un efecto dominó que liberaría a toda la zona de sus regímenes autoritarios. Pero las cosas no han sido tan fáciles ni rápidas como se creyó en un primer momento, y algunas de las crisis se han empantanado seriamente, por ejemplo la de Libia o la de Siria.

Por eso mismo, mientras esas situaciones se encauzan, vale la pena volver al comienzo de todo este proceso. En Egipto, ¿qué está pasando con la transición?

Esta semana comenzó el juicio contra el exministro del Interior, Habib el Adli, acusado de haber ordenado disparar contra manifestantes durante la revuelta que derrocó al régimen de Mubarak. Según un balance oficial, 846 personas murieron y varios miles resultaron heridas en los 18 días de enfrentamientos que derivaron en la caída del Gobierno.

Mientras tanto, Mubarak –que también será investigado por su participación en la represión de aquellos días– se encuentra internado en un hospital de la ciudad de Sharm el Sheij en estado delicado. Ya se sabe que una vez que mejore será trasladado para su reclusión en una cárcel militar en El Cairo, mientras se procesa la indagatoria.

¿Cómo está hoy el país? ¿Cuál es el futuro de Egipto?

Vamos a conversarlo en los próximos minutos con la periodista Sahar Talaat, corresponsal de Radio Francia Internacional en El Cairo.

Buenos días, y buenas tardes para ti, porque ahí son las 15.11.

SAHAR TALAAT:
Exactamente. Tenemos mucho sol, estaba lloviendo un poquito, que es una cosa muy, muy rara en El Cairo, pero la temperatura ahora es de 25 grados, estamos bien.

EC - Desde que el 11 de febrero renunció Hosni Mubarak, el Gobierno está a cargo de las Fuerzas Armadas. ¿Qué reformas democráticas se han ido concretando en este período?

ST - Egipto ha logrado realizar muchas etapas de una forma u otra. Primero la presión pública sobre el Consejo Supremo Militar y sobre el Gobierno temporal presidido por Essam Sharaf, que es el primer ministro, ha llegado a crear un fundamento importante para realizar las demandas legítimas de todos los egipcios, para realizar un país civil, democrático, donde se apliquen la justicia y los derechos humanos con igualdad social y respetando la ciudadanía. Y por último intentando desarrollar su economía, que es una cosa que afecta mucho por el momento. Pero como primer paso, esto se está realizando de una forma o de otra y todavía sigue el ícono de la plaza Tahrir, que para el pueblo egipcio es como el punto de apoyo para meterse más en la vida política.

En el mes de marzo pasado hemos tenido un referendo para hacer unos cambios importantes por esta etapa de seis o siete meses en algunos artículos de la Constitución que tenemos temporalmente hasta que tengamos los nuevos miembros del Parlamento egipcio para realizar el cambio de la Constitución, cambios de leyes también que necesitamos y también elegir un nuevo presidente. Estamos esperando unas elecciones que el Consejo ha dicho que serán en setiembre. Hay muchos rumores de que probablemente puede postergarse un poco más, pero de todas formas estamos viviendo una etapa muy dinámica, con un dinamismo político que nunca habíamos tenido antes; también estamos viendo la creación de muchos partidos políticos, se están creando muchos agrupamientos, muchas asociaciones y ONG. Un ejemplo muy espectacular es que la mayoría de los jóvenes que no se habían metido en el campo político ya han empezado a hacer una campaña de conciencia política y de conciencia social. Están intentando entrar para hablar con la mayoría de la gente, sobre todo fuera de El Cairo, porque en el régimen anterior El Cairo fue siempre la base de poder y la base céntrica del país. Pero ahora Egipto no es solamente El Cairo, Egipto es todas las regiones del país.

EC - ¿Este Gobierno de transición está satisfaciendo las expectativas de la gente que logró el derrocamiento de Mubarak? Te lo pregunto porque hace un par de semanas esa plaza Tahrir volvió a ser escenario de manifestaciones de protesta. Se reclamaban al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas un Gobierno civil y una purga más amplia de funcionarios corruptos. Y hubo represión, sorpresivamente el Ejército, que en febrero había apoyado a los opositores, esta vez reprimió con dureza a la gente movilizada. ¿Cómo hay que entender estos hechos?

ST - Hay dos interpretaciones. La primera interpretación ha sido muy importante para la gente que se confronta de una forma o de otra con la presencia militar que existe en el país, que está dirigida por el Consejo Militar. Cuando empezaron a hacer esta movilización en la plaza Tahrir pidieron una aceleración para que el expresidente derrocado, Mubarak, compareciera ante la justicia, y no solamente él, también las grandes cabezas del antiguo régimen. Y efectivamente, al hacer esta presión, han cedido; me refiero al Consejo Militar.

Por otro lado, también hubo un muerto en la plaza esa noche y hubo algunos detenidos entre los jóvenes. Por el momento están investigando, muchos abogados han comparecido ante la justicia egipcia para saber por qué los militares detuvieron a esos jóvenes que estaban reclamando unas reivindicaciones muy legítimas para todo el pueblo egipcio.

EC - ¿Entonces ese fue un episodio aislado? ¿Cómo es en general el sentimiento de la gente con respecto a lo que está haciendo el Gobierno de transición?

ST - Por el momento hay satisfacción y también hay muchas preguntas sobre muchos casos. Primero la mayoría de la población se pregunta por qué se han retrasado en pedir la comparecencia de los corruptos presididos por el derrocado Mubarak, de las cabezas del Partido Nacional Democrático y de muchos ministros, se han presentado muchos documentos pidiendo que estos corruptos estén encarcelados o presentados ante la justicia egipcia.

Número dos, el movimiento político que está ocurriendo por el momento es el movimiento de los nuevos partidos, incluidos los partidos de la Hermandad Musulmana, que ahora se está convirtiendo en un partido político; antes era un grupo ilegal, pero ya está entrando en la vida política. Esto también da un poco de satisfacción.

Tenemos al mismo tiempo el problema con la parte del sur de Egipto. En la última semana los trenes estaban totalmente parados, no podían ir al sur por la provincia de Kena, porque estaban en contra del nombramiento del nuevo gobernador, que es cristiano, pero todos, cristianos y musulmanes, estaban en contra porque se trataba de un exmiembro de la Policía, lo que está totalmente fuera de la realización de la democracia que la gente del sur quería.

Por el momento hay cambios muy importantes y fundamentales en la conciencia social. Podemos decir que los egipcios no participaban en las elecciones, para ellos era una cosa chistosa, porque sabían el resultado de todas las elecciones. En el país siempre hubo un solo partido, el Partido Nacional Democrático, que por suerte ya está disuelto, pero ahora estamos viendo una era distinta. Por supuesto que tenemos problemas económicos, pero estamos viendo una participación social distinta.

EC - Otra pregunta sería, pensando en la gente, ¿qué ha pasado con la sociedad egipcia mirada en su conjunto? ¿La sociedad ha logrado reunificarse?, ¿está funcionando en armonía? ¿Cómo es la relación entre la gente que participó en la rebelión y quienes estaban alineados y siguen estando alineados en la defensa del Gobierno de Mubarak?

ST - La armonía no existe, puede existir pero 50 %, no podemos decir que tenemos 100, ni 80, ni 70 %, están ocurriendo muchos movimientos que todavía apoyan al antiguo régimen, que fue muy poderoso. Una parte muy importante de la Policía y de la inteligencia de la Policía funcionaba de una forma muy importante y muy profunda en la sociedad, controlaba que no se aplicaran los derechos humanos en el país. Esta corriente y los seguidores del Partido Nacional Democrático de Mubarak siguen apoyando esta corriente y tratan de extender el miedo en la sociedad diciendo por ejemplo que están ocurriendo bastantes crímenes, robos. Esta es la parte negra o que está aislada del resto del pueblo, porque la gente quiere avanzar, quiere hacer ya el cambio, quiere llevar a la justicia a los que se aprovecharon durante décadas del país y del dinero del país. También quieren igualdad de oportunidades en Egipto.

Otro tema que no corresponde muy bien a la armonía que existe en la sociedad es el tema de los integristas que están saliendo de la cárcel, que están entrando no como una fuerza importante, pero como una fuerza. En contra de esta corriente encontramos a los liberales, a los coptos, a los socialistas, que están en contra de esta corriente tan fanática y quieren parar ese fanatismo. Los medios de comunicación están jugando un papel muy distinto y de una forma u otra bastante positivo en esta línea, quieren establecer otra imagen de la sociedad egipcia que nunca habíamos tenido antes. La mayoría de los medios de comunicación nacionales estaba en manos del poder, eran la máquina de propaganda del poder. Ahora es distinto, ya no tenemos un Ministerio de Información, la información ahora es un cuerpo independiente que está intentando lograr su espacio y su línea editorial, los medios de comunicación independientes y privados están jugando otro papel. Las caricaturas funcionan de una forma estupenda, sobre todo las nuevas tecnologías como los móviles, internet, está jugando un papel que más que importante es necesario en esta etapa para que la gente tenga una visión más amplia del panorama de la sociedad en el país.

EC - Después de las caídas de los Gobiernos autoritarios de Túnez y Egipto se desencadenaron varias otras rebeliones en países de la zona. Pero en general no han tenido el éxito de las dos primeras. Por ejemplo, en Libia la crisis está empantanada y Kadhafi se aferra al poder, pese a la intervención militar autorizada por el Consejo de Seguridad de la ONU que favorece a los rebeldes; en Siria, el Gobierno de Bashar Al Asad promete algunas de las reformas reclamadas por los opositores pero al mismo tiempo reprime duramente a los rebeldes; en Baréin los gobernantes están aguantando mediante la violenta represión a las protestas. ¿Cómo repercute ese contexto, lo que está pasando fuera de Egipto, dentro del país, que fue uno de los primeros en poner en marcha los cambios?

ST - Yo tengo una experiencia personal, porque estuve en Libia cuando empezó la revuelta, ahora casi guerra, entre el poder y la gente normal, la población. Es muy importante lo que está ocurriendo en el mundo árabe. El mundo árabe ha vivido una era en la que el pueblo no tenía ningún poder, y tampoco quería entrar en el poder. Esta estagnación ha cambiado ahora. La gente no está luchando contra el signo de la autoridad, el presidente o el líder, está luchando por sus derechos, ya sabe qué significa derecho, qué significa el espacio, qué significa que la patria depende de ellos y ellos forman parte de su patria. En el caso libio, están viendo que el coronel Kadhafi está en contra de la patria, en contra de su gente, no está luchando contra una revuelta y se acabó, está entrando en guerra con su gente. Entonces la gente está tan consciente que seguirá luchando. Por supuesto, lo que ha ocurrido en Egipto ha tenido su efecto alrededor, pero lo que está ocurriendo alrededor de Egipto también afecta al pueblo egipcio.

EC - Esa era mi pregunta, cómo afecta dentro de Egipto lo que pasa fuera.

ST - No ha afectado de una forma negativa, al contrario, está generando un apoyo virtual, los egipcios están intentando mandar mensajes a través de Facebook, de las páginas web y por todas las formas para comunicar la rebelión, dando consejos sobre cómo pasar esta etapa. Hay un intercambio extraordinario entre los jóvenes y los que han tenido la experiencia de la revuelta egipcia con sus compañeros o sus hermanos de los demás países árabes.

Egipto tiene también sus miedos, porque si ustedes ven el mapa, Libia está en el oeste, Sudán en la parte del sur y en la parte del este tenemos a Israel, a la Autoridad Palestina y luego a Siria. Estamos rodeados de muchos movimientos que están ocurriendo. La situación económica está muy débil aquí en el país, entonces sin economía lo político no podría tener mucho apoyo. Por el momento Egipto está pasando una fase muy delicada política y económicamente, pero socialmente al contrario, los egipcios que están apoyando a los que están en Siria, en Libia, Egipto está recibiendo muchos refugiados libios, y también familias sirias están empezando a llegar. Baréin es un poco distinto, porque está bastante lejos y los países del Golfo han apoyado al régimen para manipular la situación. Pero la interconectividad entre los pueblos, sobre todo el intercambio de experiencias, juega un papel muy importante por el momento.

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Transcripción: María Lila Ltaif


(Foto de portada: flickr.com / beefoto)