La foto del cadáver de Osama Bin Laden que la Casa Blanca ha decidido finalmente no difundir muestra al terrorista con una gran herida en la cabeza en la que se aprecia masa encefálica.

El Gobierno de Obama la ha calificado como "truculenta", ya que en la imagen se observa la herida que le provocó a Bin Laden uno de los dos tiros recibidos, el que entró por encima del ojo izquierdo, que le abrió el cráneo y le extrajo parte de la masa encefálica.

El antiguo líder de Al Qaeda, según la información que ha facilitado Estados Unidos, recibió dos disparos a corta distancia cuando opuso resistencia a su detención, aunque estaba desarmado. Uno de los disparos le dio en la cabeza y el segundo entró por el pecho.

En otro orden de cosas se informó hoy que el fiscal general de EE.UU., Eric Holder, definió a la muerte del ex líder terrorista como "un acto de defensa nacional". El fiscal Holder, justifica así el asesinato por parte de las tropas de élite americanas del fundador de Al Qaida, "que ni siquiera intentó rendirse".

Holder declaró ante el Comité Jurídico del Senado, citando la admisión de Bin Laden de haber estado involucrado en los atentados de Nueva York, Washington y Pensilvania el 11 de septiembre de 2001. "Si hubiera intentado rendirse, tendríamos que haberlo aceptado. Pero no había ninguna indicación de que quisiera hacerlo y por tanto su asesinato es apropiado", ha concluido Holder.

Fuente: AFP
Foto: White House