Amal Ahmed Abdulfattah, yemení de 29 años, fue herida de bala en una pierna por los soldados estadounidenses que mataron luego a Bin Laden en esa casona de Abbottabad, una ciudad-guarnición a dos horas de carretera de Islamabad.

Los militares paquistaníes que llegaron al lugar tras la partida del comando encontraron cuatro cadáveres en la casa: los de otro hijo de Bin Laden, dos guardaespaldas kuwaitíes del jefe de Al Qaeda y una mujer.

Las fuerzas paquistaníes se llevaron, y aún las mantienen en detención, a 16 personas halladas vivas en la propiedad: las tres esposas del jefe de Al Qaida, de nacionalidades yemení y saudita, así como 13 hijos, según las mismas fuentes de los servicios de seguridad paquistaníes.

La identidad de los dos "guardias kuwaitíes" de Bin Laden es investigada por los servicios de seguridad de Pakistán.

Las autoridades pakistaníes evalúan el derrumbe de la propiedad por miedo a que se convierta en una especie de santuario y hay mas de 40 personas a disposición de la justicia por presuntas vinculaciones con el líder muerto, cuyas declaraciones contribuirán a esclarecer las investigaciones en torno a los últimos años ocultos  del jefe terrorista.

Fuente: AFP