La rebelión libia se apoderó del aeropuerto de Misrata, ciudad ubicada al oeste del país y tercera en importancia, tras enfrentarse ferozmente contra las fuerzas leales al dirigente Muamar Kadhafi.

Los partidarios del líder libio dejaron varios tanques que los rebeldes incendiaron y en las calles de la ciudad cientos de personas celebraron la toma del aeropuerto.

Desde el comienzo de la insurgencia, el 15 de febrero, la violencia ha cobrado miles de víctimas, y obligado a casi 750 mil personas a huir, según la ONU.