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Urge negociación entre palestinos e israelíes, pero es "iluso" pensar en un acuerdo inmediato

Contacto con Ana Jerozolimski, corresponsal de En Perspectiva en Israel.


(emitido a las 08.48 Hs.)

EMILIANO COTELO:
En Washington se espera dentro de algunas horas un discurso del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ante el Congreso de Estados Unidos (EEUU), que sus asesores aseguran será dramático.

En esa alocución de hoy, según anunció Netanyahu anoche, planteará los elementos centrales que a su criterio puede y debe tener un acuerdo entre Israel y los palestinos.

Este planteamiento del primer ministro de Israel llega tan sólo unos días después de que el presidente de EEUU, Barack Obama, y el propio Netanyahu parecieron chocar frontalmente por declaraciones de Obama sobre el futuro entendimiento en esa región. En el centro de la polémica, las así llamadas "fronteras del 67", aunque lo correcto sería llamarlas "líneas del 67".

El domingo, en su presentación ante el Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos-Israel, el lobby pro israelí en Washington, Obama reiteró que un pacto deberá tener como base "las líneas del 67" y agregó: "como mi posición ha sido malinterpretada varias veces, permítanme reafirmar lo que ‘las líneas mutuamente acordadas de 1967’ significa que los propios partidos- israelíes y palestinos- negociarán una frontera que es diferente a la que existía el 4 de junio de 1967".

¿Qué es lo que ha pasado? ¿Por qué esta polémica? ¿Qué expectativas hay para el futuro? Estamos en comunicación con nuestra corresponsal en la zona, Ana Jerozolimski.

Israelíes y palestinos están esperando esta alocución del primer ministro Benjamin Netanyahu en Washington frente a las dos cámaras del Congreso, ¿por qué la expectativa? ¿Por qué se habla de que puede ser histórico?

ANA JEROZOLIMSKI:
Ante todo mucha expectativa por lo que pasó esta semana evidentemente, esas discrepancias a las que ya has hecho referencia. Hay alguna expresión como choque frontal, otras como no tanto, pero sin duda discrepancias abiertas sobre matices, no sobre fondo, pero discrepancias al fin entre Netanyahu y el presidente de EEUU.

Es histórico porque esto está relacionado a la expectativa si realmente Netanyahu cumple lo que sus asesores están anunciando: si plantea en forma ordenada lo que para él deben ser los parámetros de un futuro acuerdo o sea en otras palabras a qué Israel puede acceder y qué no podrá aceptar en el marco de negociaciones aunque las partes deberán sentarse por supuesto a entrar en detalles. Si realmente plantea eso estará al menos del lado israelí, es bien claro cuál es el marco que puede permitir avanzar en las negociaciones, o volver a estancarse y eso es clave aunque faltaría la posición palestina.

EC – Hace unos dos años que no hay negociaciones en realidad, ¿entonces se puede pensar en la paz entre las dos partes como algo factible en un futuro cercano?

AJ – La verdad es que hace tantos años que estamos siguiendo este tema y siempre que se abre una nueva etapa, inclusive sin haber estado precedida por un casi estancamiento de aproximadamente dos años como sucedería esta vez, lo dicen los israelíes por un lado y los palestinos por otro que si se sientan a negociar y se ponen de acuerdo si saben hacer concesiones en los puntos correctos es posible en cuestión de, a veces se dice semanas, a veces pocos meses, llegar a un acuerdo. El problema es que los puntos en los que los palestinos consideran que Israel debe y puede ceder son muy diferentes de aquellos puntos en los que Israel considera que la otra parte debe ceder. Por algo se está estancado hace mucho tiempo.

La sensación de que "no hay mal que dure cien años, ni quien lo pueda aguantar", debería aplicarse también al ámbito Israel o palestino sigue existiendo en ambas partes se sigue hablando de lo imperioso de lograr la paz. Cuando los líderes se sientan, y peor aún cuando no se sientan, las cosas son mucho más complicadas que en la fase declarativa ante los micrófonos de la prensa internacional.

EC - Los puntos de discrepancia son varios, pero esta semana, el central pareció ser el tema de las fronteras del 67, o líneas del 67, un capítulo que quedó en medio del entredicho a raíz de estos discursos del fin de semana del presidente Barack Obama. A qué se refiere ese término, por qué Obama dijo "líneas del 67" y no "fronteras del 67".

AJ – Es interesante que entraras en eso, conoces el tema a fondo y por eso lo que para algunos quizás puede parecer meramente semántico de hecho quien conoce a fondo entiende que es algo realmente un tema de fondo, de contenido. De hecho si dijéramos fronteras del 67, aunque muy a menudo se usa ese término, parecería fronteras acordadas entre países, pero eso no existe, las únicas fronteras que se determinaron originalmente fue cuando las Naciones Unidas recomendaron la partición de Palestina, Uruguay como ya recordamos en otra ocasión tuvo un papel preponderante en eso en aceptar la recomendación de la partición en un Estado judío y otro árabe. El liderazgo de lo que luego se convirtió en el Estado de Israel aceptó esa recomendación el mundo árabe lo rechazó cuando se declaró la independencia de Israel en lugar de que se puedan concretar las fronteras sugeridas en esa recomendación de partición debido a que cinco ejércitos árabes atacaron al Estado de Israel que estaba naciendo. Lo que hubo después fueron líneas de amnisticio porque Egipto, Siria, Jordania, rehusaron de hecho firmar la paz con Israel, aceptaron sólo un amnisticio que se firmó en 1949, después de la Guerra de Independencia de Israel, en el 49 en XXX y eso es lo que quedó también hasta que estalló la Guerra de los Seis Días en junio de 1967. No había fronteras reconocidas pero cuando en junio de 1967 Siria y Egipto atacaron a Israel, luego Jordania se sumó, se violaron las líneas que existían en ese momento que eran originalmente las del amnisticio de 1949. Por esa dinámica que tiene a veces la noticia que se trasmite en forma un poco superficial no siempre ahondando en el contenido de las cosas quedó ese término "fronteras del 67" pero fueron de hecho las fronteras creadas a raíz de la Guerra de los Seis Días en la cual Israel conquistó Cisjordania en el frente jordano y la Franja de Gaza en el frente sur en Egipto evidentemente el término entró en el léxico internacional pero es mucho más complejo frontera del 67 como fronteras reconocidas no existían.

EC - ¿Y cuáles son las diferencias entre las dos partes entre israelíes y palestinos a propósito de esas líneas del 67?

AJ – Los palestinos exigen que en todos los territorios que Israel había conquistado en el 67 sea fundado un Estado palestino independiente, por eso los palestinos dicen retirada a las fronteras del 67, es la terminología que se usa en general. Aunque hay que aclarar del lado palestino dado que hay más que matices diversos entre cada una de las partes el liderazgo de la Autoridad Palestina dice: "regreso a las fronteras del 67", mientras que el grupo integrista islámico Hamas acepta sí un Estado palestino en esas fronteras pero no reconocería a Israel porque quiere dejar abierta la opción de que generaciones futuras puedan según los términos por ejemplo de Mahmud XXX , uno de los líderes de Hamas en Gaza, hace pocos días puedan poder volver a intentar liberar los territorios o sea para Hamas territorio ocupado no es sólo Cisjordania sino el territorio soberano de Israel propiamente dicho.

Del lado israelí está dividido porque medio país considera que es imperioso retirarse a las líneas del 67 para dar una chance a la paz y la otra mitad de Israel considera que eso sería prácticamente un suicidio.

El término medio es la posición oficial de Netanyahu, aunque pueda parecer raro. Él ya dijo anoche categóricamente que Israel a esas líneas no va a volver porque son "indefendibles". Pero el tema es si se puede hacer algo intermedio, o sea cambios territoriales que es también dicho sea de paso lo que dijo el presidente Obama tomando quizá sí de base las líneas del 67 hacer cambios territoriales que consideren la situación demográfica en el terreno. En otras palabras Israel no quiere evacuar aproximadamente 300.000 israelíes que viven en los asentamientos en Cisjordania, quiere que haya intercambios de territorios que tomen en cuenta el hecho que está toda esa gente allí. Los palestinos oficialmente se oponen a esa exigencia israelí.

EC – Los discursos del presidente de EEUU, estos dos que realizó entre fines de la semana y el propio domingo, no se refirieron sólo a esta exigencia de negociar en base a las líneas del 67, hubo otros elementos claves, ¿podemos repasarlos?

AJ – Sí, es importante mencionar porque todo se centró en lo de las líneas del 67 que fue el tema de gran discrepancia pero alguno de los que yo diría le saltaron encima a Netanyahu, los críticos en el plano interno, dijeron cómo él abiertamente choca o tiene la poca inteligencia política de chocar frontalmente con el presidente de EEUU por el tema de las líneas del 67 cuando hubo tantos otros elementos muy favorables para Israel en los mismos discursos de Obama. Por ejemplo él habló de la necesidad de que Israel sea reconocido como el Estado del pueblo judío, habló terminantemente contra la exigencia que algunos plantean a Israel de negociar con Hamas cuando Hamas sigue sin reconocer a Israel y sin renunciar a la violencia. Aparte está por supuesto el tema de Irán en el cual Obama fue categórico y dijo que no se permitirá a Irán tener armas nucleares. Y algo que es podemos decir bastante inmediato en términos políticos el presidente de EEUU dejó en claro muy categóricamente que las partes deben negociar directamente y llegar a un acuerdo y que la opción es la que están trabajando los palestinos a nivel diplomático de que en setiembre las Naciones Unidas den el reconocimiento al Estado palestino en forma unilateral como alternativa a la creación del Estado palestino en negociaciones de Israel o palestinas esa opción no la quiere él quiere que israelíes y palestinos se sienten a negociar y que ellos juntos logren acordar la creación del Estado palestino, que la alternativa de una iniciativa en las Naciones Unidas no es la opción en la que EEUU pondrá su apoyo y su peso diplomático.

EC – Con todo este contexto que acabas de trazar, ¿hay motivos para ser optimistas, esta vez puede funcionar?

AJ – La esperanza es lo último que se pierde hay que decir quizás sea especialmente en esta zona no sólo como expresión de manifestación humana...

EC – ...Mi pregunta es por ejemplo: el nuevo contexto con las revueltas y los cambios de gobierno que se han llegado a producir ya en algunos países del norte de África, con las rebeliones que aún siguen vigentes también en Medio Oriente mismo, ¿no fuerzan de alguna manera a desbloquear las negociaciones?

AJ – Sí, ante todo negociaciones yo creo que es ineludible, es urgente tratar de sentarse a negociar. De eso a deducir que enseguida las partes van a llegar a un acuerdo sería iluso pensarlo a pesar de que hay tanto tiempo que ya ha transcurrido desde que se empezó a dialogar. Volver a negociar sin duda eso con o sin revoluciones en el mundo árabe es sí urgente. Si realmente lo que está pasando en el mundo árabe sería prematuro decir la democracia está floreciendo, sin duda hay muchos problemas todavía en ese sentido, pero decir que realmente eso influye directamente en la probabilidad de que se logre la paz entre Israel y Palestina creo que es un poco prematuro. Optimismo en el sentido de que cuando hay presión internacional eso puede colocar a las partes en un rincón por el cual entiendan que no tienen más remedio que sentarse a negociar. Que de ahí salga un acuerdo o que –iré más allá todavía- de la creación de un Estado palestino podamos deducir de inmediato que comenzó aquí a reinar la paz paradisíaca entre israelíes y palestinos no, todavía no.