Internacionales

Holanda busca limitar el "turismo marihuanero"

Contacto con Pablo Gámez, editor jefe para América Latina de Radio Nederland.


(emitido a las 8.45 Hs.)

EMILIANO COTELO:
El Gobierno de Holanda se ha propuesto quitarle a su país la reputación de "paraíso de la marihuana". Y, para eso, comenzará a tomar medidas.

El Poder Ejecutivo envió el viernes al Parlamento una iniciativa que prevé que los llamados "coffeeshops" –donde hasta ahora cualquier cliente puede comprar y consumir marihuana– pasen a ser clubes cuyos miembros solo podrán ser ciudadanos holandeses mayores de edad. Con esta medida, el Gobierno espera reducir significativamente el llamado "turismo de drogas" o "turismo marihuanero".

Para conocer cómo han sido las reacciones que se han verificado hasta ahora en torno a este anuncio, el contacto es con el periodista Pablo Gámez, editor jefe para América Latina de Radio Nederland.

Empecemos explicando cómo es hoy el sistema de coffeeshops. ¿Quiénes pueden comprar y consumir en esos comercios?

PABLO GÁMEZ:
Es una pregunta importante. Hay que ir hacia atrás, la iniciativa de la cultura del cannabis en los Países Bajos, en Holanda, se remonta básicamente a la época de un abogado que aproximadamente en 1961 descubre un vacío legal en el Código Penal holandés. Estaba prohibido poseer hojas secas de cannabis o de marihuana, pero no cultivarlas. Esto es lo que ha hecho posible desde 1961 consumir en forma legal pitillos de marihuana y drogas blandas en los Países Bajos. La posesión de droga blanda continúa siendo un delito; si bien el Estado autoriza la venta de cannabis, lo hace en los coffeeshops –solo en la ciudad de Ámsterdam hay aproximadamente 300–, y hay multas ridículas por consumir droga blanda en la calle, uno pagaría unos 30 euros si infringiera la ley.

Cualquier persona mayor de edad, nacional o extranjera, puede en este momento hacer uso de los coffeeshops, que son los puntos de venta de droga blanda en todo el país. Ahí es posible acceder a un menú de especies de toda naturaleza, de Europa, Asia, América Latina, y se venden en canutos ya preparados o mezclados con tabaco o de marihuana sola, al gusto del consumidor.

EC - ¿No hay límite para la cantidad que se puede adquirir?

PG - Entiendo que la cantidad que una persona puede adquirir va hasta los cinco gramos.

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
¿Es ilimitado el consumo? ¿Se puede comprar varias veces?

PG - Claro, se puede comprar varias veces, varias personas pueden entrar, varias personas pueden salir, varias personas pueden consumir. Es un sistema bastante libre. El Gobierno de Mark Rutte, el actual Gobierno, apoyado por la derecha o la ultraderecha, se ha propuesto imponer un carné regulatorio o cédula de identidad para poder acceder a estos coffeeshops, para ponerle fin al llamado turismo verde o de cannabis en los Países Bajos.

EC - ¿Por qué se quiere poner fin o reducir drásticamente ese tipo de turismo? ¿Hay estimaciones de qué magnitud tiene ese movimiento?

PG - No digamos que una gran parte del turismo, sino un núcleo del turismo que visita los Países Bajos, un porcentaje relativamente pequeño comparado con el gran porcentaje de turistas que visitan el país, privilegia los coffeeshops, quiere figurar en una fotografía con un coffeeshop atrás. El problema puntualmente viene de los países fronterizos, por ejemplo Alemania y Bélgica, porque los belgas y los alemanes pasan la frontera y adquieren droga que luego comercializan y trafican en sus países. Este problema ha ido creciendo considerablemente con los años. Los Gobiernos de Bélgica, de Alemania y de otros países de la Unión Europea que tienen una relación directa con los Países Bajos insistentemente en la última década han venido pidiéndoles a Ámsterdam y a La Haya que regularicen el consumo de cannabis.

Finalmente ha acontecido, para finales de 2011, para finales de este año, se espera la introducción de este carné regulatorio. Es decir que si usted como uruguayo va a visitar en esa época los Países Bajos, puede sencillamente olvidarse de acceder de forma directa a un coffeeshop, porque va a necesitar una cédula de identidad que solamente los nacionales, los nacionalizados en el país, van a poder utilizar.

JAE - ¿Qué ha pesado más? ¿Ha pesado más la presión internacional de algunos países de la Unión Europea o los problemas de violencia que se han reportado? Porque se dice que se han registrado episodios de violencia asociados al consumo de cannabis.

PG - Creo que ha pesado más la presión de países vecinos del tamaño de Alemania y de la importancia de Bélgica en esta decisión. Pero recuerde un punto importante: este es un gabinete bastante conservador, apoyado en buena parte por la figura de la derecha representada en Geert Wilders. Es decir que hay un cambio de filosofía y un cambio de timón importantes.

En cuanto a los incidentes que usted ha mencionado, varios estudios y reportes indican que el grado de violencia derivado del consumo de drogas blandas es mínimo o ínfimo si se compara con la generalidad de personas en los Países Bajos que hacen uso de drogas blandas y no reportan ningún tipo de problema.

Respondiendo al núcleo de su pregunta: es más la combinación de la presión internacional con una nueva política conservadora holandesa que quiere cambiar no diría radicalmente pero sí de forma sustantiva lo que ha sido hasta ahora la imagen de los Países Bajos en lo que respecta a las drogas blandas.

JAE - ¿Qué riesgo hay ahora, si se permite que los holandeses puedan consumir y los extranjeros no, de que se genere un comercio ilegal de marihuana?

PG - Justo, ese es un análisis preciso. Hay que ver qué formas y qué fórmulas van a idear los comerciantes de droga blanda en los coffeeshops. Imagínese lo que eso supone en términos económicos, no tengo cifras a mano, pero obviamente los coffeeshops se van a ver fuertemente afectados por un descenso en la venta de su producto, si lo queremos poner en esos términos. Mucho turismo viene aquí a hacer consumo de eso, especialmente en verano y en otoño. Entonces estos coffeeshops, estos dueños, toda esta industria del cannabis va a tener que idear fórmulas para no caer en bancarrota, para no desmoronarse, por lo tanto es de esperar que nazcan y se consoliden formas de mercado negro que hasta ahora no hemos visto en estas tierras.

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Transcripción: María Lila Ltaif