La ley incluye todas las disposiciones necesarias para una lucha exitosa contra la pandemia del tabaquismo: lugares 100% libres de humo, advertencias sanitarias y fuertes restricciones publicitarias.

Tal vez lo que falta es el tratamiento del tema impositivo a fin de aumentar el precio de los cigarrillos, que es otras de las medidas más importantes para bajar el consumo.

Algunos de los destaques de esta nueva ley en Argentina:

- Se prohíbe la publicidad, promoción y patrocinio de los productos elaborados con tabaco en cualquier medio de difusión. Y tampoco podrán auspiciar o patrocinar actividades o eventos públicos. Las cajillas deberán tener advertencias que ocupen el 50% de su superficie.

- No se podrá vender ni exhibir cigarrillos en ningún establecimiento educativo, hospitales, oficinas y edificios públicos, medios de transporte y museos, clubes y cine, teatros y en los estadios. Tampoco se puede fumar en estos lugares y otros de acceso público como bibliotecas, terminales de transporte, jardines maternales, hogares de ancianos, estaciones de combustible.

- Sí se podrá fumar tabaco en lugares abiertos (patios, terrazas, balcones) mientras no sean establecimientos de atención de la salud o de enseñanza, "excluidos los del ámbito universitario". Por lo demás, se permite fumar en "los clubes de fumadores" y "en los lugares de trabajo cerrados privados sin atención al público y sin empleados que cumplan funciones en esa misma dependencia".

En caso de incumplimiento, obviamente, habrá multas, que no serán para los fumadores, sino para el establecimiento en donde se violente la ley, tal como pasa en Uruguay.

Se trata de una ley nacional y las provincias deberán adherirse, aunque muchas ya tienen leyes que prohíben fumar en espacios públicos cerrados: Santa Fe, Tucumán, Córdoba, Neuquén, Mendoza, San Juan, Entre Ríos, Santiago del Estero y San Luis.

En lo que está atrasada Argentina es en la ratificación de del Convenio Marco, que fue firmado por Néstor Kirchner cuando era presidente, pero nunca fue refrendado por el congreso.

Uruguay lo aprobó hace siete años y en Sudamérica solo Argentina y Surinam no lo han aprobado.

Las provincias donde se cultiva tabaco, Salta y Jujuy, han sido el problema, así como Misiones y Corrientes, y la asociación de pequeños y medianos productores de tabaco.

De todas formas, el ministro de salud Juan Manzur, consideró que la nueva ley es una "pieza clave" para reducir las 40 mil muertes anuales que se producen en Argentina por causas asociadas al tabaquismo.

Lo cierto es que Argentina se plegó a Uruguay, como lo han hecho varios países en los últimos años, lo que marca a las claras cual es la tendencia a nivel mundial en este tema. 

En América Latina, Panamá, Colombia, Perú, Honduras tiene todo el paquete completo. Guatemala, México, Venezuela tienen ya aprobadas algunas de las medidas.

Se espera que Chile se sume este año, al igual que Paraguay, en donde hay un decreto del presidente en ese sentido.

A Brasil, que fue el pionero en varios aspectos y tiene a siete estados con todo el paquete, aún le falta aprobar una ley nacional para ambientes libres de humo de tabaco. 

De todo esto se rescata que es importante que cuando se este definiendo el litigio con Philip Morris, más cantidad de países estén alineados a la política de control del tabaquismo como la de Uruguay.