Nuevos casos siguen registrándose en varios países europeos, sobre todo en Holanda, y hasta en Estados Unidos, siempre de personas que habían estado recientemente en Alemania.

El director del organismo de salud pública alemana, que intenta lidiar con este brote letal, dijo que quizás nunca se sepa cuál fue la fuente de las infecciones y que pueden llegar a pasar meses antes de que éste se detenga.

Este jueves desde Ginebra el portavoz de la Organización Mundial de la Salud, dijo que la cepa del virus es muy rara y que hasta ahora no había provocado ningún brote infeccioso. Además agregó que se trata de una forma mutante de dos diferentes tipos de bacterias E. coli que tiene genes letales, lo cual podría explicar por qué el brote es tan virulento.

La OMS desmintió así los resultados de un estudio publicado por investigadores de la Universidad de Hamburgo-Eppendorf y de la empresa china de biotecnología BGI-Senzhen según el cual la cepa era "totalmente nueva", aunque sí coinciden ambos en calificar a la bacteria como "supertóxica".

La enfermedad, cuyo periodo de incubación es de unos 10 días, se manifiesta por fuertes hemorragias en el aparato digestivo y, en los casos más graves, por disfunciones renales, Síndrome Urémico Hemolítico.

El Centro Europeo para la Prevención de Enfermedades confirmó este jueves la identificación de la bacteria que está sembrando el pánico en Europa, aunque aún no ha podido determinar la causa de la contaminación, una vez que se ha descartado totalmente la pista de los pepinos españoles.

Con respecto a la acusación primaria de Alemania hacia los pepinos procedentes de Almería, España, ese país va a exigir una indemnización.

El jefe del gobierno español, José Luís Rodríguez Zapatero, anunció que España pedirá un resarcimiento de los daños causados por el error alemán al vincular a productos españoles con la epidemia causada por la bacteria E.Coli.

"Ha quedado claro con los análisis que ha hecho la Agencia española de seguridad alimentaria de que no hay ni el mínimo atisbo de que el origen de esta infección tan grave venga de ningún producto español", aseguró Rodríguez Zapatero, en una entrevista en la radio y televisión pública española.

Las autoridades de Hamburgo habían sido las primeras en hacer recaer las sospechas del origen de la bacteria letal en pepinos españoles importados.

Por su parte la ministra regional de agricultura de la región de Andalucía, de donde provenían los pepinos inicialmente apuntados como posible origen del brote, aseguró que "sólo en el sector del pepino y desde que se inicio la crisis a este momento, se han registrado pérdidas por valor de 75 millones de euros".

A su vez, la Federación española de productores-exportadores de frutas y verduras, primeros exportadores en Europa, registraron en los últimos días una fuerte caída de sus ventas debido a la psicosis que se extendió en Europa sobre los productos españoles. Evaluando las pérdidas en unos 200 millones de euros por semana.

"El daño producido es fuerte, es un daño grave pero vamos a poner todos los medios para restaurarlo", advirtió Zapatero y añadió que le hubiera gustado que la Comisión Europea hubiera tenido una reacción "más clara" y que hubiera matizado cuáles son las reglas del juego en materia fronteriza en la Unión Europea.

Mientras las culpas y los resarcimientos se continúan discutiendo, Rusia tomó una medida drástica, y anunció un embargo total sobre todas las importaciones de verduras frescas procedentes de países de la Unión Europea, una resolución calificada de "desproporcionada" por Bruselas, que pretende pedir explicaciones a Moscú.