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Grecia aprobó el paquete de austeridad que exigían la UE y el FMI ante un alto riesgo político

Contacto con Begoña Castiella, corresponsal en Atenas de Radio Francia Internacional y del diario ABC de Madrid.


(emitido a las 08.42 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Ayer el  Parlamento griego tomó la decisión que la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) exigían y aprobó un nuevo paquete de ajuste.

El plan incluye medidas de ahorro y subas de impuestos que suman 28.400 millones de euros, además de la recaudación de unos 50.000 millones que se obtendrá mediante privatizaciones.

Con la puesta en marcha de estas herramientas, que estarán vigentes hasta 2015, el gobierno logra desbloquear los 12.000 millones de euros del quinto tramo del préstamo del FMI y la UE habían anunciado, un aporte sin el cual el gobierno no puede enfrentar los pagos de la deuda pública que vencen el próximo mes.

Europa suspira aliviada, porque se evita un default que habría pegado muy duro en la moneda común y en otros países de la región.

Pero dentro de Grecia las cosas están muy lejos de ordenarse. La votación en el Parlamento salió con un margen mínimo, y ocurrió en medio de un ambiente social muy caldeado, que incluyó incidentes violentos entre manifestantes y la policía, luego de semanas de fuertes protestas de sindicales y del movimiento de los indignados.

Estamos en contacto con la periodista española Begoña Castiella, corresponsal en Atenas de Radio Francia Internacional y del diario ABC de Madrid.

El primer ministro Yorgos Papandreu consiguió una victoria pero no sé si no llamarla victoria pírrica porque el ajuste se aprobó con 155 votos, cuando el mínimo era 151 y con costos políticos y sociales muy altos, dentro del partido de gobierno el socialista Pasok, hubo disidentes. La oposición conservadora no acompañó pese a que el partido popular europeo al que pertenece la presionaba para que votara el ajuste, además en la sociedad civil reina un gran descontento. ¿Es sostenible un ajuste que se pone en marcha con un apoyo tan escaso?

BEGOÑA CASTIELLA:
No lo sabemos todavía. Lo que sí tenemos bien claro es que si no llega a aprobar este nuevo plan de reajuste no se conseguiría el quinto tramo de la UE y del FMI y eso suponía que el Estado no iba a tener dinero en el mes de julio para pagar sus pensiones y sus salarios, con lo cual eso era todavía más grave. Por ahora lo único que sabemos es que se ha garantizado esa financiación y que el Estado griego tiene dinero para funcionar hasta setiembre.

EC – Hay mucho para negociar de todos modos de ahora en adelante, ¿no?

BC – Hay mucho para negociar y sobre todo hay unos 50.000 millones que tiene que obtener el Estado griego en estos cuatro años con privatizaciones. Y eso va a ser la asignatura más difícil para este gobierno...

EC - ...Justamente, ¿qué responsabilidad le cabe al nuevo ministro de Finanzas, Evangelos Vénselos? Da la impresión de que fue elegido porque tiene especiales condiciones para el diálogo con los partidos políticos y también con las organizaciones sociales con las que va a tener que enfrentarse por ese tipo de planes...

BC – El nuevo ministro de Finanzas es un político muy hábil y es conocido por su habilidad, ha tenido muchos ministerios en el pasado. Era un ferviente enemigo de Papandreu a nivel personal porque él también quería ser el líder del partido y Papandreu le colocó en el gobierno anterior como ministro de Defensa y ahora como ministro de Finanzas. De finanzas no sabe pero lo que sí sabe es de política y yo creo que va a negociar muy bien toda este intento de consenso con los demás partidos políticos.

EC – ¿Cómo observas el papel de la oposición en particular, el partido Nueva Democracia encabezado por Antonis Samaras, que no acompañó el ajuste pese a que es un partido que tiene una responsabilidad importante en la situación que está viviendo Grecia porque en definitiva fue en el gobierno conservador que, por ejemplo, maquilló los números fiscales y eso llevó a que cuando asumió Papandreu se encontrara con la sorpresa de que la situación era mucho más grave de lo que creía?

BC – Desde luego, la responsabilidad moral de Nueva Democracia de los conservadores es muy grande porque cuando ellos perdieron las elecciones en octubre de 2009 habían dicho que el déficit público que dejaban era del 6% y finalmente se descubrió que era del 15, 4% porque habían maquillado las estadísticas que habían enviado a Bruselas. Con lo cual ellos tienen una gran responsabilidad porque fueron los que duplicaron el déficit. Ahora, ellos han considerado que esto va a tener un gran coste político por decir que se ha negociado mal el memorando y que este reajuste es una barbaridad y a todos los demás nos parece que es una postura muy irresponsable.

EC – Llamó la atención cómo fueron presionados sus dirigentes por los otros partidos conservadores de Europa, en particular por la canciller alemana Angela Merkel. Entendían desde afuera de Grecia que este ajuste tenía que salir con el máximo respaldo político posible y no fue eso lo que ocurrió.

BC – Lo que de verdad pedía la UE era consenso porque lo que tienen miedo es que el gobierno socialista caiga, haya elecciones anticipadas, venga un nuevo gobierno y no reconozca las obligaciones que conllevan estos préstamos de la UE y del FMI para no acudir a los mercados internacionales. Entonces, sin un consenso de otros partidos la postura de Grecia como Estado es bastante débil. Y desgraciadamente Papandreu no lo ha conseguido porque los conservadores se oponen y luego los partidos de la izquierda insisten que el pueblo griego no tiene la culpa de esto y que lo que necesitamos son elecciones anticipadas que es lo último y lo peor que puede ocurrir ahora mismo que se paralice el país y que haya elecciones anticipadas.

EC – El partido de Papandreu, el Pasok, cómo sale de este debate parlamentario.

BC – Se muestra unido y se muestra muy fiel a Yorgos Papandreu porque hay que ver también que el aparato estatal que cuesta tanto dinero y que el Estado no consigue bastantes impuestos para pagar este aparato estatal ha sido fundamentalmente ampliado por los gobiernos socialistas anteriores es decir del padre de Yorgos Andreas, entonces es bastante difícil para los socialistas asumir que se tiene que desmontar todo eso. Pero se han dado cuenta que el país ahora mismo si no se reforma el sector público va a la bancarrota y a la suspensión de pagos y entonces siguen a Yorgos y se han mostrado todos fieles menos un diputado que por razones ideológicas ha dicho que no aceptaba el chantaje de Europa y se ha quedado tan ancho y ha sido expulsado del partido inmediatamente ayer por la mañana.

EC – Pero esa ha sido la única consecuencia. Aparte de esa disidencia, ¿el partido sale unido efectivamente?

BC – El partido sale unido y se muestra unido con su gobierno porque lo que no quieren es pasar a la historia como traidores y como los actores que llevaron a Grecia a la quiebra y a la suspensión de pagos.

EC – En esos últimos días se produjeron hechos de violencia importante en varios puntos del país y en particular allí en Atentas en las inmediaciones del Parlamento. Es muy importante la bronca, el descontento por las consecuencias que van a tener estas medidas que se van a llevar a la práctica. Estamos hablando de sacrificios por el lado de deterioro de los servicios públicos, despido de funcionarios públicos, rebajas de sueldos de funcionarios públicos, pasividades, seguros sociales... Eso que tú ya mencionaste: el proceso delicadísimo que viene de las privatizaciones. ¿Qué es lo que cabe esperar ahora en cuanto a la actitud de la gente, a la protesta social que hemos visto?

BC – La protesta social no sólo son los funcionarios. La gente de la calle, la gente del sector privado, ha visto como se han perdido 200.000 puestos de trabajo desde que hay recesión a finales del 2009 y hasta ahora no se ha perdido ni un puesto de funcionarios estatales. Con lo cual, la gente de a pie está enfadada porque les han subido los impuestos, porque les van a poner más impuestos todavía, porque las subvenciones sociales se van a cortar, porque van a recortar el sistema sanitario, van a recortar la educación... O sea, van a sufrir las consecuencias ellos sin ser funcionarios. Los funcionarios lo que no quieren es perder sus sillas y sus sueldos, pero los demás están sufriendo también las consecuencias de esta crisis y se consideran inocentes. La gente está muy enfadada ahora mismo, muy preocupada y muy enfadada.

EC - ¿Y va a continuar ese ambiente? ¿Cómo se lo va a manejar políticamente? ¿Qué impresión tienes tú?

BC – Yo creo que esto no va a mejorar, pero mientras que el Estado pueda seguir pagando sus pensiones a los bomberos y a las enfermeras la cosa no irá tan mal como en el caso de una bancarrota, que eso sí que sería la catástrofe. O sea que yo creo que por ahora vamos a ir tirando hasta setiembre. En ese mes que es cuando se tiene que de verdad negociar el siguiente pago y a lo mejor hay un rescate ya también muy elevado.

Lo que está claro es que este gobierno ha tenido que hacer una serie de reformas que por su altísimo coste político otros gobiernos no lo habían hecho. Y ahora, como nos están mirando fijamente tanto de la UE como del FMI hay más garantías de que se hagan estas reformas que son esenciales, que no son populares pero que son esenciales para que el servicio público griego se vuelva más pequeño y sobre todo para que se pueda financiar.

EC – Cuéntanos cuál es el ambiente ahora mismo, ya casi las dos de la tarde en Atentas, cuando está reunido el Parlamento otra vez.

BC - El Parlamento se ha reunid. Como siempre está un poco retrasado o sea que dentro de una hora o dos sabremos si se ha votado la ley de aplicación de este plan de reformas. No parece que vaya a haber ninguna sorpresa y por ahora reina la calma y el centro de la ciudad está cerrado al tráfico y lleno de policías. O sea que esperemos que no pase nada.

EC – Ayer y anteayer hubo huelga general y hubo las manifestaciones que ya comentamos en las calles incluso con hechos de violencia. ¿Hoy la cosa está más calma dices?

BC – La cosa está más calma, sí. Además hay mucha más policía y hoy la gente está trabajando o sea que hay menos gente ahí desocupada en el medio de la plaza de la Constitución que está en frente del Parlamento.