Strauss-Kahn, en situación legal compleja, "acapara la agenda pública francesa"
Contacto con Rafael Mandressi, colaborador de En Perspectiva desde París.
(emitido a las 8.44 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Christine Lagarde debe haber sentido ayer una pequeña frustración. Este martes, la exministra de economía francesa asumió como nueva directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI). Era, seguramente, el momento más importante de su carrera pública. Sin embargo, de eso casi no se ha hablado. Las noticias en las últimas horas han girado mucho más en torno a los escándalos que protagonizó su antecesor.
El viernes pasado, Dominique Strauss-Kahn fue liberado de su arresto domiciliario y habilitado para moverse dentro de Estados Unidos, al descubrirse elementos que erosionan la credibilidad de las acusaciones por asalto sexual e intento de violación en su contra.
La Fiscalía que tiene a cargo su expediente reconoció, incluso, que la mujer que acusó a Strauss-Kahn de acoso y abuso sexual mintió varias veces en este caso y también en el pasado, en diferentes trámites ante agencias estatales de Estados Unidos.
Pero ayer Strauss-Kahn fue nuevamente denunciado, esta vez en los tribunales de Francia.
La periodista y escritora francesa Tristane Banon es quien lo acusa ahora por un intento de violación que habría sufrido cuando lo entrevistó en el año 2003 para preparar un libro.
Mientras tanto, las especulaciones sobre posibles complots en contra de Strauss-Kahn han continuado barajándose. Aquí mismo, en La Tertulia, cuando tratamos el lunes este tema hablábamos sobre esa posibilidad. Al rato, recibíamos un mensaje con la opinión de Rafael Mandressi, nuestro colaborador en París, con quien vamos a conversar justamente a partir de este momento.
En primer lugar, situemos cuál es en este instante la posición de Dominique Strauss-Kahn en Estados Unidos frente a la Justicia. Se habla del retiro de todos los cargos.
RAFAEL MANDRESSI:
Sí, el retiro de todos los cargos, lo que puede producirse hoy mismo. Dentro de algunas horas está prevista una reunión entre el fiscal y sus colaboradores con los abogados de Strauss-Kahn, y una de las posibilidades que cabe es que hoy mismo el caso quede definitivamente cerrado con el retiro de todos los cargos.
EC - ¿Cómo se explicaría eso?
RM - La razón fundamental es la que mencionabas recién, al fiscal se le ha disuelto entre las manos la credibilidad de su testigo clave, la presunta víctima, a raíz de todo lo que se ha dado a conocer en los últimos días respecto a una serie de inexactitudes y de falsedades en torno a su pasado y al propio episodio.
En Estados Unidos un juicio de esta naturaleza requiere -según la fórmula consagrada- que la culpabilidad sea reconocida por la unanimidad del jurado más allá de toda duda razonable. Eso parece prácticamente imposible con una credibilidad tan disminuida de parte de la testigo clave. No vale la pena recordar todas las inexactitudes que han ido apareciendo porque ustedes ya han dado cuenta de ellas. Tal vez convenga simplemente mencionar una, que es la más importante de todas, que tiene que ver con la versión que dio respecto del propio episodio: en un primer momento dijo que después de la presunta agresión se había escondido en un placard hasta que Strauss-Kahn se fue. En una segunda versión se desdijo para afirmar que había ido a hacer la limpieza de otra habitación antes de hacer la denuncia. Y esta segunda versión también resultó ser falsa, de acuerdo al registro del uso de la tarjeta electrónica magnética que sirve para abrir las habitaciones. De hecho, según este registro, después de la partida de Dominique Strauss-Kahn volvió a la suite. Esto pone en tela de juicio al conjunto de las pruebas que pudieron haber sido relevadas en la escena del crimen, con lo cual la Fiscalía se quedó sin nada prácticamente.
En la medida en que no haya juicio, lo cual a esta altura parece prácticamente seguro, la verdad última de los hechos probablemente quede sin conocerse.
EC - Hay todo tipo de especulaciones a propósito de qué fue lo que ocurrió entonces. Por ejemplo, si detrás de la denuncia que se plantó contra Strauss-Kahn hay un complot.
RM - Sí, las hipótesis de complot han estado manejándose. Hay fundamentalmente dos versiones posibles: una, que se trata de un complot orquestado o impulsado desde la presidencia del Gobierno y la derecha francesa; otra, que el complot tiene que ver con el FMI para sacar a Strauss-Kahn de allí.
Ninguna de las dos versiones tiene, a mi juicio, mucho asidero. En el primer caso, por el riesgo enorme que significaría para Nicolas Sarkozy, para el gobierno y la presidencia francesa, embarcarse en una aventura de este tipo. En caso de que se descubriese, el efecto sería devastador. Sobre la segunda teoría del complot, parece difícil que se haya montado una operación de este porte para sacar a un hombre 15 días antes de que él mismo oficializara su alejamiento para dedicarse a la campaña electoral francesa.
Personalmente, si bien siguen estando a la orden del día, esas teorías conspirativas no me convencen realmente. Y no soy el único.
EC - Mientras Strauss-Kahn suspira aliviado en Estados Unidos, también se le complica a nivel judicial dentro de la propia Francia con esta denuncia que se presentó ayer. ¿Qué implica esto?
RM - Esto implica que se lanza otro proceso judicial, en este caso en Francia, por hechos que se habían ventilado en la prensa pero que no habían llegado a ser denunciados formalmente. Hechos ocurridos en el 2003, cuando habría habido una presunta agresión sexual de Strauss-Kahn hacia una joven periodista que lo estaba entrevistando.
Naturalmente aquí también hay especulaciones de diverso tipo, como en qué medida esta denuncia que aparece ahora, tantos años después, es simplemente la voluntad de que se haga justicia o en qué medida todo esto tiene que ver con el curso de los acontecimientos en Estados Unidos. Una vez más, teorías de complot según las cuales esto estaría también piloteado por intereses políticos -en este caso franceses específicamente- para prolongar el conflicto que esto genera, no solo para Strauss-Kahn sino también dentro del Partido Socialista. En todo caso, lo que sí puede aventurarse también en esta denuncia es que las chances de que prospere efectivamente son muy escasas. Entre otras razones, por la dificultad para reunir pruebas convincentes después de tanto tiempo de acaecidos los presuntos hechos de intento de violación.
EC - Además, Strauss-Kahn ha anunciado que va a presentar una contradenuncia contra esta mujer.
RM - Sí, por "denuncia calumniosa", esa es la tipificación judicial según la cual Strauss-Kahn va a replicar a esto. Ya había desmentido estos hechos porque, insisto, se dieron a conocer públicamente hace ya algún tiempo pero no habían llegado a la esfera judicial.
EC - ¿Y cuáles son las repercusiones político-electorales de todas estas últimas noticias en Francia, sobre todo dentro del Partido Socialista, al que pertenece el exdirector gerente del Fondo?
RM - En consecuencias concretas, probablemente ninguna. La posibilidad de que Strauss-Kahn sea candidato en las elecciones primarias del Partido Socialista con miras a las elecciones presidenciales del año próximo es virtualmente nula. De hecho, no ha habido ningún tipo de manifestación ni de su parte ni de parte de sus seguidores más próximos en ese sentido. Una de las candidatas a las primarias, la primera secretaria del Partido Socialista, lanzó su propia candidatura, que dependía en cierto modo de que Strauss-Kahn no fuera candidato, en virtud de un pacto que habían pasado entre ambos según el cual iba uno u otro pero no los dos. El anuncio que hizo hace pocos días, de que pase lo que pase ella no piensa retirar su candidatura a esta altura, conduce a la conclusión de que Strauss-Kahn no va a ser candidato a la presidencia.
Sobre otro tipo de actividades políticas habrá que ver. En la medida en que los hechos continúen y efectivamente quede libre de todo proceso judicial que penda sobre él -lo cual no restaña su imagen que igualmente ha quedado muy dañada- podrá eventualmente participar en la campaña electoral. De lo que se habla, pero por el momento en términos de versiones muy vagas, es que llegado el momento podría confiársele algún tipo de responsabilidad de alto nivel en la Unión Europea. Pero por el momento eso es todo, y me parece difícil que pueda haber algo más concretamente en los meses venideros.
EC - Por último, este asunto del cual estamos charlando contigo hoy, ¿cuán presente está en la agenda pública francesa, cuánto se debate a propósito de él?
RM - Estaba acaparando la agenda pública. En términos de medios de comunicación es el tema principal. A tal punto, y no es un chiste, que ha desplazado al Tour de France como noticia más importante en estas épocas, lo cual es prácticamente una hazaña. Desde el sábado de madrugada es prácticamente el asunto que se debate, del que se informa, del que se comunica permanentemente siguiendo paso a paso todas las alternativas. Y lo seguirá siendo por algunos días más. Después, probablemente, en función de la conclusión del episodio judicial estadounidense, va a volver a caer. De todos modos, no tiene una repercusión de fondo en cuanto al debate político en sí. Se trata más de un caso a medio camino entre la crónica roja y el comentario electoral, pero en esa materia por supuesto es la primera plana de todos los diarios y la apertura de todos los noticieros.
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