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Macri ganó las elecciones porteñas pero deberá enfrentarse a Filmus en segunda vuelta

Contacto con Fernando Gutiérrez, corresponsal de En Perspectiva desde Buenos Aires.


(emitido a las 8.45 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Con el 47,08% de los votos, el actual jefe de Gobierno de Buenos Aires, Mauricio Macri, fue el ganador de las elecciones porteñas y quedó a las puertas del triunfo en primera vuelta.

(Audio Macri)

"No saben lo feliz que estoy de que hayan vuelto a confiar en mí y en la relación que hemos construido. Para mí es único. Quiero decirles a aquellos que no nos han votado que no voy a dejar que esas diferencias nos separen. Creo que hay nuevos horizontes que podemos construir. La diferencia es una oportunidad para que sigamos aprendiendo el uno del otro. A aquellos que piensan que las diferencias son irreconciliables, los quiero invitar a bajar el nivel de agresión. La agresión no nos deja nada. Busquemos un idioma que nos permita luchar por las oportunidades y por un proyecto de crecimiento para todos. Llegó la hora de reconciliarnos con nosotros mismos, enamorarnos y entusiasmarnos con nuestro futuro. De eso se trata".

El 31 de julio Macri deberá competir en una segunda vuelta con el candidato del Frente para la Victoria, Daniel Filmus, quien obtuvo el 27,8% de los sufragios.

(Audio Filmus)

"Vamos a ir a una segunda vuelta a defender nuestros principios. Les pido que sean para todos los porteños y porteñas, para todos los habitantes de la ciudad que votaron a todas las fuerzas políticas, los que hicieron al oficialismo la primera minoría. A todos aquellos que votaron a otras fuerzas que no entraron en el balotaje pero que fueron en la democracia a llevar sus posiciones y sus ideas. No importa el número de votos. Lo hicieron. Fueron a discutir, a debatir. En el único ámbito que conocemos: el ámbito de la palabra. A partir del 31 de julio vamos a trabajar fuertemente para preparar nuestro programa del 10 de diciembre. De la mano de nuestras ideas, de nuestra presidenta y de todos ustedes. De la mano de todos los porteños y las porteñas. Vamos a trabajar para que a partir del 10 de diciembre tengamos el Gobierno que realmente va a cambiar la ciudad".

Vamos a analizar los resultados y a averiguar cuáles son las perspectivas para la segunda vuelta. El diálogo es con nuestro corresponsal en Buenos Aires, Fernando Gutiérrez.

¿Qué te parece si empezamos con los números más actualizados que existan?

FERNANDO GUTIÉRREZ:
Estás comentando una diferencia de 19 puntos y medio, la cual es mucho más grande que la que había dado las encuestas y más grande de lo que seguramente Macri había soñado durante la campaña electoral. La verdad es que muchos creíamos que la principal actividad de los periodistas hoy a esta hora iba a ser la de calcular qué posibilidades tendría Filmus de remontar su desventaja en el balotaje.

A esta altura, esto ya es totalmente irrelevante. La principal duda es si va a haber una segunda vuelta. Hay analistas políticos que están convencidos de que Filmus no se presentará el 31 de julio. Es que presentarse implica no solamente enfrentar una derrota segura, sino también exponer al Gobierno de Cristina Kirchner, que hasta ahora venía envuelto en un halo victorioso por los triunfos obtenidos en las votaciones para gobernadores provinciales. No obstante, anoche Filmus ratificó que se presenta. Hacerlo era considerado una formalidad y casi una obligación.

Hay antecedentes históricos sobre candidatos que dijeron lo mismo la noche de la votación y después renunciaron. En la ciudad de Buenos Aires está el caso de Domingo Cavallo en el año 2000, cuando ante la ventaja que le había sacado Aníbal Ibarra primero dijo que iba a disputar el balotaje y después reflexionó –lo convencieron– y dijo que no iba a disputar la segunda vuelta.

A nivel nacional está el antecedente de Carlos Menem, que a pesar de haber logrado la primera posición frente a Néstor Kirchner en 2003 decidió renunciar a la segunda vuelta, cuando las encuestas lo convencieron de que no tendría chances de ganar.

EC – Así que en las próximas horas la pregunta va a ser si Filmus se presenta al balotaje.

FG – Exactamente. Imagínense lo que debe ser en este momento estar en los zapatos de Filmus. Para ganar en un eventual balotaje tiene que convencer prácticamente a todos los votantes independientes de que lo apoyen a él; el 90% de quienes no votaron ni a él ni a Macri tienen que votar a Filmus. Es algo casi imposible, porque con que solamente un 3% de ese electorado independiente vote a Macri, Macri ya tiene mayoría.

Hay quienes dicen que la única posibilidad de que Filmus pueda disputar algo tiene que ver con convencer a los votantes que no concurrieron a las elecciones. La concurrencia fue del 72%. Si bien es mejorable, tampoco implica un nivel de ausentismo muy por encima de lo que marca la media histórica. Entonces, para el partidario más optimista de Filmus, la posibilidad de que entre los ausentes haya un caudal de votos lo suficientemente grande como para revertir el resultado es un poquito forzada.

EC – Con esta elección de ayer, ¿qué cambia en el tablero político? Pienso por ejemplo en la situación de Macri, que venía muy golpeado tanto por el Gobierno como por la oposición.

FG – Para Macri, esta elección significaba mucho más que la reelección como jefe de Gobierno de Buenos Aires, que era algo que él y todo el mundo daba por descontado. Esto implica devolverlo al protagonismo político y hasta ubicarse otra vez como principal referente político de la oposición y nuevamente con aspiraciones presidenciales, ahora mirando a un 2015 todavía lejano; pero otra vez Macri en carrera.

Él había hecho una jugada muy arriesgada cuando, desconociendo los consejos de muchos de sus seguidores, decidió no presentarse a la elección presidencial. Antes había tenido demostraciones poco amistosas del resto de la oposición. En abril pasado había convocado a firmar un documento programático entre todos los opositores, y la respuesta que obtuvo fue el vacío total. Daba la sensación de que coincidir con Macri, sacarse una foto con él o asistir a un acto con él era algo que el resto de los candidatos opositores consideraba "pianta votos", como se dice aquí. Nadie quería mostrar cercanía con él. Ahora, en cambio, al ganar por más votos que los que él mismo había obtenido en su primera elección en 2007, Macri ratifica que tiene una firme base de apoyo electoral a pesar de todas las críticas sobre las asignaturas pendientes en su gestión municipal.

EC – ¿Y para el Gobierno nacional esta votación de ayer puede ser de algún modo un punto de inflexión?

FG – Es uno de los grandes temas que en este momento se están debatiendo entre los analistas, si hay que considerar esta firme votación de Macri como una votación a favor de él o en contra del Gobierno. Ciertamente hay un cambio de clima porque se corta la racha triunfalista de Cristina Kirchner. Se presume que a esta derrota en la capital le van a seguir ahora otros resultados adversos en Santa Fe y en Córdoba, que son las dos provincias más importantes y con mayor población después de la provincia de Buenos Aires e incluso por encima de la capital.

Si bien Cristina lleva siete resultados favorables en las elecciones provinciales realizadas este año, está claro que la ciudad de Buenos Aires más Santa Fe y Córdoba tienen una trascendencia política y una visibilidad mediática muy fuerte.

Por otra parte, ya estamos entrando en la recta final de la campaña a tres meses de la elección presidencial. Esto, dicen los politólogos, puede empezar a enfriar ese clima triunfalista y esa sensación que había logrado imponer el kirchnerismo en el sentido de que Cristina ya ganó.

Hay además un ingrediente particular: ayer se revelaron como fuertemente equivocadas la mayoría de las encuestas preelectorales...

EC – ...Ese es otro tema después de la votación de ayer, las encuestadoras cuestionadas.

FG – Absolutamente. Fíjate que había algunos sondeos que pronosticaban que la diferencia entre Macri y Filmus sería de 6 puntos cuando fue de 19 y medio. O sea, no estamos hablando de lo que llaman los encuestadores el error estadístico, ni ese margen de +/- 2 puntos que es perdonable para una empresa encuestadora; estamos hablando de que habían pronosticado 6, 7 puntos de diferencia y fue 19 y medio.

Pero lo más sugestivo es que las encuestadoras que le erraron por mayor margen son justamente las que a nivel nacional están marcando una fuerte ventaja de Cristina. Esto ha puesto una nota de duda con respecto a si la ventaja que lleva la presidenta es realmente de la magnitud que hoy se estima –encima del 40% y casi en la zona de victoria en la primera vuelta– o si Cristina está no digamos en un pie de igualdad pero por lo menos en una postura ganable para los candidatos opositores.


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