Internacionales

Estados Unidos busca soluciones para enfrentar su déficit fiscal

Contacto con Arturo Porzecanski, desde Nueva York.


(emitido a las 8.46 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Que la economía estadounidense no pasa por su mejor momento ha dejado de ser noticia hace ya mucho tiempo. Sin embargo, ahora la crisis parece estar llegando a un punto límite.

El domingo, el presidente Barack Obama reunió en la Casa Blanca a los principales líderes demócratas y republicanos para negociar un paquete de medidas que le permita reducir drásticamente el déficit fiscal que enfrenta el país y evitar la caída en una moratoria de su deuda.

El Departamento del Tesoro ya ha advertido que si el Congreso no adopta medidas urgentes y habilita el aumento del tope de endeudamiento, el próximo 2 de agosto se agotará su capacidad de tomar préstamos, lo que significa que se quedará sin dinero para pagar los vencimientos de sus bonos.

Esta mañana les proponemos trasladarnos a Estados Unidos (EEUU) para examinar este panorama. Para eso el diálogo es con el economista uruguayo Arturo Porzecansky, profesor de Finanzas Internacionales en la American University de Washington, aunque hoy lo encontramos en Nueva York.

Podemos empezar con algún número, por ejemplo ¿qué monto tiene la deuda y sobre todo qué porcentaje del producto?

ARTURO PORZECANSKI:
El límite para la deuda del Gobierno Federal, que no incluye la deuda de los Estados tipo California o Nueva York, está llegando a 14.450 millones. El porcentaje del producto está cerca del 70-80%. El problema es que, de acuerdo con la tendencia, seguiría subiendo. No solo en términos nominales sino en relación al producto, hasta llegar a niveles más preocupantes estilo europeo del 100% o más. Por eso, las negociaciones en marcha, no solo para ajustar hacia el alza el límite impuesto por ley, que en años anteriores siempre se ajustó sin gran drama, sino que lo que hay detrás es un plan de ajuste fiscal para que la deuda no siga subiendo. Por lo menos no en términos relativos al producto.

EC – ¿Por qué es que no avanzan esas negociaciones entre el presidente Obama y los republicanos? ¿Cuáles son las posiciones que están planteadas entre demócratas y republicanos, cada uno por su lado?

AP – Lo bueno del drama es que los dos partidos principales están realmente hablando del tema de sustancia. Están hablando de qué cortar, cómo cortarlo, cuándo cortarlo, etcétera. Prioritariamente el lado del gasto. Como ustedes sabrán, los republicanos se rehúsan a hablar de medidas por el lado de la recaudación si no tienen claramente enfocado el tema del gasto. Entonces, en cierto sentido, lo bueno es que están hablando de los temas de sustancia. Eso es claro. El fruto de la mejora en la posición política de los republicanos en las últimas elecciones al Congreso, donde ganaron el control de la cámara baja. La cámara baja está negociando –alguien diría chantajeando– con el Gobierno porque no puede sacar ni el presupuesto del año que viene ni el aumento del límite de la deuda sin su aprobación.

EC – Vayamos a cada uno de los lados. ¿Por qué los republicanos resisten lo que el presidente Obama pretende, que es que se reduzcan exoneraciones de impuestos que han beneficiado a los más ricos?

AP – Porque acá hay una estrategia política. De los republicanos, que fueron electos en el Congreso, lo que se muestra en las encuestas, etcétera, es el ala más de derecha, más conservadora. Esa ala es la que piensa que todo el intervencionismo de los últimos años, inclusive los grandes salvatajes de los bancos y las compañías automotrices, etcétera, fueron incorrectas. Entonces, la base más conservadora del partido quiere que se hagan reformas de raíz por el lado del gasto público. El tipo de diálogo que a uno le gustaría que existiera en países como el Uruguay, pero por fin lo estamos teniendo acá.

EC – En el caso de la reducción del gasto público están en juego programas sociales básicamente. Por ahí viene la reticencia del ejecutivo.

AP – Sí. Esta base derechista republicana está planteándolo todo. En cierto punto es sano, porque por fin se están hablando de temas que eran tabú, tales como el sistema provisional y el sistema de salud. Algún tipo de reforma va a salir de aquí, eso es lo bueno. Lo malo es que atenta contra toda la ideología del ala izquierda de los demócratas, que yo diría es la que impera en el senado y en la Casa Blanca. Entonces, aquí tenemos un gran debate y conflicto ideológico en marcha. No pensemos que es cosa técnica del nivel de la deuda ni nada; acá hay una gran batalla campal ideológica por quién va a controlar la Casa Blanca y el senado en las elecciones del año que viene. La complicación es esta fecha límite del 2 de agosto, que el Tesoro ha dicho que es cuando más o menos se le empieza a acabar la capacidad de endeudarse más. Aunque, seguramente, si llegáramos a esa fecha e igual no habría una moratoria de la deuda pública, el zapatito apretaría bastante.

EC – ¿Qué pasaría si los partidos no llegan a un acuerdo en torno a estos temas y se arribara al 2 de agosto?¿Qué instrumento habría para zafar del default?

AP – El Gobierno norteamericano, como el uruguayo, llegado el momento puede tomar ciertas decisiones. Puede dejar de pagar el principal o los intereses de sus bonos. Pero lo más probable es que se atrase en otros pagos como el de los sueldos a los funcionarios públicos, en el pago de las jubilaciones o a proveedores. [Es] el tipo de trucos que muchos Gobiernos en América del Sur adoptaron en épocas pasadas cuando querían salvaguardar su estatus como deudores.

EC – Es increíble pensar en escenarios de este tipo. Además, si se fuera por ese camino, ¿los mercados no lo leerían como un default parcial pero default al fin?

AP – Obviamente habría mucha preocupación, pero tenemos unas tres semanas. Por ejemplo, ayer salió una solución parche del líder de los republicanos en el senado, que es lo que los negociadores en la cámara baja hasta ahora se han rehusado a contemplar. Por ley le daría autorización al presidente a aumentar el límite de la deuda de manera tal que los republicanos dijeran: "Estamos aumentando el endeudamiento público pero toda la culpa la tiene la Casa Blanca". Es decir, el hecho de que ayer por primera vez un republicano de categoría sugirió un parche para comprar más tiempo en esta gran batalla ideológica, que como digo está acá y va a estar por los próximos meses, sugiere que se va a hacer todo lo posible para evitar llegar al 2 de agosto sin algún tipo de límite aprobado.

EC – Estos problemas con la deuda de EEUU no ocurren aislados en el mundo. Paralelamente hay grandes turbulencias también en esa materia en Europa: Irlanda, Portugal, Grecia. Afectación o amagues de que la caída de la confianza le pegue también a Italia, España, y se habla incluso de que el próximo en la lista sería Francia. ¿Cómo juega todo ese contexto?

AP – Juega a favor de EEUU. Lo bueno de todo este drama es el contexto mundial en el cual juega. Los inversionistas están mucho más preocupados por sus tenencias de bonos emitidos por Gobiernos europeos y tienen toda la razón, porque parece que ahí va a haber pérdidas impuestas a los inversionistas, por lo menos en bonos de Grecia, Irlanda y Portugal. Ya se está negociando detrás de bastidores cuán grande va a ser la pérdida que se va a dar y cuál va a ser el perdonazo que se le va a exigir a los tenedores de bonos de algunos de estos países. Entonces, EEUU se beneficia. Toda la euro se mueve a favor de EEUU. El Gobierno Federal de EEUU que pudiera estar en problemas, de aquí a tres semanas se puede dar el lujo de endeudarse a 10 años pagando menos del 3%, mientras que los países periféricos de Europa tienen que pagar 6%, 9%, 12%, si es que se fueran a endeudar a esas tasas. No lo están haciendo y se están endeudando con el banco neutral europeo o con otras fuentes de auxilio financiero. En fin, la mayor y más grave crisis en Europa le da protección a los EEUU y el mercado financiero, aunque preocupado, no lo demuestran los números.

EC – La economía de EEUU, mientras tanto, sigue con dificultades para relanzarse. Por ejemplo, el desempleo sigue en el orden del 10% pese a una inyección de recursos muy fuerte que se ha venido haciendo entre otras cosas por la vía del endeudamiento. ¿En cuánto está el desempleo, cuál es el último número?

AP – Es 9,2%. Si me acuerdo correctamente, había bajado un poquito a menos de 9%. En los últimos tres meses se nota que ha habido un cierto aplanamiento en la actividad económica. No estamos entrando en una nueva recesión. No se espera eso, pero definitivamente se perdió el vigor anterior. Además, la impresión general y el consenso político que hay es que el Gobierno y la reserva federal ya no tienen balas para tener algún impacto sobre el ritmo de actividad económica. Así que el sector privado va a tener que levantarse los pantalones solo...

EC – ...Con toda esa información como base, ¿qué puede augurar usted con respecto a la evolución del dólar?

AP – Mientras sigan los problemas en Europa –y van a seguir por un buen tiempo–, la relación dólar-euro va a estar favorable. Es decir, el dólar-euro estaba a 1,45 y ahora está a 1,40. No sé si se va a ir a 1,35. Quizás se quede por aquí. Pero dólar-euro favorable al dólar. Lo que pasa es que en el contexto más general, ni el dólar ni el euro van a tener un buen desempeño, y eso favorece a todas las otras monedas, inclusive al peso uruguayo.

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