Siria: un país sacudido por la violencia interna y signado por la cautela externa
Contacto con Susana Mangana, doctora en Estudios Árabes e Islámicos por la Universidad Autónoma de Madrid.
(emitido a las 8.43 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Desde comienzos de este año, cuando empezaron a producirse en Medio Oriente distintos movimientos ciudadanos de protesta contra sus mandatarios, muchas cosas han pasado: han caído algunos gobiernos, otros tambalean y otros resisten ferozmente.
En los últimos días, la mirada ha estado puesta especialmente en Siria, donde la administración de Bachar Al Asad ha recrudecido la represión sobre los opositores.
La consecuencia: más muertos y heridos en todo el país. El lunes, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos informaba que ya han fallecido unos 1.700 civiles y 400 efectivos de las fuerzas de seguridad desde el comienzo de la revuelta popular en marzo pasado.
Mientras tanto, parece que la región comienza a reaccionar. Este fin de semana Arabia Saudita y Kuwait llamaron a sus embajadores en Damasco en consulta, lo que desde el punto de vista diplomático es interpretado como una señal de que Siria está perdiendo apoyo entre sus vecinos. Además, Jordania, Turquía y la Liga Árabe han exigido el cese inmediato de la violencia.
Estamos con Susana Mangana, doctora en Estudios Árabes e Islámicos por la Universidad Autónoma de Madrid, responsable de la Cátedra Permanente de Islam y el Mundo Árabe en la Universidad Católica e integrante de nuestras tertulias.
Si te parece, empecemos ubicando a Siria y sobre todo veamos quién es Bachar Al Asad, qué tipo de Gobierno encabeza.
SUSANA MANGANA:
Aunque desde el mes de marzo Siria ha estado notoriamente en la prensa, es un país que vale la pena recordar. Es árabe; su población de aproximadamente 19 millones de habitantes practica en su mayoría la fe del Islam; son musulmanes suníes, seguidores por tanto de la tradición del profeta, pero también hay una minoría muy importante que es chií, como lo es por ejemplo la familia Al Asad que gobierna y rige los destinos de ese país. También hay otras comunidades religiosas como los drusos, que están mucho más próximos al Islam que al cristianismo pero cuya presencia normalmente se asocia más al Líbano por ejemplo.
Si hablamos de geografía, Siria es un país que se inscribe en lo que son los países del Levante, a las orillas del Mediterráneo. Al norte tiene frontera con Turquía, al este con Irak, al sur con Jordania y con Israel y al oeste con Líbano. Esto también nos da una idea de la importancia geoestratégica de un país que además ha sido conducto de ayuda, de apoyo logístico hacia otros actores estratégicos en esa región tan convulsa de Oriente Medio.
Con respecto a Bachar Al Asad es un presidente joven, de 45 años, médico oftalmólogo que estudió en Londres. No pintaba para ser el sucesor de su padre, Hafez Al Asad, porque todo hacía pensar que quien lo iba a ser era su hijo mayor y predilecto, Bassel. Pero éste falleció trágicamente en un accidente de tránsito en 1995, entonces el padre decidió hacer regresar al país a Bachar, porque ya en aquel momento entendió que podía ser un sucesor que buscase más el equilibrio y la moderación que su hijo menor, Maher, que hoy es el comandante de las fuerzas de seguridad en Siria y tiene fama que se la ha ganado con creces de ser muy sanguinario.
Si hablamos del régimen, tenemos que entender que Siria ha sido el bastión de la retórica panárabe nacionalista en Oriente Medio, sobre todo para hacer frente a la política exterior de Estados Unidos. Es una república y dice ser una república democrática popular y socialista donde el partido Baaz al igual que ocurrió en Irak rige el país y la política desde 1963 con una Constitución firmada en 1973 junto a la cual se declaró además el estado de emergencia.
Por último, como apunte político, cada siete años se elige al presidente que tiene plenos poderes para nombrar ministros, destituirlos, etcétera.
EC ¿Qué están reclamando los manifestantes opositores?
SM Los manifestantes en Siria, al igual que lo hicieron en Túnez y también en Egipto, piden libertad. Están hartos de haber sido destratados, de haber sido desoídos. Realmente creo que estamos en la postrimería de la etapa de descolonización. Después de haber librado batallas y manifestaciones en contra de la colonización sobre todo europea ahora estas poblaciones árabes se han alzado porque están cansados de la corrupción endémica en sus gobiernos y de la falta de credibilidad y legitimidad de sus políticos. Lo que quieren es libertades individuales y dignidad como nación.
EC Qué lugar ocupa Al Qaeda en Sira? Porque desde el Gobierno se sostiene que buena parte de estas protestas tienen una influencia de esa organización.
SM Ninguno, eso es casi un chiste. En un país donde hay fuerzas de seguridad omnipresentes, con agentes secretos y un sistema de delaciones muy importante, Al Qaeda prácticamente no existe. El propio régimen le haría frente porque sabe que es una amenaza para su supervivencia. Por lo tanto, con esta retórica, con esta insistencia del régimen en decir que hay infiltrados, que hay una conspiración desde el exterior para desestabilizar a Siria, los propios ciudadanos se sienten molestos porque saben que se les está engañando. Y la comunidad internacional no puede seguir comprando este tipo de propaganda política.
EC A propósito de la ubicación de Siria en el mapa geopolítico de Medio Oriente, ¿cuál es su importancia? Algo ya mencionaste, pero por ejemplo ¿por qué se están notando en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas actitudes tan reticentes a intervenir o a tomar medidas más fuertes con respecto a la violencia interna en Siria, por ejemplo de parte de Rusia o de China? ¿Qué papel juega Siria?
SM Lo de Rusia es entendible porque ha sido el valedor tradicional de Siria en la política de Oriente Medio. Ideológicamente han estado próximos, de hecho Rusia era un financiador y un gran mentor para Siria hasta después de la etapa de la perestroika, cuando ese apoyo logístico cayó.
Pero Siria es un corredor de apoyo logístico y financiero para grupos como Hezbollah, en el Líbano, cuyos miembros también son chiíes como el Gobierno de Bachar Al Asad y el régimen de los ayatolás en Irán. También sirve de apoyo para Hamas en Palestina, que es suní y por tanto su afinidad no viene por la línea religiosa sino porque tienen un enemigo en común, Israel. Pero además Siria es un país geoestratégicamente muy importante. El que consiga estar próximo a Siria tiene allí un apoyo importante frente al resto de los árabes, ya que ha sido el bastión de la retórica nacionalista que hacía freno a la política expansionista de Estados Unidos en la región.
Ahí tenemos también la rivalidad histórica entre Arabia Saudí, una monarquía, y la república de los ayatolahs, en Irán. Son rivales además porque Arabia Saudí no tiene interés en que Irán se aproveche de la desestabilización del Gobierno en Siria, porque a Irán le interesa tener ahí un delfín, un país amigo, y porque además Irán quiere ser la voz cantante de esa comunidad islámica y sabe que los árabes desconfían por naturaleza de los planes de Irán.
Pero además también tenemos la vinculación de Siria con Turquía. Turquía está jugando el "soft power", es decir, esa diplomacia y esa democracia que pretenden hacer del país un nuevo actor estratégico en la escena de los conflictos que hay en Oriente Medio, que son muchos. Y de hecho, hasta el asalto a la Flotilla de la Libertad en mayo de 2010 y el ataque al barco turco Mavi Marmara, Turquía había jugado un papel muy importante en el conflicto sempiterno entre los árabes e Israel. Sobre todo liderando las negociaciones entre Siria e Israel, porque todavía tienen sin resolver la cuestión de la ocupación de la meseta del Golán, que es siria pero fue ocupada por Israel en 1967.
Por tanto, tenemos muchos actores que están viendo cómo les puede afectar la inestabilidad en Siria. En el caso de Turquía, además tenía un fuerte flujo comercial con Siria, pretendía tener una mayor vinculación comercial con el resto de naciones árabes y de aquí al 2012 pretendía que ese volumen fuese de 40 billones de dólares, una cifra nada desdeñable.
EC ¿Qué importancia tiene el hecho de que países de la región y la Liga Árabe estén ahora expresando sus discrepancias con la forma en que el Gobierno sirio enfrenta a la oposición?
SM Es importante que países como Arabia Saudí, que también es un país líder en cuanto al conjunto de las naciones árabes, haya llamado a consulta a su embajador, al igual que lo hicieron Kuwait y Bahréin aunque su papel es mucho menor en la escena internacional y en la regional. Pero es importante porque es un toque de atención de que este tipo de represión brutal, que causa decenas de muertos a diario, ya no va a ser tolerado. Lo que pasa que es una respuesta que llega tarde y es muy tibia. Los poderes regionales y también los gobiernos occidentales están siendo mucho más cautelosos, mucho más tolerantes con el régimen sirio que lo que fueron por ejemplo con Gadafi en Libia...
EC - ...¿Y por qué pasa eso? Porque parece imposible pensar que vaya a ocurrir en Siria una intervención como la que está llevándose a cabo en Libia por ejemplo.
SM Me animo a decir que no la va a haber.
EC - ¿Y por qué esa actitud diferente?
SM Porque se entiende que más vale malo conocido que bueno por conocer. Los primeros que tienen temor son las fuerzas de seguridad, a las cuales se les está pagando y compensando muy bien por su entrega y su capacidad de represión de las manifestaciones. Ellos son los primeros en temer que pierdan privilegios, y están luchando por el futuro de sus comunidades religiosas por ejemplo los alauíes y no por el futuro de su país. Pero todos tienen intereses. Por ejemplo, si el régimen de Siria cae, Hezbollah va a perder a un mentor. Por otro lado, si gana una opción suní en Siria, por ejemplo, el nivel de vinculación y el tono de la relación con Irán probablemente cambien, y esto a los iraníes no les conviene. Recordemos además que esa región es donde se congrega el 62% de las reservas mundiales de petróleo: Arabia Saudí tiene 22% de esas reservas e Irán tiene 11,5%, con lo cual hay muchos intereses a proteger a nivel político y económico. Eso es lo que también hace que los gobiernos regionales sean indecisos a la hora de tomar una medida más enérgica, más firme.
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