(Emitido a las 8.24)

EMILIANO COTELO:
Ayer otro rehén fue brutalmente asesinado en Irak. Un ciudadano búlgaro, chofer de camiones, que había sido secuestrado junto a uno de sus compañeros por el grupo Unificación y Guerra Santa, fue decapitado. Su compañero podría perder la vida hoy si Estados Unidos no libera prisioneros, como exige el grupo que lo mantiene secuestrado y que lidera el jordano Abu Mussab al Zarqaui. Al mismo tiempo reina una enorme incertidumbre sobre la suerte del ciudadano filipino que se encuentra también secuestrado y amenazado de muerte, pero en su caso por el Ejército Islámico de Irak.

Se trata, como ustedes saben, de un esquema que viene repitiéndose con frecuencia en Irak. Primero en el Irak de posguerra a manos de grupos de la resistencia iraquí, y ahora en el Irak posocupación a manos de grupos extremistas.

Nos proponemos abordar este tema con Mauricio Rabuffetti.

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EC - Decía que la idea esta mañana es abordar este tema mirando estos hechos no como casos aislados sino, como nos proponemos en este espacio, en una visión de contexto que nos permita visualizar las consecuencias que estos asesinatos tienen en el plano político. Aunque, por supuesto, primero se impone una reflexión sobre el aspecto humano de estas ejecuciones, por ejemplo presentando a este rehén filipino, padre de ocho hijos que fue a Irak, según todas las informaciones que llegan de uno y otro lado, a trabajar.

MAURICIO RABUFFETTI:
Así es. Angelo de la Cruz, este filipino que tú mencionás se ha convertido en los últimos días en una especie de símbolo de muchas cosas, de cómo se puede morir sin tener nada que ver o de cómo estas situaciones presionan a los gobiernos. El caso de De la Cruz es especialmente llamativo porque es padre de ocho hijos y ha generado un revuelo político quizá como en ningún otro país que haya pasado hasta el momento por una situación similar.

EC - ¿Cuántos son los rehenes asesinados hasta este momento en Irak?

MR - La cifra exacta no se conoce porque hay casos de los cuales aún no se hallaron pruebas. De otros sí; recordemos por ejemplo al intérprete coreano Kim Sun il, muerto también a manos de Unificación y Guerra Santa, que pedía la retirada de las tropas surcoreanas de Irak; o el más emblemático por la brutalidad y el impacto que causó cuando se vieron las imágenes de la decapitación, el de Nicholas Berg, aquel empresario estadounidense de 26 años que fue asesinado como venganza, según sus captores y posteriores asesinos, por las torturas llevadas a cabo por soldados estadounidenses contra prisioneros iraquíes, también en este caso decapitado por el grupo de Al Zarqaui.

EC - Recuerdo también a un italiano, Fabrizio Quattrocci. Y, por supuesto, a aquellos tres japoneses que finalmente lograron la libertad y que fueron, si no me falla la memoria, los primeros o de los primeros en ser secuestrados, de los que se tuvo conocimiento.

MR - Sí, creo que fueron de los primeros de la lista. En general, creo que salvo el caso de Nicholas Berg, se trató, o se trata –porque todavía hay muchas personas secuestradas–, de secuestros que pretenden obtener a cambio de la vida de los rehenes una retirada de tropas de alguno de los países que participaron de la ocupación de Irak o que mantienen fuerzas allí. Hasta donde recuerdo, en ninguno de los casos estos grupos han logrado su cometido. Hasta ahora ninguno de los países que fueron, llamémosle así, chantajeados a través de este mecanismo dio el brazo a torcer y en muchos casos esa decisión se tradujo en la muerte de un ciudadano. La ecuación que seguramente hacen los gobiernos para mantenerse en una decisión tan difícil es que si este método funciona una vez, entonces los grupos que cometen este tipo de atrocidades podrían seguir haciendo esto y, claro, se llegaría al extremo que los países que participaron en la guerra y/o la ocupación de Irak no quieren, que es la salida de sus tropas. Es algo que claramente no va a ocurrir, por cierto; estoy planteando aquí el razonamiento que explica estas decisiones.

EC - Bien. Pero si las tropas no se van y los rehenes siguen muriendo, viéndolo muy fríamente, ¿se puede decir que estos grupos obtienen algún resultado, que están, desde su punto de vista, ganando algo?

MR - Claramente no logran su objetivo confeso, que es el provocar una salida de tropas extranjeras de Irak, que además los dejaría a ellos frente a las débiles fuerzas iraquíes, si vamos al caso de una situación, como decía, hipotética. Pero si tuviera que contestarte, te diría que sí ganan: ganan el desprestigio del gobierno que decide quedarse. Un ejemplo de esto es lo que está ocurriendo hoy en Filipinas.

EC - A ver si podemos profundizar un poco con este ejemplo.

MR - Claro. Cualquier gobierno que se ve en la circunstancia de tener que tomar una decisión así queda desprestigiado, no protege a uno de sus ciudadanos en peligro. La presión social puede llegar a ser muy fuerte, cualquier gobierno siente el efecto de una decisión como ésa, como la sintió el japonés. No vamos a detenernos en cómo se vivió cada situación en cada país tocado por estos hechos, pero vayamos solamente al caso de Filipinas: ayer hubo enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad oficiales y manifestantes que pedían que se cumpla con lo que demandan los captores de Angelo de la Cruz.

EC - ¿Qué piden exactamente?

MR - Justamente, eso es lo más inaudito de este caso. Filipinas tiene apenas 50 efectivos militares en Irak y el pedido es que los retiren un mes antes de la fecha prevista.

EC - Apenas 50 efectivos... ¿Y cuándo sería esa fecha?

MR - Esos soldados, que además hacen tareas humanitarias, se retirarían, según las fechas establecidas, el 20 de agosto. Es decir, estamos hablando de una exigencia a primera vista factible. En los casos anteriores, cuando la disyuntiva era el retiro de miles de soldados o la muerte de un rehén, todos nos imaginábamos que lamentablemente al otro día íbamos a leer en los diarios que murió el rehén, que de hecho fue lo que pasó varias veces. Pero en este caso hablamos de un adelanto de una salida prevista. A priori se podría pensar: "¿Por qué no?, no cuesta nada, a cambio de la vida de una persona". Pero en esa ecuación que mencionábamos recién –nos ubicamos en el terreno de la explicación, no de la justificación– cualquier gesto de esa naturaleza tiene un alto efecto simbólico y sería visto como una victoria de estos grupos extremistas.

EC - En Filipinas se está viendo claramente esta situación que tú planteás, es decir un gobierno que acusa la presión. Mientras el lunes algunos funcionarios hablaron de un retiro "lo más rápido posible" de las tropas, ayer otros jerarcas decían que no hay nada resuelto.

MR - Sí, y en el medio la presión de Estados Unidos. Ayer el portavoz del Departamento de Estado Richard Boucher dijo textualmente: "Tomamos nota" de las declaraciones del vicecanciller filipino, Rafael Seguis, que fue quien habló de ese retiro "lo más rápido posible", aunque no dio ninguna fecha específica... Porque, claro, lo último que quiere Estados Unidos en este momento es que estos grupos obtengan alguna concesión que convalide el mecanismo que escogieron para tratar de alcanzar sus objetivos. El problema lo va a tener el gobierno Filipino si este rehén muere.

EC - Sí, claramente se plantea "la disyuntiva de ceder al terror o salvar una vida", que es el título del enfoque que tú planteaste para esta mañana.

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EC - Todo un tema éste de los secuestros en Irak. Porque además de las consideraciones que llegamos a incluir, habría que agregar otras, por ejemplo el papel que juegan los medios de comunicación en todo esto. Recordemos que durante varios días se difunden imágenes tomadas por los secuestrados de la persona que tienen en su poder, en algunos casos implorando que se acceda a las demandas del grupo terrorista, y luego, en el caso de que la persona sea ejecutada, también circula el video con la forma en que murió; circula tanto enviado en copias a los medios de comunicación, como en sitios de Internet que han terminado teniendo un altísimo tránsito de navegantes que quieren observar imágenes como ésas.

MR - En definitiva son, o somos, la caja de resonancia de estos actos tan lamentables. Ayer, por ejemplo, la cadena Al Jazeera, que suele recibir los videos con las ejecuciones, optó por no mostrar la ejecución del ciudadano búlgaro.

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EC - Queda mencionar que en estos momentos, justamente a esta hora, se está conociendo en Gran Bretaña un informe muy importante sobre cómo procedió la inteligencia británica al elaborar el informe que aseguraba la existencia de armas de destrucción masiva en Irak, que de alguna manera fue el fundamento para el apoyo del gobierno de Tony Blair a las acciones del gobierno de Estados Unidos. El informe está siendo leído en este momento en Londres. Nos reencontramos contigo el viernes, con ese asunto ya divulgado, conocido y con repercusiones.