En el barrio Fells Point en Maryland, cerca de Washington, que se encuentra al nivel del puerto, la arena fue transportada por tractores con palas. Unas 50 personas formaban una fila en ese lugar para tomar un saco de color beige que luego era rellenado con arena.

"Voy a poner estas bolsas frente a mi casa. He tomado 20. No tengo miedo, pero esta es una precaución porque vivo cerca del mar", comentó un residente de 27 años de edad.

El huracán Irene tocó tierra en Carolina del Norte antes de remontarse a lo largo de la costa este de Estados Unidos, donde cientos de miles de habitantes han sido evacuados por precaución.

El presidente norteamericano Barack Obama interrumpió sus vacaciones, volvió a Washington y exhortó a los estadounidenses a "tomar en serio esta tormenta", cuyas proporciones podrían ser "históricas".

El ciclón va a azotar la región de Baltimore durante la noche del sábado, según las previsiones meteorológicas.

Además del aviso de evacuación se han instalado camas y provisiones en las escuelas y edificios públicos para que funcionen como refugios.

Árboles caídos, calles inundadas, muelles arrastrados y más de 100.000 personas sin electricidad son parte del saldo que va dejando a su paso este ciclón en Estados Unidos, después de cobrarse cinco muertos y generar pérdidas millonarias en el Caribe la semana pasada.

Fuente y foto: EFE